sábado, 31 de enero de 2015

Salió libro sobre el Tata Ck’ajcha

En el patio de la Alcaldía ayer se cumplió el acto de presentación del libro “Bajada del Tata Ck’ajcha, el Carnaval Minero”, material que tiene como autor al historiador potosino Walter Zavala Ayllón.
Zavala dijo que se presenta el libro estando en la antesala de un acontecimiento cultural importante que inicia la fiesta del carnaval en todo el país.
Recalcó que la bajada del Tata Ck’ajcha viene desde tiempos de la colonia y se vive durante la República. No es un acontecimiento reciente y es citado por autores anteriores.
Explicó que el material servirá para la difusión de una fiesta costumbrista y tradicional de la familia minera y está relacionada con otras iniciativas que nacieron en Potosí como el sabroso y dulce confite y la famosa t’inka o regalo de la fiesta.
Afirmó que en el libro se encuentra la historia del Carnaval Minero que es organizado cada año por la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí.
El alcalde de Potosí, Remberto Gareca, felicitó al autor del libro que escribió sobre un acontecimiento único que da principio al carnaval en Bolivia y que muestran las costumbres y tradiciones de los potosinos.
El libro tiene tres partes, la primera se refiere al origen del Carnaval Minero, el Tío de la mina y los Tata Ck’ajchas; en la segunda relata sobre las Cooperativas Mineras y sus antecedentes históricos y en la tercera se halla los datos de los trabajadores mineros,el sacrificio de la llama y las supersticiones del folklore popular.


En las tierras del Potosí

Está en tus manos unos de los mejores libros que se han escrito en mi tierra.

Tú, por cierto, la conoces, lector amigo, esa tierra, no seas sino de oídas, pues se trata de la del Potosí, que tus lecturas, las charlas con los suyos, las tradiciones, te han dado a admirar, pintándola como tierra de promisión, y en la que, en momentos de abandono, o necesidad, o capricho, o ambición, o amartelo, has pensado quizás...

Y es de la gloriosa tierra del Potosí que en este libro se habla, gloriosa para ti, español, donde los mejores de tu raza, obligando a soterrarse en el fondo de la minas a hijos de reyes y de príncipes, fueron ¡hay! duros... Y verás que no tiene los encantos que la imaginación le presta, ni es llana la vida en ella, pues se vive no más que mirando un cielo casi siempre azul y sin gozar de otros tesoros –al decir que un gringo– que de plata y piedras...

viernes, 30 de enero de 2015

Barrientos publica La desaparición del paisaje

El escritor cruceño Maximiliano Barrientos publica su nueva novela La desaparición del paisaje, editada en España por Periférica. La obra saldrá a la venta el próximo 9 de febrero.
"Ya salió de la imprenta La desaparición del paisaje. En unos días más estará en librerías españolas. En unos meses estará en algunas librerías latinoamericanas”, adelantó Barrientos a través de su cuenta de Facebook.
La obra forma parte de la colección "Largo Recorrido” de Periférica. "El protagonista escapó de Bolivia porque su madre había muerto cuando él era niño y porque comprendió que irse era la única vía de no convertirse en su padre, un violento alcohólico que trataba de sobrevivir a la muerte de su esposa. Tras años erráticos en USA vuelve a su ciudad, donde tres mujeres suponen en el presente todo lo que fue su pasado” se lee en una parte de la sinopsis de la novela.
Barrientos nació en Santa Cruz en 1979. Es uno de los escritores latinoamericanos más relevantes de su generación. Publicó obras como Los daños (2006), Hoteles (2007) y Diario (2009).

Trabajadores se declaran en paro Conflicto en Biblioteca Municipal


Nelson Antezana, director Biblioteca Municipal.

La mañana de ayer las actividades de la Biblioteca Municipal fueron suspendidas, debido a la protesta de una decena de trabajadores que se declararon en paro pidiendo la destitución del titular del área, Nelson Antezana, por supuestos actos de discriminación.

Por su parte, Antezana aseguró que las acusaciones en su contra son infundadas y no descartó que existan intereses políticos por detrás.

La Biblioteca Municipal, que fue donado por la familia de la poetisa Yolanda Bedregal, ayer se encontraba con las puertas cerradas y muchos lectores se vieron sorprendidos al evidenciar aquel panorama.

“Las personas de la tercera edad acudimos a la Biblioteca Municipal, la gente que atiende ahí es gente especializada (…) Nosotros no queremos que ningún funcionario se vaya (…) Nos sentimos perjudicados, el único entretenimiento que tenemos nosotros es la lectura, nos sentimos huérfanos, la gente está apostada en las puertas”, indicó la señora Deysi Ceballos, una lectora asidua que ayer no pudo ingresar a la biblioteca.

PROTESTA

Brenda Dávalos, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Paz, quien se encontraba junto a un grupo de 30 bibliotecarios en puertas de la Biblioteca Municipal Andrés de Santa Cruz, dijo que el actual director mostraba actos de discriminación, maltrato psicológico y acoso laboral.

“Nosotros estamos haciendo la defensa laboral de todos los trabajadores, su demanda es que el señor Nelson Antezana ya no sea jefe de este lugar, si quieren las autoridades se lo pueden llevar a otro lugar (…) pedimos la estabilidad emocional de los trabajadores de la Biblioteca Municipal (…) que nadie venga con sus abusos de poder”, expresó Dávalos.

FALSO

Por su parte Antezana, a quien acusaron los bibliotecarios, manifestó su asombro al ver el grupo de funcionarios que protestaba en puertas del edificio, quienes no lo dejaron ingresar hasta su oficina. Aseguró también que las acusaciones son falsas y que el trabajo que realizó en la Biblioteca, como la implementación de internet wi-fi, reposición de préstamos de textos, entre otros aspectos, hablan de su trabajo.

No descartó la posibilidad que aquel movimiento de funcionarios municipales sea político, considerando que semanas atrás funcionarios ediles también se movilizaron para mantener sus fuentes laborales. Aclaró que su persona no es militante de ningún partido y que tomará acciones legales que corresponden.

jueves, 29 de enero de 2015

Sale libro sobre la Nación Chichas

En la sala de conferencias de la Casa Nacional de Moneda, ayer se realizó el acto de presentación de una nueva obra literaria del escritor tupiceño Max Reynaga Farfán titulado “Senderos de Libertad”.
El material tiene 72 páginas a todo color y está dividido en siete capítulos con los títulos aspectos generales; definiciones étnicas, tierra y territorio de la Nación Chichas; medios de producción e intercambio de los Chichas; rasgos y características del indígena de la Nación Chichas y los aymaras y quechuas en los Chichas.
El autor del libro hizo una explicación del contenido de la obra en sus diferentes capítulos referidos a diferentes temas de la historia de los Chichas y relató los acontecimientos más trascendentales en torno a las acciones de la población de la región que actuaron para lograr la independencia de Bolivia.
Dijo que por los sucesos de la historia, el aporte de Suipacha a la revolución y lo hecho en Tumusla, debería crearse una ley que declare a la región como la Ruta de la Independencia.
Reynaga es conocido por ser fundador de la Asociación de Historiadores, Investigadores y Artistas de la Nación Chichas y actualmente es director de la Productora de Investigación Cultural y Turística “Huellas Chicheñas”.
Es autor de varios libros, entre ellos “Identidad y patrimonio de la región de los Chichas”, “Los Lípez y su patrimonio”, “Atocha fortaleza minera del sud”, “Turismo de aventura” y “Bicentenario de la Gloriosa Batalla de Suipacha”.

miércoles, 28 de enero de 2015

MELTING POT BOLIVIA implementa una biblioteca gastronómica

Más de 260 libros esenciales en gastronomía están contenidos en la Biblioteca Referencial de Gastronomía que Melting Pot Bolivia abrió en instalaciones del restaurante Gustu para ofrecer material de consulta a los alumnos de sus escuelas de comida Manq’a y Gustu.
El espacio bibliográfico cuenta con los libros esenciales de la carrera culinaria. Fue construido poco a poco, de manera laboriosa y constante, y hasta el momento contiene alrededor de 260 títulos, señala una boletín informativo de Melting Pot Bolivia.
. El objetivo es, día a día, incrementar el número de textos a través de donaciones provenientes de prestigiosas personalidades del quehacer culinario a nivel mundial que comprenden y apoyan la labor que Melting Pot desarrolla en Bolivia, continúa la nota informativa.
La Biblioteca Referencial de Gastronomía es una obra en desarrollo que necesita seguir creciendo; por ello, Melting Pot Bolivia solicita el apoyo de las personas interesadas en respaldar esta iniciativa a través de la donación de libros de gastronomía, "pues cambiar el mundo a través de la comida es posible si todos trabajamos juntos”.
Melting Pot Bolivia es una organización sin fines de lucro creada en noviembre de 2012 con el objetivo de revalorizar y difundir la biodiversidad, la riqueza productiva y el potencial de la cultura culinaria boliviana para hacer de ella una fuente de dignidad y orgullo para los bolivianos.
El primer proyecto de Melting Pot en Bolivia fue la apertura de la Escuela Gastronómica Gustu, dedicada a formar gratuitamente a jóvenes bolivianos en todas las áreas de la gastronomía, dándoles la oportunidad de estudiar, capacitarse y recibir entrenamiento profesional en el Restaurante Gustu.
Su objetivo es brindar a estos jóvenes las habilidades y conocimientos necesarios para iniciar sus propios negocios.

Saldrá el libro de la Bajada del “Tata Ck’ajcha”

El viernes 30 de enero a las 10:30, en el patio de la alcaldía se presentará el libro “Bajada del Tata Ck’ajcha, el Carnaval Minero”, texto que relata e informa sobre la tradicional fiesta de la familia de los trabajadores de interior mina.
El libro es una relación de la historia de una de las manifestaciones culturales y folklóricas única en el país, legítima y auténtica por sus características propias del calendario festivo que nace en torno al Cerro Rico de Potosí. El autor del libro es el historiador Walter Zavala Ayllón.
Se anunció que el libro es un aporte literario a la conocida fiesta que cada año viven los trabajadores mineros y que cada vez crece por la participación de las cooperativas de la ciudad y el área rural.
En la primera parte se encuentra los datos sobre los carnavales de Potosí, el origen del Carnaval Minero, cuándo y cómo empezó esta fiesta, el Tío de la mina en el folklore potosino, los Tata Ck’ajcha, los compadres del carnaval y el carnaval minero como Patrimonio Cultural Inmaterial del Departamento y el Municipio de Potosí.
En la segunda parte se puede saber sobre las Cooperativas Mineras y sus antecedentes históricos y la lista de cooperativas con los nombres de sus presidentes y fechas de fundación.
En la tercera y última parte se halla los datos de los trabajadores mineros y el mundo externo, el sacrificio de la llama para la mina y los insultos y supersticiones como parte del folklore popular.
El lector podrá saber más en diferentes páginas de las costumbres de los potosinos como las conocidas T’inkas que se entregan con confites, serpentina y mixtura a los fiesteros en el día de compadres y comadres o las ch'allas con bebida, la coca y los sabrosos cigarrillos artesanales conocidos como ph’iltunchos.

PEDRO SUSZ PRESENTA NUEVA PUBLICACIÓN SOBRE CINE

El crítico Pedro Susz presentará un nuevo aporte a la producción local especializada sobre cine, mañana en un acto a realizarse en la sala Luis Bazoberry. de la Cinemateca Boliviana, a las 19.00.

Editada por Plural la obra, que lleva por título 40/24 Papeles de cine, recoge en cuatro volúmenes una selección de textos escritos y, la mayor parte de ellos, publicados en distintos medios del país y del exterior a lo largo de cuatro décadas por Susz, quien abarca un amplio espectro temático relativo a la materia.

Incluye escritos inéditos y, en algunos casos, no divulgados anteriormente en el país.

Los volúmenes comprenden:

Cine Boliviano-Cine y Teoría en América Latina; Críticas 1973-2002; Críticas 2003/2014: Escuelas, Tendencias, Teorías; y Directores: Realizadores-Realizaciones.

Contenido. En los cuatro volúmenes, Susz se remonta a sus inicios como crítico en publicaciones argentinas, a comienzos de la década de los 70, para llegar a sus reseñas más recientes. "No ha sido tarea sencilla seleccionar los escritos ahora reeditados o editados por primera vez" –anota el autor en el prólogo–. La selección abarca ensayos acerca de corrientes, escuelas y directores, entre otros, además de una extensa selección de críticas, agrupadas en varios casos en orden cronológico.

martes, 27 de enero de 2015

Convocan el Premio de Novela Equis 2015

La revista Specimens-Mag y Suburbano Ediciones, ambas con sedes en Estados Unidos y la editorial boliviana El Cuervo lanzaron la convocatoria para la segunda edición del Premio Internacional de Novela Contemporánea Equis 2015, que entrega $us 1.000 al ganador, además de la publicación de su texto.

Los interesados en participar del concurso pueden ver las bases en www.premioxdenovela.com. En su primera versión, el ganador resultó ser el argentino Nicolás Méndez, con la novela titulada Cómete a ti mismo.
Entre los puntos importantes de la convocatoria están que la extensión máxima del texto no debe sobrepasar las 180 páginas; los autores que envíen sus textos no deben haber nacido antes de 1970.

