domingo, 6 de enero de 2019

Algunas novedades para que la lectura nunca falte en este 2019

Literatura, historia, ensayo, economía, educación, política. La lista de géneros es diversa y la producción no se detiene. Son libros que esperan por lectores, son las novedades que las editoriales y los autores anuncian para este 2019. ¿Qué es lo que nos tienen preparado para el nuevo año? En esta nota presentamos algunas de las propuestas confirmadas y algunas que se están cocinando en libros nacionales y del exterior. El Cuervo sigue apostando por lo literario, pero también toma atención a otros géneros, como el ensayo y la crónica.

El director de la editorial, Fernando Barrientos, indicó que abrirán el año con la segunda edición del libro de cuentos Nuestro mundo muerto, de la escritora cruceña Liliana Colanzi. La nueva entrega de estos relatos fatídicos, atravesados por el presagio, saldrá este mes. Asimismo, este año iniciarán una colección de ensayo. Inicialmente, se publicarán los tres primeros números de esta entrega.

Barrientos también anuncia el cuarto libro del periodista y escritor vasco Álex Ayala, titulado Ser payaso es cosa seria. Anteriormente, Ayala publicó Los mercaderes del Che, La vida de las cosas y Rigor Mortis con la misma editorial. Ricardo Serrano, director de El País, confirma que se centrará en ensayos y reedición de libros históricos, como ocurrió en el año que se acaba de ir con Viaje en el sur de Bolivia, del naturalista francés Hugues Weddell, que recorrió el país a mediados del siglo XIX.

La obra se publicó por primera vez en español y fue una de las más leí- das de la editorial en 2018. Si bien todavía no tiene definida completamente la oferta literaria 2019, el Grupo Editorial La Hoguera cumple 30 años y quiere ofrecer algo especial.

Por el momento ya está trabajando en algunos títulos, como Uma y el vuelo fantástico, de la tarijeña Mariana Ruiz Romero, que suma esta obra a su exitosa saga de ocho cuentos infantiles. Es la historia de Uma, un pequeño niño que viaja por Bolivia para cuidar de la flora y la fauna. También proponen Hola, extraña, a cargo de Florencia Squillacioti Schuab. Es una novela juvenil corta en la que, a través de mensajes de WhatsApp, cuenta la vida de una adolescente que le gana al acoso escolar. Es la ópera prima de esta escritora de 18 años. El libro se presentará el 12 de febrero.

Antes, el 8 de febrero, se presentará Profes fuera de la caja, de Claudia Vaca. Es un manual para que los maestros se inspiren para trabajar fuera del recinto escolar. El libro cuenta con la participación de Pablo Carbone, Daniela Bolívar y Valentina Bacherer.

La Hoguera también apuesta por la diversidad de géneros y temas, ello se refleja en Cien preguntas básicas sobre derecho tributario, a cargo de los abogados Martín Zambrana y André Aguilera. De igual, manera la escritora Paula Bendict de Bellot presentará un libro para niños que todavía no tiene título definido, mientras que Alfonso Cortez está preparando un libro de cuentos para jóvenes. La editorial presentará en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz las obras ganadoras del III Concurso Nacional de Literatura para niños Abrapalabra y para jóvenes Puraletra (dos libros).

Actualmente el jurado está revisando los trabajos. Y seguramente, como ha ocurrido el año pasado, publicarán también a los finalistas. Plural Editores presenta como novedades La vida política del meme, de María Teresa Zegada y Marcelo Guardia. El libro explora las interacciones digitales en Facebook en la coyuntura política desatada tras el referéndum del 21-F. En poesía cuentan con Cerro, de Juan Cristóbal Mac Lean y Lo distante, de Juan Carlos Orihuela.
La Biblioteca del Bicentenario de Bolivia continuará este año con las nuevas publicaciones del catálogo de 200 obras fundamentales del país

Plural auspicia por cuarta vez consecutiva la antología del Festival Internacional de Poesía. En coedición con Ceres, de Cochabamba, aparecen dos nuevos títulos: Conversiones, obra colectiva de cinco autores, y Chicha y limonada, las clases medias en Bolivia, con ensayos de seis analistas sociopolíticos. Asimismo, la editorial reúne la crítica cinematográfica de Mauricio Souza en Después de Sanjinés.

Una década de cine boliviano (2009 -2018). También publicará en tres volúmenes la serie Santiago Blanco, de Gonzalo Lema. Es una reedición de sus novelas, que incluye una breve biografía literaria del personaje en colaboración con Luis ‘Cachín’ Antezana. En coedición con FES y la UCB llegan Los desafíos del desarrollo productivo en el siglo XXI.

