domingo, 18 de diciembre de 2011

Santa Cruz se queda sin librerías

A principio de año, la librería Cunumi Letrao cerró sus puertas aduciendo que la venta de libros en Santa Cruz no es un negocio próspero; a comienzo de este mes, la librería Lectura hizo lo mismo.
Carla María Verdegué, gerente propietaria de la tienda, explicó desde La Paz que la clausura de su sucursal cruceña se debe a que no encontró un buen lugar para instalar sus estantes luego de que el propietario de la planta baja del edificio Milenio (avenida Monseñor Rivero) les solicitara el espacio.


Con el cierre de estas librerías solo quedan siete tiendas que venden exclusivamente libros originales en una ciudad con cerca de dos millones de habitantes, lo que obliga a iniciar un debate sobre el tema.


Escenas invitó a Ricardo Serrano, expropietario de Cunumi Letrao y gerente de la editorial El País; a Rita Gravato, propietaria de las librerías Ateneo; a Petter Lewy, responsable de la tienda Lewy Libros y a Jorge Luis Rodríguez, presidente de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz para analizar la situación actual del negocio.
Entre las amenazas que los libreros identificaron están la falta de incentivo y hábito en el cruceño por la lectura. Otro factor de incidencia es el consumo de fotocopias en la población universitaria. Y los cobros impositivos y aduaneros que los libreros encuentran excesivos.


Concientes de que los libros cuestan caros en Bolivia, los libreros sostienen que el cumplimiento de todas las normas legales hace que el ejemplar adquiera un precio poco accesible para el promedio de la población. Partiendo de la premisa de que el poder adquisitivo del cruceño promedio es descompensado con el nivel inflacionario y que siendo el salario mínimo nacional de Bs 679, es difícil suponer que un libro sea considerado un producto de primera necesidad en los gastos familiares.


Los intelectuales alegan que la lectura es una actividad indispensable para el desarrollo de una sociedad, por ejemplo, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, considera que el ciudadano impregnado de buena literatura es un ciudadano que piensa.


“Eso hace que los ciudadanos sean críticos de su entorno y siempre sientan la necesidad de cambiar y mejorar el mundo en que vive”, sostuvo en una intervención recientemente.
Con este panorama, los libreros que no lanzan la toalla sobre el ring sostienen que para continuar los motiva un sentimiento romántico sobre su oficio.
En este sentido hay dos visiones distintas sobre el negocio. Por un lado están los que se inclinan por un manejo más empresarial, como Rita Gravato, y por otra parte están los que apuestan por la calidez en la atención como valor agregado, Peter Lewy. “Yo no tengo capital, soy demasiado pequeño para organizar actividades e invertir en infraestructura o en la contratación de personal”, confiesa Lewy, cuya librería tiene 10 años.


Gravato, que se inició hace 25 años invirtió junto a su familia alrededor de $us 150.000 hace dos años en un nuevo local ubicado en Casa Design Center. Ateneo es la librería más grande de Santa Cruz con 300 m2 de superficie y cerca de 15.000 títulos. Tiene un café literario, un sector exclusivo para libros infantiles. Y recientemente abrió una sucursal, en ITC Tower, en el centro empresarial de Equipetrol, especialmente dedicada a la actividad de ejecutivos.

Editoriales como Santillana y La Hoguera instalaron tiendas que venden exclusivamente sus ejemplares, en una apuesta por incrementar la oferta.
Finalmente, los panelistas coincidieron en que el hábito por la lectura es individual y social; que primero se construye en la familia y la escuela.

En detalle

- Los libreros consideran a su cliente promedio como un profesional, por encima de los 30 años, que busca títulos sobre temas políticos, históricos y sociales. Y que tiene el ensayo y la investigación entre los géneros más apetecidos, seguidos por los de autoayuda y literatura.

- Los potenciales lectores como los universitarios y adolescentes están más interesados en las nuevas tecnologías, las redes sociales y los soportes electrónicos de comunicación.

