Una trayectoria literaria que salta de la historia a la denuncia, al humor, ciencia ficción y erotismo, con una versatilidad digna de admiración, lo que probablemente convertirá a Pilar Pedraza Pérez del Castillo en uno de los íconos de la historia de la literatura femenina de Bolivia.
En este concepto coincidieron anoche los escritores Iván Prado, Willy Muñoz, Gaby Vallejo y René Rivera al referirse a la autora durante un evento organizado por el PEN Cochabamba, en el auditorio de Los Tiempos.
“Leer una obra de Pilar es como comprar un boleto a un viaje cosmopolita”, opinó Gaby Vallejo al referirse a la prolífica trayectoria de Pedrazas, cuyos libros de cuentos y novelas que dan saltos de “desinhibición y conquista del mundo”.
Rivera, en tanto, lamentó que la escritora no sea reconocida actualmente en su justa dimensión, y que probablemente de aquí a algún tiempo, cuando se recuerde a escritoras destacadas de esta época de la historia boliviana se mencionará “a dos íconos aquí presentes”: Gaby vallejo y Pilar Pedraza.
En la ocasión, Rivera mencionó varias obras que distinguirán a la artista, como “La fuerza del tiempo”, “La ruta olvidada”, “La amante del Loco”, “Por las calles de Martín”. Sin embargo, destacó que probablemente sea “Los Hijos del Viento”, una novela en un contexto histórico de los primeros años de la República de Bolivia, la que deje su mayor impronta y por la que Pedrazas será identificada.
Según Rivera, esta obra, además del cuento “Un día que no es hoy”, serán las que probablemente originen el ¨”efecto dominó”; es decir, que el lector se interese por otras obras del autor y que a la vez otros lectores se interesen por estas obras.
Justamente, Willy Muñoz, al comentar sobre “los Hijos del Viento”, resaltó que se trata de una obra inserta en un contexto histórico, que devela que la Independencia de Bolivia no marcó el fin del colonialismo, pues indios y mestizos seguían segregados de la sociedad hegemónica de ese entonces. En la novela, ubicada en la época de la presidencia de Andrés de Santa Cruz, los hijos concebidos fuera del matrimonio son llamados “del viento”, y más discriminados aún si sus padres o madres son indios o mestizos.
Las dosis de fantasía insertas en la obra (por ejemplo los diálogos del protagonista con Simón Bolívar) no buscan llegar al “realismo mágico”, sino que ponen un contrapeso a la realidad, explicó Muñoz.
“Por mis cuentos muchas niñas denunciaron”
A su turno, la escritora Pilar Pedraza expresó que su pasión por escribir se fundamenta en la posibilidad de crear su propio mundo, pero además, y eso no se lo esperaba, porque también puede servir a otras personas. “Escribo porque es fascinante crear un mundo propio, es maravilloso crear tus personajes, te pertenecen sólo a ti y cuando te cansas los puedes matar también”, dijo causando las risas del público.
La autora reconoció que sus obras, efectivamente, saltan del humor, al erotismo, a la ciencia ficción. Resaltó que, por ejemplo, su cuento favorito era “la Pilarica”, una narración picaresca de una guerra entre las prostitutas y las “damas decentes” de un pueblo. “Adivinen quiénes ganan”, retó a la audiencia.
Sin embargo, también está la parte dolorosa, “la que hace estremecer”, según describió”. Comentó como ejemplo el caso de una amiga suya que hizo leer cuentos de la escritora a sus estudiantes de colegio. Como producto de estas lecturas, muchas de las estudiantes, identificadas por los personajes, se atrevieron a denunciar haber sido víctimas de violación, por parte de su padre, un profesor o un sacerdote. “Yo nunca pensé que mis cuentos provocarían eso”, comentó la autora.
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