La fecha límite para la entrega de los trabajos es el 25 de mayo de 2015. El nombre del ganador se conocerá la primera semana de octubre

Sacan libro de Carnaval de Diseños Mónica



Diseños Mónica de Oruro presentó su nueva revista con propuestas novedosas sobre moda, que muestra una variedad de vestidos y disfraces que creó para el Carnaval de Oruro. La propietaria y comunicadora de Diseños Mónica, Mónica Siles, comentó que la publicación no solo presenta diseños de ropa para mujeres de todas las edades y trajes de folklore, sino artículos con contenidos educativos que ayudan a las mujeres en especial.

La revista incluye el catálogo de modas denominado Noches Doradas, sin embargo el plato fuerte de la publicación es el folklore, con flamantes creaciones de ropa para bailarinas morenas y otras especialidades.

Según Siles, Diseños Mónica fue reconocida hace poco en Buenos Aires (Argentina) por la comunidad boliviana que manifiesta su nacionalidad a través del folklore, pero en especial del Carnaval de Oruro.

La revista, desde hace más de una década, es un importante referente sobre diseños de ropa folklórica para morenas, tobas y otras danzas que se bailan en la festividad orureña. El emprendimiento también tiene su lado social: se trabaja con el comedor Santa Ana de Machacamarca, que está dirigido por una orden de religiosas.

Carvalho escribe sobre seres míticos



Ciento siete seres de tradiciones indígenas y de la cultura popular son evocados a través de la pluma del escritor Homero Carvalho en Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia, que se presentará hoy en el Ministerio de Culturas (Ayacucho y Potosí) a las 10.30.

Con relatos poéticos breves, el poeta beniano —columnista de La Razón— describe a personajes de las tradiciones indígenas de Bolivia, como achachilas o jichis, y también a aquellos forjados por la cultura popular, como el Tata Belzu, el Che Santo de Vallegrande o Mariano Melgarejo, convocados desde el más allá en ceremonias.

“En Latinoamérica pareciera que ciertos sectores intelectuales y académicos han relegado la parte de los mitos indígenas a una especie de superstición barata, cuando en realidad los seres sobrenaturales hacen a la identidad de las naciones”, explicó Carvalho, quien creó el libro, motivado por visibilizar la cosmogonía indígena y la cultura popular que caracteriza a Bolivia.

El documento es auspiciado por el Ministerio de Culturas y cuenta con 30 ilustraciones a color realizadas por las artista bolivianas Lara Sabatier, Romanet Zárate y Valia Carvalho. “Tenemos una gama muy rica de culturas nacionales con sus mitos y leyendas. En la publicación se incluyen lugares mágicos como las apachetas y espacios urbanos que son considerados de apariciones, como la Cruz Verde en la calle Jaén”, agregó. Tapados y plantas mágicas también tienen su espacio dentro de la publicación. “Si nos olvidamos de estos seres, algo de nuestra espiritualidad se habrá ido con ellos”, indicó el poeta.

La primera edición de este trabajo vio la luz en 2012 con 80 personajes y tuvo éxito editorial, por lo que el autor decidió ampliar la investigación y llegar a 107. “La gente me pedía que ampliara la lista de los seres. Es un libro con un extensa bibliografía y también con tradiciones orales de lo que me contaban mis abuelos”. La publicación podrá ser adquirida durante la presentación.


Entregan diccionario de la RAE en braille a los no videntes

Con los dedos sobre un texto grueso y largo, el director de Planificación del Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC), Giovanni Patzi, busca en su diccionario en braille la definición de "alocado”.
"Alocado. Aquí están las indicaciones del prefijo alocar- dice mientras desliza sus dedos entre puntos en relieve-, la definición dice que tiene cosas de loco o que parece loco”, lee Patzi en uno de los 87 tomos de la edición en braille del Diccionario de la Real Academia Española. La obra será presentada hoy en la celebración de los 58 años del IBC.
Patzi asegura que ese diccionario, que es el primero de su tipo en Bolivia, beneficiará principalmente a las personas ciegas que estudian en las aulas de educación regular.
"Ayudará a los niños que están en escuelas y en colegios, porque con el texto se volverán más independientes. Hasta ahora no teníamos un texto de esta naturaleza, sólo uno de bolsillo, pero era bien resumido”, afirma.
Añade que por ello la mayoría de las personas ciegas debían pedir ayuda para encontrar la definifición de alguna palabra. Con el nuevo texto ya no habrá necesidad de pedir ayuda a terceros, dice con una sonrisa.
El texto en formato digital fue entregado por la Fundación Once para Latinoamérica (FOA) y su impresión para Bolivia fue financiada por la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.
Según Patzi, el Diccionario de la RAE en braille es el más completo pues cada uno de sus tomos tiene 90 páginas. El texto será distribuido a los cuatro centros de rehabilitación de no videntes del país: en La Paz, Tarija, Cochabamba y Potosí.



El IBC cumplió 58 años el pasado 22 de enero pero su festejo se aplazó hasta hoy para presentar el Diccionario de la RAE en un acto en la Defensoría del Pueblo. "Es un regalo para las personas ciegas afiliadas al IBC”, dice.
El IBC cuenta con 4.709 personas ciegas afiliadas en el país, aunque son más las personas con esa discapacidad. Según el Ministerio de Salud, en Bolivia hay 30 mil personas ciegas.
Patzi añadió que hoy también se dotará a 640 personas ciegas en edad escolar (es decir, hasta los 17 años) textos en braille. "Para los que están en primaria habrá libros de cada área: lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y sociales. En cambio para secundaria habrá textos de literatura universal, e informática”. A ellos se sumará para los jóvenes tres tomos de álgebra en braille.
En el festejo de hoy, el IBC además estrenará una remozada biblioteca con más de 100 libros en braille y con una sala sonorizada. "En esa sala sonorizada se podrá trabajar con los libros hablados, que se pueden oir”.

lunes, 26 de enero de 2015

Cronistas noveles proponen un libro con historias reales

Escribir crónica les ayudó a descubrirse, a aprender a escuchar y a contar historias, pero también a encontrarlas en cada persona, en cada esquina, en cada realidad. Katherin Ávila Tapia, Albanella Chávez, Julio César Choque, Fabio Dabdoub Paz, Rocío Recalde, Margarita Torrico y Miguel Montero Vaca son siete de los 19 participantes del primer Taller de Crónica Periodística, que impulsó la carrera de Comunicación de la Universidad Evangélica Boliviana (UEB). Los talleristas hoy forman parte de Cotidianidades. Historias reales de cronistas noveles, libro que reúne los trabajos que postularon al I Premio Nacional de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado, organizado por la Fundación Cultural Pedro y Rosa.

Fue precisamente esa experiencia inaugural la que motivó a la decana de la facultad de Comunicación y Cultura de la UEB, Martha Paz, para llevar adelante este taller con el objetivo de aportar al enriquecimiento del género periodístico y fomentar el talento de los nuevos cronistas.
Cotidianidades, que se presentará este viernes 30 en el CBA, abre con Tribus de la inquisición, la crónica escrita por el periodista de EL DEBER Roberto Navia Gabriel que ganó la primera versión del premio. También incluye los trabajos de Nathalie Iriarte Villavicencio (La reina de los hornos) y de Luzgardo Muruá (La Paiva, negocio de mujercitas) que recibieron menciones de honor.

Encontrarse
“La crónica se ha convertido en un género que habla por sí solo, pero tampoco puede caminar por su propia cuenta; entonces, un matrimonio entre el periodismo y la universidad hace más vigoroso este trabajo. Hay un talento que está despierto. Me ha dado mucho gusto escucharlos y, ahora que el libro se ha materializado, me da mucha alegría”, afirma Navia, que dio una charla durante el taller, que se efectuó entre enero y febrero de 2014. Navia celebra “que siga existiendo gente que no quiera aburguesarse en su escritorio, que está con muchas ganas de calzarse las sandalias y de ir más allá de las conferencias de prensa”.

Los siete talleristas y artífices del libro concuerdan con Roberto en que la crónica permite muchas cosas al que quiere contar una historia, entre ellas, la oportunidad de encontrar nuevas herramientas para perfeccionarse desde sus respectivos oficios o aspiraciones. Porque entre los autores de las crónicas están no solo periodistas o comunicadores, sino también sicólogos, poetas e incluso estudiantes de Nutrición.

Margarita Torrico resume bien la labor de ella y de sus compañeros al afirmar que todos lucharon por su crónica, la adornaron con riqueza de fuentes, detalles, y lo más importante, la verdad

Reconocido cineasta Jorge Sierra incursiona en la literatura

El reconocido cineasta Jorge Sierra, actual presidente de la Asociación de Cineastas de Santa Cruz (Ascine), productor de famosos documentales y de la exitosa película "El Ascensor", ha incursionado en el mundo de la literatura. Recientemente acabó de escribir su primer libro que tendrá el nombre de "El Código Humano", un proyecto que venía retrasando por diversas circunstancias, pero finalmente logró retomarlo y terminar de escribirlo.

¿Cómo nace el deseo de incursionar en el mundo de la literatura?

J.S.: Este libro es una historia que está conmigo más o menos desde mis nueve años. Desde niño empecé a construir historias que conforme yo iba creciendo y madurando ellas también lo hacían, así pasaron los años y creé muchos personajes fantasiosos. Luego decidí hacer algo serio con esto y me preparé para ello.

¿De qué trata el libro?

J.S.: Esta es la historia de "Ghior Shieva", que pertenece a un mundo denominado la "Ciudad Santa", que forma parte de una era de imperio. Este personaje crece mental y físicamente, además es formado para generar un cambio social que él mismo desconoce que va lograr. La historia cuenta cómo nace, cómo es su infancia, juventud, cómo llega al poder de la Ciudad Santa y cómo le quieren arrebatar ese poder para fines políticos, esa es la lucha de este personaje.

¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo?

J.S.: Cuatro años, la verdad pensé que lo terminaría rápido porque tenía la historia en la punta de los dedos y creí que haber leído tanto, porque yo leo desde mis 8 años, me iba a facilitar la escritura, pero no fue así. Además hay una investigación muy profunda en el libro porque no solo escribí lo que tenía en mi cabeza.

¿En qué se inspiró?

J.S.: En todo lo que me ha rodeado, esto viene conmigo. Desde niño leía muchos libros de ciencia que mi mamá me regalaba, desde el Bing Bang hasta la construcción de los autos más modernos, leía mucho mecánica popular, cosas que entre lo científico y lo fantasioso fueron motivando mucho mi cabeza y fui creando historias.

¿Cuándo se publica el libro?

J.S.: El libro se publica a mediados de abril. La idea es publicar antes de la Feria del Libro. Vamos a tratar de que esté en todas las librerías. No he negociado todavía, pero, por ejemplo, Ateneo ya me ha ofrecido que esté en todas sus librerías del país.

¿Después de este vendrán otros?

J.S.: Por supuesto que sí, escribir me encanta y este es solo el primero de una saga que tendrá entre tres y cuatro partes. De hecho, ya tengo como 50 o 70 páginas escritas del segundo.

domingo, 25 de enero de 2015

Poesía 2014: continuidad de tres caminos poéticos



Quizás es hora de prestar cierta atención a un dato que teniendo un origen meramente periodístico (la costumbre de hacer listas o balances, aunque tardíos como éste) puede traducirse en una alerta ciertamente melancólica. En 2014, de los muchos —como todos los años— libros de poesía publicados en Bolivia los que resultan más interesantes —es decir, capaces de generar lecturas medianamente densas— son aquellos que prolongan trabajos en curso desde hace varias décadas. No hubo novedades ni bajo el sol ni bajo la luna. Pongo a consideración tres títulos que a mi parecer señalan ese rumbo.

La poesía de Juan Carlos Orihuela (1952), por lo menos desde Cuerpos del cuerpo (2000) se está adentrando en un camino de creciente complejidad. Es un camino porque sus poemas-libro persiguen con insistencia ciertas imágenes y su lenguaje en ese transcurso ha ido ganando una elocuencia —si se puede decir así— cada vez más elemental. Fragmentos nómadas (2014) puede leerse, en cierto sentido, como un alto en ese recorrido, como un paréntesis a la vez urgente pero sin duda de los más pausados que es capaz su escritura. El libro está dedicado a Martha Cajías, la esposa del poeta, muerta en octubre de 2012. No es un poema del duelo, sin embargo, sino —como muchos tramos de su obra— un poema de amor. Y hasta una historia de amor que se cuenta y canta desde la absoluta desnudez, desde ese punto, precisamente, al que ha llegado hoy su escritura elemental: “Te urge el agua / ésa que te meció cuando llegabas / la misma que hoy te lava”, le dice en una página. Y en otra: “En los orígenes vegetales de tu vida / un lobo fugitivo escarbó / en el centro de tu cuerpo”. Y al final: “Más temprano que tarde / novia herida / te volveré a encontrar / velando las cicatrices del bisonte mítico / que cruzó tus sueños / y lamió tus manos antes de conocerlas”.

