domingo, 21 de diciembre de 2014

Magela Baudoin: «No sé escribir desde otro lugar que no sea yo»


GANADORA | LA ESCRITORA Y PERIODISTA ACABA DE GANAR EL PREMIO NACIONAL DE NOVELA. A ELLA ESCRIBIR, LE NACE DEL ALMA.

Para Magela Baudoin la escritura no es un pasatiempo, es una forma de vida, no se concibe a sí misma sin un libro, sin estar escribiendo, es su manera de comunicarse, su vínculo con el exterior. Sencilla, llana, llena de vida, la escritora, que también trabajó muchos años como periodista, juega con las palabras en el mejor sentido, y ello la ha llevado a ganar el Premio Nacional de Novela 2014 con su obra “El sonido de la H”, que según su autora es “una novela de crecimiento o iniciación de dos personajes femeninos/adolescentes en la búsqueda de su identidad.” Crecimiento, buena manera de definir a Magela Baudoin.



OH! ¿Por qué escribe Magela Baudoin?

Escribir es una manera de comprender lo que me es difícil de desentrañar intelectualmente, aquello que a veces no podemos pronunciar, por su complejidad, y sin embargo sentimos. Esa complejidad es la que me obsesiona “mostrar”; no definir sino “mostrar”. Por otra parte, escribir es “jugar”, en el sentido más infantil y primigenio de la palabra, como cuando interpretábamos papeles y solo nos dejábamos llevar. Esa fase lúdica de la escritura me encanta y me es imprescindible. Pienso que desde allí es de dónde se puede contar mejor el mundo.



OH! ¿Es una necesidad personal? Es algo que quiere hacer público? La escritura es una forma de comunicación para Usted?

Sin duda, si no hay “conexión” con otro, con el lector, no tiene sentido la escritura. No es que uno escribe pensando en “agradar” al lector, pero escribe en una suerte de comunión tácita con él. Hay arte en la medida en que alguien puede “leerlo”.



OH! ¿Cuáles son los temas que la inspiran?

Me doy cuenta que doy vueltas sobre algunas temáticas: los quiebres, el margen, las situaciones mínimas que ponen a prueba, todo el tiempo, la condición humana. En ese sentido, veo que es recurrente la niñez y la familia; los nexos de amor, que tambalean en los espacios mínimos de los poderes afectivos.



OH! ¿Cómo influye su familia en su obra?

No sé desde dónde responder a esta pregunta. Lo primero que se me viene es que sin ellos, esta apuesta sería impensable. Bancar a un escritor es todo un acto de fe, porque es una promesa a futuro, que además puede ser un mal negocio… (jajaja)

Además de esto está la manera en que ellos te miran “ser”, siempre un poco enajenada de la realidad. “Ma, ¡te estoy hablando!”, es un reclamo usual de mis hijos que, por suerte, la mayor de las veces viene en forma de chiste y no de reproche, porque ser escritor implica mucho tiempo con uno mismo, en soledad.

Finalmente, está la manera en que los escritores bebemos de nuestra historia. Yo no sé escribir desde otro lugar que no sea yo. Pienso en la literatura como una fotografía en la memoria que modifico, deformo, recreo y cuento. Sin exageración no hay historia, dice uno de mis personajes y pienso que es absolutamente cierto.



OH! ¿Qué considera que es lo que ha marcado su forma de escribir?

Leer.



OH!¿Cómo describiría su estilo?

¡Barroco! Definitivamente funciono más en el exceso.



OH!¿Cuál ha sido el momento clave en su vida como escritora?

Hace casi cinco años tuve un episodio de salud que me hizo pensar que no podía “esperar” para escribir. Hasta entonces yo pensaba que algún día, tal vez cuando me jubilara, escribiría. Era una suerte de sueño bucólico. Pero entonces pensé: ¿Y si me muero mañana? Entonces decidí cambiar de vida, dejar de escribir colateralmente. Caminar alrededor de la literatura y que fuera lo que la vida quisiera.



OH! ¿De qué no puede prescindir Magela cuando escribe?

Del café.

OH! Periodista primero y escritora después? ¿Cuál es el orden en su vida profesional? ¿Qué diferencia a una de la otra?

Pienso que periodismo y literatura como dos lenguajes completamente diferentes. A uno lo define la veracidad y al otro la fantasía. Uno para mí es un viaje exterior; y el otro, uno introspectivo. Le decía a alguien en estos días, que tal vez periodismo y literatura converjan en un punto: la curiosidad, pero sus procedimientos son básicamente distintos.



OH! ¿Cuáles han sido sus referencias, y lo son hoy, para su trabajo?

