miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fuguet, Urrelo, Mitre y Rivero, con libros listos para 2015

Se viene 2015 y las editoriales bolivianas ya tienen autores asegurados para publicar, algunos de ellos extranjeros, otros bolivianos con trayectoria, y también los noveles escritores que debutarán este año.
La narrativa domina en cuanto a género, aunque también hay poesía, historia y ensayos en el menú literario.

Nombres importantes
La editorial paceña El Cuervo tiene cuatro libros listos, según informó su director, Fernando Barrientos: un libro de cuentos del reconocido autor chileno Alberto Fuguet, también Wilmer Urrelo alista su debut con un libro de cuentos, así como el cruceño Maximiliano Barrientos, que se vuelve a poner la camiseta de El Cuervo; finalmente, publicarán la novela que resulte ganadora del II Premio Equis de novela.

Plural Editores, también de La Paz, publicará la novela Catre de fierro, de la escritora inglesa Alison Spedding; saldrá a la luz el tercer tomo de las obras completas del pensador boliviano René Zavaleta; el ensayo Herencias culturales, de HCF Mansilla; y además un nuevo libro sobre la historia de Bolivia, un trabajo en conjunto de Ximena Medinacelli, Eugenia Bridikina, María Luisa Soux, Rossana Barragán y Magdalena Cajías.

Finalmente, en La Paz, Ariel Martínez, director de la editorial 3600, dijo que tienen preparado un libro de crónicas escritas por Claudio Ferrufino-Coqueugniot y Pablo Cerezal, otro de cuentos de Paul Tellería titulado 306, y el poemario Disección, de Luis Carlos Sanabria.

En Cochabamba, la editorial Nuevo Milenio publicará el primer libro de cuentos de Aldo Medinacelli, con el título de Asma.

En Santa Cruz
En Santa Cruz, la editorial El País, a cargo de Ricardo Serrano, publicará dos libros los primeros meses de 2015: el primero es Bolivia. Circulación de élites, que es la tesis doctoral de Fran Spinoza.

El otro libro es Vicente Huidobro: hambre de espacios, sed de cielo, un análisis de la obra de este poeta chileno a cargo de otro poeta, el orureño Eduardo Mitre.

La editorial cruceña La Hoguera arregló con la escritora montereña Giovanna Rivero para publicar una nueva novela juvenil; el autor uruguayo Emilio Martínez editará un libro de poemas con esta casa; y se vienen dos libros de cuentos infantiles, uno de Tania Monje, con el que debuta, y otro de María Julia Sueldo

Historia del Carnaval fue revelada en breve exposición en la Feria del Libro

La exposición del historiador e investigador, Fabrizio Cazorla Murillo, referida a la "Historia del Carnaval de Oruro", fue uno de los principales atractivos de este reciente lunes en la Feria del Libro de la Asociación de Expositores y Escritores Unión Oruro, demostrando su compromiso con la Capital del Folklore de Bolivia.

Después del conflicto generado con Puno-Perú por la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, el Carnaval de Oruro, los organizadores de la Feria del Libro vieron por conveniente cumplir con esta charla para revalorizar la expresión religiosa, cultural y folklórica, de la festividad más famosa en Bolivia.

Cazorla, apoyado con algunas imágenes extractadas de la revista "Historias de Oruro", hizo referencia a las leyendas de los Urus, que fueron el pilar cultural más importante para que se desarrollen diferentes etapas, con la presencia de la religión católica y la construcción del Templo de la Virgen del Socavón.

Siendo precisamente dualidad y ambivalencia de culto de referencia religiosa a la Virgen de la Candelaria y al Tío de la Mina, los componentes de excepcionalidad que han hecho único al Carnaval de Oruro.

Asimismo, habló del Carnaval del siglo XIX que encuentra su apogeo desde el relato de los siete pecados capitales, la formación de la organización de los conjuntos, y la historia de la diablada: sus personajes, indumentaria, figuras coreográficas y otros.

Se tomó en cuenta imágenes desde los años 20 hasta los años 70, para observar la transformación de esta expresión, la participación de las clases sociales, y la incursión de las mujeres en el Carnaval.

Con esta actividad se dio a conocer la serie de procesos históricos que forjaron la identidad de la orureñidad, desde el mito de las plagas, que asolaron al pueblo de los Urus, y la posterior invasión española, lo que dejó un sincretismo religioso que fue el origen fundamental para que esta manifestación de fe y devoción esté presente hasta nuestros días, como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad".

martes, 30 de diciembre de 2014

Editorial Nuevo Milenio lanzará varios títulos

La editorial cochabambina Nuevo Milenio tiene varias novedades que publicará los primeros meses del 2015.

Se trata de “10 cuentos negros de autores chilenos” que tiene como compilador a Bartolomé Leal.

También está programada la presentación del libro de cuentos “Asma”, del escritor paceño Aldo Medinaceli. Comentado por Edmundo Paz Soldán y Claudio Ferrufino, “Asma” se constituye en la primera obra de este autor, licenciado en Literatura y conocido como editor del desaparecido suplemento cultural paceño Fondo Negro y ganador de los premios Costa Du Rels de escritura gramática, del Gómez Morata otorgado por la Universidad Complutense de Madrid (España) y del premio Javier del Granado de poesía.

Biografía de Pérez Alcalá

Por otra parte, Editorial Milenio presentó recientemente a las entidades auspiciadoras, la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y el Ministerio de Culturas, la redacción final de lo que será la biografía del pintor Ricardo Pérez Alcalá. Este trabajo ha sido investigado y redactado por el director de la editorial, Marcelo Paz Soldán.

En una entrevista hecha ayer, Marcelo contó que el pasado viernes 26 de diciembre ya entregó el trabajo final a las instituciones citadas, redacción que le demandó tres meses, 17 entrevistas y varias indagaciones sobre la vida y el trabajo del artista, para lo que tuvo que viajar constantemente a las ciudades de La Paz y Santa Cruz.

Premio Adela Zamudio

En su calidad de coauspiciador del Premio Plurinacional de Cuento Adela Zamudio, Nuevo Milenio ya entregó el pasado 15 de diciembre los 500 ejemplares del libro “El mártir y otros cuentos” que contiene la obra ganadora de la octava versión 2014 titulada “El mártir”, del autor paceño Yerko Escóbar. Esta publicación reúne además los cuentos que recibieron una mención honrosa en el citado certamen y que corresponden a Vanessa Giacoman, Rocío Estremadoiro, Claudia Michel y Mayra Romero.

Esta publicación, según dijo ayer a Los Tiempos Marco Antonio Marín, ayudante del Oficial Mayor de Cultura, será presentada en febrero próximo junto a la novela ganadora del 2014 y editada por el Grupo Kipus, además de la revista de comic y posiblemente el libro de poesía, también resultado de los concursos municipales.

Importante catálogo

La editorial Nuevo Milenio, dirigida por Marcelo Paz Soldán, lleva cerca de diez años produciendo diverso material literario.

Entre sus primeras publicaciones figuran dos trabajos multimedia realizados por Luis H. Antezana y Marcelo Paz Soldán: “La bodega de Jaime Saenz” (2005) y “La pascana de Galdys Moreno” (2006).

En los años que lleva publicando ha logrado editar cinco obras del escritor chileno Bartolomé Leal, ocho del cochabambino Edmundo Paz Soldán y una del peruano Diego Trelles.

En su catálogo también están dos poemarios del orureño Eduardo Mitre y otros de los autores nacionales que ha publicado son Brayan Mamani, Cecilia Romero, Claudio Ferrufino, Fabiola Morales, Mauricio Rodríguez, Miguel Ángel Gálvez, Wilmer Urrelo, Sergio Galarza y el libro multimedia “La ausencia de Adela Zamudio, un estudio hecho por Luis H. Antezana y Virginia Ayllón.

Desde el 2013 que esta editorial participa en el premio literario municipal Adela Zamudio de cuento, auspiciado por la Alcaldía cochabambina a través de la Oficialía de Cultura, habiendo bajo este convenio publicado ya “Mariposa nocturna y otros cuentos”.

Entre los más recientes títulos publicados está el de Camilo Albarracín con “La perspectiva Anónima”.

Reedición de la novela de René Bascopé trae datos inéditos

La editorial La Mariposa Mundial presentará una nueva edición de la novela La tumba infecunda, del escritor paceño René Bascopé Aspiazu (1951-1984), que incluirá una bibliografía actualizada del autor con datos inéditos.
La obra será presentada hoy, a las 19:00, en la Choppería (avenida Ecuador, 2012, en el Montículo). En el acto, además de los editores, estarán presentes familiares del escritor y el aporte musical del guitarrista Gabo Guzmán.
Esta nueva edición, parte de la Colección Papeles de Antaño, presenta novedades como una biografía y bibliografía del autor y una nueva introducción.
"Tenemos bibliografías de y sobre René Bascopé. También hay una introducción a la obra elaborada por mí. Además, realizamos pequeñas correcciones (a la novela), aunque no había muchos errores”, dijo Omar Rocha Velasco, de La Mariposa Mundial. Anteriormente, la obra fue publicada dos veces por la editorial Los Amigos del Libro.
Rocha también adelantó que el libro de 91 páginas incluirá una cronología detallada de la vida y obra de Bascopé.
"Tenemos datos nuevos de su vida en una cronología, que incluye la fecha de su nacimiento, su trabajo como reportero en la radio Cruz del Sur, en 1975 y su incursión al fundar la Revista literaria Trasluz , en 1976. Estos algunos de los detalles”, acotó.
La tumba infecunda ganó en 1985 el Premio Erich Guttentag, un año después de la muerte del autor, y se consagró como la novela más reconocida del autor.
Rocha también indicó que, esta noche, el libro podrá ser adquirido por el público a un precio de 50 bolivianos.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Clásico de la novela: ‘La tumba infecunda’



El martes 30, la editorial La Mariposa Mundial presentará la nueva edición de la novela La tumba infecunda del desaparecido escritor René Bascopé Aspiazu, ganadora del Premio Erich Guttentag en 1985.

La tumba infecunda se publicó por primera vez en 1985, un año después de la muerte de su autor, el escritor y periodista René Bascopé Aspiazu.

La nueva edición —que se presenta el martes 30, a las 19.00, en La Chopería— tiene una introducción de Omar Rocha Velasco, una bibliografía completa de y sobre la obra de Bascopé y una cronología de su vida y obra.

Estas características son propias de la colección Papeles de Antaño de la editorial La Mariposa Mundial que ofrece textos del pasado literario boliviano cuidadosamente editados y fijados y acompañados de materiales informativos para su estudio.

Bascopé murió en 1984, a los 33 años. En su corta existencia, sin embargo, alcanzó notoriedad en la literatura boliviana.

En 1977 —a sus 26 años— ganó tres premios: el Premio Nacional de Literatura Franz Tamayo con el libro de cuentos Primer fragmento de noche, el premio Cuadernos de Vientos Nuevos con narración breve Ángela desde su propia oscuridad y el Premio de Poesía A.C.F. con el libro Las cuatro estaciones, que sería publicado póstumamente también por La Mariposa Mundial en 2007.

La tumba infecunda fue merecedora de la novena versión del concurso de novela más importante de su época, el creado por el editor Erich Guttentag, propietario de la editorial y librería Los Amigos del Libro.

La primera edición es de 1985, a cargo precisamente de Los Amigos del Libro y la segunda, en la misma casa editorial, de 1997.

“Lamentablemente —dice la nota que acompaña la tercera edición— la familia no tiene el texto original o algún manuscrito que permita hacer un trabajo comparativo, asumimos que los originales mecanografiados fueron enviados al concurso de novela Erich Guttentag, concurso que René Bascopé Aspiazu ganó con esta novela”.

Bascopé ejerció también el periodismo, especialmente en el semanario Aquí, fundado por el sacerdote Luis Espinal Camps, asesinado en marzo de 1980.

Como consecuencia del golpe de estado encabezado por Luis García Meza el 17 de julio de 1980, Bascopé salió exilado a México donde ganó dos concursos de cuento: el auspiciado por el periódico El Nacional con La ventana y el segundo lugar del certamen de cuentos de la revista Plural.

A su retorno a Bolivia, en 1982, el escritor asumió la dirección del semanario Aquí.

Infecunda. “La narrativa de René Bascopé Aspiazu —señala Omar Rocha Velasco, autor de la introducción y profesor de la carrera de Literatura de la UMSA— está centrada en la ciudad de La Paz, ésta se le impone como una exigencia de creación”.