Diversificación, justicia social y sostenibilidad ambiental, editado por Fernanda Wanderley y José Peres-Cajías.

También entregan la cuarta edición de la Guía de La Paz, de Jorge Siles Salinas, editada por Pedro Pablo Siles Rolón. Este mes aparecerá El pensamiento de Adela Zamudio, de Virginia Ayllón; Estudios econó- micos de la expansión estatista, de Óscar Olmedo; los cuentos de José Antonio Valdivia reunidos en La balada del hombre común; el poemario Multiplicación del sol, de Benjamín Chávez y Formas de ver el cine latinoamericano, de Keith Richards. La editorial 3.600 empezará el año con dos libros, que serán presentados en la segunda quincena de enero, uno es Monstruos y obsesiones, de Rudy Terceros (dos veces ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil), que incursiona en literatura para adultos con un libro de cuentos de terror.

El otro libro es un poemario del chuquisaqueño Gabriel Salinas: La poesía es una morada absurda. El director de 3600, Willy Camacho, señaló que en 2019 publicarán la novela de Centa Reck Abril y un libro de Claudio Ferrufino-Coqueugniot, el último de la obra completa del autor cochabambino (premio nacional de novela) radicado en Estados Unidos. Como parte del sello El hado propicio saldrá Planeta musical, de André Tejerina; una novela de Milován España y el poemario del beniano Wilder Molina Animales invadidos. Camacho indicó que continuarán con su proyecto Tinta Fresca, que consiste en emparejar a tres autores noveles que no hayan publicado antes narrativa con tres narradores consagrados. “El año pasado salió el proyecto piloto y este año se lo quiere consolidar. Las parejas son Wilmer Urrelo (premio nacional de novela 2008) con Pedro Sánchez, escritor cochabambino que tiene un poemario publicado; Mauricio Murillo (premio Franz Tamayo) con Renate Eiffel, de 16 años, que ha escrito una novela de buen nivel y, por último, Camila Urioste (premio nacional de novela 2017) con el cruceño Tito Salda- ña”, informó Camacho.

En abril saldrá la edición conmemorativa de los 15 años de Periférica Blvd, de Adolfo Cárdenas; además, se publicará la obra cuentista del autor paceño.

La Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) continuará este año con las nuevas publicaciones del catálogo de 200 obras fundamentales del país. La BBB vendió el año pasado, a escala nacional, 19.786 títulos, de los cuales los más solicitados fueron Antología de la literatura infantil y juvenil, de Isabel Mesa; Historia de la rebelión de Tupack Catari 1781-1782, de María Eugenia del Valle; y Diario del Che, de Ernesto Guevara. Uno de los títulos que se anuncian para 2019 es Añejerías paceñas, tradiciones que aparecieron en El Diario en los años 20 y fueron publicadas en 1930.

jueves, 3 de enero de 2019

Tres días Homenaje a Víctor Hugo Viscarra

Tres días de Ch’aqui es el título del homenaje a Víctor Hugo Viscarra, realizado por escritores y conocidos.

El homenaje inició ayer, fecha que se recordó el natalicio del escritor, con una visita a su nicho, continuará hoy en el Café Arte - Sultana y terminará mañana con una sesión de cuentacuentos en el espacio MikoArt Gallery.

"El segundo día (3 de enero) será una charla con algunos escritores que lo conocieron y una exposición de fotografías con la temática de los libros de Victor Hugo Viscarra así también con bebidas especiales inspiradas en este mítico escritor que será en el Café Arte-Sultana desde las 18.00 horas", según información de Café Arte Sultana.

Viscarra nació el 2 de enero de 1958 y falleció el 24 de mayo de 2006, fue un escritor y cuentista destacado. Entre sus libros están: “Borracho estaba pero me acuerdo”, “Ch'aqui fulero”, entre otros.

miércoles, 2 de enero de 2019

La historieta boliviana este 2018



Para hacer un balance del año que ya acaba, dividiré el panorama en tres: por un lado, los lectores y público; por otro, los autores y editores y, finalmente, los gestores culturales. Para los primeros, este año es uno donde se afianza más el noveno arte, con cada vez más oferta que aprovecha muy bien el boom producido por las películas que cada pocos meses se van estrenando, situación que ha facilitado que librerías y tiendas especializadas se diversifiquen y como resultado tengamos la posibilidad no solo de acceder a títulos de superhéroes, sino a historieta de autor y novelas gráficas de todo género y calidad. También ha sido un año interesante para el público, respecto a los eventos: en Santa Cruz, la Comicon dista mucho de ser un evento excelente, pero apunta a convertirse en un referente nacional. La Semana Cómic este año anunció a autores de los que un par no asistieron y cuyo desarrollo se podría calificar como discreto.

