martes, 7 de mayo de 2013

Sobre la obra de una mujer que raya en los 50 años

El libro. Cincuenta sombras de Grey es una novela erótica de 2011 de la autora británica E. L. James. El primer libro de la trilogía tiene 540 páginas, los que le siguieron llevan por nombre Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas.

Éxito rotundo. Los libros fueron publicados inicialmente en formato digital por una pequeña editorial australiana. Hoy 31 millones de estadounidenses han comprado los tres tomos de Cincuenta sombras de Grey, sus derechos han sido vendidos a 40 países y la historia será llevada al cine.

Una mujer común y corriente. Erika Leonard, E. L. James, como firma, es una mujer de 49 años que trabajó como productora de televisión, es madre de dos hijos adolescentes y está casada con el mismo hombre desde hace 20 años.

Buscando agallas. James ha confesado haber escrito la trilogía en medio de su crisis de la mediana edad, luego de esculcar entre sus sueños de infancia y encontrar las agallas para hacer lo que siempre quiso: escribir historias.

Entre críticas y elogios. Mientras los críticos arremeten en blogs y medios impresos contra la pobreza literaria de la obra y los hombres no la leen por ‘femenina’, el común de las mujeres expande este fenómeno a la contagiosa velocidad del ‘boca a boca’ que le concede un ‘orgasmo financiero’ a la vieja industria editorial. Paralelamente las tiendas de Sex Shops han incrementado sus ventas. /revistadiners.com.co



“El éxito del libro muestra que aun hay represión sexual”
Wolfango Montes- escritor, autor de Jonás y la ballena rosada
mpecé en este negocio como una forma de lucrar, pero después fue, más que todo, porque vi la necesidad de hacer que las relaciones de mis amigas y conocidas terminaran con la monotonía y la rutina que a veces pueden destruir los matrimonios.
Ya que yo soy mujer, la mayoría de mis compradoras son mujeres porque son de mi círculo de amigas y amigas de mis amigas; la mayoría oscila entre 20 y 30 años.





Las preferencias van desde geles, ya sean lubricantes con sabor o sencillos, etcétera. Otros de los pedidos más comunes son las gotas de placer. Una vez mis clientas conocieron los productos, se fueron familiarizando y comentaban cómo les iba. Así ellas mismas los recomendaban a otras amigas.


El tema del sexo sigue siendo un tabú, por este motivo no me gustaría que publiquen mi nombre, ya que muchos conocen mi círculo de amigas y ellas se podrían resentir.

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