martes, 4 de junio de 2013

Un Gatonegro actualiza sus estados de Facebook

Hoy en la Feria del Libro se presenta la segunda edición del libro Los estados del gatonegro de Federico Morón. Esta es una oportunidad interesante para conocer un poco más acerca de su trabajo como publicista y recopilador, un universo de creatividad en el mundo del gatonegro. El libro es comentado en las redes sociales locales y despierta curiosidad en el público. Se presentará hoy a las 20:30 en el salón Chuquisaca.

¿Cómo te fue el año pasado?. Como dice el caballo de la tele… increíble! Yo llegué a la feria del libro de Santa Cruz con la consigna de vender 30 libritos e irme feliz, pero terminé yendo a cuatro ferias del libro por toda Bolivia y acabé con la primera edición de 1.000 libros mientras descubría (gracias a mucha gente linda) que el boliviano necesita urgentemente reír.

Muchos ven a tu libro desde una crítica sobre literatura - ¿Cómo funciona este libro dentro de la literatura para vos?. Desde que decidí escribir mi primer librito sabía que no quería ser escritor, por respeto a los que han leído muchísimo, a los que estudiaron para serlo y a los que lo hacen muy bien. Yo solo me divierto con las palabras, armando, desarmando y haciendo literatura desde el hueco de mi calcetín, jalándole las faldas al pequeño Larousse, haciendo humor sobre cultura popular, sobre la nostalgia, sobre lo absurdo, sobre mi extraño mundo, sobre “microrregatos”, sobre “gatorismos”, sobre todo y sobre nada… como en casa de abuela ajena, sin miedo a romper las cosas.

¿Cómo ves a las redes sociales y la escritura en estos tiempos?. Las redes sociales son como los destornilladores, sirven para matar y apuñalar, pero con ellos también se pueden armar avioncitos e incluso el cielo (siempre y cuando los destornilladores sean estrella) al final es eso, una poderosa herramienta que funciona de acuerdo al usuario. Para mover el mundo de la escritura siempre va ser fundamental, por eso mismo no hay que tenerle miedo a las nuevas tecnologías, hay que usarlas, transgredirlas y como decía Darwin evoluciona o muere.

¿Cuál sería alguna autocrítica del primer tomo?. Necesité mucho coraje para sacar el primer librito, pero recién ahora me doy cuenta de que fui algo prudente con respecto al humor político, ahora no, en El Segundino no me guardo nada y le llega palo a todos los giles que hacen las cosas mal en mi ciudad y en mi país, eso sí, siempre usando el humor como el camino para hablar en serio.

“La creatividad es como la mafia italiana, mientras uno más labura con ella, más peligroso se pone”.

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