Las obras que influenciaron

Considero que estos libros han resultado definitivamente influyentes y escapan de mi gusto o apreciación personal y no vienen con orden jerárquico.

Oraciones a quemarropa de Luis Espinal. Autenticidad, espiritualidad, profundidad, simpleza. Son varios los componentes que combinados han hecho de este texto una especie de retrato imprescindible del compromiso social y político y un testimonio clave de la transición de la dictadura a la democracia.

Historia de Bolivia de José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos Mesa. Esta guía histórica, tal vez por la capacidad de síntesis, ha sido y sigue siendo una referencia fundamental para acercarse a las distintas épocas de la historia del país. No encuentro otra que se le compare.

Felipe delgado de Jaime Saenz. Las reediciones de los libros de Saenz han hecho que, generación tras generación, nuevos lectores y muchos reincidentes lo coloquen como el nombre más importante de la literatura nacional de las últimas décadas, reafirmando el cliché que los autores mueren y no así sus obras.

Obra completa de René Zavaleta. La edición de su obra completa en el 2011 reúne sus trabajos hasta 1974 y ordena lo que ha sido una obra determinante de incuestionable vigencia. Aunque se distancia en cuatro décadas la lucidez del pensador ha influido muchísimos trabajos, con distintos títulos y autores, por lo que resulta un nombre fundamental para entender el desarrollo intelectual y político del país.

Jefazo de Martín Zivak. El argentino Zivak supo sacar partido no solo de su relación con el Presidente Morales sino del momento efusivo que vivía el país en 2008 tras una especie de acuerdo nacional en torno a su figura como líder aglutinador, aunque con el tiempo esto se haya desvanecido. Hay quien dirá que no califica como “nacional”, pero este libro sigue siendo el retrato más recurrido de la figura del presidente y quizá el más influyente en el país.