La pintora y dibujante Verónica Pérez Sensano observó que sus compañeras de trabajo, profesoras de una unidad educativa, pintaban mandalas durante el almuerzo como parte de un movimiento antiestrés para adultos que existe en varios países.
Se le ocurrió que podía mejorar los diseños y hacerlos más complejos. Surgió entonces la idea de elaborar un libro para colorear dirigido a adultos que tenga el beneficio de combatir el estrés.
Pérez se unió al diseñador gráfico Mauricio Calasich Liévana y juntos crearon Fauna Gráfica, un emprendimiento que elabora productos gráficos personalizados.
Después de investigar descubrieron que colorear conlleva una serie de procesos relacionados a la relajación, la concentración y el equilibrio de las emociones. Pero, además, que da un momento creativo.
"Para mis colegas se trataba de relajarse y evitar el estrés, pero además una de las profesoras me comentó que lo veía como una forma de expresarse en forma creativa”, explica la dibujante.
Mandalas y una pausa
Se trataba de un respiro para enfrentar la cotidianidad y así decidieron llamar a sus libros. La temática del primero es la naturaleza. Contiene 15 láminas con animales y paisajes. Debido a que los espacios son más grandes, darles color es más sencillo.
El segundo, que tiene 14 láminas, está totalmente enfocado en las mandalas. Los diseños tienen mayor complejidad por sus espacios pequeños.
Mandala es un término de origen sánscrito que se traduce como "círculo sagrado”, son representaciones simbólicas relacionadas al hinduismo y al budismo.
El psiquiatra Carl Gustav Jung estudió durante mucho tiempo los mandalas y concluyó que se trata de un símbolo transformador de la energía psíquica, es una representación del arquetipo del "sí-mismo” (arquetipo de unidad o totalidad), que permanece vivo en la psique humana desde el inicio de la humanidad, según se indica en la web de la Fundación C. G. Jung.
Sobre el proceso de dibujar y pintar, Jung describió que dibujar o colorear es una forma de libertad que permite canalizar emociones y liberar estrés; pero además con esta actividad se logra un desahogo emocional cotidiano tan necesario en la actualidad.
El proceso
Pérez dibuja a mano cada línea de los diseños. Posteriormente, éste se traslada a la computadora, en la que Calasich procesa y optimiza cada dibujo antes de incluirlo en una lámina.
"Sacamos el primer libro para Navidad del año pasado. Queremos que cuando las personas vean la tapa de cada volumen observen cómo quedan los diseños una vez coloreados”, detalla Calasich.
Cada diseño se puede colorear con lápices, crayones, micropuntas y marcadores, entre otros. Cada lámina tiene una línea punteada para que, al terminar de pintar, el diseño se pueda recortar fácilmente y que se convierta, por ejemplo, en un cuadro.
Tienen prevista una temática diferente para cada libro, han pensado hasta el momento en hacer volúmenes sobre ciudades, paisajes, el espacio y hasta una versión en miniatura para Alasita.
De momento, sus clientes son en su mayoría mujeres mayores de los 20 años, aunque hayan muchos niños que se interesan, sobre todo en el primer libro, inspirado en la naturaleza. "Son personas que siempre les ha gustado el arte, tal vez no tengan una educación académica; pero se dan el gusto de hacer algo creativo y artístico, que después pueden tener en sus paredes”, añade el diseñador.
De momento, los libros se venden a través del Facebook y ferias como el Mercadito Pop o la del colegio Calvert.
El costo del primer volumen es de 100 bolivianos y el segundo tiene un precio de 110 bolivianos.
De esta forma, para los adultos colorear se convierte en un arma contra el estrés, una de las enfermedades del siglo XXI, según la Organización Mundial de la Salud.
Pérez y Calasich creen que es una forma sencilla de mejorar la calidad de vida, tener un color en la mano puede ser una herramienta práctica de bienestar.
Punto de vista
Carla Arispe
Psicóloga clínica
"Los mandalas son símbolos relacionados con el budismo e hinduismo. Dibujarlos es una tradición oriental que genera relajación y posibilita el flujo de energía positiva a quien lo practica. Incluso, la elección de los colores, según los que han estudiado esta práctica, revela las fortalezas y los conflictos ocultos en la persona, aquello que necesita una sanación espiritual”.
"Colorear es muy bueno para los niños y, por supuesto, no es diferente para los adultos, ya sean mandalas u otras formas, que pueden ser sencillas o complicadas. Si hablamos concretamente de los mandalas, en los adultos se concibe como un ejercicio de relajación para descansar la mente y los sentidos de los problemas cotidianos”.
Coordenadas
Contacto El emprendimiento cuenta con una página en Facebook: Fauna Gráfica. También está en Instagram: fauna_grafica y recibe solicitudes al correo electrónico: faunagraficabo@gmail.com.
Entrega En La Paz se hacen entregas a domicilio y también se realizan envíos al resto de Bolivia.
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