Los libros de Marcia Mogro (1956), desde Semíramis, 16MG (1988), van apareciendo con una regularidad que más que un hecho editorial parece la sucesión de las estaciones de un viaje inexorable. Tal es —como se puede observar a estas alturas— la unidad y la paciencia de su escritura. En 2011 publicó Restos de un cielo partes vestigios fragmentos rastros, un libro que parecía concentrar de un modo casi emblemático toda su escritura. En el paisaje brutal y desolado de los confines de la Tierra —el extremo sur— evoca a sus antiguos habitantes, los selkman, los kawéskar, borrados del mapa y de la historia. Y la escritura de esa evocación denuncia también su propia fantasmagoría, su propia imposibilidad de rescatar esa historia. Solo puede dar cuenta de vestigios, fragmentos, rastros. En Exposición de alto riesgo (2014), Mogro gira su mirada aparentemente al otro extremo: a las minucias de la vida cotidiana, a las rutinas y los quehaceres de todos los días. Y en ese plano, se pone en escena ella misma con nombre y apellido: Marcia Mogro, y sus labores, incluida la poesía. Pero ese viaje a lo doméstico es, verdaderamente, una exposición de alto riesgo, puesto que detrás de cada acto y de la necesidad de nombrarlo se descubre el horror y el terror que contienen las palabras: “desatando desamarrando destejiendo / desbordando / se permite una pasión precipitada / sin cuestionar / el auténtico / legítimo / sentido / de la palabra. TERROR ESTAS PALABRAS CONTIENEN / HORROR”. Un giro de tuerca más en esa obra que sin tregua y descarnadamente va construyendo Marcia Mogro.

Hacia el final del año, Jorge Campero (1953) publicó Bodas de orégano. Campero es ese tipo de poeta que parece que está escribiendo siempre el mismo libro. Salvo Jaguar azul —con el que ganó por segunda vez el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal en 2002—, que gira sobre un solo eje: el mundo y la historia guerrera de los guaraníes, todos sus libros insisten en unos cuantos asuntos que los poemas recogen puntualmente, como anotaciones de un diario o una bitácora. Esos asuntos son, centralmente, la nostalgia de un mundo perdido: para él, un mundo infantil y suntuosamente vegetal que se recrea en los Yungas o en el Chaco. El amor, siempre encontrado y perdido, siempre cantado sin embargo en voz alta, como un bolero a medianoche. Ciertos personajes que hacen de la ciudad lo que es: en el sentido estético de la palabra, un melodrama. La palabra compartida, que es la amistad, que es la poesía, que es la fervorosa bohemia. Bodas de orégano es, una vez más, todas esas cosas. Pero con el tiempo, Campero sabe administrar mejor sus recursos, sabe cobrar cierta distancia y mirar de reojo. Por eso en este libro puede decir, como un guerrero que al fin busca reposo: “Mucha realidad hace daño / Me fui a Ítaca”.

A 130 años de ‘Juan de la Rosa’



El año que se inicia, pleno de esperanzas, se conmemora los 130 años de la publicación de Juan de la Rosa, novela que lleva trazas de eterna vigencia por cuanto el tiempo transcurrido la encuentra en plena lozanía. No en vano escritores de renombre, de la talla de Marcelino Menéndez y Pelayo, Luis Alberto Sánchez, Carlos Medinaceli —junto a otros no menos importantes—, de las más diversas nacionalidades, a su turno apuntaron elogiosos comentarios sobre tan bien redondeada novela histórica.

Aparecida en El Heraldo de la ciudad de Cochabamba, en 1885, es la obra que sin asomo de duda alcanzó el mayor número de reediciones en Bolivia. Su lectura se ha tornado obligatoria en los establecimientos educativos y quizá pocos que sepan leer no la conozcan, aunque —como en todas partes— hay reacios de espíritu que no se atreven a hojear un libro. Juan de la Rosa constituye, pues, la novela boliviana por antonomasia.

A manera de prólogo, el volumen (Los amigos del libro, décima edición, 1969, pp. 320) registra el texto de una carta enviada por el autor al corresponsal de la sociedad “14 de Septiembre” en Caracato, lugar donde está datada la misiva. En ella Juan de la Rosa, ya entrado en años, expresa:

“Con el título que me ha dado mi mujer (última carroña de los tiempos de la independencia) —me he dicho— puedo pedir a la juventud de mi querido país que recoja alguna enseñanza provechosa de la historia de mi propia vida.

“Creo, además, que ha de haber en ella detalles interesantes, un reflejo de antiguas costumbres, otras cosillas, en fin, de que no se ocupan los grandes historiadores”.

En efecto, a la par que ofrece un mensaje de amor al terruño y a la libertad, la novela presenta los módulos bajo los cuales discurre el tiempo en la plácida comarca que fue la Villa de Oropesa y sus campiñas aledañas, en una época que vino a alterar su paz proverbial debido a que hombres, mujeres y niños, en el común afán de edificar una patria sin amos ni depredadores, se alzaron en armas contra las fuerzas que defendían el privilegio ibérico.

Curiosamente, estas Memorias del último soldado de la independencia no proceden de caudillo ni de guerrillero alguno que hubiese pasado a la historia, sino de un pequeñuelo que vivió y creció con la llama del coraje inflamada en el pecho y que jamás supo de deserciones. Juanito era hijo de la linda Rosita, joven criolla que ejercía el oficio de encajera, proviniendo de esta circunstancia el nombre de Juan de la Rosa.

Más allá del aspecto físico, Rosita encarna la abnegación y el sacrificio de una mujer del pueblo que trabaja incansablemente para proporcionar el sustento diario a Juanito, quien no deja de recibir el cariño y la protección necesarios, para hacer de él un hombre de bien.

Si su madre le proporciona lo indispensable en orden a las necesidades materiales, Fray Justo, su “oficioso maestro de lectura”, como él lo llama, le inculca bases sólidas en cuanto respecta a moral y disciplina espiritual. Fue este padre agustino, formado en las aulas de San Francisco Xavier de Chuquisaca, el que habría de explicar al rapazuelo el sentido y los alcances del alzamiento popular del 14 de septiembre de 1810 en la capital del valle. Postulados de avanzada para la época, como la prédica de la igualdad de los hombres, la justicia que debiera regir entre españoles, criollos, mestizos e indígenas, y muchos otros temas inspirados en la palabra cálida y el mensaje humanitario del arzobispo de La Plata, Fray Joseph Antonio de San Alberto, le fueron transmitidos a aquel muchacho de 11 años que empezó a mostrar un interés poco común por la causa emancipadora, entregándose a su servicio en cuerpo y alma sin escatimar esfuerzos.

Juanito durante mucho tiempo desconoce su origen y la vez que inquiere sobre el particular recibe evasivas que lo confunden más. De labios de Fray Justo escucha al fin la noticia que despeja la incógnita, siéndole revelado que es el nieto de Alejo Calatayud, ejecutor de un notable episodio histórico. Rosita muere y el pequeño pasa a depender, en calidad de expósito, de la familia mayorazgal de Márquez y Altamira, cuyos miembros de la noche a la mañana se convierten —por aquellas cosas de los falsos títulos nobiliarios— en los Marqueses de Altamira…

Recluido en su habitación, Juanito sale fuera solo para entrevistarse con Fray Justo, encontrándose al propio tiempo con el cerrajero Alejo, personaje que describe las acciones de la batalla de Aroma, en la que las fuerzas patriotas comandadas por Esteban Arze obtienen la victoria. Motivado por éste y otros comentarios, el menor participa en la resistencia popular del 27 de mayo de 1812. Cochabamba toda, iluminada en el crepúsculo del sacrificio, cubre su faz de gloria al protagonizar sus mujeres la heroica defensa en la colina de San Sebastián.

El relato de las batallas y demás sucesos históricos que acertadamente emplea Nataniel Aguirre para dar forma a la novela en el desarrollo argumental fue tomado de las conversaciones que sostuvo con su progenitor y algunos sobrevivientes de la denominada “guerra de los 15 años”, que culminara el 6 de agosto de 1825. Lo admirable en ello es la manera en que el autor supo plasmar sobre el papel ese cúmulo de información oral, concitando la expectativa de los lectores desde la primera a la última página, en lenguaje sencillo, desbordante en imágenes de la ciudad y el campo que sirven de fondo al devenir de los acontecimientos, y en cuyo escenario principal se mueve un pueblo erguido —en franca rebelión contra la injusticia— en pos casi dramático de un mejor destino.

Hoy en día esta obra novelística que raya en lo histórico no ha perdido un ápice de interés, hecho digno de ser puntualizado —tras 130 años desde su publicación— en un medio donde tan pronto como aparecen se pierden ciertos títulos bajo un manto de olvido y otro de incomprensión.


4 cuentos de Manuel Vargas



Nueva vida

Cómo despachar una vida en menos de una página?...

El caso es que Dayana Marín, por eso de los eternos problemas políticos de su país, tuvo que acompañar a su marido en un viaje tal vez sin regreso. Se establecieron en una tranquila ciudad europea de un rico y pequeño país, donde pudieron escapar de los miedos, la inestabilidad, la muerte. Les acompañaban sus dos hijos pequeños, que apenas comenzaban a balbucear.

A los pocos años, típico también, especialmente entre las familias de exiliados, ocurrió la separación. Él iba, volvía, andaba con otra, tenía, no tenía y finalmente, con una, con otra, volvió a su país de origen.

Pero Dayana no andaba con vueltas. En primer lugar necesitaba asentarse en un lugar para ganar dinero. Trabajó y trabajó en ese país extranjero, sin volverse a casar, cuidando a sus hijos que ya no hablaban el idioma materno. Pero a pesar de dominar el nuevo idioma y de haber construido una nueva vida, no podían cambiar su condición de extranjeros, extraños, solitarios.

Los hijos ya eran jóvenes, ella era una mujer madura, a punto de jubilarse, después de haber pasado cuantos y tantos variados trabajos.

Tenía dinero ahorrado. Ahora era el momento. Decidió el regreso, con sus hijos, al país natal, a su tranquila ciudad entre vegas y montañas, donde se compraría una casa, donde invertiría en alguna actividad que le permitiera mantener cierto nivel de vida, aunque no sea de lo más alto, pero en su país, en su tierra, en medio de rostros morenos, alegres y decidores...

Y se propuso realizar sus sueños, que ahora sí los veía con claridad. Volvió con todo lo que pudo: muebles, costumbres, y sobre todo dinero. Se compró una casa, para ella y sus hijos, quienes ya aprenderían el castellano, y luego... y luego... El regreso. Una nueva vida. Se cerraba el círculo de peregrinaciones y afanes.

No pasaron muchos meses, y apareció el padre de sus hijos, solo una vez más, ¿qué buscas?, ¡qué quieres?... Total, que ella, una vez más, no se hizo problema en recibirlo. El regreso tenía que ser total. Ya no eran tiempos de recriminaciones ni de explicaciones. Se volvieron a juntar. — Éstos son tus hijos, habló claro ella, si estás decidido, viví con nosotros, acompáñalos especialmente a ellos, que no saben el idioma y serás de una gran ayuda en su inicial estadía acá.

Para él, la cosa no era tan clara, siempre había vivido de prestado, en una eterna nebulosa. Quién sabe si, ahora…

— ¿No quieres comprometerte?, le dijo ella un día. En todo caso, pensalo, yo tengo que viajar a la capital por unos negocios, a lo mucho una semana. Cuando vuelva, tú me dices si has decidido algo serio y estable.

Viajó emocionada, con planes, pero esta vez a corto plazo. Era el tiempo de cosecha y de descanso después de una vida de sacrificios. Justo a la semana emprendió el regreso, rumbo a su hogar soñado y realizado.

Era media noche en medio camino, por una carretera en curvas y bajadas, el bus se detuvo. Algo raro estaba ocurriendo en la parte alta de la montaña. Una explosión, un ruido de piedras…

Varios pasajeros bajaron a tomar un poco de aire. Sí, allá adelante era, bajaban piedras a lo lejos. Y lo que tenía que ocurrir, ocurrió: una, cual bala perdida, llegó silbando para justamente golpear la sien de Dayana Marín, que ni siquiera supo de su muerte instantánea.

El resto, ¿importa?

Doña Juanita

Ay, doña Juanita, tan tranquila y dulce como su nombre. Era empleada doméstica en casa de la familia Cortez por más de cuarenta años. Toda una vida, se podría decir. En los últimos diez o quince años, después de la muerte de su marido, prefirió trabajar “cama afuera”. Deseaba estar un poco más de tiempo con los hijos, y cuidar a sus ya numerosos nietos. Pero eso sí, bajo ningún pretexto, nunca había faltado a su trabajo ni tuvo retrasos de más de diez minutos. Hasta que, el día de ayer, simplemente no llegó a trabajar.

El señor Cortez, pasado mediodía ya no pudo aguantar la preocupación y la curiosidad por saber el motivo de este inaudito acontecimiento. Llamó por teléfono a la casa de su empleada y al momento escuchó su inconfundible voz. A las preguntas ansiosas de su señor, contestó de un solo tirón:— ¿Que qué ha pasado?, ¿que por qué no he ido? ¿Que si no pienso ir a cocinar para ustedes? Más bien que venga su esposa a cocinar para mí. Jugué a la lotería, ¡y me saqué el premio gordo! ¡Ahora váyanse ustedes a la mierda! ¡Váyanse a la mierda! ¡Váyanse a l...!