Supongo que te refieres a las marcas literarias. Hay escritores que uno lee y son absolutamente pedagógicos como Hemingway o Carver o Cortázar, por ejemplo, que te hacen pensar que, con esfuerzo y mucha lectura, tal vez un día podrás ser escritor. Luego hay otros, como Faulkner o Virginia Woolf o Burgess, que lees y hallas inalcanzables y que hacen que la literatura sea un enigma, un desafío, una constante e inquietante pregunta. Pienso que he bebido de ambos, pero también de la música, del cine, de las tele y radionovelas, de la poesía… El acto creativo es contaminación pura.



OH! ¿Qué significa para Usted ser además docente?

Sobre todo la posibilidad de aprender. No deja de haber un desdoblamiento preformativo en cada clase, en el que te entregas y, con suerte, ellos también se entregan. Es entonces cuando ocurre la comunicación, el contacto, y eso es fantástico.



OH! ¿Cómo vivió sus años de periodista? ¿Volvería a la carrera?

Corriendo… Jajajajaja. Se corre mucho cuando se es periodista.



OH! ¿Cómo es Magela en un día común de su vida? ¿Cuáles son sus prioridades?

Muy simple. Tengo miles de obligaciones domésticas y prosaicas. Los que me conocen saben que es así. Escribir puede ser algo tan poco poético como golpear una piedra.



OH! ¿Qué significa para Usted haber ganado el Premio Nacional de Novela?

Como lo había comentado en estos días, significa un incentivo, reconocimiento, plata, un salto, todo junto y, a la vez, solo una estación en el camino. En todo caso, estoy muy feliz de recibirlo.



OH! ¿Ha escrito varios libros, a cuál le tiene más cariño?

Es difícil decirlo, es como elegir a qué hijo quieres más.



OH! ¿Considera que hay clichés en la escritura que deben romperse?

Sí, la idea de que la escritura es cosa de elegidos, que no puede enseñarse. Es algo un poco arrogante. Si se puede enseñar música, pintura, escultura, por qué no habría de ser posible enseñar escritura. Es un mito que me parece importante desmontar para bien de las futuras generaciones de escritores. Por supuesto, no estoy hablando de talento porque el talento siempre es algo excepcional, estoy hablando de “oficio”.



OH! ¿Cuáles son sus autores bolivianos favoritos?

Uyyy, qué difícil. Voy en desorden y sin que la lista sea restrictiva. Me encanta Mitre, Urzagasti y la Adela (por visionaria). Me gustan mucho Wolfango Montes, Eduardo Scott y Oscar Barbery, también Paz Soldán, Sebastián Antezana, Liliana Colanzi. De los actuales, Rodrigo Hasbún y Giovanna Rivero, son mis favoritos, definitivamente. Pero encuentro que las estéticas de Urrelo y de Juan Pablo Piñeiro son hondísimas. En poesía, hay grandes nombres como Matilde Casazola, y Nicomedes Suárez, como Gabriel Chávez, Juan Cristóbal Mac Lean, Gary Daher y Gustavo Cárdenas. Creo que me quedo corta.



OH! ¿Qué está leyendo ahora?

Terminando El adversario de Emmanuel Carrère; picoteo unos libros de Mario Levrero; y me preparo para releer Luz de agosto en las vacaciones.




Perfil

Magela Baudoin

Periodista y consultora en comunicación. Posee una maestría en “Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial” de la Universidad Complutense de Madrid; y una especialización en Comunicación Corporativa de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Desde el año 2000, es Directora General de la empresa Rodríguez & Baudoin Comunicación Estratégica que fundó junto con María José Rodríguez, y en la que ha diseñado y aplicado políticas y estrategias de comunicación hacia la opinión pública para empresas nacionales e internacionales, e instituciones públicas y privadas, administrando sensibles procesos de contingencia social.

Entre 1997 y el año 2000, fue gerente de Imagen Corporativa de Tironi & Asociados Bolivia. Ha sido docente de varias universidades bolivianas y ha ejercido el periodismo en medios de relevancia nacional como La Razón y La Prensa. Actualmente, enseña en la Universidad Privada de Santa Cruz, a nivel de pre y post grado, y escribe para las revistas Nueva Crónica y Poder y Placer. Ha publicado el libro de entrevistas “Mujeres de costado” (La Paz, Plural 2010) y cuentos suyos han sido incluidos en las antologías “Voces con vida” (México D.F., Palabras y Plumas, 2008) y “Recuentos urbanos” (México D.F., Palabras y Plumas, 2009). Fue finalista en el I Concurso Internacional de Cuento Breve del Salón del Libro Hispanoamericano de México D.F. en 2009 y es ganadora del Premio Nacional de Novela 2014.

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