martes, 16 de diciembre de 2014

Gonzalo Lema Vargas escritor

El Premio Nacional de Culturas, el máximo reconocimiento que otorga el Estado boliviano a personalidades destacadas en el ámbito cultural, ha sido otorgado en esta oportunidad al escritor tarijeño Gonzalo Lema.

El anuncio fue efectuado la semana pasada, en el Palacio Chico del Ministerio de Culturas y Turismo, por parte del ministro Pablo Groux y en presencia de los representantes de los Consejos Departamentales de Culturas.

En aquella oportunidad fue difícil contactar a Lema, debido a que se encuentra en Australia. Finalmente, este medio pudo conocer la versión del autor de La vida me duele sin vos, que este 2014 ganó varios premios. Además del Nacional de Literatura, por el libro Tumbalocos, también se alzó con la primera versión del Premio Internacional de Novela Kipus (dotado de $us 20.000), por la obra Siempre fuimos familia.

¿Qué significa para usted ganar el Premio Nacional de Culturas?
Un verdadero orgullo. Es un premio que me lo confiere el país. No puede haber un premio mejor para alguien que recibirlo de su propia gente.
Con el premio cierra un 2014 de reconocimientos personales, entre los que se destacan el Premio Internacional de Novela Kipus y el Premio Nacional de Literatura ¿Cómo califica este año en cuanto a logros profesionales?

Hasta el año 2012 tuve siete operaciones en los ojos. Cuando pude estabilizarme (gracias a tres cirujanos amigos que me operaron) me volqué a leer y a escribir con verdadera ansiedad.

La literatura es mi manera de vivir, y esa ‘entrega’ me significó estos reconocimientos que para mí son una suerte de validación de mi oficio. Estoy, sencillamente, feliz.

¿Qué relación tienen los premios que ha recibido este año con sus desafíos y metas personales?
Los premios, los reconocimientos, las opiniones de los lectores y amigos forman parte de este trabajo. Son motivaciones esenciales. Se escribe para ser leído, es obvio. Espero, con toda esta alegría, escribir un libro que valga la pena definitivamente.

Coméntenos también del libro que presentó recientemente, La reina del café y otros cuentos policiales. ¿Por qué decidió volver con Santiago Blanco?

Bueno, Santiago y yo somos de la misma edad, del mismo día, mes y año, y tenemos experiencias históricas comunes: la UDP, el Wilstermann, la facultad de Derecho. Yo veo la vida desde el mirador de la clase media, y él desde los calabozos donde aterriza el crimen. Somos complementarios.

¿Qué lo motiva del género policial?
Me motiva la ironía de la vida, de la sociedad, de la compleja materia de la que estamos hechos los seres humanos.

Mi exinvestigador no es perspicaz, no es acucioso, ni siquiera muy curioso. Es, ante todo, un decepcionado de la calidad de la gente

No hay comentarios:

Publicar un comentario