En ese momento ya el señor Cortez había colgado. Inútilmente, pues durante días y días siguió escuchando esa contundente expresión en la voz de doña Juanita.

Nervios

Sueño.

Estoy yendo a una oficina, más bien a un consultorio médico... —mi negocio es la venta de libros— ¿y a quién me encuentro en la sala de espera? A mi querida Marilyn, que más de una vez fue objeto de mis sueños eróticos. Nos saludamos con un beso entre casto y amoroso, que me deja un suave sabor en los labios, y nos sentamos a charlar, de libros, de lugares, de nada. Yo leo esto, yo no leo esto, ¿cuándo viajas a Cocha?, esto me interesa, esto no me interesa...

De repente vemos ingresar a una muchacha joven, morena, cargada de su hijo de meses, y se sienta a nuestro lado. El bebé se pone a llorar, no para, la madre se inquieta y por último le pide auxilio a Marilyn.

— ¿Me lo puede tener un momento?, voy al baño.

Mary lo toma en sus brazos y el bebé se calma... por unos minutos, luego llora peor que antes y yo, viejo entendido en guaguas, le digo que me lo pase un rato. Tomo al bebé, sin su manta, la cual queda en los brazos de Mary. El bebé se calma, pero al rato vuelve a llorar, vaya, qué molestia. Por suerte aparece la madre y lo toma nuevamente en sus brazos. Pero ni bien se sienta me pide:

— ¿Me lo cuida otro rato, por favor? Ya vuelvo.

Nuevamente estoy con el bebé, esta vez con la manta que me entrega Mary. Pasan los minutos, la madre no aparece, la guagua ya no llora mucho. Me inquieto, no, no vuelve la muchacha morena, y de pronto Marilyn y yo nos damos cuenta: Hemos sido engañados. Ya no va a aparecer más la madre y yo, sí, yo tengo que hacerme cargo del bebé, adoptarlo, criarlo. Sí, estoy convencido, pasa más de media hora, una hora, y nada. Entonces le digo a Marilyn:

— Ni modo, acompáñame a mi casa.

— ¿Pero acaso no viniste a...?

— Eso ya no importa, ¿me acompañas?Salimos a la calle.

Caminando pocas cuadras, llegamos a un edificio en uno de cuyos departamentos vivo con mi familia. Intento abrir la puerta, mis manos están ocupadas con el bebé, se lo paso a Mary para tener las manos libres. Finalmente abro la puerta de mi departamento, donde noto que hay mucha agitación.

Bueno, tengo que decirle a mi mujer lo que ha pasado, y que tenemos que adoptar a la guagua. Se me ocurre pensar que mi familia (mi mujer, mis hijos, mi hermana que está de visita, a quienes veo muy ocupados), van a pensar que la criatura es nada menos que de Marilyn y de mí. Pero no pasa nada, apenas me miran y me saludan, sin reproches, como desde un mundo paralelo.

Veo a muchas personas extrañas, ¿o son viejos amigos, parientes lejanos, llegados de otros países?, sí, creo que de Rusia, y uno de ellos se ha pasado con los tragos y está muy delicado. Éste es el motivo de la preocupación y la causa de la agitación general. Mi problema, sin embargo, es otro: el bebé que se me ha endilgado. Ya lo tengo otra vez en mis brazos, claro, para que no haya confusiones con la ocurrencia de que Mary pueda ser la madre.

Veo el futuro lleno de complicaciones. Qué problema, me quiero morir… Damos vueltas entre la gente. Ni modo, a poner el pecho, pienso. Qué manera de haberme engañado esa morena, típica mujer de pueblo, joven, vividora, pobre y desvergonzada madre soltera que debe andar muy oronda en otras latitudes.

Pasa un rato más y tocan a la puerta. ¿Quién será? Nos acercamos, y ¿quién aparece en la puerta, toda pálida y llorosa? La madre del niño que desesperada se me acerca a tomar a su criatura. Y yo respiro, aliviado, y solo me pregunto, aunque ya no con inquietud, ¿de cómo la chica esta se ha enterado de dónde vivo para recuperar a su hijo?

Esto solamente ocurre en los sueños. Despierto.

Bicho

Érase una vez una señora en un pueblo lejano, que vivía con la única compañía de su gato. El gato era todo para ella: hermoso, tranquilo, maullador. Y hete aquí que el día menos pensado el gatito se murió, o desapareció, quién sabe si robado por algún alma mal natural (los cronistas no se ponen de acuerdo al respecto). La señora no cabía en sí de dolor, y lo único que hacía era llorar sin consuelo.

— Mi gato, mi gatito, mi única compañía, ahora qué será de mí, con quién podré conversar en mis largas horas de soledad. Quién alegrará mis ojos y mis oídos, ay...

No faltó un alma caritativa que, compadecida ante tanto dolor y abandono, decidiera consolar y sorprender a la señora con un regalo. Una tarde, dicha persona apareció en su casa... con otro animalito.

— Le ruego me lo acepte, señora, ya que no he podido encontrar un gato como el que usted tenía.

No era que en ese pueblo no hubiera gatos. Pero el joven del regalo (sí, era un jovencito), pensó que era preferible otro animal, ya que en realidad lo que la señora necesitaba era olvidar a su gato, y qué mejor que con un... con un pollito que ya comenzaba a emplumar.

— ¿Y esto es un pollo? —confundida y sonriente preguntó la señora.

— Sí, señora Catita (que así se llamaba la señora, más vale saberlo tarde que nunca), le ruego me lo acepte. Es mi cariño.

Sí, era un pollito, feúcho y con plumas de diversos tonos de gris. Bueno, pensó doña Catita, con una buena alimentación y mucho cariño, pronto se pondrá firme y de colores más definidos.

— Gracias, gracias, vecino, yo no sabía que se podía regalar pollitos, y justamente uno como éste, para esta pobre alma desamparada. Y la señora volvió a sonreír. Se la volvió a ver caminando por las calles, hablando con sus amistades, de aquí para allá, por senderos y patios y gradientes, arreando, o cargando en sus brazos a su nueva compañía.

Con el paso del tiempo, la inesperada mascota siguió creciendo. Y mientras crecía, oh, sorpresa, el pollito iba pareciéndose cada vez menos a un pollo. Bah, ¿qué importaba? La señora Catita se acostumbró incluso a llevarlo bien parado sobre sus hombros, como si fuera un mono o un loro, y el bicho aquel parecía también estar muy contento con su dueña.

(Paréntesis, quiebre de la historia).

Las plumas se le negreaban. El cuello se le estiraba, se le caían de esa parte las plumas, se retorcía, una cresta ya no se disimulaba, y el pico se le ponía más y más y más curvo y agresivo...

Efectivamente, a los cinco meses del comienzo de estos hechos, ya nadie en el pueblo pudo dudarlo: lo que le habían regalado a la señora Cata era clara y contundentemente una cría de sucha, como en esas regiones les llaman a los buitres más comunes y ordinarios.

Sin embargo —cómo es la capacidad de amar, o de adaptación del ser humano—, la señora andaba campante por las calles, con su bicho amaestrado repechándose por los hombros, las orejas, los largos cabellos de Catita... la mujer más alegre y orgullosa del pueblo.
NerviosSueño. Estoy yendo a una oficina, más bien a un consultorio médico... —mi negocio es la venta de libros— ¿y a quién me encuentro en la sala de espera? A mi querida Marilyn, que más de una vez fue objeto de mis sueños eróticos. Nos saludamos con un beso entre casto y amoroso, que me deja un suave sabor en los labios, y nos sentamos a charlar, de libros, de lugares, de nada. Yo leo esto, yo no leo esto, ¿cuándo viajas a Cocha?, esto me interesa, esto no me interesa...De repente vemos ingresar a una muchacha joven, morena, cargada de su hijo de meses, y se sienta a nuestro lado. El bebé se pone a llorar, no para, la madre se inquieta y por último le pide auxilio a Marilyn.— ¿Me lo puede tener un momento?, voy al baño. Mary lo toma en sus brazos y el bebé se calma... por unos minutos, luego llora peor que antes y yo, viejo entendido en guaguas, le digo que me lo pase un rato. Tomo al bebé, sin su manta, la cual queda en los brazos de Mary. El bebé se calma, pero al rato vuelve a llorar, vaya, qué molestia. Por suerte aparece la madre y lo toma nuevamente en sus brazos. Pero ni bien se sienta me pide: — ¿Me lo cuida otro rato, por favor? Ya vuelvo.Nuevamente estoy con el bebé, esta vez con la manta que me entrega Mary. Pasan los minutos, la madre no aparece, la guagua ya no llora mucho. Me inquieto, no, no vuelve la muchacha morena, y de pronto Marilyn y yo nos damos cuenta: Hemos sido engañados. Ya no va a aparecer más la madre y yo, sí, yo tengo que hacerme cargo del bebé, adoptarlo, criarlo. Sí, estoy convencido, pasa más de media hora, una hora, y nada. Entonces le digo a Marilyn: — Ni modo, acompáñame a mi casa.— ¿Pero acaso no viniste a...? — Eso ya no importa, ¿me acompañas?Salimos a la calle. Caminando pocas cuadras, llegamos a un edificio en uno de cuyos departamentos vivo con mi familia. Intento abrir la puerta, mis manos están ocupadas con el bebé, se lo paso a Mary para tener las manos libres. Finalmente abro la puerta de mi departamento, donde noto que hay mucha agitación. Bueno, tengo que decirle a mi mujer lo que ha pasado, y que tenemos que adoptar a la guagua. Se me ocurre pensar que mi familia (mi mujer, mis hijos, mi hermana que está de visita, a quienes veo muy ocupados), van a pensar que la criatura es nada menos que de Marilyn y de mí. Pero no pasa nada, apenas me miran y me saludan, sin reproches, como desde un mundo paralelo. Veo a muchas personas extrañas, ¿o son viejos amigos, parientes lejanos, llegados de otros países?, sí, creo que de Rusia, y uno de ellos se ha pasado con los tragos y está muy delicado. Éste es el motivo de la preocupación y la causa de la agitación general. Mi problema, sin embargo, es otro: el bebé que se me ha endilgado. Ya lo tengo otra vez en mis brazos, claro, para que no haya confusiones con la ocurrencia de que Mary pueda ser la madre. Veo el futuro lleno de complicaciones. Qué problema, me quiero morir… Damos vueltas entre la gente. Ni modo, a poner el pecho, pienso. Qué manera de haberme engañado esa morena, típica mujer de pueblo, joven, vividora, pobre y desvergonzada madre soltera que debe andar muy oronda en otras latitudes. Pasa un rato más y tocan a la puerta. ¿Quién será? Nos acercamos, y ¿quién aparece en la puerta, toda pálida y llorosa? La madre del niño que desesperada se me acerca a tomar a su criatura. Y yo respiro, aliviado, y solo me pregunto, aunque ya no con inquietud, ¿de cómo la chica esta se ha enterado de dónde vivo para recuperar a su hijo? Esto solamente ocurre en los sueños. Despierto. BichoÉrase una vez una señora en un pueblo lejano, que vivía con la única compañía de su gato. El gato era todo para ella: hermoso, tranquilo, maullador. Y hete aquí que el día menos pensado el gatito se murió, o desapareció, quién sabe si robado por algún alma mal natural (los cronistas no se ponen de acuerdo al respecto). La señora no cabía en sí de dolor, y lo único que hacía era llorar sin consuelo. — Mi gato, mi gatito, mi única compañía, ahora qué será de mí, con quién podré conversar en mis largas horas de soledad. Quién alegrará mis ojos y mis oídos, ay...No faltó un alma caritativa que, compadecida ante tanto dolor y abandono, decidiera consolar y sorprender a la señora con un regalo. Una tarde, dicha persona apareció en su casa... con otro animalito. — Le ruego me lo acepte, señora, ya que no he podido encontrar un gato como el que usted tenía. No era que en ese pueblo no hubiera gatos. Pero el joven del regalo (sí, era un jovencito), pensó que era preferible otro animal, ya que en realidad lo que la señora necesitaba era olvidar a su gato, y qué mejor que con un... con un pollito que ya comenzaba a emplumar.— ¿Y esto es un pollo? —confundida y sonriente preguntó la señora. — Sí, señora Catita (que así se llamaba la señora, más vale saberlo tarde que nunca), le ruego me lo acepte. Es mi cariño.Sí, era un pollito, feúcho y con plumas de diversos tonos de gris. Bueno, pensó doña Catita, con una buena alimentación y mucho cariño, pronto se pondrá firme y de colores más definidos.— Gracias, gracias, vecino, yo no sabía que se podía regalar pollitos, y justamente uno como éste, para esta pobre alma desamparada. Y la señora volvió a sonreír. Se la volvió a ver caminando por las calles, hablando con sus amistades, de aquí para allá, por senderos y patios y gradientes, arreando, o cargando en sus brazos a su nueva compañía. Con el paso del tiempo, la inesperada mascota siguió creciendo. Y mientras crecía, oh, sorpresa, el pollito iba pareciéndose cada vez menos a un pollo. Bah, ¿qué importaba? La señora Catita se acostumbró incluso a llevarlo bien parado sobre sus hombros, como si fuera un mono o un loro, y el bicho aquel parecía también estar muy contento con su dueña.(Paréntesis, quiebre de la historia). Las plumas se le negreaban. El cuello se le estiraba, se le caían de esa parte las plumas, se retorcía, una cresta ya no se disimulaba, y el pico se le ponía más y más y más curvo y agresivo... Efectivamente, a los cinco meses del comienzo de estos hechos, ya nadie en el pueblo pudo dudarlo: lo que le habían regalado a la señora Cata era clara y contundentemente una cría de sucha, como en esas regiones les llaman a los buitres más comunes y ordinarios.Sin embargo —cómo es la capacidad de amar, o de adaptación del ser humano—, la señora andaba campante por las calles, con su bicho amaestrado repechándose por los hombros, las orejas, los largos cabellos de Catita... la mujer más alegre y orgullosa del pueblo.

