La historia comenzó entre toneladas de basura amontonada en el morro del Caracol, una de las favelas del Complejo del Alemán en Río de Janeiro. Allí, Otávio Júnior encontró un libro titulado Don Gatón, que esa misma noche devoró a la luz de una vela.
Después de una semana con Don Gatón como compañero inseparable, Otávio empezó a pedir libros prestados a sus vecinos, consiguió la dirección de algunos escritores y comenzó a dar forma a su deseo de crear una biblioteca en la misma favela.
“Estás loco” le decían todos. “No”, respondía él. “Sólo estoy enamorado de los libros”.
Varios años debieron pasar para que el joven logre consolidar su proyecto: una biblioteca estable e itinerante desde la que impulsa el amor por los libros como respuesta a la violencia y marginalidad.
Este viernes, el emprendedor iniciará en España una serie de conferencias en torno a esta experiencia y lanzará su libro Biblioteca Favela, que recoge su historia.
Sin embargo, para ver este sueño plasmado, Otávio tuvo que sobreponerse a duros obstáculos. “Los chicos estaban más interesados en las armas y las ropas caras. Los jefes de las bandas que controlaban el negocio de la droga eran los verdaderos héroes del barrio”, explica este activista de 28 años en una nota del diario español El Mundo.
“Antes de la pacificación del Complejo del Alemán en 2010, había hombres armados por todos lados. Los niños convivimos desde pequeños con la droga propagada por todas partes y aprendemos pronto la jerga del negocio. Es muy difícil cambiar esa dinámica”, reconoce Otávio, que tuvo varios problemas con la Policía por cargar de un lado a otro una maleta llena de libros para hacer cuentacuentos en las escuelas y regalar algunos ejemplares.
A la terrible violencia callejera hay que sumar, además, la violencia doméstica que sufrió, al igual que muchos compañeros de su escuela.
“Mi padre se volvió alcohólico y violento. Los días eran una pesadilla. La violencia doméstica es el principal motivo para que los niños busquen la calle y entonces son captados por los narcos para vender droga, que luego también consumen ”, señala.
Pero Otávio Júnior no se rindió. Ahora empieza a recoger los frutos de su trabajo. Con la ayuda de varias organizaciones no gubernamentales y de imprentas locales y gracias al dinero que logró en un concurso de televisión construyó una biblioteca con más de 6.000 libros, entre los que están en el local y los que son itinerantes y van de mano en mano.
Además Otávio tiene en mente escribir un libro infantil y una novela con su barrio natal como escenario. “Soy la prueba de que los sueños se pueden cumplir”, dice orgulloso.
Complejo Alemán
Favelas En el Complejo del Alemán viven unas 140 mil personas repartidas en 20 comunidades. Son grandes favelas al norte de Río de Janeiro.
Fundación En los años 20, un inmigrante polaco llamado Leonard Kaczmarkiewicz compró tierras en la zona y como no hablaba el idioma le empezaron a llamar El Alemán. De ahí el nombre del lugar.
Narcotráfico El Complejo del Alemán fue una de las primeras favelas dominadas por el narcotráfico, pero la cosa se complicó mucho en la década de los 90 con el aumento de la violencia criminal.
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