lunes, 14 de diciembre de 2015

El café y los libros se combinan por primera vez en Cochabamba

Lea + es el nombre del café y librería que se encuentra en pleno centro de la ciudad (calle Santiváñez casi Ayacucho) y busca consolidarse como un espacio cultural -el primero- en el departamento.

En el lugar, se puede degustar café, caliente o frío, acompañado de algunas masitas, refrescos y otros. A la vez, se tiene una interrelación con otras personas para discutir de Literatura, Antropología, Filosofía o Historia, además de poder adquirir un libro.

Son más de cuatro mil ejemplares que se encuentran a la venta a precios accesibles y competitivos.

Su propietario, Pablo Barrientos, explicó que a diferencia de otras librerías sus costos son menores hasta en un 20 por ciento . Además, la mayoría de sus libros son importados y muchas veces no se pueden encontrar en otros lugares.

“Los precios de los libros que se importan se incrementan y esa es una limitación para divulgar la lectura. Acá (en el café-librería) no buscamos el lucro”, explicó.

Dijo también que hay algunos docentes que no pueden acceder a libros técnicos, pero en este lugar los costos son más “razonables”.

La librería está organizada de una forma que permite acceder de manera más rápida a lo que se está buscando. En la parte central se encuentran libros que son sugeridos por el propietario.

PROYECCIONES Barrientos recordó que la decisión de implementar este formato europeo busca que los lectores, que también gustan del café, continúen con su afición.

“Los lectores somos cafeteros, es por eso que en este espacio se buscará generar una mística en la misma persona y difundir la cultura”, agregó.

Entre las proyecciones también se encuentra la implementación de espacios para charlas y conferencias culturales. Por otro lado, está previsto interactuar con escritores y autores reconocidos en el ámbito local y departamental, además de la presentación de nuevas obras literarias.

Los espacios con los que cuenta el Café Lea + y la Librería El Astillero son amplios. La casa tiene características que son propias de la época republicana. Los detalles de diseño en la infraestructura denotan un ambiente con amplia riqueza arquitectónica, a lo que se suma la expresión pictórica en cuadros de gran dimensión con imágenes de la ciudad.

Hasta hace poco, en Cochabamba no se tenía este tipo de espacios destinados a la actividad cultural.

El referente más cercano se encuentra en el departamento de Santa Cruz. Ateneo es un nuevo concepto para disfrutar de la lectura.

Bookafé para curar el alma

Cerca de los centros de salud referentes del departamento, como son el Materno Infantil Germán Urquidi, el Pediátrico Manuel Ascencio Villarroel, el hospital Viedma y el Gastroenterológico Boliviano Japonés, se encuentra Bookafé, un café y biblioteca, donde los enfermos pueden encontrar respuestas a sus problemas. Se trata de un espacio de la Iglesia Evangélica-Cristiana de Cochabamba que ofrece a sus clientes libros con lecturas sobre Dios y la salvación. Según la administradora Lizeth Romero, al lugar llegan personas que recién fueron diagnosticadas con alguna enfermedad, como por ejemplo cáncer o VIH. Y la lectura de un libro en específico les ayuda a superar ese difícil momento. Todos sus libros están basados en la Biblia. Hay más de 400 ejemplares.

Las diversas funciones

Yuri F. Tórrez

Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos

Los cafés, especialmente aquellos que están en Cochabamba, acogen en su interior a una abigarrada población que asiste a estos lugares con distintos objetivos, aunque muchas personas mayores posiblemente los añoran porque los asimilan con aquellos de la Revolución Francesa, que eran espacios para trazar la conspiración contra el rey. O aquellos del siglo XIX, donde los cafés servían para las tertulias y diseñar estrategias políticas de los liberales, los carbonarios italianos, los combatientes de la libertad en Grecia o, sin ir lejos, en Cochabamba los cafés en plena dictadura militar, en los años setenta, que servían como espacios para diseñar las luchas de resistencia.

Pero también eran lugares para hablar de arte o literatura y así compartir pasiones, donde se gestaban movimientos culturales o simplemente para compartir el gusto por la estética.

Por lo tanto, los cafés siempre eran espacios sociales en que artistas, escritores, intelectuales o conspiradores políticos se reunían en tertulias apasionantes para escudriñar los diferentes aspectos de la realidad social.

En el caso cochabambino, en el decurso del tiempo estas primeras características de los cafés van modificándose, aunque no alterando esa su función matriz de convertirse en cenáculos para debatir en torno al aroma de un café o posiblemente fumando un cigarrillo.

Hoy están desparramados por la ciudad, tienen diferentes funciones. Inclusive esa función de compartir un diálogo con sus pares está siendo combinada para que muchos lo asuman como espacios íntimos y sumergirse en una lectura. Con la irrupción de las Nuevas Tecnologías de Comunicación sirven para adentrarse en la computadora, sea para trabajar o, simplemente, gracias a la instalación de Wifi, para navegar en el espacio vasto del ciberespacio.

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