La biblioteca Huáscar Cajías pasa a resguardo del ABNB

La biblioteca personal del destacado abogado penalista Huáscar Cajías Kauffmann, con más de 12.000 volúmenes, fue cedida por sus descendientes al Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) para su resguardo y difusión.
El centro cultural Huáscar Cajías Kauffmann que hasta hace poco albergaba la biblioteca personal del jurisconsulto, se vio en la necesidad de disponer de sus bienes para que se preserven y resguarden en un lugar adecuado, explicó el director del ABNB, Juan Carlos Fernández.
“La Fundación se vio en la necesidad de prescindir de la casa que ocupaban en La Paz debido a la construcción del teleférico y un supermercado por lo que quedaron en una condición muy incómoda para la labor cultural que querían realizar y pensaron en las posibilidades para situar esta biblioteca en La Paz y ninguna les satisfizo siendo que en el Bolivia el único repositorio que garantiza la conservación de patrimonio documental es el ABNB”, explicó.
Cajías realizó sus estudios profesionales en Derecho en la Universidad Mayor de San Francisco Xavier de Sucre, ciudad a la que el abogado tenía especial cariño. Este también habría sido una motivación para que sus familiares decidan donar su biblioteca al ABNB con sede en Sucre.


LA DIMENSIÓN E IMPORTANCIA DEL LEGADO
Las tareas preparatorias para trasladar el stock de libros y su mobiliario fueron realizadas durante ocho días por Carlos Castaños y Mónica Renjel, bibliotecarios del ABNB.
Para dar una idea de la magnitud del contingente de libros, Renjel explicó que la biblioteca de Cajías es similar en volumen a la colección que tiene la Biblioteca Pública Gunnar Mendoza, dependiente del mismo ABNB.
“Destacar el desprendimiento y predisposición de los descendientes de Huáscar Cajías, sus hijos, que aseguraron que su papá estaría feliz que sus libros se resguarden en Sucre, en el ABNB”, manifestó.
Explicó que son más de 12.400 ejemplares entre publicaciones periódicas y libros principalmente de filosofía, derecho y teología, entre otras áreas del conocimiento. A ello se suma el mobiliario completo de su estudio.
Castaños indicó que se intentará mantener la misma clasificación que Cajías llevó adelante a lo largo de su vida académica. “Hay documentos importantes de archivo, en su biblioteca se incluye la documentación primaria de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU”, destacó.


UNA SALA DEDICADA A HUÁSCAR CAJÍAS
“Vamos a hacer un inventario de este material para ingresar esta documentación formalmente a los fondos del ABNB y a su vez proporcionar este documento a los donantes, con quienes hemos convenido aumentar este fondo documental adquiriendo parte del archivo de la Editorial Lux, que refleja la importantísima labor que hizo como director del diario Presencia”, explicó.
Este fondo será incrementado también con aportes de sus descendientes, profesionales en diversas áreas del conocimiento.
Asimismo, dijo que en los siguientes meses la biblioteca de Cajías se instalará en un ambiente del ABNB y, al igual que otras bibliotecas personales como las de Gabriel René Moreno, Alcides Arguedas, Gunnar Mendoza, Guillermo Lora y Ernest Otto Ruck se establecerá una sala especial con su nombre.
Una vez se instale la biblioteca, el material estará disponible para investigadores, abogados y otros interesados en la materia penal.

Gran académico

Huáscar Cajías es considerado uno de los mejores, sino el mejor criminólogo boliviano del Siglo XX. Fue catedrático en la UMSA desde sus 22 años y cumplió casi cinco décadas de enseñanza, formando a decenas de generaciones de abogados, sobre todo en las materias de Criminología y Ciencias Penales.

sábado, 24 de enero de 2015

LA TUMBA INFECUNDA, NOVELA, Y MARIPOSA MUNDIAL, REVISTA Presentan nuevos aportes a la literatura boliviana

La Tumba Infecunda, obra reeditada de René Bascopé Aspiazu, y la revista La Mariposa Mundial N° 21, son los nuevos aportes a la literatura nacional de la editorial La Mariposa Mundial. Ambos trabajos fueron presentados anoche en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB).
Omar Rocha, responsable de la reedición de la novela Tumba Infecunda del autor fallecido René Bascopé, informó que la nueva publicación de la obra responde a una demanda del público porque la misma es leída por estudiantes de secundaria, pero también por universitarios. El costo es Bs 50.
Con relación al contenido de la novela, dijo que la misma incursiona en la ciudad oculta de La Paz a través de personajes y lugares marginales. Es la representación de algo que se oculta.
Rocha recordó que la presente edición es la tercera y que las dos anteriores estuvieron a cargo de la editorial Los Amigos del Libro. Explicó que para la presente edición se hizo una revisión del texto, además de una cronología y bibliografía del autor, que murió a los 33 años.
A decir del editor, René Bascopé Aspiazu nació el año de 1951 y falleció en 1984, a causa de infección que no pudo superar tras haber pasado por una operación, debido a un balazo que recibió de forma accidental. Pese a su juventud, Bascopé llegó a ser director del semanario Aquí.
Rocha cree que el autor de la novela Tumba Infecunda debe ocupar un lugar central en la literatura boliviana no sólo por esta obra, sino también por sus poesías, cuentos y ensayos.


REVISTA LA MARIPOSA MUNDIAL
También anoche se presentó la revista La Mariposa Mundial N° 21. El miembro del equipo editorial, Benjamín Chávez, dijo que la Mariposa Mundial es una revista de literatura que se funda en 1999 y que su “larga trayectoria”, le hace un producto recomendable para un público académico.
Manifestó que la revista rescata textos del pasado no sólo bolivianos sino de otras latitudes; también estuvo atenta a la producción de autores contemporáneos. Sus contenidos están relacionados con la poesía, ensayo, cuadernos, epistolarios, canteras de los trabajos de los escritores, textos inacabados y traducción.
El costo de la revista es Bs 30 y se distribuye a través de la editorial Plura

Socavones de angustia

Fernando Ramírez Velarde (1913-1948)

• Editor: J.C. Iván Canelas Arduz


Fernando Ramírez Velarde, luego de fijar su residencia en Cochabamba desde 1937, se reveló en la narrativa ganando el Primer Premio de Concurso de Cuentos convocado por la "Sociedad de Escritores y Artistas" de Cochabamba, en 1939, con "Trópico", cuento publicado en 1940. La obra que lo consagra como novelista es "Socavones de Angustia" (1947), novela minera publicada por primera vez en Cochabamba y luego en La Paz, en 1953. Después de la muerte de Ramírez Velarde, se hicieron innumerables reediciones de esta obra, en las distintas ciudades del país, así como adaptaciones al teatro y radioteatro. En 1992 se filmó una película en base a esta novela la misma que también fue traducida al alemán.

viernes, 23 de enero de 2015

Un libro que se autodestruye en 24 horas

James Patterson ha escrito la primera novela que se autodestruye. Aquel fan del autor que esté dispuesto a pagar 294.038 dólares, podrá disfrutar de una comida con Patterson y dispondrá de 24 horas para leer «Private Vegas» antes de que explote

El escritor ha asegurado que espera que esta treta publicitaria haga que la industria editorial sea un poco más creativa a la hora de promocionar nuevos lanzamientos. «El negocio editorial necesita poder competir con el cine e internet», ha explicado Patterson

Aunque los detalles de cómo se llevará a cabo la destrucción del libro no están claros, un equipo Swat se hará cargo para evitar cualquier percance durante la explosión

Mientras tanto, mil fans de Patterson podrán descargar copias digitales gratis de la novela. Cada e-book llevará incorporado un temporizador digital de 24 horas que no podrá pausarse ni cancelarse. «Veinticuatro horas después de que lo empieces, el libro ya no estará allí. Espero que sea un modo de captar la atención del lector. En la historia de la edición nunca había sucedido nada igual», ha rematado el escritor

«Private Vegas» es la última de la serie «Private» del escritor estadounidense. Está protagonizada por el investigador privado Jack Morgan, que descubre un círculo de asesinatos en Las Vegas. Patterson ha publicado más de cien novelas y ha vendido más de 300 millones de ejemplares en todo el mundo. Uno de sus personajes más conocidos es el psicólogo Alex Cross

En diciembre del año pasado, Patterson donó 473.000 dólares a 81 vendedores independientes en Estados Unidos como parte de una campaña para apoyar a las pequeñas librerías. Además, también en 2014 donó 250.000 libras a librerías independientes en Reino Unido e Irlanda para promover el interés por la lectura entre los más jóvenes.

España Editorial lanza su biblioteca online

La editorial del grupo Gol de Brasil lanzó su biblioteca online con la intención de reproducir en Europa el éxito de su modelo en Brasil. Lanzado a finales de 2012 en Brasil, Nuvem de livros (Nube de Libros) cuenta ya con más de 2,5 millones de abonados en este país, señaló el presidente del grupo Jonas Suassuna. A través de pagos mensuales, sus clientes pueden consultar en línea más de 14.000 obras entre novelas clásicas o contemporáneas, enciclopedias, atlas, juegos educativos o libros escolares así como teletipos de agencias de prensa.

La nueva Nube de Libros, ofrecerá también un contenido rigurosamente seleccionado, declaró Suassuna, quien destacó la responsabilidad en la selección del texto, siendo la calidad más importante que la cantidad. Después de España, Grupo Gol prevé introducir este año su biblioteca en Portugal, México, Chile, Perú, Argentina y en el mercado hispano de Estados Unidos. Asimismo, desde su plataforma ambiciona también lanzarse al mercado de libros en francés e inglés. Para la selección de libros cuenta con la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes, una de las pioneras en Europa./AFP

jueves, 22 de enero de 2015

Presentan libro y filme sobre poeta Julio Barriga


EL POETA NACIÓ EN YAPUSIRI, SUCRE, BOLIVIA, 1956, AUNQUE SE CONSIDERA TARIJEÑO.

“El hombre que amaba a Amy Winehouse”, libro de relatos del poeta Julio Barriga, y “La última navidad de Julius”, filme que muestra la intimidad del poeta se presentarán hoy jueves en la Cinemateca Boliviana desde las 19.00 horas.

Fernando Barrientos, director de la Editorial El Cuervo, que emite los textos, en conversación con EL DIARIO, aseguró que el libro es una colección de textos autobiográficos en prosa que escribió desde mediados de los años 80 del siglo anterior hasta el año pasado.

“Cuenta lo más íntimo suyo, su infancia, su experiencia con sus padres, sus excesos, las labores manuales que realizó al trabajar en Argentina como migrante, como obrero, como albañil. Se atreve a mostrar sin ninguna máscara, sin pudor, lo que él ha vivido”, declaró Barrientos.

También añadió que como director de una editorial dedicada a la literatura, que tiene 30 libros publicados, cuatro de los cuales son poemarios de Barriga –el número uno de su lista es Cuaderno de sombra, del autodeclarado tarijeño–, piensa que éste es uno de los mejores poetas vivos de Bolivia, además de dar a conocer su admiración por él.

DOCUMENTAL

Por su parte, Edmundo Bejarano, que hace cine desde Berlín, Alemania, y es quien realizó el documental sobre el poeta, declaró a este medio que su trabajo es una mezcla de materiales con la realidad desde una mirada minimalista, en el idioma de la cinematografía.

“Lo que hace el protagonista (Barriga) a través de lo que dice, de cómo se mueve, o a quién ve, inicia la historia. En mis filmes nunca hay alguien que está mirando a la cámara contando algo”, dijo.

Además, desde la intimidad, señaló que éste conoce a “Julius” –como él lo nombra–, desde que “era muy chiquito”.

“Fernando (Barrientos, compañero de colegio de Bejarano) conoce a Julius desde que mi amigo era un niño. Después de graduarnos del colegio íbamos a un barcito que se llamaba ‘Caretas’, donde encontramos a varios personajes extraordinarios, como el magnífico Roberto Echazú. Recuerdo que durante una noche que estábamos en ese bar entró este hombre (Echazú) a repartir luz a todo el mundo. Pregunté a Fernando que estaba a mi lado ¿quién es? Él me dijo “Un poeta”. Desde ese momento perseguí a la poesía. Ahí también conocí a Julius”, subrayó.