En torno a esta ciudad y más precisamente a los márgenes de la urbe, como los conventillos, giran sus cuentos y también su novela La tumba infecunda. El mayor Constantino Belmonte es su personaje central. Un excombatiente de la Guerra del Chaco que vive sus días postreros en el último patio de un conventillo paceño. Alcohólico, Belmonte transita por los márgenes de la ciudad y por los personajes que los habitan.

La presentación de la tercera edición de la novela de Bascopé se llevará a cabo este martes 30 de diciembre a las 19.00 en La Chopería (Av. Ecuador 2012, entrada al Montículo).

Colección

Papeles de antaño. La colección Papeles de Antaño de la editorial La Mariposa Mundial publica textos del pasado de la literatura boliviana que se distinguen por su valor literario o histórico.

La tumba infecunda de René Bascopé Aspiazu se publicó por primera vez en 1985. Está considerada una de las novelas de temática urbana —transcurre en La Paz— más importantes.

La revista que busca "sanar a través de las palabras"

"La Letra Blanca” es una revista mensual que se publica cada luna llena en la ciudad de La Paz. Esta difunde, a través de sus textos, mensajes "capaces de influir positivamente en la vida de una persona”.

La iniciativa la tuvo el comunicador Eduardo Montaño, quien afirma que "la palabra y el verbo tienen poder y son capaces de crear nuestra realidad”. Expresarnos con el bien es: ben – decir, como hablar con el mal es: mal – decir.

La revista no tiene costo y se la puede encontrar en cafés y restaurantes del centro de la ciudad. Los textos también pueden ser encontrados en Facebook en el grupo "La Letra Blanca”.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Libros más vendidos de 2014 en Bolivia

El Decano de la Prensa Nacional hizo una pesquisa en representativas casas de venta de libros donde se diagnosticaron los títulos más preferidos para los lectores paceños en este año que concluye.

La librería Yachaywasi informó que en este 2015 “Control remoto” de Raúl Peñaranda y la biografía de Evo Morales “De Orinoca a Palacio Quemado” fueron los más vendidos. Respecto a literatura, los libros “Los juegos del hambre” de Suzanne Collins y “Divergente” de Verónica Roth fueron elegidos por los lectores.

“Hubo un resurgimiento de la literatura japonesa clásica, como ‘Confesiones de una máscara’ de Yukio Mishima, además de la literatura universal”, declaró Yerko Escóbar, funcionario de la librería, quien además ganó este año el premio Adela Zamudio de cuento.

En cuanto a la literatura nacional, “Bolivia” de Homero Carvalho fue uno de los más vendidos.

“Nos hemos arriesgado a traer nuevos títulos en distintos géneros y no nos equivocamos, ya que al parecer este año hubo mayor inclinación a la lectura”, concluyó Escóbar.

Por otra parte, Ernesto Martínez, gerente general de Martínez Acchini Libros, afirmó que son dos los títulos que sobresalieron en ventas en 2014: la colección de “Los Juegos del hambre”, de la escritora anteriormente señalada, y “El capital en el siglo XXI” de Thomas Piketty.

Además, Alexis Argüello, vendedor de libros usados en el Pasaje Núñez del Prado, especializado en literatura, declaró que los títulos que más vende corresponden a Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.

“Cuando falleció García Márquez hubo tres días de afluencia en ventas de los títulos del colombiano, luego bajó a su estado normal. La gente pide bastante los libros de este escritor, no sólo en este año, sino desde mucho antes”, aseveró.

Zavaleta, una obra para pensar el presente



Hace 30 años murió René Zavaleta Mercado, sin duda uno de los pensadores más importantes de Bolivia y Latinoamérica del siglo pasado. Su obra diseñó conceptos teóricos para leer su época, sin embargo también son útiles para el análisis del presente, por lo cual son utilizados constantemente en un proceso intertextual de enriquecimiento de su trabajo, cosa que sin embargo no está exenta de los peligros de la canonización y el consecuente vaciamiento de sentido y simplificación de las nociones que produjo. En todo caso, la obra de Zavaleta está vigente en el campo de los estudios académicos: tiene mucho que decir.

Esta persistencia la explica Mauricio Souza, doctor en Literatura y encargado de la edición de la obra completa de René Zavaleta en Plural. La vigencia de Zavaleta Mercado se la puede entender de “diversas maneras”.

En principio, se podría simplemente “señalar lo obvio”: “que la obra de Zavaleta es el más grande aporte al marxismo gramsciano producido en América Latina. También se podría identificar otra vigencia, no tan obvia: que sus textos demuestran hasta qué punto es imposible diferenciar, separar, la producción de conocimiento y una auténtica experiencia o conciencia del lenguaje (que es otra forma de decir que Zavaleta fue un gran escritor, a secas). O, por último, se podría intentar describir su intensa influencia en otros intelectuales bolivianos”.

Sobre esto último, cuenta que recientemente revisó una tesis de posgrado, escrita en Brasil, sobre los intelectuales del grupo Comuna (grupo de teóricos en el que estuvo Álvaro García Linera y Raúl Chato Prada, entre otros): “casi todo lo que destacaba esta tesis como producción conceptual de Comuna no eran sino desarrollos, y a veces simplemente glosas, de ideas de Zavaleta”.

“Esas tres formas de vigencia que he nombrado —su producción conceptual, su escritura y su influencia— explican el hecho de que lo sigamos leyendo todavía, intensamente, como si nos dijera algo urgente”.Zavaleta murió a una edad relativamente corta, a los 47 años, sin embargo su producción teórica fue intensa, tan es así que Plural en el trabajo de editar su obra completa ha compilado tres tomos de su escritura.

El sociólogo Fernando Mayorga entiende que hay que acercarse a Zavaleta “como uno se acerca a un pensamiento clásico”, ver la “pertinencia de su producción teórica en relación con su época y su utilidad, teoría, categorías y metodología para analizar el presente y de esa manera también enriquecer el pensamiento de Zavaleta en términos de un conjunto de herramientas metodológicas pertinentes para entender la realidad política no solamente boliviana, sino en general”.

HERRAMIENTAS. Más allá de la riqueza de la escritura de Zavaleta, quedan para las ciencias sociales la producción de herramientas teóricas útiles que siguen siendo usadas para la lectura de la sociedad y la política, como, por ejemplo, sociedad abigarrada, poder dual, entre otros. Además, parte de su análisis se enfocó a analizar el desarrollo de la construcción del Estado en el caso particular de Bolivia. Hoy es del todo pertinente pensar en el estado boliviano como uno en construcción.

Zavaleta dedicó su obra a “reflexionar sobre la Revolución del 52 y el Estado creado por esa revolución, que él mismo bautizó como ‘el Estado del 52’”, describe Souza. Desde su muerte, pasó mucho: “el fracaso de la UDP, el reino y gloria de 20 años de neoliberalismo, el ‘proceso de cambio’. Pero creo que no poco de lo que pensó puede todavía servirnos para pensar este presente: por ejemplo, las astucias con que lo señorial pervive en Bolivia, algo que —pese a la discursividad descolonizadora— sigue plenamente vigente como habitus estatal, como forma de intersubjetividad”.

Otras reflexiones de Zavaleta, que Souza considera actuales, son aquéllas sobre “los peligros de un corporativismo incapaz de ir más allá de sus intereses corporativos”; o “su ataque general contra lo que veía como un desarrollismo estatal extractivista repleto de mitos y confusiones”.

De manera breve, Mayorga enumera y explica los aportes del pensamiento de Zavaleta: su pensamiento es un referente “ineludible” para reflexionar sobre la sociedad boliviana. Encuentra dos aportes fundamentales:

Uno, “una visión histórica, es decir que Zavaleta analiza el proceso político boliviano con obras muy importantes que terminan sintetizadas en su texto póstumo Lo nacional popular en Bolivia, que ve los avatares y desafíos de la construcción nacional boliviana. En esta lectura de Zavaleta lo nacional-popular es dominante respecto de lo nacional-estatal, es decir es una visión desde la sociedad”.

Dos, hay un “aparato conceptual para analizar la sociedad boliviana con dos puntos fundamentales: la caracterización de la realidad boliviana como una formación social abigarrada”, que quiere dar cuenta de la complejidad de la sociedad a partir de la coexistencia de “diversas estructuras prácticas y culturas”; y, dos, la idea de la crisis como un “método de conocimiento”, es decir que esa “sociedad abigarrada” es cognocible en el momento en que revela sus características, cosa que ocurre en momentos de crisis.

Mayorga menciona un tercer elemento: la lectura que Zavaleta hace de la democracia, a partir de los dos anteriores, no cae en una “visión institucionalista (típica de la Ciencia Política), ni tampoco viendo solo al movimiento social (típico de la Sociología), él analiza la democracia y sus distintas facetas de una manera más compleja: en las prácticas y discursos de la sociedad boliviana”. Sin embargo, Zavaleta también corre el riesgo de convertirse en un clásico en el sentido negativo, es decir, en textos que, fuera de círculos académicos específicos, son poco leídos.

En ese sentido, sobre los peligros del sentido común, dice Mayorga: “El mejor homenaje que se puede hacer a Zavaleta es no solo recuperar sus aportes para entender su época, sino la pertinencia de sus herramientas teórico conceptuales para entender nuestra realidad a través de investigaciones precisas, pero también con un acercamiento a su obra que no implique una canonización”.

“Se utiliza mucho a Zavaleta, a mi juicio muchas veces de manera errónea cuando se canoniza su pensamiento”. Eso ocurre en general, explica, con los aportes teóricos; “lo que en Zavaleta es una herramienta de análisis como la noción de ‘sociedad abigarrada’ muchas veces se convierte en un obstáculo epistemológico”, porque en vez de ser una categoría pasa a ser una palabra descriptiva. Entonces, se dice que Bolivia es una sociedad abigarrada y “se evita hacer el análisis de las características”.

Termina entonces por ser “una coartada: Bolivia es una sociedad abigarrada y punto. Se usa eso para afirmar el carácter supuestamente excepcional de la complejidad social boliviana y ése es un argumento que, en vez de motivar la investigación, impide un acercamiento analítico porque supone que, al ser excepcional, las teorías generales no tendrían validez ni pertinencia, lo que lleva a una autorreferencialidad”.

Esta distorsión y mal uso de la noción de sociedad abigarrada, que hacen ciertas ciencias sociales y cierto discurso político boliviano, en un gesto facilista, quiere hacer creer que la sociedad boliviana sería un tema de estudio inabordable. “Esto es una afrenta al pensamiento creativo de Zavaleta”, dice Mayorga.

Souza también advierte una distorsión en un paralelo con el presente al destacar una interpelación capital de Zavaleta: “La principal interpelación de su obra es esta: que lo que menos se merece una historia como la boliviana son las simplificaciones. Incluso como funcionario estatal del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) Zavaleta no olvidó eso. Algo, sin duda, que no podemos decir hoy”.

SISTEMATIZACIÓN. Si se puede hablar de un “pensamiento de Zavaleta” —sigue Mayorga— es a partir de un esfuerzo de sistematización de su obra empezado en los ochentas por Luis H. Cachín Antezana. “Lo que hay que destacar es que la riqueza de pensamiento de Zavaleta ha tenido un filtro interpretativo”. A mediados de los 80, Antezana hizo una serie de trabajos que permitieron delinear el pensamiento de Zavaleta, es decir que hubo un “ciclo interpretativo, una sistematización de su obra con un video y luego un libro que hicimos el 87, luego un texto postdoctoral también de Antezana La diversidad Social en Zavaleta Mercado, y un trabajo más exhaustivo, con la tesis doctoral de Luis Tapia”.

Entonces, hay una importante recepción de la obra de Zavaleta mediada por esfuerzos de sistematización e interpretación de sus textos, que ha servido para que pueda haber un acercamiento a lo que hoy se puede llamar un “pensamiento de Zavaleta”.

Es imposible siquiera imaginar qué pensaría Zavaleta del actual intento de refundación del Estado, sin embargo sí se pueden ver algunas persistencias en el presente a partir de sus herramientas teóricas.

