Se tomó su tiempo para terminar su primera novela (y su primer libro) pero lo logró. Adhemar Manjón debuta como autor con Génesis 4:12, un trabajo que él mismo ve como un instrumento de autoanálisis, pero que para el público lector representa una oportunidad, la de conocer a una nueva voz en la literatura boliviana.
Sobre la novela, el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán ha dicho: “Me ha encantado Génesis 4:12, de Adhemar Manjón. La novela urbana se renueva en Bolivia; uno de los mejores caminos es este, lleno de humor, antisolemne, ácido”.
Manjón trabaja como periodista cultural en EL DEBER y está muy contento por esta obra, que presentará hoy, a las 19:00 en el salón Dante Alighieri.
¿Cómo describís el proceso de escritura de Génesis 4:12?
Un poco lento, me tomó como tres años terminarla. La abandonaba cada tanto hasta que pensaba cómo debía continuarla o qué cosas cambiar o dejar. Pero, desde que supe qué quería hacer, cada vez que escribía me resultaba divertido hacerlo, más allá de las dudas que tenía sobre si funcionaba o no.
¿Qué representan para vos los personajes de la novela?
Son un pretexto para analizarme a mí mismo, quizás.
¿Qué reacciones crees que puede generar el libro por parte de los lectores?
No tengo idea. Supongo que como todo trabajo literario habrá gente a la que no le gustará, y gente a la que sí. Y gente a la que ni le interesará comprarlo.
¿Qué te pareció el trabajo de La Perra Gráfica (editorial)?
Me gustaron mucho sus anteriores publicaciones. Es un trabajo artesanal muy dedicado, que se desmarca un poco del trabajo que hacen las editoriales grandes. Es una de las editoriales independientes con más proyección en Bolivia.
¿Hacia dónde apuntó tu búsqueda? ¿Desde cuándo supiste que el texto daba para una novela?
A pesar de que sabía cómo iba a terminar desde un comienzo, no sabía muy bien cómo dirigirla, así que a veces pienso que rellené todo eso con ciertos aspectos que observo de Santa Cruz, o de algunas situaciones que he presenciado (o incluso vivido).
Al comienzo pensé que sería una serie de relatos, pero, una vez pensé mejor en el personaje, decidí que funcionaría mejor como una novela.
¿Cuánto influyó tu labor como periodista en la obra?
Me ayudó más que todo a corregir ciertas taras gramaticales que tenía. Fui más cuidadoso con eso
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