El corazón me late a toda velocidad y creo que estoy jadeando. Dios mío, estoy temblando, totalmente perdida, y ni siquiera me ha tocado”. Párrafos por el estilo y más elevados de tono son los que atraparon a millones de féminas alrededor del mundo. Blanco de críticas o éxito de ventas, sea como sea, el libro Cincuenta sombras de Grey ha encendido la libido de las féminas, incluidas las del país.
Pero ¿será que las mujeres de nuestro medio se atreven a llevar a la práctica las cosas que ahí se leen? ¿son las bolivianas osadas a la hora de la intimidad en pareja? ¿se animan a protagonizar las mismas escenas de sadomasoquismo y de bondage (ataduras durante la actividad sexual)?
Con el objetivo de descubrir si hay Cincuenta sombras de Grey a la boliviana es que escudriñamos la mente femenina en plena sesión de cafecito y charla. Además interrogamos a la top model Verónica Larrieu que confesó haberse ‘devorado’ el libro. También a una sicóloga, un sexólogo, la dueña de una librería, propietarios de sex shop y echamos mano de un estudio sobre las conductas sexuales de los cruceños difundido por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno publicado en marzo del año pasado que interrogó a 916 personas.
“¿Estás loca?, yo no me dejaría hacer nada de eso”, afirma Marcela (nombre ficticio). Aunque reconoce que se leyó los tres libros de la saga que trata de las relaciones (casi exclusivamente sexuales) entre Anastasia Steele, una joven universitaria (21 años, virgen) y Christian Grey, un apuesto y millonario empresario (27 años) aficionado al sexo poco convencional. Ella le firma un contrato de sumisión y él la inicia en los placeres del sadomasoquismo, con ataduras y azotes de por medio.
Marcela dice que su esposo le regaló los tres libros y mientras cuenta las partes más candentes a su grupo de amigas, éstas hacen una lista para ver en qué orden se los va a ir prestando porque el mismo ya se agotó en las librerías (el primer tomo en español) y contaron que en Ateneo hay una lista hecha de pedidos (la saga en inglés y la tercera parte del libro en español sí están disponibles).
Pamela (nombre también ficticio) fue de las primeras en leerlo, reconoce que no se animaría a protagonizar alguna de las escenas que ahí se detallan, pero conoce amigas que sí lo harían.
Eso sí, en cada uno de los tres grupos de féminas consultadas hubo un par que optó por el silencio, tal vez porque no les gusta divulgar sus asuntos privados y actúan sin aspavientos. Como sostiene el sexólogo Alejandro Velarde: “decir y no hacer, hacer y no decir son los ejes que mueven el mundo femenino”.
¿Cuáles podrían ser las fantasías sexuales que asaltan la mente femenina (con o sin Cincuenta sombras de Grey)? La investigación de los estudiantes de Sicología de la Gabriel establece que ellas fantasean con tener un encuentro sexual en el río.
¿Y cómo se lo toman ellos? Los hombres están yendo a la librería a comprar el libro, según Daniela Roca, de Ateneo, dicen que es para regalar, pero ella cree que les ha despertado cierta curiosidad por saber qué ha provocado este fenómeno en sus parejas.
Ninguno de los consultados para este artículo admitió haber leído el libro, pero reconocen que les provoca curiosidad.
‘Chicho’ no se aguantó y le preguntó a su hermana qué era eso que estaba leyendo con tanta atención, pues nunca la había visto tan interesada por un libro. Roberto, por su parte, le regaló una linterna a su esposa para que no lo mantenga en vela con la luz prendida porque se queda leyendo el libro hasta altas horas de la noche. Eso sí, no piensa darle una ojeada porque cree que es literatura femenina.
El testimonio de una diva
La top model, exreina de belleza y presentadora de televisión Verónica Larrieu leyó el primer libro (tiene 540 páginas) en octubre del año pasado en ¡solo cuatro noches! y accedió a contarnos porqué le gustó tanto.
