jueves, 30 de junio de 2016

El ABNB destaca la labor del bibliotecario boliviano


DÍA DEL BIBLIOTECARIO

Desde 2007 y mediante una resolución del Ministerio de Trabajo se dispuso que cada 30 de junio se celebrara el Día del Bibliotecario Boliviano.

Con diversos programas de fomento a la lectura y proyectos de gran envergadura para garantizar la preservación y difusión de los tesoros bibliográficos que guarda el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), los miembros de esta institución celebran hoy el Día del Bibliotecario Boliviano.

“El ABNB guarda colecciones muy importantes, en la parte de bibliotecas, como también el archivo… Hay un trabajo de base fantástico, como entidad, como se la conoce fusionada como archivo y biblioteca, data de mediados del siglo XIX, pero formalmente nos remitimos a la fecha de fundación a la cabeza de Ernesto Ruck en 1883”, aclaró a CORREO DEL SUR el flamante director de ese repositorio, Marco Antonio Peñaloza, sobre los antecedentes del ABNB.

De acuerdo con un documento redactado por los trabajadores del ABNB, en realidad la primera biblioteca pública de Bolivia tuvo su creación de forma paralela a la declaración de independencia. Esa primera institución cultural se fundó a partir de las inquietudes del Mariscal Andrés de Santa Cruz, recogidas en un carta que mandó el 23 de julio de 1825 al futuro presidente Antonio José de Sucre. Ese recinto bibliotecario fue la base del posterior ABNB.

Para el jefe de bibliotecas, Jorge Huanca, es importante dar a conocer la labor que se realiza desde hace tantos años en la Capital.

“Lo que manifestamos muchas veces, es la falta de apropiación de la comunidad sucrense, sobre el ABNB, no sólo sobre sus bibliotecas, sino también sobre el archivo, que es mucho más valorado por los visitantes”, explicó Huanca.

Al describir el trabajo del bibliotecario, que no es muy conocido por la mayoría de la población, Huanca destacó que se trata de una labor minuciosa que se desarrolla bajo estrictas normas internacionales e instrumentos técnicos como las reglas de catalogación angloamericanas AACR, que son empleadas en las grandes bibliotecas del mundo y que poco a poco están pasando a un nuevo sistema conocido como RDA, aspecto que ya se tiene en cuenta en el ABNB.

“Luego utilizamos el Sistema de Clasificación Decimal Dewey, que está normado a nivel de Decreto Supremo, y establece que en Bolivia se debe usar el sistema Dewey, entonces nosotros cumplimos. En sala de investigación todo son fichas, pero para construirlas el proceso es minucioso, debemos consultar tesauros para precisar los términos exactos para describir el contenido de los documentos, todos estos antecedentes y otros constituyen en el trabajo del bibliotecario y la valoración del trabajo del bibliotecario para garantizar el acceso a la información”, destacó el experimentado bibliotecario al mostrar un libro “Incunado” de 1943, es decir anterior a la imprenta de Gutenberg, una de las tantas joyas que forman parte de las vastas colecciones del ABNB.

Por su parte, Peñaloza enfatizó que esta institución ahora apunta a trabajar en la implementación de nuevas metodologías, así como avanzar en la digitalización del material contenido en el ABNB y avanzar en un estudio de factibilidad para crear las condiciones que permitan recibir y concentrar la documentación que los archivos provenientes de instituciones públicas.

“El mes de agosto, tenemos previsto dar un curso específicó, para condiciones de infraestructura para archivos y bibliotecas, el curso lo vamos a impartir como institución, en una primera instancia en Sucre, y ver que se lo pueda replicar, en el resto del país, porque la necesidad está en absolutamente todos los espacios del Estado”, remarcó Peñaloza.

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