domingo, 23 de marzo de 2014

Alejandro Salazar: “Trato de hacer un trabajo honesto y bueno”

La ilustración que Al-Azar publicó acerca del carnaval de Oruro, luego de que se desplomara una pasarela que provocó la muerte de cinco personas, generó críticas en la capital folclórica del país. El artista opina acerca del tema, da sus razones y habla de su trabajo

¿Qué es lo importante de destacar al momento de retratar un hecho?
Primero hay que tener sentido crítico de la realidad, poder leer la realidad y escoger las cosas que son importantes. Ver lo que pasa en los medios de comunicación, lo que la gente habla. Hay que saber diferenciar lo que se dice en los medios de lo que es la realidad, y luego tener un sentido de sensibilidad artística para poder plasmar lo que está en la cabeza de uno, y también hay que tener técnica, saber dibujar, pintar.

Usted ya tiene una técnica reconocible, ¿cuánto tiempo le tomó alcanzarla?
Toda mi vida, desde que empecé a dibujar. Es como el trabajo del carpintero, poco a poco uno va mejorando el trabajo técnico para poder resolver mejor el concepto.

¿Me puede mencionar alguna de sus influencias?
Hay un dibujante alemán de los años 20, se llama George Grosz, era pintor, dibujante, hacía caricatura política, con una línea muy incisiva en la época de los nazis. El dibujante estadounidense Robert Crumb, que tiene un humor medio loco. En su documental cuentan un poco la historia de la familia, que no es muy normal. Crumb me gusta, me hace reír, además que toca temas que son tabús en la sociedad norteamericana, pero tiene mucho sentido del humor.

En cuanto a temas tabús, ¿cómo tomó el problema surgido a partir de su historieta sobre el Carnaval de Oruro?
Bueno, yo traté de reflejar lo que había pasado. Pienso que como en todo trabajo, hay cosas que a unas personas les cae bien y a otras no. También hay intereses de por medio, hay un montón de cosas que yo no puedo calcular. Trato de hacer un trabajo honesto y bueno, pero no siempre se puede caer bien a todos.

¿Cómo tomó las reacciones en Oruro?
Soy un poco sensible a esas cosas. Estoy un poco afectado, pero sigo trabajando. Pienso que una persona que trabaja en medios de comunicación tiene que tener ciertas responsabilidades con sus lectores. De seguro que hay gente que espera lo que yo hago, que piensa que mi trabajo puede tener algún valor. Mientras pueda voy a seguir haciéndolo.

¿No se arrepiente de haber hecho esta historieta?

No, porque pienso que refleja ciertos problemas que hay en la sociedad. Pienso que si ha causado cierto impacto en la sociedad es porque algún problema hay. Porque si no hubiera ningún problema seguramente la gente no le importaría, pero hay alguna cosa ahí por debajo que molesta a la gente y ojalá que eso sirva para que la gente pueda tomar como punto de inicio para resolverlos.

Además que sirvió para que reciba mucho apoyo de parte de colegas y gente ligada a la cultura.
Eso es bueno también, porque el gremio de los dibujantes está muy separado. No hay una asociación de ilustradores y dibujantes. Esto ha servido para que la gente pueda hacer causa, unirse y tomar una posición única. No solamente pienso que es un apoyo hacia mi persona, porque eso puede pasar con cualquiera. Esto va a servir para que la gente se sienta más segura en su ambiente de trabajo.

¿Cómo tomó el pedido de disculpas de La Razón por su historieta? Algunas personas vieron con esto una actitud negativa contra la libertad de expresión.
Pienso que el margen de maniobra era muy estrecho de La Razón. El periódico es un negocio también, entonces tienen que moverse dentro de ese ámbito. Creo que están haciendo su trabajo.

¿Cuántos años lleva trabajando en La Razón?
En La Razón he trabajado dos veces discontinuadas. He trabajado dos años en el 94-95 y ahora llevo tres años ya. He trabajado también en el periódico La Prensa, en el semanario Pulso, también en El Día, de Santa Cruz.

Usted ha trabajado mucho con ilustración infantil también ¿Es más difícil hacer trabajos para un público específico que para uno en general?

Cada labor tiene su propia especificidad. Porque, por ejemplo, el trabajo de ilustración es bastante creativo. No se trata simplemente de agarrar el texto y dibujar sobre él, sino de interpretarlo y darle una nueva lectura. El trabajo de la caricatura es también interesante, porque un poco hay que interpretar lo que pasa en la sociedad, con esos problemas tan complejos de las relaciones entre la gente, la política. Resumir en una sola viñeta una sola cosa que se mueve, que es tan compleja es un bastante agotador.

¿Desde cuándo se dedica a la ilustración, a realizar historietas?
Estudié arquitectura, pero me dediqué a la ilustración, a ser dibujante. Como ilustrador ya debo tener más de 30 años, y haciendo caricaturas como 20 años.

¿Qué ha podido conseguir todos estos años gracias a su trabajo en este arte?
Soy feliz porque hago lo que me gusta, porque difícilmente en este país siendo artistas podés dedicarte a lo que te gusta, entonces, es un logro para mí.

Protagonista

Alejandro Salazar
Entre el humor y la ironía
Parte de su trayectoria
Nació en Cochabamba en 1959, pero de joven llegó a La Paz, donde actualmente reside. Estudió Arquitectura, pero decidió dedicarse de lleno a las artes plásticas. Ha pintado murales en Francia, tiene cuatro libros con sus dibujos. Ha ganado diversos premios y actualmente hace cinco historietas a la semana para el diario La Razón. La ilustración, publicada el 6 de marzo por el diario La Razón, muestra calaveras con instrumentos y cuernos en el carnaval de Oruro.



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