“El final del primer libro me agarró a las tres de la mañana sin el segundo tomo a mano y con la historia a medias, por eso recomiendo tener los tres tomos. Disfruté todo de la historia, la inocencia de una mujer que se encuentra con un hombre supervivido que la guía y le enseña. A pesar de los contratos y de todos los requisitos que se firman para ser acompañante de Christian Grey creo que el enamoramiento es muy bonito y es hasta inesperado para el protagonista. Si bien es una novela erótica fuerte, tiene un toque de romanticismo muy grande”, cuenta Verónica.
El libro fue un regalo de una amiga que en un junte lo obsequió a todas las presentes. Así fue como llegaron a tener a Christian Grey en sus manos y seguir la historia era el comentario en el grupo de mensajería electrónica Whatsapp.
“Fue bien bonito, estábamos todas en lo mismo y para leerlo esperaba a estar tranquila, cuando mis hijos ya estaban dormidos. Parece broma, pero cuando Arturito -que duerme conmigo hasta ahora- se movía yo cerraba el libro como si estuviera haciendo algo malo. Me imagino que para las mujeres que tienen el libro y tienen pareja ha sido peor. Sé de casos que se escondían de sus maridos para leerlo...” dice la presentadora.
Para Verónica el éxito de esta novela se debe a que el sexo continúa siendo un tabú para las mujeres que son tímidas, se cohíben más y se limitan. “Es como que descubren muchas cosas en el libro, quizá no para hacerlas al pie de la letra como narra la escritora, pero sí les gusta la idea de liberarse y de vivir una sexualidad más a gusto, con más libertades.
No va a faltar quien empiece a experimentar con su pareja lo que dice el libro que juega mucho con la imaginación de la mujer, por eso es tan buscado y se corrió tan rápido el comentario de lo bueno que era y la manera en que tocó la sensibilidad de la mujer”,, reflexiona la modelo, que además cree que el bondage y esas prácticas son muy fuertes para todas las mentalidades, “cuando las mujeres pensamos en sexo pensamos en amor, en romanticismo. Me imagino que la mayoría enfocamos nuestra sexualidad más por ese lado que por el lado agresivo. Es algo nuevo para muchas leerlo en el libro, ha sido una sorpresa, cosas que quizá nunca hemos experimentado y no sabemos cómo funcionan. A través de la fantasía a la que nos transporta la novela las imaginamos, pero de ahí a aplicarlas... no lo sé”.
Por último sostiene que Cincuenta sombras de Grey “es más útil en las manos de un hombre porque puede aprender. A una mujer la hace soñar, fantasear, a un hombre le puede enseñar”.
El fenómeno y la mente masculina
El diario La Tercera de Chile le dedicó un espacio a este tema y se concentró en los varones. Según su investigación, de cada 10 libros vendidos de la trilogía Cincuenta sombras de Grey, dos son comprados por hombres. “El dato es una estimación de las librerías y editoriales de Santiago y aunque la cifra no es contundente, ayuda a graficar cómo ellos están entrando -de a poco- a un fenómeno que por estos lados y hasta hace poco era alimentado únicamente por las mujeres”, dice el diario.
En Chile esta historia ha encabezado las listas de los más vendidos el año pasado: “Han llevado a millones de mujeres a las librerías y ahora, como un efecto colateral, está despertando la curiosidad masculina”.
A todo esto, el escritor boliviano Wolfango Montes, autor entre otros títulos de Jonás y la ballena rosada y Yo, el obsceno cree que: “Los hombres deberíamos alentar su lectura; y los que tengan coraje, alentar la práctica de un sexo más libre, que explore nuevas posibilidades; respetando siempre las idiosincrasias y buscando sobre todo el placer. El mejor guía es el placer; una práctica que provoque dolor, pena, culpa o vergüenza no es aconsejable”.
