martes, 7 de mayo de 2013

Urzagasti: Un Universo Tan Fantástico Como Real

El sábado se fue Jesús Urzagasti, autor de Tirinea, incluida entre las 15 novelas fundamentales de la literatura nacional, y de otros títulos de la narrativa y la poesía que lo encumbraron como uno de los más importantes escritores, no solo de la literatura nacional, sino de las letras latinoamericanas contemporáneas.

El hombre que había nacido en la provincia tarijeña de Gran Chaco y que también dedicó gran parte de su vida al periodismo, profesión en la que hizo suyo el lema de la búsqueda de la verdad, moldeó su naturaleza de hombre humilde desde niño, cuando aprendió a trabajar la tierra y conocer el valor de las cosas. Esa experiencia le permitió plasmar todo el conocimiento en obras que se convirtieron en auténticas páginas de vida. En el país del silencio, De la ventana al parque y Los tejedores de la noche son solo una muestra del caudal creativo de un autor que supo encontrar la substancia indicada para dar una tonalidad diferente y novedosa a los géneros literarios que abordó.

Porque Jesús Urzagasti fue, definitivamente, el autor que transformó la literatura boliviana, que se atrevió a alterar los esquemas convencionales de la narrativa, vigentes hasta la segunda mitad del siglo pasado, acorde con los cambios que propuso el boom latinoamericano, al que estuvo vinculado de alguna manera.

El hombre

El escritor Ramiro Antelo León, afirma que Jesús Urzagasti pertenece a una raza de hombres que se inmortalizan con sus obras. “Para muchos es casi un desconocido, porque era cruel con sus libros. Los acompañaba atento hasta la imprenta. De allí en adelante, los abandonaba: que se defiendan solos, decía sin remordimiento alguno; sus libros se defendieron solos y ahí andan sólidos como de cemento, cada día más amados”, recuerda Antelo.

Homero Carvalho se refiere con un cariño especial al autor de El árbol de la tribu, pues fue una persona clave en su formación como escritor. “Conocí a Jesús en 1977, cuando trabajaba en Presencia empezamos a hacer amistad. Recuerdo que me hizo un generoso comentario que me animó a seguir escribiendo, además que fue en ese diario donde publiqué mi primera columna”, rememora Carvalho, que se refiere a Urzagasti como un hombre que gustaba alejarse de las muchedumbres y que prefería conversar a solas, mejor si era acompañado del tradicional mate, o bien, una copa de singani puro.

“Le gustaba leer y escuchar los textos de la gente que lo visitaba. En su casa de la avenida 6 de Agosto, en La Paz, tenía su biblioteca, un lugar muy especial y reservado, donde le gustaba estar”, añadió el beniano.

Carvalho fue el nexo para que Urzagasti conociera al periodista Pablo Cingolani, que guarda los mejores recuerdos del autor chaqueño. “Gracias a Homero logré publicar en Presencia Literaria (suplemento del desaparecido diario paceño, que estaba dirigido por Urzagasti). Mis colaboraciones se volvieron habituales y lo mejor de todo: eran pagadas. Me pagaban Bs 16 por nota, firmaba una planilla y listo: ¡a comer! Pero un lunes, me pagaron 32 bolivianos. Me sorprendí. Luego supe que le habían comentado a Urzagasti de mi precaria situación económica y no tuvo mejor idea que gestionar que me doblen el monto de lo abonado. Cuando lo supe, obviamente, corrí a agradecerle ese gesto a Jesús. Él no le dio importancia, dijo que no le agradezca nada”, contó Cingolani.

El autor

“Jesús fue un escritor y periodista que ‘cometió’ una literatura fundacional porque rompió la frontera entre dos géneros, la narrativa y la poesía, desestructuró planos narrativos y presentó la fábula y el mito desde la óptica del Chaco, sin prescindir de los Andes pero desde una perspectiva chaqueña”, comentó el escritor cochabambino Ramón Rocha Monroy.