Siguiendo esas pistas, Mayorga afirma que lo nacional-popular, como acción política de los sectores subalternos, se materializa en el Estado Plurinacional, porque es un proceso conducido por un bloque social de predominio campesino-indígena. Sin embargo, también se puede, a partir de las interpretaciones de Zavaleta sobre el 52 y el peso del nacionalismo revolucionario, que aunque hay “rupturas institucionales” (la creación del Estado Plurinacional) también hay “continuidades históricas de visiones, concepciones y discursos de ver la relación Estado-sociedad o Estado-orden internacional”.

Hoy, sin embargo, lo nacional es “muy distinto” a lo nacional del 52. Desde el Katarismo, que resalta Zavaleta en Las Masas en Noviembre, durante la resistencia al golpe de Alberto Natusch Busch, “se piensa lo nacional desde la heterogeneidad, se trata de una visión más compleja de lo nacional. Sigue la necesidad del proceso de construcción de una comunidad política nacional, pero el elemento de lo nacional ha cambiado mucho y Zavaleta ya había estado justamente recuperando esa diversidad de sujetos e identidades sociales”.

¿Qué pensaría Zavaleta de nuestro presente? Souza contesta: “No lo sé. Puedo especular. Tal vez se sorprendería de lo mucho que, pese a todo, la historia del ‘proceso de cambio’ se parece a la del Estado del 52, ese Estado que terminó sobornando a la sociedad que lo creó. Y quizá hasta no podría contener la sospecha de que hemos regresado a una suerte de barrientismo ampliado, con más gente y con más plata, pero barrientismo al fin”.

En todo caso, ya desde hace varios años, hay académicos que vienen hablando de una suerte de retorno del Estado-nación en el Estado Plurinacional, tras el derrumbe del débil Estado neoliberal de mediados de los 80 y todos los 90.

FLAMANTE PREMIO NACIONAL DE CULTURAS, EL ESCRITOR REPASA Y EVALúA SUS VARIOS LOGROS DURANTE EL 2014

El de Gonzalo Lema (Tarija, 1959) ha sido uno de los nombres más presentes del quehacer cultural local y nacional a lo largo de 2014. Según su propio recuento, durante el pasado año publicó los libros "La reina del café y otros cuentos policiales” (La Hoguera) y “Siempre fuimos familia” (Kipus). Empezó una novela breve y escribió tres cuentos. Seleccionó material para la revista Canata y colaboró con diez artículos para la prensa. Y no menos importante: “Este año tuve mucho tiempo para leer”.

Pero lo que no dice de buenas a primeras el escritor radicado en Cochabamba es que 2014 fue un año preñado de premios para su persona. Ganó el Premio Internacional de Novela Kipus, el Concurso Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra (en categoría libro de cuentos) y el Premio Nacional de Culturas.

De estos galardones y la carga que traen consigo, de su percepción sobre la literatura boliviana, de su obra literaria y de sus próximos proyectos habla en esta entrevista Lema, autor de más de casi una veintena de libros (novelas y cuentos, principalmente), por los que ha sido merecedor de, entre otros, el Premio Nacional de Novela, el Premio Erich Guttentag y el Premio de Novela Marcelo Quiroga Santa Cruz.

P. Este año su nombre ha estado inevitablemente vinculado a los premios. ¿Qué importancia le da a los reconocimientos?

R. Entiendo los premios literarios como una importante motivación para seguir escribiendo. Es indudable que los libros premiados tienen, en nuestro medio, más prestigio que otros. Es una superstición de los lectores, por lo tanto los leen pronto. Esa es su importancia. Cuando los premios tienen, además de la publicación, un monto económico, el escritor se siente muy realizado. Es una alegría que dura un tiempo, luego la vida continúa.

P. Ha ganado varios de los más importantes premios literarios del país. ¿Hay algún galardón literario en Bolivia que considere una asignatura pendiente?

R. No, ninguno. Tampoco tuve la pretensión de ganarlos todos. Sencillamente se dio. Yo escribo cuentos y novelas desde la adolescencia, prácticamente sin detenerme. En ese camino largo, parecido a una frase sin puntos, me fui encontrando con los premios. Pronto advertí que era mejor ganarlos a perderlos, que los premios estaban ayudándome a posesionar mi nombre como escritor. Pero no pienso en ellos para escribir un libro. Casi siempre ya tengo el libro escrito. Leo y escribo con mucho ritmo, como un doble 6 en el fútbol actual.

P. Con "Siempre fuimos familia" ganó este año el Premio Internacional Kipus. Además del reconocimiento, con su incentivo económico y la publicación de la obra, ¿qué satisfacciones le ha generado la escritura y publicación de esta novela?

R. He releído la novela ya publicada y me he enamorado de ella. Recuerdo que quise escribir sobre Carolina de Mónaco en cinco oportunidades, desde mis 24 años, igual que las otras historias del libro... Por ejemplo, la de la mujer vestida con pollera y vestido... Nunca pude hacerlo bien hasta que por fin escribí la novela. Mi mayor satisfacción es haber escrito una buena novela para mi propio gusto. Estoy feliz con mi novela publicada.

P. Además del Premio Kipus y de haber sido finalista en su tiempo del Casa de las Américas, ¿hay algún premio internacional que le atraiga como para participar en él?

R. Debe haber algunos, pero aún no lo sé. Muy joven, quizás en mi segundo libro, decidí ser un escritor boliviano para lectores bolivianos. Todavía estoy convencido de ese deber. El público extranjero me parece demasiada abstracción, igual su prestigio. Prefiero el prestigio nacional y el público nacional.

“Descreo de las rupturas”

P. ¿Se animaría a identificar continuidades y rupturas entre su obras publicadas en 2014 y las anteriores?

R. Descreo de las rupturas, por lo menos en mi vida. Soy una continuidad. Lo que sucede es que comprendo mejor la vida, interpreto mejor a la gente, al país, al mundo... Es una gran noticia, hermosa como ninguna, envejecer paulatinamente. Ese hecho me permite escribir mejor.

P. La recepción del Kipus no ha permitido prestar mayor atención sobre otro de los premios que recibió este año: el del concurso Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra, en la categoría de cuentos por el libro "Tumbalocos". ¿Cómo describiría este libro de cuentos?

R. "Tumbalocos" es una colección de 20 cuentos. Tiene una característica muy especial: yo salía de mi séptima operación de los ojos, y antes y después solo escuchaba radio Panamericana: noticias de las profundidades bolivianas, porque no veía casi nada. Era el año 2012. Cuando me estabilicé escribí, bajo esa influencia, estos cuentos. El cuento que da título al libro lo escribí en 1983, es una excepción. Así que esos mis cuentos hablan sobre los bolivianos de las montañas, selvas, valles, Chaco, etcétera. Al mismo tiempo, es un libro con mi punto de vista político.

“El buen libro trasciende esa estupidez de la edad”

P. Usted siempre reivindica su faceta como lector. En tal condición, ¿cuál es su criterio sobre el estado actual de la literatura boliviana?

R. Hemos heredado un puñado de bellos libros que nos expresan muy bien. No son muchos, pero sí son esenciales. Ahora tenemos una explosión demográfica de escritores, y esa es siempre una buena noticia porque habrá una mayor producción de novelas, y espero que sea desde la diversidad. Sin embargo, y con mucha malicia, cierta gente alaba cualquier libro escrito por un joven e induce a obviar el trabajo de lo mayores. Es un error, porque ni siquiera en el deporte se maneja ese criterio. El buen libro trasciende esa estupidez de la edad. Al lector debe importarle si el libro es bueno o no, y no fijarse cuándo ese escritor fue al kinder. Ni siquiera necesita saber el nombre del escritor...

P. ¿Qué autores y obras bolivianas recomendaría a un neófito en esta materia?

R. Yo diría: “Juan de la Rosa”, “Raza de bronce”, “La casa solariega”, “La Chaskañawi”, “La niña de sus ojos”, “Sangre de mestizos”, “Cerco de penumbras”, “Los fundadores del alba”, “Manchaypuitu”, los cuentos de René Pope, “El run run de la calavera”, “Jonás y la ballena rosada”... Por ahí va para mí. Esta lista no es excluyente, porque entiendo que se trata de mis afinidades, sensibilidades parecidas entre esos autores y yo.

P. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

R. Voy a trabajar un libro de entrevistas a cientistas políticos para después de las elecciones que se vienen. Es importante saber cómo ha de quedar Bolivia, su sociedad, con todas sus autoridades constituís. Debemos intentar, siempre, comprender nuestros procesos sociales.

“Me siento consagrado por mi país”

P. Para cerrar el año fue también ganador del Premio Nacional de Culturas. ¿Qué significa ser merecedor de este reconocimiento en este momento de su carrera y de su vida?

R. Bueno, es un verdadero orgullo. Me siento consagrado por mi país. Reconocido, respetado, importante, tomado en cuenta. La noticia se dio cuando yo volaba a Australia a visitar a mi hermana. Ella me avisó al recibirme en el aeropuerto y temblé de emoción. Estoy conmovido aún. En realidad, conmovido para siempre.

P. Sin dejar de ser un galardón consagratorio, por tratarse de un ganador joven para este premio, ¿será el Nacional de Culturas un incentivo para que Gonzalo Lema siga creando y produciendo?

R. Sin duda alguna. Voy a continuar escribiendo novelas, cuentos, artículos y entrevistas. Entiendo que así colaboro en la construcción de la sociedad y el país, y esa idea me pone feliz. Este premio de cultura es de una significación enorme para mí, lo afirmo con conciencia política.

P. ¿Cree que el cargar con tantos reconocimientos puede deparar una expectativa cada vez más creciente entre sus lectores con respecto a su obra venidera?

R. Es muy probable. Yo mismo espero más de mí. Sin embargo, alguna vez que traté este tema con el poeta Igor Quiroga en los años 80, llegamos a la conclusión de que yo avanzaría, en este arte, paso a paso, y no a brincos. Fue otra de mis decisiones fundamentales: crecer con base cierta, con paciencia y trabajo, sin apelar a la frivolidad del producto librado al mercado. No he ejercitado ningún engaño, no he recurrido a reclamos ni abogados. Los libros deben defenderse solos. Por todo ello, esta expectativa creciente que tú mencionas, debe ser correspondida con más trabajo.

P. Este 2014 ha supuesto también el retorno de uno de sus personajes: el detective Santiago Blanco, en el libro "La reina del café y otros cuentos policiales". ¿Qué lugar le otorga a esta obra dentro de la saga de Santiago Blanco?

R. He sentido la imperiosa necesidad de "atender" a Santiago Blanco después de advertirlo tan derrotado en la vida. La lucha contra el crimen es de nunca acabar, se sabe, pero todo es más complicado aún cuando la institución llamada a hacerlo incumple con su deber. Su renuncia se debe a esa razón. Estos cuentos lo reposicionan en términos humanos, le devuelven su dignidad.

Escritor tarijeño cuestiona al poder “que rige al mundo”



Eduardo Darwich Rocha nació el año 86, se graduó del colegio La Salle, continuó sus estudios superiores en la Universidad Nur de Santa Cruz, lo cual lo llevó a destacarse como Relacionador Exterior.

Sin embargo, no fue hasta conocer a un personaje extranjero, quien le comentó acerca de lo que acontece en el mundo, que decidió ser escritor y publicar su libro “Y conoceréis la Verdad y la Verdad los hará Libres”.

En el texto se revelan conspiraciones de la iglesia católica e intereses de transnacionales millonarias que defienden el estilo de vida mundial. Darwich, tarijeño ilustrado en el arte de la política y la economía, nos relató cómo el mundo está luchando contra sectas que tratan de quitar los buenos valores a las personas y sugirió alternativas para luchar contra estos personajes.



Ciencia y Religión

El joven escritor se formó en un colegio católico, lo cual marcó sus valores para toda la vida, sin embargo, la filosofía lo condujo a refutar muchas de sus creencias y volver a encaminarse en lo que él define como los valores cristianos verdaderos.

Fue en la búsqueda de la verdad que encontró que la ciencia y la religión se juntan en un campo para crear conocimiento. De esta manera, empleó la ciencia como pala que ayuda a escavar los misterios “que siempre se los ha considerado divinos”, aclaró. Aseguró que la ciencia es algo que tiene que hurgar en lo religioso, en lo dogmático de la religión; pues “no es nada sano que se tenga ese hermetismo”.

El escritor comenta que existen sectas como los Iluminati, que buscan confundir y destruir la religión; por ese motivo explica que su obra tiene una conjugación de sistemas de creencias, de razón y de fe, para revisar la ciencia de una manera alterna y hablar de religión y ciencia sin quitar protagonismo a ninguna de ellas.