A partir de su experiencia profesional el sexólogo Alejandro Velarde piensa que el boliviano puede presentar dos actitudes cuando se le presenta una mujer osada en la intimidad, dependiendo del tipo de relación que pretenden establecer con ella. “Si se trata de placer sexual (la mayoría de las veces ocasional o no estable), preferirían en su mayoría una mujer osada. Pero si se busca una relación ‘seria’, podría despertar cierta suspicacia el hecho de que tenga ‘demasiado kilometraje sexual’ (experiencia). Esto sin duda, refleja todavía una concepción machista de las relaciones inter-género”.
Velarde cree que libros como Cincuenta sombras de Grey si se abordan en forma abierta por la pareja, y en un marco de confianza mutua, pueden aportar mucho a la vida sexual de ambos. “Los hombres debieran superar su complejo de ‘boy scout’ (siempre listo) y reconocer que la frase ‘buena mujer’ es perfectamente compatible con ‘se las sabe todas en la cama’. Todo lo que estimule el deseo sexual dentro de la relación de pareja es muy saludable.
Bolivianas, bondage y sadomasoquismo
Velarde explica que el bondage consiste en utilizar cuerdas o cualquier tipo de ataduras durante las relaciones sexuales, mientras que el sadomasoquismo puede presentar dos extremos: sadismo (experimentar placer sexual al causar algún tipo de daño físico y/o psicológico a la pareja sexual); o masoquismo (experimentar placer sexual al padecer algún tipo de daño físico y/o psicológico).
Aquí subraya que existe una gran diferencia entre las actitudes que una persona tenga sobre la sexualidad y el tipo de práctica que realiza o que podría llegar a realizar. “La mujer boliviana todavía no se da ‘permiso’ para experimentar el placer con su pareja, sigue muchas veces esperando que sea este quien orqueste todo lo sexual, no por nada los principales problemas sexuales femeninos son la ausencia de orgasmo y la falta de deseo sexual.
Para la sicóloga Ruth Pareja leer el libro es parte de una fantasía sexual. “Leer un libro que induce a aumentar las fantasías da la posibilidad de realizar juegos sexuales con la pareja, por eso mismo la gente lee el Kamasutra. Algunas mujeres sí podrían llegar a poner en práctica lo que ahí se lee (escenas de sadomasoquismo con ataduras), pero por debajo de un treinta por ciento.
El tema de pegar ya es un poco más fuerte, amarrar o inmovilizar puede ser que se acepte mejor. El tema de incluir golpes ya es más sádico, eso puede hablar de una patología masoquista que se ve como muy extremo; quizá algunas no lo practiquen pero lo han pensado, si no ¿por qué leen el libro? porque eso les permite fantasear, les produce emociones que necesitan en el día a día.
Las fantasías de los bolivianos
Describir las creencias, actitudes y prácticas sexuales de hombres y mujeres mayores de 18 años hasta los 60, que viven en los 17 distritos urbanos de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra fue el objetivo de un grupo de 80 estudiantes de semestres avanzados de la carrera de Sicología de la UAGRM, apoyados por los profesionales Hugo Alejandro Velarde, Ramiro Antonio Muñoz y Patricia Roxana Bruno.
¿Cuáles son las fantasías sexuales de hombres y mujeres? Según el estudio (ver cuadro, pag 9) las mujeres fantasean con tener relaciones en el río, dentro de un auto, en la piscina, al aire libre, en el baño de un avión, tener sexo grupal, intimar en la sala, en la ducha, en una discoteca y en un ascensor. Los hombres también desearían tener relaciones en el río, tener sexo grupal, tener relaciones en un ascensor, en una piscina, en una discoteca, al aire libre, en un auto, en el baño de un avión, en la ducha y en una cama ajena.
Christian Grey le susurró a la protagonista del libro: “Ana, no te imaginas lo que podría hacer contigo”. Frases como esa avivan la fantasía de ávidas lectoras que quieren tener a su lado a un seductor capaz de darles un sacudón a su rutina
No hay comentarios:
Publicar un comentario