lunes, 31 de marzo de 2014

“Historia de la Villa Imperial de Potosí” y “Anales de la Villa Imperial de Potosí”

Conocemos que la fuente principal de estudio para el proceso histórico del Cerro Rico, son las obras de Bartolomé Arzans de Orsua y Vela: “Historia de la Villa Imperial de Potosí” y “Anales de la Villa Imperial de Potosí”, escritas en el primer tercio del siglo XVIII, que reflejan de la visita que hizo el inca Huayna Capac a estos parajes. De cómo combatió con los indios guaraníes que era una nación en el Río de la Plata, la cual descubrió Sebastián Caboto el año de 1525.
Realizando un seguimiento a este personaje, Sebastián Caboto; estudiosos sobre la sierra de plata y el rey blanco, cuenta que durante la primera mitad del siglo XVI, se corrió la voz entre los españoles de que existía una montaña llena de metal plata en el interior del nuevo continente. Esta historia o leyenda se tejió por el uso de objeto en plata que veían en los pueblos originarios de la región.
La leyenda del Rey Blanco y de la Sierra de la Plata se origina con los viajes que hacen por las costas de Sudamérica: Juan Díaz de Solís, Luis Ramírez, Alejo García y Sebastián Caboto.
Con estos hombres comienza la leyenda del rey blanco que vivía en montañas de plata, territorio cercano al inmenso río de la Plata o de Solís. Esta leyenda es una más de todas las que originaron las expediciones a esta parte del continente, todas ellas compartiendo el ideal de encontrar enormes cantidades de oro y plata.
En una carta escrita por Luis Ramírez a sus padres en 1528 que era tripulante de la armada de Sebastián Caboto, da relación de un Rey Blanco cuando afirma: “… vista la gran riqueza de la tierra, y como junto a la dicha sierra había un rey blanco que traía [bar...] vestidos como nosotros, se determinaron de ir allá, por ver lo que era, los cuales fueron y les embiaron cartas. Y que aún no habían llegado a las minas, más ya habían tenido plática con unos indios comarcanos a la sierra, y que traían en las cabezas unas coronas de plata y unas planchas de oro colgadas de los pescuezos y orejas, y ceñidas por cintos…”
Los guaraníes realizaron grandes emigraciones hacia las tierras incaicas del Perú con ánimo de conquista, pero fueron expulsados. Testimonia Arzans, que los guaraníes eran gente guerrera, traidora y soberbia, éstos llegaron al Perú e hicieron grandes destrucciones en las provincias, algunos volvieron a su lugar de origen, pero quedándose otros entre las sierras haciendo siempre grandes daños en las tierras de los Charcas, Porco y Chichas, donde se avecindaron y poblaron, pero, expulsados por el inca Huayna Capac. Con un numeroso ejército de 4.000 soldados, combatieron a los guaraníes: “Estaban los guaraníes bien prevenidos y así no rehusaron 3,000 aventajados combatientes de salirles al encuentro, y se portaron con tal valor que mataron 200 de los del inga. Huyeron llevándose la noticia los que quedaron, de que indignado el rey partió al punto con diestros capitanes, y aunque le resistieron los enemigos al cabo fueron deshechos y muertos más de 6,000 guaraníes; los pocos que quedaron huyeron sin parar hasta meterse en las montañas de los Charcas. Recibió Cantumarca muy gozoso a su rey Huayna Ccápac y le hicieron grandes fiestas por sus victorias”.
Los guaraníes contaban a los españoles conquistadores que muy al occidente estaba la riquísima tierra, dominio del Rey Blanco, en donde había una gran sierra de plata (no rica en plata sino maciza) ríos de oro y maravillas inexpresables. Los súbditos del Rey Blanco llevaban coronas de plata en la cabeza y planchas de oro colgadas al cuello. Muchos exploradores españoles fueron deslumbrados por las constantes noticias que daban los indios sobre la sierra de la plata y del imperio grandioso que se hallaba hacia el occidente desconocido.
Alejo García, junto con otros náufragos e indios partió desde Santa Catalina en busca de la sierra de la plata, atravesando en su camino la Mata Atlántica y el Gran Chaco hasta finalmente llegar a la región del Altiplano, en los dominios del Rey Blanco, cuyo trono estaba completamente ornamentado en plata. Al retorno, Alejo García y los demás europeos murieron en el camino, tras ser emboscados por los indios payaguas. Los pocos tupiguaraníes que lograron salvarse contaron lo sucedido, exhibiendo algunos trozos de plata que habían obtenido del imperio del Rey Blanco.
En 1534 el rey de España autorizó a don Pedro de Mendoza a "conquistar y poblar las tierras y provincias que hay en el río de Solís que algunos llaman de la Plata". Con catorce navíos y unos mil doscientos hombres, fue por aquel entonces, la expedición más importante y numerosa que hubiese salido desde Europa hacia América, dando prueba de las fabulosas riquezas que se pretendían conquistar. Finalmente todas las expediciones ingresadas por ésta vía -el sur- concluyeron en continuos fracasos.
Esta leyenda impulsó el descubrimiento y colonización del Cerro Rico de Potosí. Por el norte se avecinó Francisco Pizarro ingresando al imperio incaico en 1532 conquistó Cajamarca. Años más tarde los españoles moradores de estas tierras del Perú comenzaron a descubrir varios minerales de plata, entre éstos el año de 1543 descubrieron las minas de Ccolque Porco, que eran de las que trabajaban los incas.
Continuando con los descubrimientos de los ricos metales, anoticiados del descubrimiento de plata en el Cerro Rico por el indígena Diego Huallpa, al mando de Juan de Villarroel, Pedro Cotamito, Diego de Centeno, Francisco de Centeno y Luis de Santandia, tóman la montaña de plata un 1º de abril de 1545.
Por Cédula Real de Carlos V en 1547, le concede el título de fundador al primero de los nombrados, por haber remitido (que fue el primero que después del indio Huallpa descubrió el Cerro) al emperador 12.000 marcos de plata, que fueron los primeros que allá pasaron sacados de la veta Descubridora.
Corrió la noticia por todo el Perú y de todas partes acudieron a explotar riquezas del gran Cerro Rico o Sumaj Orko, ya la fabulosa sierra de la plata se constituyó en el núcleo de la economía virreinal. Potosí fue la obra de la fiebre de riqueza de los conquistadores, desde que se corrió la voz de que muy al occidente estaba la riquísima tierra, dominio del Rey Blanco, en donde había una gran sierra de plata (no rica en plata sino maciza),
Actualmente se considera que la leyenda de la Sierra de la Plata se basó en el Cerro Rico de Potosí, que fuera descubierto por los españoles procedentes del Perú en 1545.
*Miembro de la Sociedad Geográfica y de Historia Potosí

Grabado

6 comentarios:

  1. los salvajes europeos destruyeron en el paraiso con su choloniaje barbaro, hediondo y repleto de lesa humanidad... destruyeron el paraios, hoy en dia, esa administración hitleriana, se llama europa de los reyes medievales y chorizos que aun siguen administrando a la europa de los pueblos atrapados... una verguenza de la humanidad

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