Cuenta que cuando se encontraba en el último año de la universidad conoció a un personaje estadounidense que lo marcó por su peculiaridad. Éste compartió con Darwich información que lo impactó. Le informó que muchas sectas que practican cosas oscuras, según Darwich, tienen prácticas en varios países que son potencias, “esto anteriormente se reservaba para estratos sociales altos, de millonarios pérfidos que ante el materialismo sólo les quedaba explorar su lado morboso con prácticas de vampirismo y otras cosas que relacionan la sangre y el coito”, detalla.

Sin embargo, afirmó que gran parte de la sociedad, “el pueblo”, está comenzando a practicar estos ritos, por lo cual Darwich quedó impactado. El joven escritor menciona que estos personajes que realizan estos ritos están ligados a las crisis mundiales, guerras, pandemias y hambruna.

Explica que algunos millonarios “deciden”sobre la vida de otros con el fin de adquirir más poder y control social, el cómo lo hacen es revelado en las páginas del libro de Darwich llamado “Y conoceréis la Verdad y la Verdad los hará Libres”.

“La ciencia ha sido utilizada para el mal en estos dos últimos siglos, la religión católica también forma parte del control, pero se trata de abrir el dogmatismo católico, el Papa Juan Pablo I trató de revolucionar la iglesia y lo desaparecieron”, explicó con certeza.

Conspiraciones y dominio mundial

Darwich detalló que el caso del Papa Juan Pablo I no es el único, pues muchos personajes famosos fueron desaparecidos al tratar de combatir contra estos enemigos de la humanidad, entre éstos J.F Kennedy, quien desapareció tras informar en su discurso acerca de los infiltrados en su gobierno para realizar guerras. Entre otros figuran Abraham Lincoln y el ingeniero Phil Schneider.

“Si bien mucha gente va quedar incrédula por las pruebas, algunos van a encontrarle lógica”, aseguró Darwich. Añadió que en su libro y en su vida trata de demostrar que estos personajes existen. El club Bilderbergy Skull and Bones, están entre las sectas más conocidas porque sus miembros son notables personajes millonarios, de la realeza o grandes empresarios, sin embargo, estos sujetos no son gente común, según el escritor, están ligados a extraterrestres denominados reptilianos, quienes serían una raza conocida “por colonizar planetas”.

“Respaldo citas bíblicas con ciencia y viceversa, es un análisis histórico político, religioso, y se entrelazan para darte a conocer una verdad, un misterio revelado”, aclaró.

Eduardo plantea a la biblia como un libro científico religioso, otorgado a la humanidad para avanzar en su evolución. Contrariamente a algunas corrientes que desligan la evolución del mito de un Dios, el escritor afirma que lo divino es parte fundamental para crecer como humanidad, caso contrario ocurre lo que llama “estanque evolutivo”.

“Me doy cuenta que hay cosas muy poderosas en la Biblia, ésta ha sido dada al ser humano para no cortar la evolución, el ser humano se degrada detiene su evolución cuando se aleja de su lado divino, es evidente que dentro de la religión hay infiltración. Hasta la misma biblia lo vaticina. La apostasía de los fieles”, explica.

Asegura que las grandes potencias controlan al mundo en lo político y su herramienta más grande es la economía. “Una multinacional maneja con números y tiene aparatos legales superiores a un Estado. Los organismos regionales tienen una gran misión, hacer un poder regional entre países para defenderse de las trasnacionales que tienen más poder que muchos estados, jurídicamente lo tienen”, afirma Darwich.



Combatir desde Tarija

Una clave para combatir la influencia de estos cuantos gobernantes mundiales es la organización local, explicó Darwich, otra según el escritor es cambiar las taras mentales. “Existe una escuela de pensadores materialistas tanto europeos como estadounidenses para ridiculizar a los que hablan de metafísica, no quieren contar la verdad, les da miedo y eso hay que cambiar”, explicó.

Añadió que Tarija no es una aldea separada del mundo y para ilustrarlo tomó el ejemplo del caso de un ciudadano tarijeño que denunció a dos sacerdotes pedófilos. “Ante la molestia el poder de la iglesia pudo encontrarlo, lo persiguieron, lo golpearon. Los ritos oscuros también llegaron a la iglesia católica”, sostiene.

“Cada vez está más putrefacta la iglesia, la fe católica es la más grande del mundo y es la que más puede ser afectada, aquí en el libro menciono a una persona muy carismática que se fue a vivir a Estados Unidos que denuncia el caso de dos sacerdotes pederastas en Tarija”, detalló.

Darwich menciona que la pederastia tiene que ver con los ritos oscuros de la iglesia católica, sin embargo, dice que no es toda una religión, sólo cierta parte; puesto que la misma iglesia tiene una pelea interna, entre personajes oscuros y personas con verdaderos valores.

Darwich asegura que “la biblia habla mucho del materialismo de la iglesia que comienza hace siglos, el hombre no debería tener poder material, convencen al resto argumentando que el mundo es malo y necesitan lo material. Hay una gran inteligencia detrás de esto. Tienen vaticinado hacer una cosa atroz, hay un capitulo que muestro”, explicó.

Ante tantas negativas todavía hay formas de combatir asegura y dice que una de ellas es sanar por dentro los malos recuerdos, mencionó así a un médico terapeuta cruceño que ayuda a las personas a sanar por regresiones. Se trata de Osvaldo Peredo, amigo y mentor de Darwich, éste tiene más de 12 mil casos de sanaciones a través de la regresión. Para el escritor tarijeño esto es una muestra de que la ciencia y la religión se combinan para sanar. Agrega que empresas automovilísticasy trasnacionales llevan a la humanidad a los actos de corrupción y miseria; sin embargo Darwich menciona que conoce muchas personas exitosas en sus campos que piensan igual que él, comparten sus ideas y se reúsan a vivir en el modo implantado por los millonarios.

Y CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES

El libro del escritor

“Y conoceréis la Verdad y la Verdad os hará Libres” es el título que lleva el libro del tarijeño Eduardo Darwich Rocha, que fue presentando la primera semana de diciembre en la Casa de la Cultura. Es fruto de investigaciones y lecturas realizadas por el autor.

Las sectas

El club Billdelberg y Skull and Bones, están entre las sectas más conocidas porque sus miembros son notables personajes millonarios. Según el escritor, están ligados a extraterrestres denominados reptilianos, quienes serían una raza conocida “por colonizar planetas”.

La biblia

Eduardo plantea a la biblia como un libro científico religioso, otorgado a la humanidad para avanzar en su evolución. Contrariamente a algunas corrientes que desligan la evolución del mito de un Dios, el escritor afirma que lo divino es parte fundamental para crecer como humanidad.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Culturas distribuye las obras de Reinaga

Bajo el nombre de ‘Cinco libros vitales para la descolonización’, el Ministerio de Culturas y Turismo distribuye la colección de obras vitales de Fausto Reinaga.
La colección está editada en una versión de lujo, la que consta de cinco tomos, presentando los títulos: La revolución india, El pensamiento amáutico, América india y occidente, Tesis india y Europa prostituta asesina, los que se encuentran a la venta en una atractiva presentación en la Dirección de Promoción Cultural del Ministerio de Culturas y Turismo a un precio de 80 bolivianos.
Marvin Molina, representante del Viceministerio de Descolonización, resaltó el hecho de ofrecer estas obras a un precio módico y accesible que busca democratizar el acceso a la lectura y cultura. También destacó que esta edición es producto de un arduo trabajo desarrollado durante 2014 por la Unidad de Conocimientos y Saberes Tradicionales del Viceministerio junto a la Fundación Fausto Reinaga.
La colección fue presentada la semana pasada con la participación del vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, quien en la ocasión destacó el pensamiento de Reinaga, calificándolo de audaz, revelador, creativo, insurgente y revolucionario para su tiempo por haber roto con los esquemas establecidos, introduciendo otro lenguaje y mirada, además de la propuesta de un futuro renovado con un proyecto de poder propio de los indios.
La autoridad también enfatizó: “Los libros de Reinaga son como fuego que puede construir o destruir. Quien los lea está obligado a tomar una posición, ya sea para botarlo o para convertirlo en una hoguera espiritual”.

Oruro Feria del Libro reprogramó actividades culturales para la próxima semana

Si bien se tenían anunciadas varias actividades para ayer, los responsables de la Feria del Libro, organizada por la Asociación de Expositores y Escritores Unión Oruro, anunciaron que las mismas se trasladaron para el lunes 29 y martes 30 de diciembre.

Dentro la actividad que se desarrolla en el hall del Teatro Palais Concert, se tenía previsto la charla de desarrollo personal: "El éxito en el trabajo y la familia", del conferencista Miguel Ricaldis, pero por la agenda apretada de fin de año del profesional, se trasladó para el martes 30 de diciembre en dos horarios, de 09:00 a 12:00 horas, y en la tarde de 15:00 a 18:00 horas. Las inscripciones se reciben en ambientes del Teatro Palais, gracias a la colaboración y coordinación con la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru).

El vicepresidente de la Asociación de Expositores y Escritores Unión Oruro, Jesús Benito, aclaró que esta conferencia tiene un costo elevado para las empresas, pero por tratarse de una actividad cultural, se cobrará montos módicos para la sociedad orureña.

Por otro lado, el lunes 29 de diciembre a partir de las 18:00 horas se contará con la presencia del niño escritor boliviano, David Alessandri Olivera, quien compartirá con la gente orureña sus experiencias y firmará sus libros, puesto que ya tiene tres creaciones en su haber.

Después de la presentación del niño escritor, se tiene prevista la conferencia por los historiadores e investigadores orureños, Maurice y Fabricio Cazorla, "La historia del Carnaval de Oruro, que pondrá en claro de la originalidad de las danzas y tradiciones de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e intangible de la Humanidad. Las tres actividades se desarrollarán en el Teatro Palais Concert, además que se entregarán certificados de participación en cualquiera de las conferencias.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Pérez presenta su novela "Los hipócritas"

“Los hipócritas” es la novela de Hugo A. Pérez, quien a partir de un relato fantástico con diferentes personajes, plantea una crítica a temas sociales, políticos y económicos que atingen a Bolivia y la región.
“Es un pequeño ensayo de novela en torno a diversos temas socioeconómicos y políticos que son tocados sólo por la gente que está en este ámbito, pero nosotros creemos que es el ciudadano común el que se tiene que expresar al respecto, y esta es una forma de hacerlo a través de personajes ficticios que comentan estas realidades y hacen la crítica constructiva”, expresó el autor durante la presentación, ayer, en la Biblioteca Pública Gunnar Mendoza.
Apasionado por la lectura, Pérez confesó que ésta es su primera incursión en el mundo de la narrativa y para ello acudió a personajes que se conectan con el lector desde el limbo, encerrados en un cementerio.
El autor comentó lo difícil que resulta publicar en un medio como Sucre e hizo un llamado a las instituciones públicas a desarrollar políticas editoriales de fomento.
La novela de Pérez puede ser adquirida en la librería Rayuela del supermercado SAS, Bibliocatu y puestos de periódicos a Bs 50.

Gastón García repasa tres hitos históricos de Bolivia

El agrónomo e investigador Gastón García Dávila ofrece un repaso documental a tres de los más importantes hitos de la historia boliviana del último siglo, en un libro que acaba de ser editado por Kipus.

“La Revolución del 52, el D.S. No 21060 y el Estado Plurinacional de Bolivia” es el título de la obra que ya se encuentra a la venta en la tienda del Grupo Editorial Kipus (calle Hamiraya entre Colombia y Hamiraya). Su costo es de 50 bolivianos.

A decir de García Dávila, quien es columnista de OPINIÓN, su nueva publicación “contiene información, fiel y literalmente transcrita, proveniente de sus principales actores y cuadros del Instituto Nacional de Estadística y otras fuentes primarias verificables”.

Este enfoque le ha permitido al autor eludir opiniones personales con el afán de privilegiar información de fuentes fiables para que sean los propios lectores quienes se posicionen ante los temas expertos.

En este entendido, García aclara que la publicación está dirigida a un público abierto, interesado en conocer y analizar la historia boliviana del último siglo a partir de tres de sus hitos más importantes.

