" Suenan voces advirtiendo que el libro, analógico o digital, sólo sobrevivirá si hay verdaderos lectores, y que esa estirpe corre el riesgo de extinguirse, si no se modifican y adaptan con urgencia las estrategias de fomento de la lectura”, se lee en el diario El País.
La advertencia es una de las conclusiones a las que llegaron ayer los expertos que se reúnen en el VI Congreso Internacional de la Lengua, que empezó el domingo en Ciudad de Panamá con el lema El español en el libro: del Atlántico al mar del Sur.
"En el centro debe estar el placer de leer frente al uso utilitario con el cual se suele promover el libro. Eso se logrará si los gobiernos e industria editorial unen fuerzas para mejorar y dar estabilidad a los programas educativos y la oferta de títulos”, se lee en el artículo del diario español. Para el escritor colombiano William Ospina, "los más cordiales enemigos de la lectura son la academia y la industria editorial”.
El futuro está en el pasado. Lo dicen desde el presente los expertos, académicos, escritores, editores y libreros que participan en el congreso. Pero las estadísticas son sombrías: "los indicadores de lectura en Latinoamérica oscilan entre dos y cinco libros por habitante al año”, reveló Fernando Zapata López, director del Centro Regional para el Fomento de la Lectura en América Latina y el Caribe (Cerlalc). La oferta en la región alcanzó el año pasado los 166 mil títulos.
La situación en España no es mejor, comparada con los países de su entorno: 10 libros de media por habitante al año y una oferta de 100 mil títulos anuales.
Los expertos señalan que las principales causas de la poca penetración del libro en los hogares y sus bajos índices de lectura tienen que ver con la pobreza, la descomposición del sistema educativo y las campañas erráticas y/o inestables de los gobiernos y la industria editorial.
"Lejos de apostar por una ampliación significativa del mercado y creación de lectores, suele refugiarse en las compras del Estado o inducidas por éste para los programas escolares”, aseguró José Carreño Carlón, director del Fondo de Cultura Económica, de México.
La falta de prioridad de los gobiernos en la educación es la clave del poco éxito de la lectura, afirma Orit Btesh, presidenta de la Cámara Panameña del Libro: "No hay inversión en proyectos educativos y en el entrenamiento y preparación de los docentes”. Hay un llamado urgente: "El fomento y la promoción de la lectura debe despojarse de su carga utilitaria”.
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