domingo, 3 de agosto de 2014

El periodista Jorge Mansilla Torres, más conocido como Coco Manto “Escribí 1.800 breverías y las dejo como herencia a México”

Cuando Jorge Mansilla Torres, más conocido como Coco Manto, salió exiliado por segunda vez de Bolivia, en el año 80, pensó que su ausencia sería temporal. No fue así. Se quedó a vivir más de 35 años en México y hoy, luego de ese tiempo, tomó la decisión de retornar al país.
"Estoy en plan de retorno definitivo después de 35 años de estar ausente de mi país por motivos que son difíciles de describir: las dictaduras”, aseguró Coco Manto. Sin embargo, tomó la decisión de que antes de dejar México, el país que le acogió en su exilio, le entregaría un regalo: 1.800 breverías. "Será la herencia que dejo a los mexicanos”, anunció. El libro será publicado como la tercera edición de Breverías.
¿Qué le ha motivado a regresar al país después de 35 años?
En 2005 ya había tomado la decisión de regresar definitivamente a Bolivia. En ese trajín, el presidente Evo Morales me nombró embajador del país en México. Entonces me tuve que quedar seis años y ahora ya cumplí esa delicada labor. Hoy estoy en planes de volver a Bolivia y quedarme a vivir en Cochabamba, por motivos de salud y por el humor de la gente. Además por conveniencia, porque hablo quechua y quiero hablar como varios cochabambinos que mezclan el español con el quechua.
¿Qué ha sido lo más duro de su exilio y por qué decidió quedarse en México?
Salí exiliado del país el año 80 por segunda vez. La primera vez fue el 70, después del golpe militar del entonces presidente Hugo Banzer Suárez. Me fui a Perú y ahí estuve unos siete años. Trabajé en los periódicos Expreso y Extra. Luego regresé al país con la intención de reintegrarme a la vida periodística y artística. Sin embargo, los golpes militares, en este caso el de Luis García Meza, me obligaron a dejar mi tierra. Fue una época dura, sufrí atropellos, irrupciones en mi domicilio y todo tipo de violaciones. Entonces, en el 80 me fui a México y pensé que la estadía iba a ser corta, pero no, me quedé 35 años.
¿Qué ha sido lo más complicado de su estadía en México?
Fue difícil empezar desde cero, sin trabajo y sin conocer a nadie. Pero tuve suerte. Un gran amigo, el periodista Juan Carlos Salazar, quien vivía en México, me ayudó y consiguió un trabajo en el periódico Excélsior, el más importante de México. Emprendí un gran trabajo y recibía un buen sueldo. Trabajé 25 años de forma ininterrumpida, hasta 2005. En ese diario me realicé y gané premios, uno de ellos el Premio Nacional de Periodismo, que muy pocas veces lo entregan a extranjeros. También obtuve el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde y fue elegido entre más de 703 poetas del continente. Ésa es la historia de mi vida, como dice el bolero.
¿Qué característica tendrá la tercera edición de Breverías?
Todas las breverías son de gusto universal. Por ejemplo, una de ellas es: "No todos los curas son pederastas, algunos son católicos” o "Amigos, éstos son mis principios y si no les gusta tengo otros”. Abordo temáticas de varias situaciones y contextos de la región. La primera vez que publique este tipo de aforismos fue en 1996, en México. Luego, el año 2005, el periódico boliviano La Razón sacó el título Breverías, aforismos bolivianos a más no joder. Escribí 1.800 breverías y las publicaré este año en un libro. Ésa será mi herencia a México.
¿Cómo ha nacido su inquietud de escribir frases con humor y un poco de sarcasmo?
Soy de aquellas personas que propugnan que tenemos que vivir con gracia y creatividad. Los bolivianos somos extraordinarios para crear situaciones de optimismo, actitudes positivas ante situaciones complicadas o avatares de la vida. Por eso, yo propongo humorizar la vida. Eso he descubierto en mis 55 años de trayectoria.
Desde muy joven estuve interesado en trabajar el tema del humor. En los años 60 produje un programa de humor político en la radio Pío XII. Recuerdo que el programa se llamaba Ríase en quechua. Luego realicé un programa de humor, que de alguna manera era una especie de suicidio, porque tuve que enfrentarme al régimen dictatorial de René Barrientos. Se llamaba la Olla de grillos y era emitido entre los años 65 y 70. Luego formé parte de radio Illimani y participé en otro programa de humor. Sin embargo, todo terminó por un golpe militar y tuve que salir del país.
¿Qué es lo que más rescata de su experiencia de hacer periodismo en México?
He trabajado como cabecero, redactor de noticias y editor, pero me he especializado en asuntos que atañen al periodismo como el epigrama, una figura histórica del periodismo europeo. Consiste en una nota editorial en cuatro versos y ocho sílabas que con humor aborda determinado suceso o hecho.
¿Qué otros proyectos alista para este año?