De entre los títulos de Urzagasti, el autor de Potosí 1600 destaca Tirinea, sobre todo porque fue incluida entre las 15 novelas fundamentales de Bolivia.

“Tirinea fue calificada de antinovela, se la vinculó al ultraísmo y a la escritura vanguardista de Kafka, Proust y Beckett por su subjetivismo, su lirismo y su poderosa ironía. Además, probablemente es la primera novela que contiene una metanovela, una descripción de cómo se va haciendo el texto”, complementó Rocha Monroy.

Para la académica Claudia Bowles, esta obra también merece una especial atención al momento de referirse a Urzagasti, pues su trabajo final de grado está basado en la novela.

“El azar quiso que encontrara un ejemplar de Tirinea en una librería de usados de Córdoba. La empatía fue inmediata. Creo que así le sucede siempre a los que se aproximan a Urzagasti. Me sorprendió la llanura de su lenguaje, el ritmo de la narración en boca de un joven viajero, los chispazos de humor, el trasfondo de sabiduría y serenidad con que este narrador me hablaba de una región y de un país que yo no reconocía en esas palabras y era gratificante descubrir. Me cautivó la estructura experimental de la trama, tan simbólica y novedosa, este registro autorreflexivo de la confección del texto del narrador viajero, que era trama y tema”, expresó Bowles

Un viaje por su universo literario



Tirinea (1969)
“Tirinea es una llanura solitaria, perdida en la memoria de los ángeles, la vida allí no ejerce ningún control y soy yo el único sobreviviente". Desde esta invitación, una voz convoca a recorrer los imprecisos territorios de esta llanura, de la que solo existen el nombre y el recuerdo.

En el País del Silencio (1987)
“Mirando los astros de un cielo remoto,dejo que cediera la tensión de la medianoche.Parecía llover mansamente o quizás era la cálida brisa de antaño,el alba inmemorial donde se esfuman los fantasmas”. Quizá la novela más profunda de Urzagasti, En el país del silencio narra la historia de un país visto por los ojos de espíritus lejanos.

De la ventana al parque (1992)
Es una novela que combina los mitos de la más pura tradición latinoamericana con los más audaces recursos literarios. El narrador se propone como intermediario con el mundo de los muertos que habitan en lugares dispares y lejanos.

Los Tejedores De La Noche (1996)
En esta obra, que se convierte en un eficaz medio de revelación y sortilegio, de conocimiento y de ensoñación, reluce en un privilegiado sitial la esencia rural y la savia chaqueña que bien supo extraer el autor en gran parte de sus relatos literarios.

Cuaderno de Lilino (poesía)
En este poemario manifiesta su espíritu en todo su esplendor. No obstante, el poeta es huraño, pero sabe perpetuar la amistad; en sus pupilas se imprimen las imágenes y él las conserva siempre frescas y lozanas.

Perfil



Jesús Urzagasti / Escritor Y Periodista
Nacimiento: 15 De Octubre De 1941
Muerte: 27 De Abril De 2013





UN LARGO CAMINO
Jesús Urzagasti Aguilera nació en Campo Pajoso el 15 de octubre de 1941 en la provincia tarijeña de Gran Chaco. Hijo de Alberto Urzagasti y de María Aguilera, fue el mayor de ocho hermanos. Forjó su personalidad trabajando la tierra. Realizó sus primeros estudios en la escuela Rufino Salazar de El Palmar, y los secundarios en el Colegio Ismael Montes de Villa Montes.

Se casó en primeras nupcias con Dora Guerrero; su segunda esposa fue Silvia Rivera. Urzagasti Aguilera fue padre de cinco hijos: Deterlino, Orana, Hela, Lucía y Froilán. Como periodista, trabajó en el diario paceño Presencia de 1972 a 1998. Fue corrector, jefe de la sección cultural, jefe de redacción y director del suplemento Presencia Literaria. En la madrugada del 27 de abril de 2013, falleció a causa de un paro cardiaco a los 73 años de edad en La Paz, ciudad donde pasó la mayor parte de su vida.

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