Agregó que diez años después de aquellas experiencias, Echazú había fallecido y Fernando Barrientos había publicado “Cuaderno de Sombras”, de Julio Barriga. Ahí habían poemas de amor a Amy Winehouse.

“Eso me pareció increíble y propuse hacer un filme de todo esto. Fue así como nació ‘La última navidad de Julius (…). La intimidad y el que todo sea tan natural en el documental es porque yo siento mucho amor y respeto por este amigo, sólo de esa manera fue posible crear la atmósfera adecuada para que este poeta sea él mismo al ser filmado”, concluyó.

Cancillería promociona el Carnaval con libros de Jorge Godínez

El Ministerio de Relaciones Exteriores distribuirá entre las delegaciones diplomáticas, la obra Oruro: Catedral del Folklore de Bolivia, del autor orureño Jorge Godínez Quinteros, para de esta manera promocionar el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

El autor sostuvo que la premisa es luchar contra el plagio y la apropiación indebida, a través de la promoción y difusión de los valores culturales que se exponen en la manifestación folklórica devocional inspirada en la Virgen del Socavón, en cuyo honor miles de danzarines y músicos peregrinan el Sábado de Carnaval, ofreciendo un espectáculo por los calles de la ciudad.

Un total de 190 ejemplares de la segunda edición de la obra fueron entregados para que sean distribuidos a las delegaciones diplomáticas acreditas a la Cancillería del Estado Plurinacional de Bolivia.

La entrega se realizó mediante la Dirección de Ceremonial y protocolo a cargo de Ana Lía López Benito. Es una demostración que todo ciudadano orureño, donde quiera que esté, está comprometido con la salvaguarda y defensa mediante la difusión y promoción del Carnaval de Oruro, milagro anual de fe y devoción de la Virgen del Socavón, concluyó Godínez.

miércoles, 21 de enero de 2015

Raúl López hace de la historia poemas para narrar la vida

Las guerras históricas que tuvo que encarar Bolivia a lo largo de su historia como la del Pacífico (1879-1884) con Chile, la del Acre (1899-1903) con el Brasil y la del Chaco (1932-1935) con el Paraguay son narradas a través de poemas por el escritor orureño, Raúl López Soria, de 68 años.

“Lo que hago es llegar a la gente y relatar vida con poemas que cuentan la tragedia que sufrió el país en guerras provocadas por nuestros enemigos”, dice el autor.

“Cuando uno abre un libro de historia y geografía ve cómo Bolivia que tuvo un territorio de 2.353.729 km2 quedó reducida a 1.098.581 km2, menos de la mitad lo que amerita decir !es un bello país florido que ha sido desgarrado, incomprendido, herido, casi destruido por el plomo de las balas...” comenta López.

El ingenioso sistema que traslada por un instante al pasado a través de poemas está a la venta y alcance de cualquier boliviano.

VISIÓN PATRIÓTICA López se declara un “patriota por excelencia” y dice que “espera de las nuevas generaciones más entrega a los intereses del país”.

“Considero que Bolivia es grandiosa, no solo en su geografía, recursos naturales, bailes, cantos, y otras vocaciones y cualidades que tiene su gente”, afirma.

La historia, los héroes conocidos y anónimos que lucharon por ella también deben ser reconocidos, propone López en cada una de sus obras

Tiene estudios de medicina general en La Paz, Cochabamba y Sucre. En su juventud fue motociclista aventurero y llegó hasta Panamá. Hoy radica en Cochabamba, define que está en una “etapa contemplativa”, así lo refleja el periodista cultural Elías Blanco Mamanien su blog Diccionario Cultural Boliviano.

Su novela Potosí entre dos siglos, trata sobre la Villa Imperial, ciudad a la que hace viajes temporales, hace un recorrido por hitos históricos desde la colonia.

En su segunda novela Sublime arcoiris, toca la idiosincrasia aymara.

Su poema ‘Primero’, dice: “Viene la muerte infatigable/eterna viajera del Tiempo/en órbita oscura e invisible/Los hombres la evitan/ las mujeres lloran / ante su sola mención / Y ella en relámpagos mortales /con la hoz, sin piedad alguna/surca entre los mortales/Entonces los hombres/entre lágrimas salobres/caen en los abismos / ciertamente ya perdidos”.

LIBROS Poesía: Amadis el soñador amante (1997); Hadas y naves (1998); Hadas y naves II (1999); Las batallas de Bolivia y algunos poemas (2010).

Tiene también varios cuentos.

Poeta boliviano forma parte de antología española

El poeta boliviano Gabriel Chávez forma parte de antología la antología Humanismo solidario. Poesía y compromiso en la sociedad contemporánea, publicada en España", una selección de Poemas de la escritora Mariana Bianchi.

Chávez se encuentra entre 49 poetas, 12 países. El acto de presentación de la antologíase desarrollará el próximo 19 de enero de 2015 en Madrid.

Entre los autores seleccionados destacan:

ESPAÑA:

Juan Carlos Abril, Sergio Arlandis, Alicia Aza, Luis Bagué Quílez, José Cabrera Martos, Isla Correyero, Paloma Fernández Gomá, Manuel Gahete, Luis García Montero, Guadalupe Grande, Pedro Luis Ibáñez Lérida, Raquel Lanseros, Juan Carlos Mestre, Eduardo Moga, José María Molina Caballero, Ángeles Mora, Francisco Morales Lomas, Manuel Moya, Fernando Operé, Julia Otxoa, Benjamín Prado, Josep M. Rodríguez, Daniel Rodríguez Moya, Javier Salvago, José Antonio Santano, José Sarria, Juan José Téllez, Alberto Torés, Fernando Valverde y Javier Vela.

IBEROÁMERICA:

Carlos J. Aldazábal (Argentina), Efraín Bartolomé (México), Mario Bojórquez (México), Piedad Bonnet (Colombia), Alí Calderón (México), Gabriel Chávez Casazola (Bolivia), Eduardo Chirinos (Perú), Andrea Cote Botero (Colombia), Federico Díaz Granados (Colombia), Jorge Galán (San Salvador), Eduardo Langagne (México), Roxana Méndez (San Salvador), Xavier Oquendo (Ecuador) y Miguel Ángel Zapata (Perú).

MAGREB/ORIENTE MEDIO:

Mohammed Doggui (Túnez), Abderrahman El Fathi (Marruecos), Nathalie Handal (Palestina), Khédija Gadhoum (Túnez-USA) y Fátima Galia (Sahara Occidental).

martes, 20 de enero de 2015

Autoras bolivianas se publicarán en Croacia

Narraciones de siete autoras bolivianas serán publicadas en Croacia por la editorial Edicije Bozicevic.
La autora Daniela A. Elías informó a TV Culturas que el proyecto se llevó adelante gracias a la iniciativa de Radoslav Pazameta, un cineasta y fotógrafo croata que residió varios años en Bolivia.
Elías, quien hace de coordinadora del proyecto, visitó Croacia en diciembre de 2013, donde se reunió con el traductor de las obras y el dueño de la editorial para hacer realidad este proyecto, el cual se estaría presentando en el país europeo a fines de este mes.
La escritora expresó su deseo de que este primer proyecto abra las puertas a otros escritores nacionales para llevar sus obras a Europa.
La antología contará con cuentos de Giovanna Rivero, Lourdes Saavedra, Érika Bruzonic, Cecilia Romero, Cecilia de Marchi, Shariel Baptista y Daniela A. Elías.
De este grupo de autora bolivianas, destaca el nombre de Rivero, quien nació en Montero, en 1972, y es una de las principales voces femeninas en el campo de la literatura nacional contemporánea. Entre otros reconocimientos, obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Santa Cruz, en 1996, por el volumen de cuentos Las bestias y el Premio Nacional de Cuento Franz Tamayo, en 2005, por Dueños de la arena.
Participó en el International Writing Program ofrecido por la Universidad de Iowa en 2004. Ha publicado cuatro libros de cuentos: Contraluna (2005), Sangre Dulce (2006), La dueña de nuestros sueños (2002) y Niñas y detectives (Bartleby 2009); además de las novelas Las camaleonas (2001), Tukzon, historias colaterales (2008) y Helena 2022: La vera crónica de un naufragio en el tiempo (2011) y 98 segundos sin sombra (2014). Cuentos suyos figuran en diversas antologías. Ha sido incluida entre Los 25 secretos literarios mejor guardados de Latinoamérica, por la Feria del Libro de Guadalajara 2011.

lunes, 19 de enero de 2015

‘Nueve’, el nuevo libro de cuentos de Rodrigo Hasbún editado en España



El nombre de Rodrigo Hasbún (Cochabamba, Bolivia, 1981) empieza a sonar por derecho como una de las voces más entonadas del relato hispanoamericano contemporáneo. Afincado en los Estados Unidos, como su compatriota Edmundo Paz Soldán, comparte con él esa dualidad vital y literaria, por lo que los relatos de Nueve muestran tanto el puro fluir de la vida en poblaciones bolivianas (vidas dañadas y entrecruzadas de tragedia) como el exilio personal de quien emigró a Norteamérica, como docente (en ese espléndido cuento llamado “Syracuse”) o como investigador de laboratorio (en el conmovedor e intenso “Larga distancia”).

Hasbún golpea directo y con autenticidad desde el primer cuento (“La mujer y la niña”), donde el recuerdo infantil de una visita inesperada en 1990 es narrada por el adulto que sabe reinterpretar los secretos del pasado que regresa. A Hasbún le interesa narrar cómo el azar, el mal y la violencia se cruzan en el camino interrumpiendo o malbaratando la vida, originando impensadas cadenas de acontecimientos. Así ocurre también en “Familia”, donde el atropello inicial de una mujer por un automóvil abre la puerta a una historia de distanciamientos/abismos entre un padre y su hija problemática.Rodrigo Hasbún, con intensidad narrativa y gran dominio, nos habla de la propia vida, entre cambios de ritmo y poderosos flashes donde es fundamental el sexo como pulsión vital. Así ocurre en ese viaje escolar que conecta dos textos: “El futuro” y “Reunión”: en ambos la sexualidad, el alcohol y las drogas agitan la conciencia de unos personajes que parecen inmolarse por el temor al futuro y por la añoranza de lo que hasta ahora tuvieron.

La perplejidad por el paso del tiempo y todo lo que se lleva por delante es el tema de “Los nombres”, secuela o continuación —en la madurez— de los dos relatos anteriores. Grandes y conmovedores de verdad “Syracuse” y “Larga distancia”. El primero, narrado desde la mirada de un profesor emigrado a una universidad norteamericana, ante el que se despliega una peligrosa dialéctica entre sus alumnos, por jugar a ese juego entre lo real y lo inventado en que consiste la literatura. De nuevo aquí el sexo es carga explosiva, e ineludible motor del mundo. La deriva hacia los celos, el despecho y el “acoso cibernético” entre dos examantes hace saltar ese mismo mundo por los aires.

Muy poderoso Hasbún también en “Larga distancia”, no solo al narrar una infidelidad cargada de pulsión erótica, sino al detallar lo que queda de la relación entre un padre viudo y su hijo, separados por miles de kilómetros y conectados todavía por un desesperado y frágil hilo de teléfono. El texto de cierre, “Tanta agua lejos de casa”, es de difícil lectura, por enmarañado: al pivotar solo en la sucesión de testimonios y voces de unas veraneantes (un entramado verbal-sentimental con tragedia de fondo) es técnicamente notable, aunque sin la eficacia del resto de las piezas.

Nueve trozos de un mundo roto

El periodista boliviano de El País de Madrid, José Andrés Rojo, destaca la ‘sobria elegancia’ con la que se maneja Hasbún

José Andrés Rojo - El País

Los cuatro nuevos relatos que Rodrigo Hasbún (Cochabamba, Bolivia, 1981) publicó este año (El Cuervo, 2014) en La Paz se han convertido en España en Nueve, gracias al procedimiento de incorporar otros cinco seleccionados de sus libros anteriores. Una nueva oportunidad, pues, de volver a habitar el mundo del escritor cochabambino. Un mundo próximo, porque sus historias tratan siempre de amigos y de parientes, pero también un mundo extraño, porque Hasbún está empeñado en bajar siempre un poco más al fondo, quiere fulminar las convenciones, rascar en cada rincón para sacarle toda la verdad, y que no exista ni un solo pacto (por remoto que sea) con las buenas intenciones. Así que habrá que aceptarlo: también la familia y el mundo de los amigos pueden ser un infierno, y todo ahí está tocado por la suerte (la mala suerte) y lleno de sexo y muerte.

En alguna parte hay un secreto. En algún momento y, acaso en otra parte, algo se rompió. Los personajes de Rodrigo Hasbún parece que anduvieran siempre por la cuerda floja y se leen sus historias con el desasosiego y la inquietud de verlos terminar cayéndose al vacío. Son niños, son adolescentes, son jóvenes y luego son adultos, e incluso ancianos, y está el sexo (y las cosas del lado salvaje de la vida) para bajarlo todo a tierra, para confirmar que el demonio anda siempre suelto y que nada sabe de convenciones y solo conoce la ciega obediencia al deseo.

