Mauricia y el Cazarecompensas fue elegido por la Academía de Literatura como uno de los mejores cuentos infantiles.
El escritor paceño Víctor Hugo Romero espera con ansias la llegada de Navidad, y es que espera un regalo: La publicación en internet de su novela de thriller político “Yo, el Presidente”, que además va en su tercera edición, luego de su salida en 2013.
Así, esta novela detectivesca, le vuelve a hacer sonreír, gracias a su inclusión en el catálogo de literatura boliviana digital. “Es dar un salto importante. (…) Con este formato se pretende llegar a más público”, contó este peculiar autor, tras separar un espacio, para este medio en su apretada agenda.
La pared de vidrio de un café, blinda en parte el bullicio del medio día paceño y es ahí donde aprovecha para adelantar que su novela policial podrá ser adquirida en la plataforma comercial Amazon, y recuerda que fue publicada en la editorial 3.600, de Marcel Ramírez.
Asegura que, si se tiene en cuenta el reducido mercado en el campo de la literatura, es una proeza que esta novela traspase fronteras. Sin dejar de lado las 1.500 copias que circulan en las librerías de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Que además se vendieron en agosto en la Feria Internacional del Libro en La Paz y son expuestas en estantes internacionales, donde participa Bolivia.
Lo atractivo de este género literario —dice el autor— es la trama policial, esa conspiración que debe descubrir un Presidente, al ser alertado sobre su posible muerte y los avatares de un detective para descubrir a los verdaderos maquinadores del mortal plan.
"Es una novela que gusta, ahí el lector pone el rostro. Se ve cómo se maneja el poder".
El viejo refrán de quien abarca mucho, aprieta poco, no va con este autor, aunque (entre agudas carcajadas) no cree romper esa regla, y es que aparte de escritor, es columnista de opinión en reconocidos periódicos, fue corresponsal, jefe de prensa, ávido lector y cinéfilo.
Como ilustrador, hizo un animé sobre la vida del presidente Evo Morales, con un tiraje de 60 mil ejemplares, además de un video stop motion (collage de imágenes).
Cultiva el dibujo en gráficos sobre humor político, pero son las imágenes del libro “Chaqui Fulero”, del extinto escritor Víctor Hugo Vizcarra, los que le traen mejores recuerdos.
En su lista también figuran: Mauricia y el Cazarecompensas, y en El país de los grandes.
La primera historia es sobre dos niños que piensan que están solos, pero al conocer sobre sus vidas, se dan cuenta que hay mucho camino por recorrer.
"Esta obra está inspirada en mi hija, que cuando era niña se creía una gata", dice.
En la otra obra de la literatura infantil se relatan las peripecias de la vida de los niños en el área rural. Por su importancia, fue recomendada por la Academia de Literatura.
Las letras son como su sangre. Ahora alista una selección de poemas y para no cansar al lector, guarda otras novelas inéditas.
Se considera un "revolucionario" de las letras, debido a la mordaz crítica a la literatura boliviana, ésa que mutila tanto al autor como al público.
“Deber ser más sensata y más apegada a lo que demanda el lector. (…) Todo termina siendo malo o mediocre".
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