CAMBIOS Los tres hechos históricos que aborda el libro son calificados como cambios trascendentales por su autor. La Revolución del 52 es valorada por la inclusión social y la instalación de gobiernos militares. Del Decreto Supremo 21060 se recoge que abrió la era del neoliberalismo. Y del Estado Plurinacional se rescata su origen en las movilizaciones sociales y su transformación en una nueva Constitución para Bolivia.

Apuntes.

Autor

Gastón Édgar García Dávila es cochabambino, agrónomo titulado y con un pasado como dirigente universitario en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

Trabajo

García fue funcionario de diferentes proyectos, como el Múltiple de la Asociación San Jacinto (Tarija) y el de Agroyungas de la ONU-BAB. Fue gerente del Banco Agrícola de Bolivia y presidente del Consejo de Vigilancia de Cooperativa San Pedro Ltda. (Cochabamba).

Columnista y escritor

El autor es columnista invitado del periódico OPINIÓN de Cochabamba y colabora con comentarios con el Nuevo Sur de Tarija. Escribió la novela “La matriarca que amé”.

Contenido gráfico

Su nueva publicación contiene, además de textos, amplia información gráfica, en forma de fotografías y cuadros estadísticos, entre otros recursos.

Editan un disco que musicaliza la obra de nueve poetas bolivianas

"Cuánto trabajo ella pasa / Por corregir la torpeza / De su esposo, y en la casa, / (Permitidme que me asombre). / Tan inepto como fatuo, / Sigue él siendo la cabeza, / Porque es hombre!”.
Así comienza el poema Nacer hombre de la poeta Adela Zamudio y que es llevado al mundo de la música en la voz de Carla Casanovas. La obra, musicalizada por Juan Carlos Orihuela y Óscar García, forma parte de la nueva producción discográfica denominada Útera.
"Es un disco que ofrece poesía de nueve poetas mujeres bolivianas, desde fines del siglo XIX hasta el siglo XX. Se trata de una selección hecha por el poeta Juan Carlos Orihuela”, contó García.
Al igual que la creación de Zamudio, en el disco se incluyen las poesías: De tanto andar por inconexas formas, de Alcira Cardona Torrico; Nadir, de Yolanda Bedregal; Perfil de valle, de Milena Estrada; y Las calles, de María Virginia Estenssoro.
A la lista se suma el fragmento XII, de Los cuerpos, de Matilde Casazola; A la intemperie, de Blanca Wiethüchter; La ciega, de María Josefa Mujía; y Como una brizna, un canto ritual de Martha Cajías.
"Cada pieza tiene una comprensión distinta. No es un disco con un lenguaje homogéneo porque los poemas no lo son”, añadió García, quien además se hizo cargo de los arreglos y las elecciones instrumentales.
La particularidad del proyecto, agregó García, es que implica una mirada desde la mujer. Asimismo, cada pieza tuvo distintas técnicas de grabación y creatividad para lograr el resultado sonoro que querían.
"No se trata de músicas convencionales y por eso mismo, no se puede considerar un disco de experimentación. Se trata de canciones consolidadas dentro de una especie de contrato entre música y poesía”, afirmó.
En la presentación del disco se lee que el proyecto comenzó en 2012, cuando Luis H. Antezana propuso a García y Orihuela la musicalización de algunos poemas de Zamudio para incluirlos en el libro multimedia titulado La ausencia de Adela Zamudio.
Una vez concluido el trabajo, los creadores decidieron ampliar el proyecto con la obra de otras poetas bolivianas. Así, después de un arduo trabajo de musicalización, nació Útera. "También se debe destacar a las cantantes, de diversas procedencias genéricas y de timbres distintos. Para la elección de cada pieza, se tomó en cuenta la empatía con el texto, con la poesía, más que el registro y el timbre”, detalló.
Las cantantes que participaron en el disco fueron Emma Junaro, Carla Casanovas, Julie Marín, Julia Peredo, María Teresa dal Pero y Esther Marisol.

Los músicos que participaron fueron William Velarde (viola), Pedro Barrios (contrabajo), Verónica Guardia (corno), Freddy Mendizábal (piano), Gabriel Guzmán (guitarra), Eduardo Cassapia (oboe), Gustavo Orihuela (violín), Fernanda Peñarrieta (tambor) y García (guitarra y bowl digital).
El disco, que fue grabado en los estudios de Pro Audio con el trabajo de los ingenieros de sonido Bernarda Villagómez, Fernando Hidalgo y Juan Romero Martínez, será distribuido desde esta semana.

martes, 23 de diciembre de 2014

Cinco Obras Vitales de Fausto Reinaga

“Las Cinco Obras Vitales de Fausto Reinaga para la Descolonización de Bolivia y el Mundo” proponen al indianismo del siglo XXI como un imperativo descolonizador informó el Ministerio de Culturas y Turismo. El Patio Cultural del mismo fue el escenario para este evento anoche.

El coloquio preliminar sobre la vida y obra de Fausto Reinaga estuvo a cargo de los investigadores Inca Huáscar Choquehuanca, Max Raúl Murillo (Bolivia), Inti Chipana Herrera (Chile) y Teresa Dulce Pacci (Argentina).

Los libros de Reinaga fueron comentados por personalidades entendidas en el tema, como Jhonny Justino Peralta, Enriqueta Huanto Ticona, además de la participación musical de los grupos Rinayki Ñanta y Rijchariy.

FAUSTO REINAGA

Fausto Reinaga nace en el Municipio de Colquencha, del departamento de Potosí, el 29 de marzo de 1906, en un principio es considerado el mejor orador marxista, fue designado como uno de los participantes para el mitin de 1932, era el tiempo que se anunciaba el estallido de la Guerra del Chaco.

Las obras de Fausto Reinaga se dividen en tres etapas, la marxista, la indianista y la amautica. Posteriormente llega a comprender que el marxismo era ajeno y lejano de su pueblo, además era una doctrina que no liberaba a su raza.

Fundador del Partido de Indios Aymaras y Kechuas (PIAK) en 1962 trabaja incansablemente organizando, escribiendo, publicando manifiestos y proclamas, realizando foros, conferencias, proclamando el poder indio como proyecto político e ideológico para la liberación.

El Amauta Reinaga en su etapa indianista anuncia su frase más célebre: “Si de verdad quieres ser libre, saca a Cristo y Marx de tu cerebro y serás libre”. En 1940 sale su primer libro Mitayos y Yanaconas, y su obra cumbre es La Revolución India.

Unos 500 participantes para la Pluma de Plata



Un total de 12 jóvenes, entre más de 500 candidatos, fueron galardonados ayer lunes por su obra literaria y artística, en el marco de la octava versión del Premio Nacional Pluma de Plata, informó el comité calificador.

El tema central de la octava versión del Premio, organizado por el centro Albor de arte y el Círculo Literario de El Alto, fue la percepción y vivencia de jóvenes en materia de derechos sexuales. Participaron en el concurso literario artístico jóvenes entre 15 y 30 años de edad, representantes de los departamentos de Pando, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Cochabamba, Tarija y La Paz, en áreas de poesía, cuento, pintura y dibujo.
También apoyó la organización del Premio el viceministerio de Descolonización, cuyas autoridades destacaron la democratización del acceso a la cultura, habiendo mencionado como ejemplos la edición de las 15 novelas Fundamentales de Bolivia y la realización del Festival de Pollera. Willy Flores, director del Albor, manifestó que los organizadores se sienten felices porque este año participaron alrededor de 500 artistas, entre literatos y artistas plásticos en el Premio Pluma de Plata.
“Creemos que Pluma de Plata se ha convertido en una vitrina literaria y eso ha sido gracias a los medios de comunicación, nosotros ponemos en carteleras a los artistas y producto de ellos, logran una proyección. Sensiblemente el pluma de plata no cuenta con una subvención de un apoyo económico para poder premiar con dinero a los artistas”, dijo Flores.
Las obras ganadoras del Premio en poesía son Castillo de miel y de piedra (Nataly Cristal Vargas), Nuevos espíritus callejeros (Hernán Ramos Queso) y Adara (Maura Maribel Acarapi).

El uso de libros electrónicos antes de ir a la cama puede influir en el sueño


El uso de libros electrónicos con iluminación propia o de otras fuentes de luz de ese tipo puede cambiar los ritmos circadianos y afectar de manera negativa el sueño, según un estudio publicado hoy por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

La luz tenue durante el atardecer es importante para los ritmos circadianos, permitiendo la producción de melatonina, sustancia que regula el sueño.
Para examinar el efecto que provoca en el sueño la luz artificial brillante, como la que producen los libros electrónicos con luz propia, un grupo de investigadores, liderados por Anne-Marie Chang, del Hospital Brigham, compararon la calidad del sueño de un grupo de personas leyendo tanto libros electrónicos como de papel.
Durante el estudio, una docena de personas leyó, con luz tenue, durante cinco días consecutivos un libro electrónico con iluminación propia, cuatro horas antes de ir a dormir, y luego hicieron lo mismo pero con un libro impreso.
Chang explicó que cuando los participantes en el estudio leían un "e-book" autoiluminado "les llevaba más tiempo quedarse dormidos, tenían menos sensación de somnolencia durante el anochecer, segregaban menos melatonina y a la mañana siguiente se reducía su estado de alerta", que cuando leían un libro tradicional.
Al usar un lector de libros electrónicos, según el estudio, los participantes en la investigación registraban niveles contenidos de melatonina al anochecer y cambios en los ritmos circadianos del sueño y el despertar.

Reeditan La tumba infecunda, de Bascopé

La novela La tumba infecunda, del escritor paceño René Bascopé Aspiazu (1951-1984), será reeditada por la editorial La mariposa mundial.
La publicación, que en 1985 ganó el Premio Erich Guttentag, será presentada el 30 de diciembre, a las 19:00, en la Chopería (Avenida Ecuador, cerca del Montículo), informó a través de las redes sociales el literato y crítico Omar Rocha.
"La obra narrativa de Bascopé Aspiazu parte de una mirada nostálgica que lo conduce a transitar por conventillos, a descubrir lo que está detrás de una mancha que ha dejado la lluvia en la pared, o a interrogar el recuerdo de una conversación en el tercer patio”, se lee en la presentación del libro.
Bascopé fue novelista, poeta, cuentista y periodista. Fue fundador de la revista Trasluz (1976) junto a Manuel Vargas, Jaime Nisttahuz y Edgar Arandia. Fue exiliado a México, donde trabajó en el Fondo de Cultura Económica y en el periódico El Día.
Fue director del semanario Aquí de La Paz (1980-1984). Falleció como consecuencia de un disparo accidental, cuando sólo contaba con 33 años de edad, según el Diccionario Cultural del periodista Elías Blanco.
Publicó las obras Los rostros de la oscuridad (1988), La veta blanca (coca y cocaína en Bolivia, 1982). Sacó los cuentos Ángela desde su propia oscuridad (1977), Primer fragmento de noche (Premio Franz Tamayo 1977), La Noche de los Turcos (1983) y otros.

