"El ardiente poder de la superación", es un libro que muestra una historia que no cualquiera la cuenta, en su contenido relata la vida de Gregorio Ingala Medina, quien a sus 84 años de edad, demostró con su ejemplo que no existe ni tiempo ni espacio para alcanzar los objetivos trazados, solamente la férrea voluntad.
La publicación fue presentada anoche en un acto realizado en el salón I Centenario de la Cámara de Comercio, durante la presentación la poeta, escritora y compositora, Marlene Durán Zuleta aseguró que Ingala, a través de tantos avatares que lidió, captó que se logra éxitos con la perseverancia y que el trabajo es la ley de Dios, porque dignifica al hombre, si esa labor es honesta.
"Este compendio que narra sereno, seguramente en algún instante se le hizo un nudo en la garganta, muestra que querer es poder. Lidió contra el hambre, la soledad y venció todas las batallas para ser un señor, un profesional reconocido que merece toda consideración, íntegro en sus principios, leal con su familia y la sociedad", manifestó Durán.
Por su parte el periodista y escritor, Dehymar Antezana presentó la obra, relatando pasajes importantes, que se hallan detallados en el libro, de la vida de quien con mucho esfuerzo logró ser bachiller y profesional en Auditoría, don Gregorio Ingala.
Antezana relató que la vida de Ingala estuvo ligada a un "Plan X" que se trazó, que implicaba estudios y trabajo sobre todo, y al llegar la hora de la jubilación quiso dejar cancelado el "Plan X" porque había cumplido todos sus objetivos.
"Pasó el tiempo y se le presentó un reto más, y fue precisamente el dejar como legado la obra que tendrán la oportunidad de leer inextenso: "El ardiente poder de la superación", pero van a encontrar un detalle muy particular en cada tarea, en cada labor que decidió hacer siempre tuvo en mente la fe en Dios, y creo que esta obra debe ser motivo de reflexión, porque la fuerza de la voluntad y creer en Dios firmemente hace que todo sea posible y en la vida se van presentado los milagros de esa naturaleza", expresó Antezana.
Ya cansado en el andar pero con una voz aún firme, don Gregorio Ingala aseguró que el objetivo de su libro fue el hacer conocer a la juventud que "en la vida no hay imposibles para triunfar".
"Tenía mi consigna (…) es mejor educar, empujar al estudio, dotarles de una profesión porque ésta no se puede vender, no se puede perder ni gastar, mientras que otros bienes pueden perderse o gastarse", indicó el autor de esas memorias.
Aconsejó a los jóvenes de las provincias, del campo, de donde llegó a la ciudad, que no se den por vencidos porque el obstáculo más grande es el miedo, pero se lo debe enfrentar.
Al finalizar el acto, a su turno, varias personas, entre ellas amistades y familiares hicieron uso del micrófono, para felicitar a este personaje, y no sólo por la presentación de su libro, sino por el ejemplo de vida que significa para la sociedad orureña.
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