sábado, 5 de julio de 2014

Ovejero y Carvalho: pequeñas escenas y destino

En “La nostalgia sublevada”, la ponencia que expuso anoche el beniano Homero Carvalho, habló de literatura y también de lo que a los bolivianos siempre nos cuesta hablar: cocaína y narcotráfico. Contó que nació en Santa Ana de Yacuma, tierra de legendarios personajes como el “Techo de Paja”, el narco más célebre e internacional que ha tenido el país y de cómo desapareció –quizá secuestrado por las FARC– uno de sus amigos que cumplió el sueño que tenían buena parte de los jóvenes de su época: ser piloto y llevar ‘merca’ a Colombia.

También contó que fue uno de los pocos escritores jóvenes que logró romper el cerrado círculo que protegía a Jaime Saenz y lo visitó en su casa de Miraflores, jugó cacho con él y ‘jaló’ cocaína por primera vez, y de cómo se dejó arrastrar por el vicio hasta caer en un abismo del que salió airoso gracias a la ayuda de su familia.

“¿Cómo se llega a ser escritor? Mi oficio tiene que ver con mi nombre y mi tartamudez”, aseguró Carvalho. Dijo que la lectura y los talleres le han ayudado mucho. “Se tiene que leer mucho”.

Luego intervino el español José Ovejero, convirtiéndose en el último orador del octavo Encuentro de Escritores Iberoamericanos, propiciado por el Centro Simón I. Patiño de Cochabamba.

“Ficción, mentira, imaginación: algunas ideas a La invención del amor”, fue el título de la ponencia de Ovejero, construida con el fin de explicar al público –con un ejemplo práctico– cómo es que él enfrenta su proceso creativo.

Entonces, contó a las más de 150 personas que se dieron cita anoche en el Palacio Portales, que su novela “La invención del amor”, con la que ganó en 2013 el Premio Alfaguara, comenzó con una pequeña escena.

“Me pongo a escribir sabiendo que las situaciones son reversibles, que las decisiones se pueden corregir y que los errores se pueden deshacer”.

“Al principio intento avanzar despacio (...) Hay quien traza de antemano la historia, yo esbozo una estructura por asociación y eliminación”, reveló el escritor español. “Escribo lo que se me ocurre y desecho lo que no me sirve”.

COMENTARIOS

Homero Carvalho

“Trabajo todos los días, leo y escribo aunque sea simplemente para practicar (...) para no perder ‘la mano’”.

José ovejero

“Las intensiones son un veneno para la literatura (...) No creo que la ficción refleje la realidad y que la literatura pueda moralizar”.



Expresión y vocación

José Ovejero compara la literatura con la danza contemporánea, dice que ésta está conformada por un movimiento casi ritual que no refleja nuestra realidad, pero expresa emociones reconocibles, hace referencia al sentimiento y a las relaciones sociales.

“¿Por qué somos los que somos? ¿Elegimos ser o nacemos así? ¿Elegí ser escritor o las palabras me eligieron? Son preguntas que exigen un viaje al pasado y, a veces, las evitamos por temor a avergonzarnos por lo que podamos encontrar. Sin embargo, me las hago y, a veces, la literatura me otorga las respuestas y tienen que ver con la vocación y el destino”, asegura por su lado Homero Carvalho.



MAÑANA DE CLAUSURA

Hoy desde las 10:30, en el Teatro al Aire Libre del Centro Patiño, los escritores tendrán un encuentro con el público.

Personajes

Carvalho cree que los escritores son el infierno de los personajes y cuenta que en algunos de sus personajes busca ser lo que no puede ser y que muchos de ellos se le escapan, generalmente, por las noches.

Lenguaje

Para Ovejero, “la historia siempre es una idiotez” si es que no está narrada en un lenguaje adecuado. “Para mí, la literatura es contar historias” de situaciones conmovedoras o inteligentes, dice.

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