Presentaron Cinco obras vitales de Fausto Reinaga

El vicepresidente, Álvaro García Linera, participó anoche, en la presentación de “Cinco obras vitales para la descolonización de Bolivia y mundo de Fausto Reinaga”, acto que se desarrolló en el Hall de Palacio Chico.
“Fausto Reinaga introdujo otro lenguaje, otro pensamiento, otra mirada, otra existencia, otro futuro, otro proyecto de poder: el de los indios”, comentó el mandatario de Estado.
En los años 60 y 70 del siglo XX, Fausto Reinaga introdujo en el contexto, como sujetos, a los indios y fue como ir “contra corriente”, el tuvo la valentía de abrir otro camino en el pensamiento de las personas y surgió el indianismo, “estamos hablando de una de las mentes más poderosas que han surgido en tierras bolivianas”, complementó. “El pensamiento de Reinaga fue audaz, revelador, creativo, insurgente, revolucionario para su tiempo, rompió con todo los esquemas posibles”, añadió.
García Linera se refirió a las razones por las que surgió el pensamiento de Fausto Reinaga, considerado el padre de todos los kataristas e indianistas, “es la semilla, no se puede ser indianista ni katarista sin haber leído a Reinaga”, enfatizó.
El vicepresidente se remontó hasta antes de la llegada de los españoles a estas tierras, donde habitaban pueblos diversos, tanto de tierras bajas como latas, que habían desarrollado grandes conocimientos.
“Existía una forma de vida fundada en la comunidad, lo que les permitió un desarrollo científico, tecnológico y espiritual extraordinario, no solo para transformar la naturaleza, sino para convivir y dialogar orgánicamente con la naturaleza”, señaló.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Carvalho 2014: tres nuevos libros, una reedición y una presidencia

Homero Carvalho Oliva tuvo un 2014 lleno de actividades, con la publicación de dos nuevas obras (una más en camino), una reedición y asumiendo la presidencia interina de le Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
Lo nuevo
La bibliografía nacional se enriqueció con la aparición de la antología Bolivia, obra en la que Carvalho reunió textos de poetas, cuentistas y ensayistas de orden mundial, que versan sobre Bolivia. El libro ya se agotó, y el antologador informó que para abril, aproximadamente, aparecerá la segunda edición, en la que incluirá alrededor de 10 textos más.
Otra publicación de Carvalho durante el año fue Quipus, un poemario que rescata la cosmovisión andina, siendo uno de los libros que más trabajo requirió por parte del autor. El texto fue prologado por el escritor, profesor y director del Instituto de Lengua y Cultura Aymara, Juan de Dios Yapita, y por la poetisa, artista y directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), Elvira Espejo.
Por venir
Carvalho adelantó que para este fin de año tiene planeado presentar su bestiario nacional denominado Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia, un libro en el que el autor consigna 120 seres provenientes de varias culturas nacionales, tanto indígenas como criollas, incluyendo a achachilas, el jichi, la cruz verde de la calle Jaén, y otros. Manifestó que este bestiario estará ilustrado por 40 dibujos de creadoras como Romanet Zárate, Lara Sabatier y Dalia Carvalho. Explicó que se tratará de una edición gratuita editada por el El Ministerio de Culturas y Turismo.
Informó que dentro de poco saldrá la reedición de un libro publicado en Perú, titulado La última cena, en el que se incluye una selección de microcuentos.
Al mando
Desde el 1 de octubre, Carvalho asumió la presidencia interina de la FCBCB, lo que le trajo consigo más responsabilidades, reuniones y actividades protocolares, las que le impidieron continuar con los talleres que el literato normalmente dicta en colegios fiscales, zonas populares y comunidades campesinas. También tuvo que dejar dos talleres que estaba dictando, uno en la Escuela de Cine de Santa Cruz y otro en la Universidad Cumbre.
Con todo esto, Carvalho calificó al año 2014 como muy rico. Finalmente, como una especie de reconocimiento a su labor durante esta gestión su nombre fue postulado ante el jurado del Premio Nacional de Culturas, distinción que si bien al final no recayó en su persona, su presencia en la lista de postulantes fue un indicio de su fructífera labor por la cultura boliviana en 2014.

PRESENTAN LAS 5 OBRAS VITALES DE REINAGA

El Viceministerio de Descolonización, dependiente del Ministerio de Culturas, hará la presentación oficial de las Cinco obras vitales de Fausto Reinaga para la Descolonización de Bolivia y el Mundo, mañana a las 18.30, en el patio de la institución ubicada en la intersección de las calles Ayacucho y Potosí.

La actividad se iniciará con un acto ritual de agradecimiento a la Pachamama a cargo de amawtas, y contará con la participación del ministro de Culturas, Pablo Groux, mientras que la presentación de las Cinco Obras Vitales estará a cargo del vicepresidente Álvaro García Linera.

En el transcurso del programa se realizará un coloquio preliminar sobre la vida y obra de Fausto Reinaga, a cargo de los investigadores: Inca Huáscar Choquehuanca y Max Raúl Murillo (Bolivia), Inti Chipana Herrera (Chile) y Teresa Dulce Pacci (Argentina).

Las obras serán comentadas por Johnny Justino Peralta y Enriqueta HuantoTicona. Se contará, además, con la participación musical de los grupos Rinayki Ñanta y Rijchariy.

EL AMAWTA FAUSTO REINAGA. Fausto Reinaga nació en el municipio de Colquencha, Potosí, el 29 de marzo de 1906. Fue hijo de Genaro Reinaga y Alejandra Chavarria, bisnieta de Tomás Katari. Reinaga, en un principio fue considerado como el mejor orador marxista. Las obras de Reinaga se dividen en tres etapas: la marxista, la indianista y la amáwtica. Su evolución fue paulatina.

Fue designado como participante para el mitin de 1932, en el tiempo que se anunciaba el estallido de la Guerra del Chaco.

En su etapa indianista anunció su frase más célebre: "Si de verdad quieres ser libre, saca a Cristo y Marx de tu cerebro y serás libre".



domingo, 21 de diciembre de 2014

Presentarán libro de arqueología

La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) presentará en la Cinemateca Boliviana un libro sobre la riqueza arqueológica hallada en el tramo Ancaravi-Toledo mediante el “Programa de Rescate, Conservación Preventiva y Preservación Arqueológica del proyecto vial”.

“Se ha realizado excavaciones y análisis de materiales encontrados, de donde se ha hallado riquezas arqueológicas y se ha escrito sobre esos sitios arqueológicos”, indicó el gerente Socio Ambiental de la ABC, Manuel Guzmán.

Dijo que ese trabajo, adicional a la construcción de caminos, incluye un componente socio-ambiental y cultural importante que está relacionado al rescate de sitios arqueológicos y su conservación.

Guzmán explicó que para contar con estos resultados, la ABC desarrolló tres fases: la intervención arqueológica en el tramo Ancaravi-Toledo, donde se realizaron excavaciones arqueológicas de rescate, análisis de los materiales arqueológicos y de la contextualización cronológica y cultural de los sitios asociados en el lado derecho de la vía.

Agregó que otra de las fases fue contar la implementación de un Plan de Conservación de cuatro torres funerarias, y la ejecución del Plan de Socialización y Difusión de actividades desarrolladas por el proyecto.

“Por todo ese trabajo es que vamos a presentar el libro de resultados con información sistematizada de los proyectos arqueológicos desarrollados por la ABC en la región”, indicó.

El tramo vial Ancaravi-Toledo, una vez concluido, concretará la anhelada unión entre Oruro y la región de Pisiga, población fronteriza con la república de Chile y parte del corredor Bioceánico.

Arturo Borda (La Paz, 1883-1953)



Escritor y pintor, Arturo Borda (La Paz, 1883-1953) antes de entrar en la república de las letras entró en la de la leyenda. Su voluminosa obra El Loco se publicó cuando ya llevaba 13 años bajo tierra, pero desde entonces no ha dejado de ser leída y estudiada, hasta su consagración: figura entre las 15 novelas fundamentales y formará parte de la Biblioteca del Bicentenario.

En el archivo de Ronald Roa —quien le dedicó un extenso estudio publicado en 2010— se encontró un cuaderno de 180 páginas de puño y letra de Borda. La obra —hasta ahora desconocida— fue transcrita, anotada, editada y publicada por el poeta e investigador Rodolfo Ortiz con el título de Nonato Lyra. Ortiz, quien actualmente cursa un doctorado en letras en la universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, respondió a este cuestionario.

—¿Qué relación tiene —o se puede especular que tiene— Nonato Lyra con El Loco? ¿Es posible que sea uno de los cuadernos perdidos de esta obra?

—En 1937 se produce un encuentro memorable que prefigura una posible relación entre Nonato Lyra y El Loco. Se trata de una carta que Borda escribe a Carlos Medinaceli a raíz de la devolución de los nueve cuadernos de El Loco. En esta carta, hasta ahora inédita, Borda menciona que “fuera de esos nueve” hay “unos dos volúmenes”. En el manuscrito, a la par, hay un momento importante de vacilación textual cuando al inicio, en la página 8, el narrador anuncia en un primer proceso de escritura que las cuartillas de Nonato Lyra se publican en “nueve volúmenes”, palabras que luego de sucesivas borraduras y reescrituras se reemplazan por “ahora hoy”, es decir, un momento de vacilación que sugiere la posibilidad de que este manuscrito fue parte de los otros nueve y ya no es más parte de esos otros nueve.

Sin embargo, hilando más fino, es posible encontrar similitudes importantes en la estructura textual de ambos libros. Se podría conjeturar que Nonato Lyra es una suerte de condensado encapsular del proyecto estético esbozado por Borda en El Loco, salvando por supuesto las particularidades que cada texto despliega en tramas y lenguajes.

— ¿Qué aporta este descubrimiento al conocimiento de la vida y la obra de Arturo Borda?

— Borda siempre refuerza la idea de no ser más que aquello que no se dice del todo. Girando siempre sobre sus talones para huir, para usar una imagen suya, fue urdiendo no objetos de arte sino ruinas, y esta vislumbre la descubrió él mismo para su posteridad, quiero decir, para lectores siempre futuros que, a la manera de Benjamín, comenzarían a cepillar esas ruinas a contrapelo. Esta dinámica, a la vez, aportaría a difuminar a Borda en la imagen de un archivo descentrado, en cuyo interior su obra se despliega y se constituye a partir de una lógica de ausencia y descentramiento. Esto no es poco decir, si pensamos en los quehaceres culturales de su contexto y por qué no del nuestro.

—¿Cuál es el núcleo central de este manuscrito en términos narrativos y de pensamiento?

Al final de la página 20 del manuscrito, hay una frase redoblada en dos líneas que dice: “Y así podemos pasar como una basurita que se lleva el viento”. Esta frase nos interpela. El desconcierto de un núcleo adherido a nada es lo que quizá nos toma por sorpresa y nos jalonea desde algún rincón del pensamiento. ¿Qué puede significar este fragmento desarticulado de su constelación? ¿De dónde fue tomado? ¿Desde dónde? ¿Hacia dónde? Quizás llegue a ser prácticamente imposible reconstruir el contexto interno o externo de ese pasar “como una basurita”.

El derrotero fragmentario de este manuscrito sugiere la incertidumbre de la comparación y la posibilidad fáctica de sabernos siempre a la deriva y a la vez estancados en un basural; nos devuelve hacia una constelación siempre rota de principio pero siempre anclada en una La Paz que habla desde una entraña, entiendo, todavía incierta. La frase misma que pasa ante nosotros como una “basurita que se lleva el viento” parece que llega de un injerto que nos obliga a desmontar una trama que oscila entre lugares conocidos y otras veces totalmente desconocidos. Ya en principio el texto, en términos narrativos, nos confronta con un entrevero de manuscritos del cual resulta imposible salir, como en El Loco, aunque de manera distinta, pues habrá que asumir que jamás se camina dos veces por el mismo basural. Nonato Lyra, el beodo de los “bajos fondos” de esta historia, es de sopetón un muerto presente, no así el entrañable Loco que en El Loco es un desaparecido. Ésta quizá sea una posible clave inicial de lectura, aunque no la única, que nos delimita dos posiciones, dos vueltas de tuerca, con respecto a las cuartillas que van hilando y deshilando sus misteriosas historias.

— En la Biblioteca del Bicentenario —que publicará las 200 obras más importantes de la vida boliviana— se ha incluido El Loco de Borda. Como estudioso del autor y la obra, qué consideraciones plantearía para esta nueva edición?

— Hace poco se incluyó a El Loco dentro de las 15 novelas fundamentales de Bolivia. Encuentro dos desaciertos en esta inclusión: considerar a El Loco una novela y al hacerlo reproducir un texto mutilado. Considero que a casi 50 años de la primera publicación de esta obra la idea de una nueva edición de El Loco no llegaría a ser tan descabellada. Pienso en una edición que en principio asuma la reorganización del material y la reubicación de sus secciones, sin mayor misterio que la atención minuciosa a la lógica interna que la obra misma segrega. Es comprensible que durante las urgencias institucionales, también coyunturales, en tiempos de los Mesa y de Alcira Cardona, la edición de 1966 tuvo que “abordarse” un poco a la ligera. El tiempo quizás en este caso no fue un gran aliado de los editores, aunque no hay que desmerecer al arduo trabajo, casi un ardid inhumano, de transcribir nueve o más cuadernos de Borda en unos cuantos días.

Quizás hoy el aura de esos tres volúmenes comienza a cortejar su fin. Borda hubiera deseado la conexión de sus lectores en un instante germinativo de plaza pública. No por nada el papel hallado en el bolsillo de Lyra corrobora este deseo también esbozado por El Loco cuando dice “el tesoro de mi fortuna dejo para todos”.