Una novela (El lugar del cuerpo), otros dos libros de relatos anteriores (Cinco, Los días más felices), las cuatro nuevas piezas, la obra de Rodrigo Hasbún va creciendo poco a poco y, por mucho que tenga esa afición por hurgar en lo oscuro, cada una de sus piezas tiene bien contenidos los ademanes y no abunda en excesos, ni abusa de artificios, sino que más bien se maneja con una sobria elegancia, y una estudiada administración de la información. Es verdad que muchos de sus personajes están rotos o a punto de romperse, algunos traen viejas historias de dolor y de muerte, de violencia. Hasbún a ratos es sórdido.

Otras veces muestra su destreza para acercarse al complejo mundo de los adolescentes, donde tanto pesan la vergüenza y los celos y la sensación de abandono o de ridículo. Y también saber recoger, de refilón, lo que está pasando en el mundo. “Y dos tragos más adelante les dice de la nada que Bolivia está renaciendo, pero no por gente como nosotras, nosotras somos una caca, a nosotras no nos importa ni nuestro propio culo. La celebración no es nuestra…”, dice uno de sus personajes, la Tula. Ahí está, peleando para vivir; como todos: agarrando la vida que pasa al vuelo.

El soliloquio de Carlos Mesa



El Soliloquio del Conquistador de Carlos Mesa Gisbert es una novela valiente, que busca y ahonda en la figura de Hernán Cortés para reescribir parte de la historia fundacional de la que Martí llamaba Nuestra América y Marta Traba nuestra Homérica Latina. Si el documento original por el que conocemos a Cortés son las que él llamó sus Relaciones, ahora lo tenemos monologando en una historia que es al tiempo historia de conquista, historia de amor e historia de derrota y fracaso, lo que produce un texto riquísimo y ambiguo y no un retrato de cartón piedra. En sus Relaciones, por supuesto, Cortés buscó construir su propia imagen heroica a través de tres estrategias retóricas, la epístola que enmarcaba a su discurso pues estaba claro quién era su destinatario —el Rey—, el discurso legal, que conocía bien de sus tiempos en Alcalá y que le permite pensar en la verdad de lo que cuenta y justifica el hecho mismo de escribir sus largas cartas relacionando en ellas todo lo ocurrido. Pero Cortés también recurre al género historiográfico que conoce bien y que le permite interpretar sus hazañas en términos históricos. Pensar en la conquista como un acontecimiento fundamental del orbe, del mundo. Las Cartas de Relación construyen un yo que el juicio de residencia, los textos de Gomara y otros buscan dilapidar (y el gran cronista Bernal Díaz reponer, por cierto). Carlos Mesa busca comprender, que no es lo mismo que justificar, y el empeño novelístico bien vale la pena porque produce un texto rico en matices, especialmente cuando el soliloquio quiere convertirse en diálogo o en carta de amor a Marina, la amante indígena regalada a Cortés. En todos los discursos mencionados —y esta novela no es la excepción— la biografía es un pretexto para revelar una verdad. De hecho esa es la lucha denodada del discurso de Cortés y sobre Cortés —la excepcional biografía de José Luis Martínez me viene también a la cabeza—.

Tal como han llegado hasta nosotros, los dos primeros documentos conocidos de Hernán Cortés son la Carta de Veracruz y las Instrucciones a Montejo y Hernández de Puertocarrero que la acompañan. Escritas ambas en primera persona del plural, presentan a Cortés en tercera persona, como si él mismo hubiera querido que fueran otros, en un principio, los que elogiaran su figura. Después, en algún texto tardío como el Memorial de 1542, Cortés utilizará la tercera persona del singular, distanciada e impersonal, para referirse a sí mismo. Ahora bien, a diferencia de Julio César, que elige para la redacción de sus Comentarios la libertad (y la máscara) de la tercera persona, Cortés asume en sus relaciones una primera persona del singular que destaca su protagonismo, llegando a emplearla para referirse a las que son sin duda hazañas colectivas en frases como la siguiente: “Otro día torné a salir por otra parte antes que fuese de día sin ser sentido dellos con los de caballo y cient peones y los indios mis amigos y les quemé más de diez pueblos, en que hobo pueblo dellos de más de tres mill casas. Y allí pelearon conmigo los del pueblo, que otra gente no debía de estar allí (Cortés, 1993: 178).

Cortés combina con gran destreza esta primera persona del singular con una primera persona del plural que vincula íntimamente al protagonista con sus hombres. El prodigio lingüístico —hay que llamarlo así, con todas sus letras— de Carlos Mesa es similar, utilizando igualmente la primera persona le habla a Marina en su soliloquio de esta forma: “Fuimos en esos días alucinantes el Cortés y la Marina de la leyenda y el mito./Fui preso de tu lengua/Te seguí, piel de canela, por la ruta de Tenochtitlán, atado a tu mano.//Te miré a los ojos y te dije cuál era mi Dios y cuáles mis esperanzas y cuál mi decisión./Escuché tu voz dulce./Te enseñé a hablar mi lengua y escuché la tuya”. Lo que está logrando ese fragmento es el encuentro verdadero con el otro desde el yo personal del que habla Todorov en su libro sobre las Crónicas de Conquista y que sirve al autor de acápite de esta novela luminosa.

Su autor pone a Cortés a hablar en una suerte de doble exilio, ha regresado de España pero no puede entrar a Tenochtitlán. Aislado y humillado nos lanza esta larga novela perorata que tiene un tono sublime que se basa en la elipsis y la mesura, como las Relaciones, pero también llega a la increpación y la diatriba más cercanas a la novela contemporánea. No se trata solo de recontar la historia, sino de darle un sentido desde el presente de la narración y eso Mesa Gisbert lo sabe bien y por ello reflexiona también sobre la violencia, habla del otro gran conquistador, el del mundo Inca, Francisco Pizarro, a quien conoció en 1528 en La Rábida. La novela castellana, desde el Lazarillo de Tormes (pues vusía escribe que se le escriba) es siempre un documento legal. Me explico, se trata de una confesión no pedida ante un tribunal inexistente. El tribunal de Cortés somos nosotros, sus lectores contemporáneos en este Soliloquio y la confesión ante el juez es el documento mismo que ajusta cuentas, saca conclusiones y también reflexiona apasionadamente sobre la propia culpa.

La última cosa que deseo destacar es el carácter americano del texto. Lo que no es un contrasentido pese a estar hablado por Cortés. En este sentido me recuerda al universalismo de Alfonso Reyes. Cuando Cortés le dice al final a Marina con lirismo logrado: “Miramos un Puma y un Cóndor y un lago de extraño azul y la maldición de dos amantes que en él entramos, porque de eso se trata el amor, porque en algún sentido me pierdo ahora en los pliegues de tu cuerpo (…) En lo hondo de este mágico Nuevo Mundo supe que lo humano es una sola savia y una sola alma gigantesca que traduce lo que es con formas distintas pero con una misma esencia” (194), no solo está dando cuenta del asombro —la mitificación del mundo nuevo, como hizo Cristóbal Colón— sino que está afirmando el ideal de Reyes de manera sutil, pero brutal. “Creo, firmemente que ‘toda villa es Atenas’, siquiera a ratos” (OC 1:161), declara en su ensayo Horas áticas de la ciudad. Siquiera “intermitentemente” toda ciudad tiene derecho a ser el universo (se parece a la frase de Unamuno, “El mundo es un Bilbao más grande) y sobre todo es capaz de apropiarse la tradición grecolatina. Lo que en Reyes es proyecto aquí el Cortés novelizado lo logra al final de su doloroso soliloquio: cosmopolitizar Latinoamérica, provincializar Europa y politizar el singular momento americano.

Como el conde Orsini del Bomarzo de Mújica Láinez, el Cortés de Mesa Gisbert puede llegar, fantasma del discurso, hasta el presente en su ajuste de cuentas. Y devolvernos todavía más su mirada política en un epílogo de enorme valía en donde se llega a la Guerra del Gas de Bolivia en 2003. Es el mestizo quien grita, increpa, es el Martín mítico y el Martín Nuevo, que sabe de las injusticias y que clama por un mejor presente. ¿No es ese el sentido de la novela histórica?

(Texto de la presentación de ‘Soliloquio del Conquistador’ en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el 30 de noviembre de 2014).

René Zavaleta Mercado, periodista



Los metafísicos de Tlön —dice Borges— no buscan la verdad, ni siquiera la verosimilitud: buscan el asombro”. Es un estilo verbal en el que el asombro es la verdad por medio de la de-sesperación de cualquiera de sus formas. La cosa llega por exaltación: para representar el objeto se necesita decir más de lo que es el objeto de manera que la letra adquiera tanta verdad como la verdad y tanto tiempo como el tiempo. La descripción, la enumeración, son sustituidas por su expresión asombrosa. Se supone extranjero, remoto al lector; se lo sorprende en lugar de informarle.

Óscar Cerruto, en los 14 cuentos de este Cerco de penumbras, resulta una suerte de representante inicial en Bolivia de este modo de expresión que quiere aumentar los sucesos por medio de una restricción general de las palabras y un enfriamiento de las figuras. Esta paradoja no hace sobrar ninguna de sus partes en cuentos y cuadros que no son de intención psicológica, no sociológica, sino centralmente, “asombrosos”, en un asombro que, por contradicción, no cree en ninguno de sus personajes sino en sus historias.

El estilo exterior —no el tiempo— lo formal y expletivo, es frugal y facticio. La innumerable sobriedad de Cerruto no es sino una matematicidad verbal, una ideología de la exactitud de las palabras. Es una fe, un convencimiento más bien definitivo de que el único modo de alcanzar la copiosidad de los sucesos, que son siempre inexplicables, es renunciar a su enumeración y lograrlos en su magia, es decir en su asombro. Este expresionismo hace trabajar a la palabra a toda intensidad, desechada la abundancia, y la cohesión en las figuras trabaja al servicio de la sorpresa, que es una expresión culminante de lo real. Cerruto es sobrio pero no pobre: la temperatura que domina en el volumen es el frío, un seco frío sordo de ciudad; no son tampoco cálidos los colores: negro, gris, azul (todos fríos y neutros), se evita el diálogo, el acento, el pintoresquismo, el localismo, la deducción sentenciosa. La trama aspira a suceder antes que a explicar en un apotegma. El contenido es distinto. Cerruto, si cabe, es boliviano por oposición, por falla. La literatura, empero, no necesita ser boliviana. Pero si se inquiere por una relación con este lugar se percibe un antagonismo. Los escritores que corresponden a un hombre abundante en sucesos, que vive en una anarquía de dogmas, lo natural es que encuentren buena expresión en escritores como Augusto Céspedes, en los que la tensión es un estilo y la vida enriquece al que la dice. En Cerruto es la composición de la penumbra, la aceptación revisada del personaje local y la selección de una sorpresa cualquiera que se resuelva en símbolo. Así los buitres o la cara que se raja en “El rostro sin lumbre” (utillaje de imaginación) o la mazamorra, que es algo real que, en el cuento “Como una rana muerta”, no significa solo eso sino la certidumbre de su hora. La reiteración simbólica, la inclinación al símbolo se repite siempre por medio del elemento imaginativo. Para Cerruto no sirve la imaginación: la abroga, la mixtifica con la realidad y la hace actuar como un deus ex máchina para la solución de la trama que, por lo general, sigue la economía común del cuento clásico. Salvo en “La araña” que es una construcción, acumulación plástica, como los cuadros sin sucesos de Franz Kafka. Esa participación de lo irreal pertenece a un orden de las convicciones personales del escritor. “Hay una zona de la conciencia —dice— que se toca con el sueño, o con mundo parecidos al sueño”.

La violencia existe como un trasfondo ajeno; la emoción es solo un pensamiento pero esto concierne a los designios de Cerruto en su obra que es, unitariamente, un cerco de penumbras (el acorralamiento como evasión o como impotencia y una sordidez universal son generalidades del libro). Es algo que se logra. Cuando uno lee “El pozo” de Augusto Céspedes tiene sed y eso quiere decir que el efecto se cumple. Ambos, escepticismo y sordidez, son decisivos, recursos de credibilidad. Cerruto prefiere siempre una cibernética algebraica del estilo, mecánica por momento pero insustituible en este mundo, al movimiento general de la trama. Las cosas no se encrespan como con Céspedes y hay, en cambio, una inmóvil disposición asombrosa.