Publicaré el libro El turno de Bolivia, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se trata de una compilación de los textos periodísticos que escribí durante 55 años de carrera y algunos discursos políticos y diplomáticos que di como embajador.

HOJA DE VIDA

Vida Jorge Mansilla nació en 1940, en Llallagua (Potosí). Es escritor y periodista.
Estudios Comunicador egresado de la Universidad Católica Boliviana (1968). Publicó 13 libros.

Un poeta boliviano que describe México en sonetos

"Boliviano, cautivado por la ciudad de México y su gente. Estoy escribiendo sonetos sobre ellos desde 1981. El diario Excélsior, donde trabajé durante 25 años, y otros medios de comunicación publicaron muchas de estas exaltaciones y discrepancias en versos endecasílabos”.
Así, el periodista Jorge Mansilla Torres, más conocido como Coco Manto, presenta su obra D’ estrés Federal. El libro fue editado por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del gobierno de la ciudad de México (SEDEREC).
"Este libro tiene una selección de 145 sonetos dedicados a México. Tratan sobre alabanzas, amor y también discordancias. Hablo de los chilangos, de las marías y de otros personajes”, comentó Coco Manto.
En los sonetos, el periodista también recuerda al país y escribe: "La danza boliviana se hizo fiesta/ en la ciudad de los años ochenta con el Taller Domínguez, esa gesta/ artesanal hasta en su vestimenta”.
Y sigue: "Luego Expresión Bolivia en los noventa / la exultación de vida manifiesta / en Patty Flores y el folclor que cuenta/ la dinastía boliviana enhiesta...”.
El autor también escribió una obra titulada No hay de qué y en sus párrafos expresó: "Poeta boliviano que me meto / con lo más íntimo, aunque suene raro, de la ciudad chilanga sin reparo, ya que ella afloja donde yo la aprieto”.
Su carrera periodística
Coco Manto aseguró que su pasión es crear epigramas, sonetos y versos. Sin embargo, durante su ejercicio como periodista emprendió el desafío de hacer coberturas y escribir crónicas.
"Cubrí en México por una semana el desastre que dejó el peor terremoto de América Latina. Fue un temblor que destruyó media ciudad, cayeron edificios históricos, miles de personas heridas y un centenar de muertos. Todas mis crónicas periodísticas tratan sobre esa catástrofe”, contó.

Sobre la trayectoria de Coco Manto
Periodismo Fue redactor y editor de periódicos en Bolivia, Perú y México (1960).
Trabajo Creó más de 10.000 epigramas y unos 1.200 aforismos. Fue embajador de Bolivia en México (2006-2012) y decano del Cuerpo Diplomático en México. Conferencista de izquierdas y columnista de diarios de Bolivia y México.
Galardones Obtuvo siete premios de poesía en México y de periodismo en Bolivia, Perú y México. Es autor de 13 libros de poesía, humor, ensayo y biografía. Compuso canciones populares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario