viernes, 12 de agosto de 2011

Dos constataciones y 14 “joyas” de la Feria del Libro de La Paz

Si tuviera una mochila grande, más tiempo para leer y 2.382 bolivianos en el bolsillo, me pasaría el mejor fin de semana en mucho tiempo arrasando con la Feria del Libro.

Tres visitas, en los ocho primeros días del evento que abre hasta este domingo en el Círculo de Oficiales del Ejército, me bastaron para constatar dos hechos que se repiten año tras año pero que no por ello deben dejar de destacarse.

Uno: los libros importados en Bolivia son excesivamente caros; y dos: las librerías traen cada vez menos novedades literarias (libros frescos de autores “nuevos” o poco conocidos en el medio) y se arriesgan casi exclusivamente a los best sellers (Vargas Llosa, García Márquez') o a autores de culto en La Paz (Kundera, Bukowski...). Esto no está mal, pero da pena que se priorice la venta asegurada antes que la siempre postergada aspiración de los lectores ávidos por las “joyas” que llenan los anaqueles de las librerías de otras capitales.

Al grano. Recomiendo -con humildad pero con conocimiento del caso- 14 libros internacionales -que los nacionales ya tuvieron su espacio- de la FIL 2011.

Empecemos por la librería Yachaywasi y dos memorables novelas de Oswaldo Soriano: Una sombra ya pronto serás y La hora sin sombra. Cada una vale 159 y garantiza deleite de inicio a fin de la mano de los eternos fracasados, perdedores y desamparados del genial autor argentino.

Una joya que jamás vi en librerías nacionales es Prosas apátridas (Bs 139) de Julio Ramón Ribeiro, acaso el autor peruano más injustamente relegado. Una bitácora esencial entre prosa, poesía, diario, autobiografía y breviario.

De este stand también me compraría Diarios, de Alejandra Pizarnik ( Bs 239); una bella edición de gran formato y coleccionable de El último round, de Julio Cortázar (Bs 219); Corazón tan blanco, de Javier Marías (Bs 149) y Susan Sontang renacida: Diarios (Bs 189).

De El Pasillo, un libro que casi nadie conoce y que todo buen lector que da con él termina adorando: La conjura de los necios de John Kennedy Toole (Bs 132); El tiempo envejece de prisa (Bs 120), el último libro de cuentos del gran Antonio Tabucci; ¿Quieres hacer el favor de callarte por favor? (Bs 132), el mejor libro de cuentos del que para muchos es el mejor cuentista del siglo XX, Raymond Carver; Descubrimientos (Bs 200) textos hasta ahora inéditos de Clarice Lispector; y Clarice: Una vida que se cuenta (Bs 220), un biografía de la buena Lispector, escrita por Nadia Battella.

Un libro de Lectura: Los ídolos a nado (Bs 220), una antología cabalmente seleccionada, de las crónicas y textos de Carlos Monsiváis. Y otro de Santillana El cuaderno de José Saramago (Bs 105)

Pero como no tengo 2.382 bolivianos, a llorar al río.

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