Modesta Sanjinés fue una adelantada a su época. Nació en tiempos en los que la mujer no poseía voto, función pública y la educación le era restringida. La vida de intelectual sólo era permitida para los varones; sin embargo, esta compositora, poetisa, escritora y periodista se negó a aceptar su destino y se instruyó en forma autodidacta.
Sanjinés optó por la soltería para mantener su libertad. En la sociedad de inicios de la República, una mujer casada no podía vivir en otro techo que el de su esposo, adquirir propiedades o divorciarse. Pese a las críticas, cuando los padres de Modesta fallecieron, ella se independizó y trabajó como directora del periódico Jardincito de María.
Como compositora logró figurar junto sus destacados contemporáneos como Norberto Luna, Benedetto Vincenti y Eloy Salmón. En 1863 fundó la Sociedad Filarmónica de La Paz con Bernardino Sagárnaga. Su repertorio posee más de 70 composiciones, entre mazurcas, vals, galopas, villancicos, etcétera. Entre sus obras más destacadas se encuentran: La brisa del Uchumachi, Un pensamiento, Un arroyuelo, El Alto de la Alianza, entre otras. Cuando murió, en su testamento dejó todo lo que poseía a mujeres. De hecho, una de las cláusulas indica: "Dejo mil pesos a doña Petrona Torres de Valdez para que con ese dinero a réditos eduque a su hija menor, así lo mando para que conste”. Sus restos fueron trasladados al Cementerio General de La Paz, donde descansan en el mausoleo familiar sin lápida.
Sonia Córdova, estudiante
de comunicación social
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