El hombre que oficia de personaje de Cerruto pertenece a las clases medias. Es un ciudadano, inutilizado en cierto grado para ciertos aspectos radicales del instinto, apto para la renuncia, el vacío y la imaginación, hombre de una evasión no violenta. “La estrella de agua”, que tiene a aymaras como personajes, es un cuento frustrado. Son indios estéticos, vacíos y sin nadie. Como en Raza de bronce son indios de tarjeta postal. La circunscripción de su personajes es otra. Incluso la reclama la línea del libro. Lo que no sabe y es probable pero no es seguro es hasta qué punto hay una proposición de repudio de su personaje. Cerruto no deja una impresión en este orden pero junta las figuraciones con características más bien típicas: un tal Vicente que rompe su amor “para huir de la demencia amorosa” (“El círculo”), aquel a quien “le gustaban las cosas en su lugar y —que— creía en la disciplina, creía en la vida ordenada”. Un hombre que “carece de ambiciones porque está al margen”. Esta suavización de la criatura, conduce lógicamente al tipo de comportamiento que revela: son hombres decentes, inofensiva cuidadosamente viriles. Es también característica de esta acicalada penumbra la reiteración de las mujeres frustradas (las mujeres, está visto, de aquellos hombres) o de situaciones envilecidas como el amante aceptado como parte de familiar, la mujer que se ofrece por aburrimiento, el novio y la tolerancia que ofende, las historias de los irreconciliables (“Un poco de viento”), la que actúa como viuda del marido vivo (“La morada de ébano”), la mujer que se ríe al servicio de su rostro (“El rostro sin lumbre”) o la que simplemente odia a su hombre.

(Publicado en Nova. Revista de Información y Cultura, núm. 3, La Paz, octubre de 1962, pp. 10-11. Nova fue una revista mensual dirigida por Fernando Díez de Medina)

A diez años de la muerte del Che

Zavaleta (1935-1984) desde muy joven escribió en publicaciones periódicas de Bolivia, Uruguay, Argentina y México, entre otros países; este texto lo publicó en 1977, en México, donde vivía como exiliado político

René Zavaleta Mercado - escritor

Siempre es posible cubrir con palabras de glorificación lo que se sabe que fue la violencia de una aniquilación. Pero lo más importante de un hecho es el hecho mismo, es decir, su historia interna, su composición. Aun así es verdad que uno tiende a convertir los hechos en parte de sus propios dogmas. En la brevedad de esta nota es obvio que no podremos escribir nada sobre aquella composición interna de la guerrilla de Ñancahuazú pero quizá esto tenga una otra utilidad. Hoy, en efecto, lo flagrante en esta nuestra región son las dictaduras. En esas circunstancias, hablar de aquella de Ñancahuazú sin relacionarla con algo que tenga que ver con estas cosas de aquí y ahora sería hacer lo que se llama en psicología una supresión: hablar de Che Guevara para no hablar de nuestra situación en las dictaduras.

Guevara, aparte de ser un héroe de la revolución, fue un individuo rico en matices, un hijo propio de nuestra historia nacional. Con aquel estilo aureolado por un cierto romanticismo desdeñoso, él habría preferido que dijéramos, con sencillez, que fue un reformador social. Los reformadores sociales, empero, suelen cometer errores tácticos, teóricos y de todo tipo, como cualquier persona. Con todo, lo que aquí nos interesa es el rol de los núcleos o indicios organizativos con relación a la estructura social considerada como conjunto y, luego, un problema táctico de sentido común que es el papel del principio de la supervivencia en teoría organizativa.

Si la revolución es una catástrofe en la que las masas tienen la iniciativa esto no puede significar que los hechos colectivos comiencen desde el principio como algo en lo que ya participe toda la colectividad o la masa en el sentido en que habló de masa Lenin en su Discurso sobre la Táctica. Si se quiere usar una metáfora: quizá se puede llegar a ser un Vietnam; pero nadie comienza por ser ni por proponerse ser Vietnam. Son siempre núcleos o focos (el término no es tan absurdo) lo que manifiestan en una primera hora determinadas compulsiones latentes (ocultas acaso secretas, pero que serán poderosas) de la colectividad. La propia colectividad puede no saberlo pero el núcleo cree ser ya el portador de algo que aquélla lleva en su cuerpo y no lo sabe. Al fin de cuentas, se puede decir que no hay un gran movimiento que no haya comenzado a partir de dos o tres individuos; pero esos individuos entonces contienen toda una historia.

Marx dijo que “la existencia de ideas revolucionarias en una determinada época presupone ya la existencia de una clase revolucionaria”. Ahora bien, la existencia de la clase revolucionaria, aunque esté muy lejos del poder, muestra que la caducidad de esa sociedad y de su orden ha comenzado.Cuando el orden ha dejado de ser la religión de todos, los esclavos dejan de adorar al amo y se gesta la desagregación que, en el momento de su concentración, ser la crisis general.

Pues bien, si Marx asignaba a las ideas, que después de todo no son más que ideas, semejante importancia, no se ve por qué haya que dar menos relevancia a la presencia de núcleos ya organizados y armados como manifestación de un fracaso de la ideología del poder dominante en la construcción de la conformidad universal. Cualquier rebelión o rechazo, en lo intelectual o en lo práctico, con las ramas o con la pura política, es, en el sentido aquél, un signo del advenimiento de la crisis. La capacidad de autorreconstrucción de ese sistema o de exterminio de ese foco del descontento es otra cosa. Si el foco o núcleo aquél se ajusta en rigor al anhelo no revelado de la masa o si no lo hace, es otra cosa.

La historia de Ñancahuazú es, por eso, una de las primeras pruebas palpables de que el estado construido por la revolución burguesa de 1952 había comenzado el proceso de su desintegración.

La legitimidad de la detectación de la crisis estatal no está condicionada a quien la realiza sea un hombre local. Por eso la más famosa imbecilidad vinculada a este asunto es la que remite la trágica campaña político-militar, como motivo de su existencia y motivo de su fracaso, a la Revolución Cubana.Che, se dice intentó hacer en Bolivia (o en América del Sur a partir de Bolivia) lo que Fidel Castro y él mismo habían hecho en Cuba. Esto, por cierto, no merece mucho análisis. Es lógico que todos los revolucionarios de la América Latina tuvieran entonces en mente a la Revolución Cubana. Es como si exigiéramos ex post a los insurrectos de Berlín o a los de Budapest que no hubiesen pensado en la Revolución de Octubre. Si se ve la cuestión con un poco más de seriedad, lo que interesa averiguar es por qué eligieron Bolivia, sea como escenario en general, sea como mero punto de partida.

Era algo que, se inspirara o no en la Revolución Cubana, tenía, sin embargo, por fuerza, que referirse a las circunstancias políticas de Bolivia y no a las de Cuba. Había, por lo demás, hechos que llamaban a ello. ¿Acaso no es cierto que en 1952 había habido una insurrección popular (en rigor, una insurrección obrera) y que el ejército había sido destruido en las calles de La Paz y Oruro? Los únicos que no saben tal cosa son ciertos camaradas tan ocupados con Bettelheim que no se enteran de los hechos más gruesos de su propia historia más inmediata. Un acontecimiento de tal carácter no había ocurrido en la América Latina desde que los generales Villa y Zapata llegaron al Zócalo de la Ciudad de México.

Se trataba de masas con experiencia en la lucha armada, de masas que se sentían implicadas cuando la política ocurría, masas no indiferentes, finalmente masas ya activas y no medidas. Un triunfo militar se convirtió después en una derrota política. La victoria de las masas no pudo ser usada sino de manera muy limitada por las propias masas vencedoras.

La clave de esto está en que tenían la victoria pero no tenían la vanguardia. Su éxito dio lugar, en cambio, a que el propio Estado burgués se reconstruyera, se ampliara y modernizara afincándose a la vez en el triunfo armado de las masas y en su debacle política.

Es lógico dar por supuesto que la guerrilla y Che mismo, que había visto con sus propios ojos a los insurrectos del 52, se dirigían a la captación de aquellas masas. Querían compensar a su manera lo que las masas no habían tenido en el momento de su triunfo inorgánico en 1952, construir la vanguardia política desde lo militar, para conectarse más tarde o más temprano con el movimiento obrero y con el campesino.

Desde este punto de vista, es injusto aseverar que el foco quisiera vencer como foco al ejército y regalar desde arriba, después del triunfo, una revolución a las masas. En definitiva, para nosotros, está claro que se había elegido a Bolivia por la alta calidad activa de sus masas, por la herencia revolucionaria.

La visión primaria de aquella guerrilla, la mostraba como un hecho muy desvinculado de las modalidades de la política del país. Vamos a ver cómo los hechos posteriores demuestran que no era algo tan heteróclito.

La crisis del Estado burgués reconstruido en sus nuevos términos en 1952 comienza en 1964, cuando la clase obrera rompió con el MNR, es decir con el partido democrático general o sea el bloque histórico que había conformado la revolución burguesa hasta entonces. Ahora la burguesía ratifica su alianza con los campesinos parcelarios y excluye del bloque histórico a la clase obrera. Primero, es verdad, los obreros no sabían qué hacer con su propia victoria en 1952.

Después, el estado aquél se arregla para constituir mediaciones más o menos eficaces con relación al movimiento proletario, más o menos como en México. Lo de 1964 (con el complot de la CIA para que rompieran Lechín y Paz, etc.) es ya la claudicación de aquellas mediaciones.

A partir de ese tiempo, la clase obrera es una clase solitaria pero también una clase contestataria, una clase separatista. Ni siente a ese Estado como suyo. Los demás sectores, en cambio, consumen la ideología oficial de ese Estado, creen en la religión que han creado, la avalan y suscriben. Los propios campesinos, tan miserables aquí, tras el reparto de las tierras, se convierten en una clase tranquila.

La crisis está latente y todos lo sabemos. Son diversos núcleos o focos los que intentan organizarla y masificarla. El primer foco que lo intenta es, en efecto, el de Ñancahuazú. Fracasa con las eventualidades bien conocidas. Pero cuando Ovando (1970) trata de regenerar el proceso revolucionario burgués, cuando trata de reconstruir la autonomía estatal burguesa y aun de reponer las mediaciones rotas, las que ligaban a la dominación con la clase obrera, entonces es ya la fracción nacionalista militar la que actúa como foco que no llega a controlar la mayoría del ejército ni tampoco, por tanto, a la mayoría de la población. Torres no es sino la radicalización de ese intento, la democracia radicalizada autodestruyéndose.

Pero es lo mismo con otro sujeto, lo que sucede con la Asamblea Popular. Aquí también la clase obrera se organiza como un poder, diferente, distante y autónomo respecto del poder oficial del país que es, last term, de la burguesía; de la fracción democrática de la burguesía pero de la burguesía al fin. La Asamblea es pues un sóviet (es 1971) pero su alcance o comprensión no contiene a la mayoría del país; mejor dicho, no tiene tiempo para saber si puede ser mayoría o no. Es un sóviet obrero y casi no tiene otros aliados que los simbólicos. Funciona también, por eso, como un núcleo o foco. Cuando no se es esto que llamamos “mayoría de efecto estatal” el poder es una ilusión.

¿Qué es, empero, lo que identifica a los tres núcleos o focos progresistas? Cada uno de ellos se propone un objetivo propio. Con todo, pues su fuente es la crisis estatal, en algo se parecen. En un solo hecho, pero tienen sus aspectos. Los tres tienen aquel defecto estratégico esencial que consiste en la incapacidad de convertir el programa del núcleo en el programa de toda la nación. Pero esto produce que ninguno pueda sobrevivir (ya no hablemos de ese poder). Esto es lo que vincula a las tres experiencias con el momento actual y es lo que deberíamos discutir: la cuestión del principio de la supervivencia en su contenido clasista-organizativo. Si no lo tenemos claro con relación a las experiencias aquéllas, quizá tampoco sobrevivamos a la represión de las actuales dictaduras.

Es una cadena. Si la guerrilla, por ejemplo, hubiese estado vinculada al corpus de la formación social boliviana, habría sobrevivido, aunque solo fuera como una presencia de desgaste, como sobreviven las guerrillas en Colombia v. gr. Luego, si la guerrilla hubiese sobrevivido, la Asamblea Popular hubiera tenido capacidad de repliegue después de su derrota en la batalla del 21 de agosto en La Paz. Sobreviviendo, aunque replegada a un territorio que no debía ser por fuerza el territorio obrero literal, era posible desarrollar los rebrotes de protesta democrática de los campesinos pero también ejercitar una capacidad de penetración y escisión del aparato represivo que ya había existido, al menos como germen.

Es mejor hablar claro en estos asuntos. El culto del peligro es un culto feudal. No se pueden trasladar los cánones del honor personal a las clases sociales. Es fácil que un individuo esconda dentro de su instinto de conservación su propia cobardía pero, en lo que se refiere a un movimiento revolucionario, su primera tarea consiste en sobrevivir.

Y eso ocurría porque el país era una terra incógnita. Es verdad que hay una tradición marxista en Bolivia pero también lo es que el marxismo apenas si comienza a utilizarse en el estudio de esta sociedad. Por eso, cualquiera de los tres núcleos estaba siempre ciego. Tenía móviles pero no certidumbres sobre la sociedad a la que quería conquistar. Tenían que librarse al azar de lo que espontáneamente hicieran aquellas masas que tanto habían hecho espontáneamente en el pasado. Ya se sabe: una cosa es que el barco rompa la tempestad y otra que la tempestad lo lleve en el buen camino.

Confiando en la buena suerte no se conquista el poder. En este sentido, lo mismo la guerrilla que la Asamblea sondearon a la oscuridad.

(Publicado en la revista Proceso, núm. 48, México, DF, 3 de octubre 1977, p. 45-46. También como “Lésperienza del fochismo. Per una teoria della rivoluzione latino-americana”, en Il Manifesto, Roma, 9 de octubre 1977, p. 13)