El año 2004, dos jóvenes egresados de las carreras de Derecho e Ingeniería de Sistemas, con el impulso de la actual representante de la Defensoría del Pueblo, Clotilde Calancha, comenzaron a plasmar un sueño que tenían, el crear una biblioteca sin ayuda estatal o de alguna Organización No Gubernamental (ONG), emprendimiento que lograron y continúa por cerca de 10 gestiones.
Rubén Guido Quispe Herrera y Wilfredo Achá Romero, fundaron el Centro de Documentación y Biblioteca Cultural Itinerante "Luis Ramiro Beltrán", con el objetivo de ayudar a los jóvenes estudiantes y público en general a conseguir textos que los ayude con los deberes que se presentan a diario en los colegios y la universidad.
El Centro de Documentación, lleva el nombre del periodista y escritor "Luis Ramiro Beltrán", por una amistad que nació con este personaje conocido a nivel nacional e internacional, cuando gracias a otra ilustre personalidad orureña como fue Alberto Guerra Gutiérrez, quien también hizo posible que los escritores orureños apoyen este emprendimiento.
En la actualidad, la Biblioteca Itinerante es manejada íntegramente por Rubén Quispe, quien ha podido desarrollar diferentes actividades con el objetivo de hacer llegar los libros a los lugares más alejados de la capital orureña, como seminarios, coloquios, paneles y concursos, de los que aún participan y organizan, convirtiéndose en uno de los principales impulsores de Cultura en mi Barrio del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO).
"La característica que nosotros tenemos es de llevar los libros, a los barrios, a las unidades educativas y también estamos yendo a diferentes instituciones, trabajando con niños, incentivando a la lectura, haciendo jornadas de dibujos y otras actividades", explica Quispe.
El Centro de Documentación y Biblioteca Itinerante "Luis Ramiro Beltrán", cuenta con más de 5 mil libros, revistas y periódicos, que se fueron acumulando durante varios años, gracias a numerosas instituciones como la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, el Ministerio de Culturas y otras organizaciones no gubernamentales.
La manutención de la biblioteca ahora oscila en mil bolivianos mensuales, monto que es sustentado íntegramente por Quispe, con sus ahorros de los últimos trabajos que cumplió en algunas ONG’S, administradas hábilmente por esta persona que también tiene que criar a sus dos hijos solo, porque por azares de la vida, se convirtió en padre soltero.
Generalmente en las ferias de libros, hasta en el conocido Barrio Chino, con una inversión mínima, se fue adquiriendo algunos libros que sirven para hacer crecer el inventario que cuenta con libros educativos, las últimas publicaciones de la Vicepresidencia del Estado, además que se pudo recuperar varios textos de grandes autores de la literatura universal.
Otro aspecto que tiene la biblioteca a disposición son los periódicos que los fue reuniendo desde la inauguración misma del Centro de Documentación, pero por algunos motivos administrativos, algunos editoriales del país dejaron de enviar su material, esperando reunirse nuevamente con la dirigencia de estas instituciones para renovar un convenio, y continuar con la compilación de dicho material.
LO PERSONAL
Sobre el aspecto personal de Rubén Guido Quispe, desde el 2001, por azares de la vida, se convierte en padre soltero y desde entonces tuvo que hacerse cargo de su hija Alejandra y años después pasó algo similar con Ricardo Takesi, dos razones que lo obligan a salir adelante, nombrándolos como sus ayudantes, porque los lleva a todas las actividades que el realiza.
Por lo difícil que se convierte criar a un niño en Bolivia, Rubén cuenta con la ayuda de los Centros de Desarrollo Integral (Cedei), a través de los patrocinadores extranjeros para la manutención de sus hijos, Alejandra tiene padrinos norteamericanos y Ricardo Takesi, cuenta con ayuda de Korea del Sur, quienes les colaboran con el almuerzo y el aprovechamiento escolar, además de algún sustento económico, que facilita de alguna forma la vida de esta pequeña familia.
La biblioteca actualmente está funcionando en el mismo domicilio de Rubén, que está ubicada en Alto Oruro, Barrio San Felipe calle 800, pero es muy difícil dar con esta dirección, por lo que está obligado a salir con los libros al mayor número de actividades para hacer conocer el trabajo que desarrolla, con la esperanza de que en algún momento las autoridades puedan entender que es importante la creación de más bibliotecas en el departamento.
Rubén junto a sus dos hijos, vive en un dormitorio de 3 x 3 metros entre libros y revistas con la esperanza de un futuro mejor, pero mientras tanto continuarán su trabajo, con el único objetivo de brindar un servicio a la comunidad.
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