Considero por esto mismo que esta obra no debería pensarse como un gesto de sonambulismo hermético. Borda anheló publicar y a la vez quiso decir por separado. Un vistazo hemerográfico permite constatar que El Loco nunca se dejó de reescribir aunque se escribió de 1902 a 1925. Durante los años 20 Borda publicó decenas de fragmentos de El Loco, sueltitos como cigarritos, en serie como cajetillas. Ese medium llamado futuro editor de El Loco, y mejor si pluralizamos, no tendría que descuidar el rastreo, el cotejo, el proceso mismo de esta composición, pues se trata de versiones distintas a las que leemos desde 1966. Hay líneas y párrafos de este libro que sin duda parten aguas o bien abren sendas jamás intuidas al interior de nuestra literatura.

Lo sensorial y el sentido del “mundo” de esta escritura no escapa, o al menos no tendría que escapar, de este complejo y a la vez fascinante proceso de composición.

Nonato Lyra

Arturo Borda (1883-1953)

Un día, que sin saber qué hacer, me fui a vagar por Tembladerani, que es aymara castellanizado, significando tremedal, llegándome al último tienducho miserable, del extramuro que tiene más botellas vacías en el mostrador, unas cuantas frutas pasadas en el balay de la puerta, k’aspas, k’aukas y sarnas allullas, dos quesos y uno fragmentado al raleo; además, tomates, ajíes verdes, cebollas y locotos, pedí dos plátanos, una palta, sal, queso, pan y media botella de Coca-Cola. Y pagué. Y para beber entré al local, sentándome en el poyo con aguayo.

En la puerta flamea una banderita, debe ser fiesta.

Entretanto, hablamos con la dueña, de pollera moré y rebozo de cien hilos, acerca del solazo que hace, anunciando próxima lluvia, después de tanta sequía. En la pared hay un almanaque y dos imágenes, una de Santa Elena y otra de San Cipriano, encima de una repisa en la que arden dos velitas de sebo, en chúas.

Entonces levanté del suelo una cuartilla de entre muchas dispersas. Y leyéndola me causó extrañeza sus ocurrencias. Mientras tanto la dueña estaba tejiendo un gorro. Lluch’o colorado, a franjas blancas y negras con el signo escalonado en amarillo, debajo del cual se ve una hilandera, el llamero y su llama, debajo de lo cual los colores a franjas se repiten. Está concluyendo una oreja.

En eso levanté otra cuartilla que la leí también, haciéndome crecer de pronto mi sorpresa, por lo cual le pregunté a la señora si no le servían esos papeles, a lo que ella repuso: —No, señor.— así, distraídamente, sin levantar la vista de su quehacer, pero luego, fijándose, agregó: —No, señor. ¡Vé… lo que viene a ensuciar la tienda este Ciprianito.— Y enojándose agregó: —Disculpe Ud..— y grita: —¡Cipriano!— A lo que entrando a carrera el rapaz, responde: —¿Mamá?— y ella dice: —¡Qué vienes aquí, mocoso, a ensuciar la tienda. Trasque ahorita nomás estoy barriendo! Recoja esos papeles o te voy a azotar.— El chico, todo asustado, responde: —Yo no he sido; la Elena ha traído del cenizal para hacer balsas y gallitos.— La madre le ordena: —¡A mí qué me importa! Recoja le he dicho y vaya a botar. ¿Y si nos contagia alguna enfermedad, ahora que está grasando la viruela? —¡Yo no he sido! La Elena es. —Ligero te voy a sonar.— Entonces yo intervengo, riendo: —Señora yo los llevaré. A mí me pueden servir. Y ella me dice: —No señor, que los bote nomás. Así se traen enfermedades estos bandidos. —¡Este llocalla! ¡Vaya Ud. adentro!— Y el malandro salió corriendo, pegándose a la pared. Entonces la señora, sentándose sobre el cuero negro reanudando los puntos de su tejido, me dice: —Disculpe Ud. señor. Estos ladrones me han de matar de un colerón. Parece que se hubiesen enseñado para quitarme la vida.— Entretanto he recogido todos los manuscritos, cuando en el interior de la casa, se oye una gritería de llanto de criaturas, por lo que la dueña, levantándose, precipitadamente, entra en el patio, mientras yo salgo con el lío de papeles a medida que el alboroto y la gritería acrece. El solazo sofoca y me dirijo a Llojeta.

Hacia la izquierda, en una planicie arenosa, varios chiquillos juegan foot-ball, algunos a pata pelada con una pelota de lana retobada en escarpín. A la vera de la cancha y a la sombra de una chihuiña o quitasol grande, cuadrado, de tocuyo, una india con pollera amarilla y manta roja tiene su venta de sánwiches de sardina con cebolla, ají y tomate con lechuga. Vende también coca y tiene dos vasos de tejti, la chicha de maní.

Más allá hay unos sembradíos de habas y quinua. Hacia abajo, en la quebrada, se ve el Obraje y Calacoto, la serranía de Jampaturi y el Alto de las Ánimas, y detrás, destacándose refulgente y aislado, el Illimani tricumbre y el Mururata sobre el dombo turquí del cielo.

El día está lindo, luminoso y caluroso. A mano derecha están cerniendo arena en el riacho que se abre en abanico.

Al dar la vuelta un recodo, una pareja, ciñéndose, con los brazos por la cintura va acaso buscando un rinconcito.

Luego tumbándome a la sombra del monte, en el césped, después de leer varias cuartillas, en la aguada de una encañada de esos terrenos en formación he comido mi merienda, bebiendo después en el cuenco de mis manos el agua del manantial. Y por entre los dólmenes de arcilla árida y gris he vuelto al anochecer a mi camastro.

En los días siguientes he compaginado de la mejor manera posible las cuartillas, pero faltan muchas.

No me explico cómo pudo haber ido a dar a un basural de extramuro esta obra. No es, naturalmente, un libro de valía, pero es interesante y entretenido.

¿Cuántos trabajos de algún mérito no se perderán así; quién sabe por qué?

Éste es el dictario de un extravagante con muy pocos escrúpulos.

Yo no quiero dar ninguna opinión acerca de él, porque es preferible que el lector mismo juzgue.

De todas maneras me llama la atención la coincidencia de este hallazgo con las circunstancias a que se refieren los datos que se dan a continuación.

La noticia pasó inadvertida. La información de La Calle decía:Ayer en las inmediaciones del cementerio se ha encontrado el cadáver de un beodo conocido en los bajos fondos, cuyo nombre no se ha podido identificar. Lleva señales de estrangulación, aunque se cree que se ha intoxicado; pero por un papel hallado en su bolsillo se supone suicidio, ya que da un extraño derrotero.

Dice: — El tesoro de mi fortuna dejo para todos. Se halla en la vertiente del Kallampaya, a unos veinte pasos al norte, debajo de una planta de kantuta, está en un tacho de greda negra sin cocer. Firmo y rubrico Nonato Lyra, porque me parece poético.— El cadáver se ha conducido a la morgue para su autopsia.

Eso decía el diario de la mañana, La Calle.

Pasó mucho tiempo y haciendo referencia a esa noticia, en el diario matutino Ynca-Huara comenzó a publicarse en folletín, lo que en la editorial La Paz publicamos hoy.


Mesa la tentación de la novela




En su despacho privado, particularmente sobrio, Carlos Mesa tiene, en un mueble bajo, dos fotografías. En una, está dando la mano formalmente a Víctor Paz Estenssoro. Corre, seguramente, 1985. Se lo ve como era, un joven periodista que nunca ocultó su admiración por el viejo político. En la otra —ha pasado mucho tiempo— está ejerciendo ya su breve presidencia (2003-2005). Bajo los tenues árboles de un jardín chapaco, está charlando con José Antonio Galindo, su amigo y más estrecho colaborador en el gobierno. Están formalmente vestidos —esperan la llegada del presidente argentino Kirchner—, pero por un momento, sueltos, con las manos en los bolsillos, se permiten un instante de intimidad. Y de soledad. La intimidad y la soledad del poder, se diría, de alguien que tuvo que ejercerlo quizás sin nunca tenerlo realmente.

Ahora Mesa, en una novela, reflexiona, precisamente, sobre el poder. Y sobre el amor. El poder y el amor encarnados en dos figuras emblemáticas de la conquista española de América: Hernán Cortés y la Malinche, o Marina, la indígena que le ayudó a derrotar a los aztecas. Siempre quiso escribir una novela, dice. Y ahora ha saldado esa cuenta pendiente. La novela se llama Soliloquio del Conquistador y en torno a ella gira este diálogo.

— La historia, el cine, la literatura han sido siempre sus preocupaciones y ocupaciones. Pero ésta última sobre todo como lector y estudioso. Ahora, finalmente, ha cedido a la tentación de la novela...

— En la década de los años 70 yo estudié literatura. Cuando empecé a estudiar pensé que lo primero que iba a escribir en mi vida era una novela. He tardado 40 años en que se haga realidad. ¿Por qué? Porque no me sentía preparado. La construcción de la ficción es un tema complejo. Por eso, en esta primera novela —espero que no sea la última— uso la muleta de la historia. El hecho histórico ayuda muchísimo, porque los personajes tienen ya su propia personalidad y no tienes que inventarlos, aunque, naturalmente, en algún grado los recreas. La novela tiene un elemento vinculado al hecho histórico de la Conquista y a la reflexión sobre el poder, sobre el amor y la pasión erótica, que es parte central de la relación entre Hernán Cortés y Marina. La visión subjetiva en primera persona de Cortés tiene que ver conmigo, con lo que pienso de la historia, del poder y del amor. Definitivamente, era una cuenta pendiente conmigo mismo.

— ¿Por qué para esta su primera experiencia novelística escogió el tema de la Conquista?

— Porque es parte fundamental de mi reflexión sobre el proceso histórico de América Latina, de las naciones que tienen una población indígena significativa y de la idea, cada vez más firme en mí, de que es imprescindible la comprensión de la Conquista y la Colonia para entendernos. No podemos entendernos —ni desde lo indígena, ni desde lo criollo ni desde lo mestizo— si no asumimos lo que significó ese proceso de destrucción y de construcción. Sigo pensando —como pensaban Carlos Fuentes y Octavio Paz— que es imprescindible hacer cuentas con la historia y colocar a sus personajes en el lugar que les corresponde. Y destruir la lógica de una historia hecha de héroes y villanos, de buenos y malos, de paraísos e infiernos, porque creo que esa lógica distorsiona la mirada objetiva de lo que somos.

— Desde el título y la portada en la novela se imponen las figuras de la conquista de México: Cortés y Marina. ¿No pensó en los conquistadores de esta parte de América?

— Me enamoré de esos personajes a través de una obra menor de Carlos Fuentes, que me parece extraordinaria, la obra de teatro Todos los gatos son pardos, que se publicó en 1970 y se reeditó, con algunas modificaciones, en 1992 con el título de Ceremonias del alba. A partir de ese momento, Cortés y Marina me parecieron unos personajes de gran fuerza. Cortés tiene mucha más densidad que Pizarro, por eso lo escogí. No hay comparación, Cortés es un personaje muchísimo más sofisticado intelectualmente y emocionalmente, y su relación con Marina es fascinante. Aunque hay que decir que Pizarro es protagonista de un episodio inconcebible en la historia, que 168 personas en dos horas tomen a Atahuallpa y derroten a un ejército gigantesco. Pero, definitivamente, como militar, político y diplomático, Cortés es, en el sentido estricto de la palabra, mucho más maquiavélico.

— ¿Es una reivindicación del conquistador Cortés?

— Cortés es el protagonista solo de una parte de la novela. La novela tiene varios protagonistas. Más de un tercio de la novela, por ejemplo, tiene como protagonistas a Francisco, Hernando y Gonzalo Pizarro, y a Diego de Almagro; la novela no podía escapar a la conquista de lo que hoy es Perú y Bolivia. No hay un solo personaje que no sea histórico, aunque por supuesto están construidos novelísticamente. Y en el epílogo introduzco a un personaje contemporáneo, un alteño que tuvo muchísima popularidad como cantante de rap y que murió muy joven: Abraham Bohórquez. Murió cuando yo comencé a escribir la novela y me pareció que no había mejor ejemplo de lo que yo quería transmitir: una interpelación de un alteño como él, con la lógica del rap, con su pasado de boliviano inmigrante. Es el nieto mestizo que interpela a Cortés y a Marina.

— La escritura histórica y la escritura literaria son relatos. ¿Qué le ha permitido la literatura que no le permitía la historia?

