Este libro, a decir del mismo autor, no es un documento pensado para especialistas en derecho. La publicación puede ser comprendida por cualquier administrador que no sea abogado. Es un documento de consulta pensado y escrito en un lenguaje común y digerible.
Clasifica las conductas antijurídicas que pueden cometer los gerentes, directores y síndicos con relación a los negocios que manejan, señala las sanciones o penas correspondientes y también el procedimiento de sanciones.
P. ¿Qué lo impulsó a escribir este libro?
J.C.U.: Fue una experiencia personal. En una ocasión fui designado como director de una compañía, y me doy cuenta de la enorme responsabilidad que representaba el ser miembro de ese directorio y observé entre los directores y colegas y directores colegas no había una idea cabal de los riesgos que se asumían. Entonces me di cuenta de que se trataba de un fenómeno muy parecido en el resto de los directorios de las empresas que habían, porque me daba cuenta de que los clientes tampoco los conocían.
P. ¿Cuál es el contenido de su libro?
J.C.U.: Es un libro de consulta. Por eso se llama manual. Lo que hace es clasificar las conductas antijurídicas que pueden cometer los gerentes, directores y síndicos. Y como es un manual, está clasificado. En el primer capítulo tratamos el concepto general de lo que es la responsabilidad jurídica.
En el capítulo segundo se detalla la responsabilidad comercial; es decir, la responsabilidad que tienen los socios respecto de su propio negocio. Trata, en el tercero, de las responsabilidades por materia, como tributaria, aduanera, laboral, penal, medioambiental y la afectación económica al Estado. En el cuarto se habla de las responsabilidades por tipo de empresas; es decir, las financieras, bursátiles, las de mercado de las bolsas, del sector de seguros, forestal, hidrocarburos y las que tienen participación estatal, las del Estado y las cooperativas. También trato las responsabilidades de las empresas del Estado.
En este último tiempo se han creado decenas de empresas estatales que tienen gerentes y directores que tienen enormes responsabilidades porque manejan recursos públicos. También trato las responsabilidades de los miembros de los concejos de administración de las cooperativas.
Este caso es muy sensible porque manejan el dinero de los asociados. Entonces este libro pretende ser un manual de consulta con el que cualquier gerente y directivo o síndico de una sociedad anónima o cooperativas o empresas estatales pueda evitar caer en la comisión de una contravención o delito al conocer cuál es o no su responsabilidad.
Este libro registra las conductas antijurídicas en que se pueden caer, por eso se llama manual para la responsabilidad.
P. ¿Esto es porque se han incrementado los riesgos?
J.C.U.: Es importante anotar que últimamente se han incrementado de manera dramática las responsabilidades de los gerentes y directores. Hoy se han radicalizado las penas de una figura delictiva como el contrabando, la defraudación aduanera o han aparecido nuevas figuras delictivas como el enriquecimiento ilegítimo, el incumplimiento de contratos con el Estado. Antes era una responsabilidad civil, hoy tiene cárcel, esta es una nueva figura. O los contratos lesivos con el Estado. Se han aumentado las penas en defraudaciones aduaneras y tributarias.
P. ¿Usted explica en el manual las figuras antijurídicas y cómo debe defenderse en caso de cometer alguna?
J.C.U.: Al explicar las figuras pretendo que el administrador, gerente o director evite cometerlas. Al informarse de cuáles son las conductas antijurídicas cumplirá con las normativas.
Pero también, pese a que existen explicaciones preventivas de los términos antijurídicos, se detalla los procedimientos de cómo defenderse ante un proceso.
P. ¿Puede mencionarnos desde cuándo se convierte en un riesgo potencial el asumir estos cargos directivos?
J.C.U.: Hoy más que en el pasado se requiere un cuidado muy especial del administrador para manejar sus asuntos tributarios, contables, medioambientales y laborales porque le pueden acarrear juicios de responsabilidades.
Últimamente requieren de una enorme responsabilidad aquellos que tienen contratos con el Estado en virtud a aquella ley que se denomina Marcelo Quiroga Santa Cruz. Porque el incumplimiento ahora es un delito y en esas áreas es donde el administrador tiene que tener particular cuidado en actuar. Y para eso este manual pretende ayudarlo para que cumpliendo la ley evite cometer irresponsabilidades.
P. ¿Cuánto aumentó el riesgo para una persona que asume un cargo de directivo?
J.C.U.: El riesgo aumentó por dos vías, la primera es porque se han incrementado las penas y delitos. Segundo, porque la labor de la fiscalización de las autoridades es mayor que hace algunos años atrás. Hoy se fiscaliza más de cerca al empresario.
Hay muchas normas que se han creado tipificando delitos que antes no se conocían y hay decenas de penas especialmente tributarias. Así también las autoridades reguladoras y fiscalizadoras están siendo más puntillosas en su trabajo.
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