martes, 29 de diciembre de 2015

Tres escritoras bolivianas alistan proyectos para 2016

Liliana Colanzi, Giovana Rivero y Magela Boudoin, escritoras bolivianas que lograron este año importantes premios en literatura, sus trabajos gozan ahora del reconocimiento generalizado de lo mejor de la crítica internacional.

Anunciaron, individualmente, que preparan diferentes proyectos para el venidero 2016 y de esta forma continuar con la consolidación de sus voces sólidas, originales y creativas que traspasaron las fronteras nacionales.

LILIANA COLANZI

Liliana Colanzi ganó la cuarta versión del Premio “Aura Estrada”, que consta de 10.000 dólares y la residencia temporal en tres diferentes lugares del mundo.

“Las circunstancias difíciles me ayudaron a cambiar, a mirar lugares que antes no conocía, a encontrar una dimensión espiritual en la escritura, a lidiar con el miedo y la fragilidad de otra manera, a seguir mutando y explorando”, señala la laureada escritora, quien está haciendo su tesis de doctorado en literatura comparada en la Universidad de Cornell, Estados Unidos, donde sus áreas son literatura brasileña y argentina.

Este año Colanzi, junto a la Editorial El Cuervo, crearon la colección “El bosque encantado”, que arrancará el próximo 2016 con dos libros: la novela “Eisejuaz”, de la argentina Sara Gallardo, y el libro de cuentos “Para comerte mejor”, de Giovanna Rivero.

También terminó su nuevo libro de cuentos que se llama “Nuestro mundo muerto” y empezó una novela. Una de las mejores noticias para la escritora que reside en España es la traducción de sus cuentos al inglés, por la editorial estadounidense Dalkey Archive Press, traducidos por Jessica Sequeira.

GIOVANNA RIVERO

En tanto, Giovanna Rivero también dio alegrías a las letras nacionales, ya que ganó la décima edición del prestigioso premio ‘Cosecha Eñe 2015’, organizado por la revista española ‘Eñe’, especializada en literatura.

“Lo que se ha venido aclarando y consolidando en estos dos últimos años en mi proceso de escritura es la ‘intensión’ con que me interesa narrar el mundo en sus posibilidades dramáticas. Digo ‘intensión’ y no ‘intensidad’ porque no estoy en busca de un exceso meramente estético o estratégico, sino que me interesa hundir la escritura en los personajes para que ellos me digan a mí -a esta conciencia ocupada en narrar- lo que esconden o lo que desean descubrir”, señaló la escritora quien realizó un doctorado en literatura latinoamericana en la Universidad de Florida. Su disertación doctoral, al ser graduada, se enfocó en novelas mexicanas del siglo XXI, en las que se retoma el proyecto de la modernidad pese a todos los fracasos históricos.

Fuera del premio, Rivero trabajó este año en la corrección y edición de los cuentos que componen el volumen “Para Comerte Mejor”, que salió el pasado junio con la editorial Sudaquia, en Estados Unidos. Y en el segundo tramo del año estuvo enfrascada en su nueva producción de cuentos, además de una nueva novela.

“Por ahora se llama ‘Mi novela gringa’ y es una respuesta meditada y visceral a lo que este país, que es también mi hogar, me despierta y provoca”, señaló la escritora cruceña, que anunció su mudanza –por cuestiones laborales- a otra ciudad en los Estados Unidos.

MAGELA BAUDOIN

Después de un excelente año 2014, como ganadora del Premio Nacional de Novela, la escritora, periodista y docente Magela Baudoin ganó la segunda versión del más importante premio Hispanoamericano de Cuento “Gabriel García Márquez 2015”, dotado de 100.000 dólares, por su libro de cuentos “La Composición de la Sal”.

Baudoin también se desarrolla con éxito en el ámbito de la comunicación social, carrera que estudió en Venezuela, donde nació por circunstancias especiales siendo su familia boliviana, con una inclinación inmediata hacia el periodismo. Formó parte de una empresa especializada en comunicación corporativa y administración de crisis y controversias. Desde hace cinco años escribe y se desarrolla como docente en la ciudad de Santa Cruz, donde está radicada desde hace tiempo.

La escritora se siente más cómoda en el formato cuento, “en las distancias cortas”, indicó.

“Me gustan los géneros fulminantes, como el cuento o la poesía. De hecho mi novela bien podría ser un cuento largo. El cuento es un artefacto de potencia, mucho más preciso que la novela, cuya naturaleza es más instintiva. Un cuento puede ser una bomba de tiempo, como en Dahl, una brújula o un laberinto como en Borges, o un espejo como en Silvina o en Clarice. Por eso me gusta tanto”, apuntó.

Para 2016, Baudoin prepara dos proyectos en los que estuvo trabajando desde hace un año: una novela sobre “lo dicho y lo no dicho” en una familia que pierde un niño en un accidente, ocurrido en circunstancias extrañas. Además prepara un libro de cuentos que recoge varios relatos, “extraoficiales/no oficiales” de la historia boliviana, señaló, “entre esas historias el ingreso clandestino a Bolivia de Juan Lechín y el traslado de las manos del Che”.

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