El Overload, de Cochabamba, es sin duda alguna el evento más grande, mejor organizado y más amigable con la historieta, contando desde hace unos años con el Artist Alley o Pasaje de los Artistas, donde el público accede a material nuevo y variado, es el evento donde la mayoría de nuevas publicaciones se presentaron, constituyéndose en referente también para los que producen cómic nacional, una fiesta inmensa donde confluyen otras expresiones como los videojuegos, el cosplay y hasta el k-pop.

La realización con éxito tanto del Cómic en 24 Horas, evento mundial que invita a los autores a realizar 24 páginas de cómic en 24 horas continuas y La Fiera, Feria de historieta e Ilustración, en predios del Centro Cultural Brasil- Bolivia, dan cuenta de que el público apoya a los eventos que proponen cosas interesantes, junto a la Feria del Libro de La Paz, fueron los eventos más concurridos este año y donde más publicaciones nuevas se presentaron.

Para los autores ha sido un año regular. Destaco a Crónicas #3, que incluye historias de varios colegas ya establecidos y que representan el nuevo rostro de la historieta boliviana, como Salvador Pomar, Andrés Montaño y Armin Castellón; Haters #3, de los hermanos Juan Carlos y Felipe Porcel, que a través de sus tiras autobiográficas nos acercan a sinfín de referencias del mundo de la cultura pop, cine, Tv, juguetes, etcétera. Y el volumen recopilatorio Comunidad de Delirios, cuyas más de 180 páginas nos presentan el trabajo de varios autores debutantes, egresados del curso de narrativa gráfica de Santa Cruz.

Hubo más publicaciones, pero nombro aquí las que me parece que responden afirmativamente a la pregunta que me hago a la hora de darles una especie de calificación: ¿Regalaría a alguien este cómic, se lo recomendaría? Como balance general, si bien los autores han migrado de plataformas para difundir sus obras, afortunadamente no han mermado en lo absoluto en cuanto a producción, este año se produjo bastante y, sobre todo, con mucha calidad.

Quiero destacar el trabajo de los gestores culturales, sin los cuales, se tendría un movimiento con menos fuerza y menos posibilidades para que los autores lleguen al público. Marco Tóxico y Joaquín Cuevas organizan desde este año La Fiera, Feria de Historieta e ilustración, un evento que aglutinó a varios autores nacionales y extranjeros en tres días de charlas, talleres y una feria que tuvo un importante movimiento comercial. Armin Castellón se echó al hombro el trabajo de organizar con éxito la edición de este año de 24 Horas de Comic, evento del que salieron un puñado de obras publicadas en internet y entre las cuales se premió con una tableta digital a la mejor de acuerdo a un jurado calificador. El Centro del Cómic del espacio Simón I. Patiño, C+C, este año presentó sus nuevos predios donde los lectores tendrán más comodidad y espacio en un punto de lectura gratuita que tiene un lugar ganado en nuestros corazones.

El grupo de autores en Santa Cruz que es coorganizador junto al Centro Simón I. Patiño de la Semana Cómic tiene además el mérito de crear el primer curso intensivo de narración gráfica y además dotarla de reconocimiento a través de una universidad local. Los alumnos de este curso egresan con los conocimientos necesarios para elaborar historietas y sus trabajos son presentados en forma impresa así como en exposiciones, lo que inyecta nueva sangre al panorama nacional de autores. Por último destaco a Pablo Cildoz, incansable editor de Pseudogente que, además de editar a autores nacionales, asiste no solo a las ferias más importantes del eje troncal, sino que lleva material a ciudades como Sucre, Tarija, Potosí, Oruro e incluso fuera del país, llevando el material que de otra manera no llegaría a nuevos lectores.

Para finalizar, el Concurso de Historieta de La Paz y el Premio Eduardo Abaroa tuvieron obras de muy buena factura, ambas esperan su publicación en los próximos meses.