— Sobre todo las licencias que tiene el relato literario. La novela comienza con Cortés en la playa de Tehuantepec. ¿Por qué? Busqué qué estaba haciendo el 16 de noviembre de 1532, el día de la caída de Atahuallpa. Estamos hablando de varios años después de la conquista de México. Cortés estaba construyendo las naves que permitieron el descubrimiento de California. Ese día, Cortés está solo. Ya se ha vuelto a casar, Marina ha muerto.

Entonces la convoca, entra al mar y ella aparece como un espectro. La llama y le dice que quiere reflexionar con ella sobre lo que hicieron. Pero, además, que juntos sean testigos de uno de los episodios más increíbles que se ha vivido en América. A partir de ese momento, es un Cortés omnipresente. Es un Cortés que se va con Marina al lago Titicaca o que se sientan en una colina de Cajamarca para ver la caída de Atahuallpa. Es un personaje que conoce el pasado y el presente, pero también el futuro. Al final le contará a Marina qué pasó con sus huesos, un poco como en Santa Evita de Tomás Eloy Martínez. Hay un capítulo entero dedicado a la increíble peripecia de los huesos de Cortés y al mediocre final que han tenido en una pequeñísima capilla a pocas cuadras del Zócalo de la capital de México. Solo hay una lápida que dice su nombre, el año de su nacimiento y el de su muerte. En México, la imagen de Cortés es execrada, como lo es la de Pizarro en Bolivia.

— Marina o la Malinche, la indígena que ayudó a Cortés a conquistar México es, entonces, una figura central en la novela...

— La novela es una reivindicación de Marina. Hay una diferencia muy grande entre Marina y Felipillo, el traidor de los incas. Felipillo es un mediocre, es un traidor en el estricto sentido de la palabra, un traidor que aprovecha su poder para acostarse con la mujer de Atahuallpa delante suyo. Es un acto de venganza terrible, muy bajo. Hay una cosa que explica magníficamente a Marina. No existe ni un solo códice mexicano de la Conquista que muestre a Hernán Cortés solo. Siempre están ella y él. ¿Por qué? Por una razón básica: Cortés no aprende la lengua, no sabe nahualt ni maya. Necesita a Marina. ¿Cómo lo llaman a Cortés los tlaxcaltecas, los mexicas y otros pueblos? Lo llaman Capitán Malinche, no Capitán Cortés. Quiere decir, capitán de doña Marina. De ella, porque ella es la voz, porque ella es la que les transmite lo que Cortés quiere decir y lo modifica y lo suaviza. Ella era la lengua. Además está el hecho de que es ella la que inventa la historia de que Cortés es el dios Quetzalcoatl, al que esperaban los aztecas.

— Sin embargo, la figura histórica ha dado lugar al símbolo: la Malinche es la traidora y el malinchismo es, en México, sinónimo de traición.

— Se puede demostrar de la manera más palmaria que Marina había sido víctima de los aztecas, asesinaron a su padre que era un cacique local, su madre la entregó a los comerciantes aztecas como esclava y éstos la regalaron a un tabasqueño que fue el que, a su vez, la regalo a Cortés. ¿Qué obligación de lealtad tenía Marina con los aztecas? Ninguna. Pero el segundo elemento importante es que, independientemente de lo que se demuestre, el concepto de malinchismo es un elemento de análisis emocional de la sociedad mexicana que no cambiará. El malinchismo trasciende al personaje de Marina. Y, en efecto, genera la mirada de la traición. En Bolivia hay más de un personaje político que está terriblemente golpeado por eso. Que un q’ara ayude a otro q’ara es normal, pero que un indígena ayude a un q’ara es imperdonable. Podemos discutirlo, es injusto, no refleja la verdad, pero es así.

— Hay una continuidad en su reflexión sobre la Conquista y la Colonia y el mestizaje. Ya planteó el tema en La sirena y el charango que recoge además sus artículos de polémica sobre la nueva Constitución. Parecería que, por lo menos desde Carlos Montenegro y Augusto Céspedes, el mestizaje es un tema que nos sigue ocupando...

—Yo diría que Soliloquio del Conquistador es la versión novelada de La sirena y el charango. Pero aquí hay una diferencia, y yo he polemizado con el Vicepresidente sobre eso. Hay una incomprensión de quienes han resuelto históricamente el tema a partir de la Constitución del 2009. Yo no defiendo la lógica del mestizaje de Montenegro y Céspedes. Ellos construyeron una reflexión que el MNR hizo realidad a partir del proyecto histórico del 52. Pero sería un anacronismo suponer que la lectura de lo mestizo pueda hacerse desde esos parámetros. Es obvio que no. El gobierno del presidente Morales, la Constitución y la realidad de la movilidad social, que está en plena efervescencia, están resolviendo el conflicto en un sentido, en una dirección. En ese marco, el problema central no es la discriminación, el racismo, la estamentación —todavía los hay, pero los estamos resolviendo.

Vamos a dejar de lado también la discusión sobre las naciones. Todavía sigo en conflicto con ello, pero hoy día reconozco ya sin reticencias que, más allá del nombre, la construcción conceptual de la Constitución fue un acierto. Lo que tenemos que discutir ahora es la mirada de nuestro pasado de manera integral. Lo que todavía no se ha resuelto es suponer que los valores occidentales son valores de colonización. Éste es el tema que yo discuto. No puedes decir que Aristóteles es parte de la colonización, o el Derecho Romano, o la construcción institucional jurídico-política de la Colonia, o la construcción de las ciudades o que la novela es colonización. Mi debate no está referido a los temas que estaban pendientes cuando Montenegro y Céspedes construyeron su concepto de mestizaje. Hay cosas que ya están resueltas. Pero el elemento de lo colonial todavía me produce algún rechazo.

— Volvamos a la novela. Su etapa formativa en literatura coincide con el llamado boom de la narrativa latinoamericana. Hoy parecería ser solo un referente histórico...

— La narrativa latinoamericana actual ha roto con el boom. El boom generó dos premisas. La premisa del realismo mágico y la de la literatura comprometida. Y adicionalmente la premisa faulkneriana de la modernidad narrativa. Esos elementos fueron tan fuertes que marcaron una suerte de losa en la espalda de los nuevos narradores. Había que romper lanzas con el boom, en el mejor de los sentidos. Hoy es un referente incuestionable, pero los nuevos narradores no están anclados en esa sombra, ya han pasado demasiados años. Actualmente, en los temas y las formas narrativas hay posibilidades muy amplias, se han roto los esquematismos ideológicos, narrativos y temáticos, así como se ha roto la idea de que hay una sola América posible, como la de Cien años de soledad o la de Carpentier y todas sus secuelas. Yo, por cierto, si tuviera que escoger hoy un escritor, no sería uno del boom, sería Borges, porque Borges es lo más grande que hubo después de Cervantes, si no más. Pero eso implica madurez. Me costó mucho leer Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, me gustó más 2666. Ahí entendí que las formas son múltiples. Te demuestra que no hay rigideces temáticas y que puedes escribir desde el estómago o desde la erudición, desde las temáticas diversas y desde los lugares diversos. Y que no hay un ancla que se llama América Latina. Existe la posibilidad de universalizarte.

— Hablando de narrativa boliviana, en una conferencia usted sostuvo que el gran cambio es que lo que antes estaba en el margen ahora está en el centro...

— Jaime Saenz fue en su momento lo que en otros tiempos se llamaba un poeta maldito, por sus características de marginalidad y de ruptura con las convenciones de vida personal y de temática narrativa. ¿Qué significó Saenz? Significó la posibilidad de encontrar un camino de interpelación a esquemas que estaban asfixiando a la literatura boliviana. Esquemas vinculados al costumbrismo, a la novela social, a la novela minera, a la trilogía posreforma agraria de Jesús Lara, es decir, a la obligatoriedad de que en un país de las características de Bolivia tenías que estar comprometido con la realidad. Y esas líneas eran asfixiantes. Y vino Óscar Cerruto con Cerco de penumbras, pero se requería un personaje emblemático y simbólico de ruptura. Y Saenz fue ese personaje. El gran drama de Saenz, para mí, es precisamente que hoy está en el centro. Creo que a él no le gustaría esa cofradía de enamoramiento y de pedestal. Porque es exactamente lo contrario de lo que su literatura y su vida representan. En esa misma dirección no dejan de ser interesantes, por ejemplo, Periférica Blvd. de Adolfo Cárdenas, por un lado, y la obra de Víctor Hugo Viscarra, por el otro. Con toda franqueza, yo creo que Borracho estaba pero me acuerdo de Viscarra tiene más de condición testimonial que de creación narrativa, y sus otras obras son más de lo mismo. Yo no podría colocarlo como uno de los grandes narradores. Pero hubo un momento en que la marginalidad era una cosa de buen tono. Yo creo que vamos a reposicionar ese centro. Y no tengo dudas de que Saenz ya está en ese centro, le guste o no le guste.

— Terminemos por el principio. ¿Cómo y cuándo escribió Soliloquio del Conquistador?

— Esta novela es producto de un momento de descanso previo a las responsabilidades que ahora tengo sobre el tema del mar. En este momento no tendría condición alguna para empezar a escribir una novela. La escribí en dos fases. La empecé el 2008 y la terminé el 2009. Pero hay que decir algo: Cortés, el mestizaje y la historia es una investigación que tiene por lo menos 15 o 20 años. He debido leer, sin exagerar, entre crónicas, biografías y referencias, unos 100 libros sobre el tema. He escrito intensamente durante seis meses, tarde y noche, toda la tarde y hasta una o dos de la mañana en algunos momentos. Terminé la primera versión el 2009, y me di cuenta de que la novela tenía una carga histórica demasiado densa, el libro acababa siendo ganado por el historiador y no por el novelista. Lo dejé dormir. El 2012 releí la novela y cambié más del 40 por ciento. Fue lo más inteligente que hice, publicarla como estaba cuando la escribí por primera vez habría sido un gran error.

Soliloquio del Conquistador

Carlos Mesa - escritor

Miro de frente el mar, me llama. Es como si ese inmenso mar, que se conocerá por siempre como el Mar del Sur, pudiera hablarme. Por eso envié a Diego de Hurtado a navegar para descubrir nuevas tierras en lontananza y hasta estos desasosegados días no ha vuelto. No volverá ya, el mar se lo ha comido como se come todo. Al igual que inunda los deseos y esperanzas, del mismo modo todo lo arrebata.

Me estimula estar aquí y mirar estas aguas, construir —en mi mente y en la realidad— barcos que descubran y conquisten; me ha calmado después de tanto sufrimiento tras ser desterrado de la ciudad que conquisté. Desde mi viaje a España, donde visité a su majestad mientras me iniciaban un juicio de residencia en estas tierras que objetó casi todo lo que hice y en el que se me acusó de todo, hasta de haber matado a mi mujer Catalina Xuárez, la Marcaida, sentí la imperativa necesidad de volver a México.

Pasé dos años en España lleno de nostalgias, pero del corazón, encolerizado por el interminable y malhadado juicio mexicano en mi contra. Volví a pesar de todo, a pesar de que la esposa de su Majestad, la Emperatriz, me obligó a detenerme a diez leguas de la ciudad de mis desvelos, prohibido de trasponer sus muros. Son ya cinco años que no piso la ciudad de México-Tenochtitlan. Ese tiempo es una herida que me traspasa.

Por eso me siento inquieto ahora en el mar de esta tierra mía, que antes de mí era de los que conocí como mexicas. De ellos nació ese sonoro nombre que nunca se borrará de mis oídos: México. Me acompaña, no solo esta playa y este Golfo de Tehuantepec en el que me hallo, sino todo lo que al pronunciarlo me trae.

Te extraño, Marina, en estas semanas interminables que paso dando órdenes y direcciones, mirando crecer las naos que volverán a surcar estas aguas en buscar siempre algo nuevo. Extraño no verte y no tocarte. En 1524 te tuve por última vez. Ahora, el nombre de Orizaba y el de Coatzacoalcos me son ingratos. Fue allí que te dejé.

Te llamo hoy, 16 de noviembre de 1532, vivo y fuerte como estoy, porque mi fortaleza física aún no ha menguado a pesar de mis 47 años. Quiero que compartas en tu transparencia, en tu levedad. En tu dimensión incorpórea, una nueva aventura de la que no seremos autores, sino testigos.