- Hay voces que señalan que el Gobierno Nacional debería ser el principal operador de fomento a la lectura en la sociedad; sin embargo, el ejecutivo no tiene ninguna preferencia con el sector librero y cobra el 13% por concepto del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el 3% del Impuesto a las Transacciones (IT) y el 25% por el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE).

- Cabe recordar que en el último tiempo las librerías Vida Nueva, Siglo XXI, Cunumi Letrao, ABC y Yachaywasi también cerraron sus puertas.

- La feria del libro es considerada por los libreros como un fenómeno en el negocio, que tiene su éxito (90.000 visitantes) por el espíritu cruceño de apoyar retos colectivos, la promoción del evento y por las actividades a su alrededor.

La opinión de los protagonistas del sector

Ricardo Serrano
Gerente de Editorial El País
Para una ciudad de casi dos millones de habitantes, se estima que la población universitaria alcanza los 100.000. Suponiendo que cada estudiante gaste $us 10 anualmente en la compra de libros, tendríamos un millón de dólares al año dinamizando el negocio. Sin embargo, eso no ocurre porque las universidades fomentan la fotocopia que perjudica seriamente a nuestro sector.
En 2009 la Cámara Departamental del Libro analizó la posibilidad de querellarse contra las universidades que fomenten fotocopias en sus aulas, porque son cómplices del consumo ilegal de la propiedad intelectual.
Soy de la idea de que en Santa Cruz no se lee, o por lo menos no se consumen libros. La venta legal de ejemplares no es un buen negocio.
La Feria del Libro es un fenómeno que ocurre por el espíritu cruceño.

Rita Gravato
Gerenta de la librería Ateneo
Salir del centro de la ciudad contribuyó a brindar mayor comodidad a nuestros clientes por el estacionamiento.
Las actividades son nuestras aliadas, según nuestra experiencia resulta un éxito realizarlas. Apostamos tanto a ellas que dispusimos un piso entero dedicado únicamente para los niños, donde se efectúan funciones de títeres, manualidades, cuentacuentos, entre otras iniciativas de nuestro programa.
Aunque todavía queda analizar si vale la pena invertir al evaluar el retorno económico que genera.
Cuando estamos ajustados en nuestro presupuestas tenemos que ser creativos al momento de invertir, por ejemplo, a veces no contamos con un monto económico para invitar a algún elenco o artista, entonces habilitamos un ánfora para que nuestros clientes aporten voluntariamente.

Peter Lewy
Gerente de la librería Lewy Libros
Soy librero desde hace 50 años por vocación, es mi propósito de vida, porque no me da dinero.
Considero que en Santa Cruz se lee más que en los últimos diez años porque la migración del interior y del exterior hizo que los que llegan traigan su costumbre de leer a la ciudad; sin embargo, pienso que es un problema cultural el que no se compre libros.
Un problema mayor que perjudica y le hace un gran daño al negocio son las condiciones tributarias y aduaneras, porque nos cobran impuestos muy altos y porque la importación de libros se realiza por BHL y se paga el 32% de la factura declarada.
Otro problema es que las universidades y las instituciones compran sus libros para sus bibliotecas en el exterior pensando que son más baratos, cuando en realidad no es así.

Jorge Luis Rodríguez
Presidente de la Cámara Departamental del Libro
Si las librerías cierran es porque los alquileres subieron de precio y porque la piratería se campea libremente.
Los vendedores de libros piratas venden los libros más baratos porque no pagan los derechos de autor, los impuestos de comercialización, la importación y las obligaciones aduaneras.
En los 11 días que dura la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, la ciudad palpita el evento. Algunos dirán que visitan el encuentro por esnobismo y figuración, pero se presentan ofertas interesantes con libros técnicos, literatura, para niños, etc. Es como una librería gigante que une al sector.
Se trata de un gran momento para toda la población. Sobre la crisis en la venta de libros considero que la realidad mundial dice que las librerías cierran cada día porque la población lee a través de otros soportes tecnológicos.

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