Apuntes sobre procesos poéticos publicados en 2018



Ni la cronología de las publicaciones ni el alboroto de la publicidad, simplemente la permanencia de las imágenes poéticas en mis pupilas y sus resonancias en mis oídos han incitado la escritura de estos apuntes sobre poemarios publicados en 2018:

Clara de Bernardo Paz canta el recorrido de voces en búsqueda de sí mismas y sabe del arte de trazar senda para emprender camino. El poema presenta el camino como reflejo de uno mismo; entonces transitar un camino, al igual que hace un árbol o un molino, no es dejarlo. Clara, sin desplazamiento o traslado alguno, recorre un camino tapando la luz. En la oscuridad, el vacío la corona y ante él se despierta un deseo, un brío de existir con otra voz, en otra voz. Adentrándose en el camino, otra voz, acaso reflejo de la voz primera, vislumbra una luz que la empuja a ver todo lo extraviado en la oscuridad; entonces se halla a Clara fragmentada y creyente. Se la muestra presa de la oscuridad, representada ésta por un perro negro, cuervo o gato tuerto. La oscuridad-perro aúlla y proclama ser complemento, significado faltante.

Queda entonces hacer un trato con ella: “te entrego a Clara si te entregas”, se escucha decir. Entregarse a la oscuridad es entregarse al vacío. ¿Por qué el poema nos devuelve una y otra vez al vacío? Ahí se encierra una imagen sobre el proceso de creación poética: una existencia frente a la página en blanco, una existencia que se mueve sin trasladarse de lugar, atraída por la luz que desprende la página, construye un abismo para caer desbarrancada.

Cerro de Juan Cristóbal MacLean invoca a la inmensa prominencia de tierra, piedras y sus habitantes. El cerro es el custodio de la memoria; guarda desde la mirada de algún dios que se hizo mito hasta la de un artista que se hizo trazo. El cerro se presenta a la voz poética desde siempre y su permanencia eterna provoca la disolución de fronteras temporales y existenciales. De pronto, la voz poética no sabe si el cerro es aquel que vio en su infancia o es un sueño o es que ha tomado su mirada; no se sabe si la imagen del cerro que se forma en su pupila es idéntica a la que tiene el perro muerto que lo habita. Se sabe del cerro que fue caminata del padre, que su sombra lo acompañaba a casa y que sus quebradas fueron heridas incurables. Se sabe del cerro que fue acompañante de la madre, ahí cuando no existía consuelo, que se fue con él a oscuras al consumirse el cigarro. Del cerro se sabe que se repite en tintas y pupilas y que su atemporal presencia respira pensamientos metafísicos.

Maquinería de Valeria Canelas canta y cuenta sobre la máquina del lenguaje, de cómo éste nace del cuerpo y su memoria, y se hace narración, argumento, artificio. Ahí, cuando la intuición guía ante el vértigo, se enciende el mecanismo del lenguaje y primero se nombra, pero cada nombre es un desierto que se habita y se desconoce, que se afirma y se niega. Cuando las cosas se nombran de nuevo se abre una posibilidad de mundo y se intuye un viaje con finales alternativos. Pero la memoria nos lleva siempre al pasado para transparentar las intenciones del lenguaje y hacer rutina con sutiles variaciones. Sin embargo, la sonoridad del lenguaje, la resonancia del nombre, “el sonido de la llama antes de la palabra incendio”, evoca el tiempo sin correspondencias, cuando habitábamos el abismo sonoro y había palabras con posibilidad de hoguera. En ese abismo se genera el poema, que puede abrir el significado de una palabra: un prendedor, por ejemplo, cual animal embalsamado, metido accidentalmente en una lavadora, gira y gira, gritando, evocando toda tortura.

Finalmente, el poemario De los estados, su ánimo de Marcia Mogro habla sobre el hechizo del lenguaje que deviene en escritura, de cómo el artista deambula por palabras dispersas que demandan un comienzo. La imagen de una casa vacía, erguida en un acantilado y cercada de obstinada bruma es el inicio del encantamiento de la palabra. Ahí, se reinstala el silencio a través del golpe de las olas contra el acantilado y se activa el carácter asombroso de las cosas. Pero estar en la casa es también vivir el desvarío de las tonalidades del atardecer, es rumear con el corazón fragmentos de textos y acostumbrarse a un idioma esencialmente inútil. Habitar el encantamiento de la palabra es en apariencia cautivador: el poeta vive con la angustia del posible desbordamiento de la memoria, de los objetos, de los papeles, de los recovecos, vive encaramado en un acantilado con intenciones crepusculares sobre el mar embravecido.