"Princesa de las indianas poblaciones; señora de los tesoros y caudales; benigna y piadosa madre de ajenos hijos”, así es Potosí. Al menos así la describe el cronista potosíno Bartolomé Arzáns Orsúa de Vela en su libro Historia de la Villa Imperial de Potosí.
Se cree que la obra data de 1705, y descifrar su autoría fue una tarea compleja. Inicialmente parte de la obra fue recuperada y publicada en 1943 por Gustavo Adolfo Otero, quien afirmaba que el autor era Nicolás de Martínez Arzáns y Vela.
Posteriormente, en el año 1965, después de rastrear de dónde provenían los manuscritos, los historiadores Gunnar Mendoza y Lewis Hanke publicaron la obra completa bajo la autoría de Bartolomé Arzáns Orsúa y Vela.
Al parecer la intención de Bartolomé era escribir Historia de la Villa Imperial de Potosí en 20 libros divididos en dos partes; la muerte lo encontró cuando escribía el tercer libro de la segunda parte.
Su hijo, Diego, se habría encargado de concluir los demás tomos.
La ciudad que cobijó en sus tierras abundantes riquezas, nativas y extrañas, durante la época colonial, es el Potosí en el que Arzáns pretende posicionar a su lector. Alrededor del majestuoso Cerro Rico se inicia el relato. Los personajes, la cultura, las creencias y los paisajes que el autor describe con excelente precisión, se desarrollan en las faldas del Sumaj Orko, patrimonio que no sólo fue fuente de riqueza, sino también de inspiración para el potosíno.
"... ¡Grandeza sin igual, admiración portentosa! Pues ¿cómo no había de tener incentivos para principiarla y motivos para fenecerla? Y más cuando con ojos de plata puedo asegurar que me ha mirado para su autor y con lenguas de varios metales ha alentado mi pluma para su desempeño, y que juntamente me ha mostrado el corazón para que con más eficacia diga a los hombres que de sus necesidades se le rompen sus entrañas y que para remediarlas les ofrece el rosicler de sus venas”, cuenta el autor.
Aunque el lenguaje utilizado en la obra dificulta la lectura, y las descripciones exageradas pueden producir confusiones, es necesario entender que los "adornos” son clásicos en la literatura barroca. Cada palabra, por muy repetida que parezca, tiene un sentido en la obra de Arzáns.
Se puede afirmar que Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela inspiró un estilo criollo, propio, boliviano para escribir. Se dice que su obra inspiró a grandes literatos y que algunos otros plagiaron varios de sus relatos. Lo cierto es que, a modo de crónica y con el lenguaje apropiado para la época, el escritor supo reflejar la realidad de una ciudad en época de la colonia. Logró describir con entera precisión el paisaje, el clima, la tipografía, etcétera, del lugar. No hay duda de que la pluma de Arzáns transporta al lector a imaginar la ciudad de la Villa Imperial durante la colonia.
Crónica es el género periodístico que él utiliza para retratar una ciudad colonial. Su obra no es sólo histórica, sino que periodística. Me animaría a llamarlo periodismo barroco, así se puede bautizar a la Historia de la Villa Imperial de Potosí.
Vida Bartolomé era un joven potosíno que ya había escrito Anales de Potosí, un libro que relata la historia de Potosí.
Trabajo Su obra fue motivo de análisis literarios, antropológicos, psicológicos y otros.
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