martes, 27 de diciembre de 2011

Jessica Freudenthal, la poesía día a día

Jessica Freudenthal Ovando es una poeta y gestora cultural nacida en la ciudad de La Paz un 6 de junio. Entre sus trabajos publicados en poesía cuenta con Poemas Ocultos del año 2006. Hardware (que tuvo una mención de Honor Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”), Hardware Segunda Edición Corregida y Aumentada en el 2009. Demo es su nuevo libro presentado no hace más de un mes con excelentes críticas en el medio. Parte de su obra puede encontrarse en antologías de Bolivia, Chile, México, Perú, Argentina, España, Alemania y otros países.

Coordinó el proyecto de mediación y animación de la lectura y escritura creativa Sensibilización poética para niños y niñas de Bolivia con el grupo Chuymampi Ser de Corazón, con apoyo de la Fundación Simón I. Patiño. Actualmente lleva distintos talleres y proyectos literarios artísticos para niños, jóvenes y adultos.

Defínenos a Jessica Freudenthal; la persona y la escritora

Autodefinirse es complicado. Las dos son la misma, si no estaría totalmente disociada. La persona y la escritora están fundidas.

Con la obra de qué autor es que despierta en tí la pasión por la poesía

Como a mis 15 o 16, no recuerdo bien, leí un libro de Jaime Sabines. Había leído antes a Neruda y Paz. Pero no fue hasta que leí a Sabines que se me dio vuelta todo. Sin embargo, la escritura estaba ahí, latiendo, antes y después de las lecturas. Son muchas las cosas que pueden despertar las pasiones por la poesía, y más aún los autores. Luego leí a Baudelaire y los malditos… Ya ni siquiera debo recordar el orden, o a quiénes leí, pero sé que Sabines me movió algo…

¿En qué momento de tu vida decides dedicarte a escribir poesía?

Eso ocurrió. Yo no tenía el control. Desde los 15 escribía cositas. La escritura estaba ahí. Sin embargo, dedicarme, es decir, con rigor y entrega total, yo creo que a mis 19 más o menos, después de publicar un libro horroroso, cursi y adolescente. Después de que Blanca Wiethüchter me dijera que me dedicara a la zapatería, entonces decido trabajar muy seriamente, enfrentarme a mí misma y escribir.

¿Cuántas y qué obras has publicado hasta el momento?

Hardware, Poemas Ocultos y Demo. Esos son los libros de poesía que he publicado. Participé como antologadora de Cambio Climático: panorama de la joven poesía boliviana, junto a Juan Carlos Ramiro Quiroga y Benjamín Chávez. Con Sandra Rivera y Carolina Sagárnaga (Chuymampi Ser de Corazón), publicamos la colección Patapata de poesía para niños y niñas, con el apoyo de la Fundación Simón I. Patiño y Plural editores.

Aparte de la poesía ¿hay otro género literario en el que te gustaría incusionar?

El ensayo. Pero es complicado, exige también mucho rigor. La dramaturgia, me parece interesante.

¿Qué es lo más y menos satisfactorio que has pasado en tu experiencia como poeta en un medio como el nuestro?

Realizar el proyecto de Sensibilización Poética para niños y niñas con Chuymampi, poder llevar la poesía a las escuelas, compartir con los niños y los profesores la obra de los poetas bolivianos. También llevar a cabo el taller de poesía Académico Marginal, de marzo a junio de este año. Para mí fue gratificante y retador. Por eso el 2012 quiero volver a dar talleres. Esta vez estoy preparando un taller de poesía experimental.

¿Cuál es tu mayor fuente y momento clave de inspiración a la hora de escribir?

No me gusta la palabra inspiración. Pero bueno, todo el aire que tomo, todas las fuentes, son los libros que leo. Y la realidad. Lo que vivo, lo que siento. Combinado con mis lecturas.

Recientemente estuviste como invitada en Chile ¿podrías contarnos la experiencia?

Agradezco mucho a mis amigos por recibirme y cuidarme en Chile. También a Marcia Mogro y Emma Villazón por la actividad que sin interés ni obligación medié y colaboré a organizar, por asistir y participar pese a todos momentos agrios y dificultades que se pudieron pasar. Agradezco también a la Cámara Chilena del libro por la comprensión, el apoyo y la organización. Mi experiencia es de gratitud.

Tu más reciente obra se titula Demo ¿Dónde origina el nombre y cuál su significado en relación a la obra en sí?

Demo viene de demos, pueblo, y de prueba, ensayo, muestra, como el demo de un cd de música o un juego. El título tiene relación con toda la obra. La obra habla sobre el territorio, la patria, el nosotros, etc.

¿Tienes planeado sacar algún material nuevo o no editado para el 2012?

Estoy escribiendo. No sé si publicaré o no el 2012. Demo salió 7 años después de Hardware. Las obras me demandarán sus tiempos.

¿Qué actividades tienes planeadas parapara el 2012?

El 2012, como dije, quiero dar talleres de poesía experimental. También talleres sobre literatura y cine. Me interesa el proceso de formación y difusión de la poesía. En nuestro medio no hay mucho acceso a la poesía, literatura en general, contemporánea de otros países, ni siquiera de países cercanos como Chile, Ecuador, Argentina, Perú… La idea en los talleres, además del compartir los contenidos, leer y debatir, es difundir la obra de poetas contemporáneos. El año pasado por ejemplo, en el taller Académico Marginal, vimos la obra, sobre todo, de poetas chilenos, argentinos, peruanos y bolivianos nacidos a partir de fines del 50 (algunos un poco anteriores) en adelante, y también hicimos ejercicios de escritura creativa. Lucía Urioste nos dio una charla sobre La nueva novela de Juan Luis Martínez, y contamos con la visita de Humberto Quino para la sesión de cierre. Espero este año poder convocar más personas que participen de los talleres, formar otro grupo constante y ver distintas formas. Para la gente que guste contactarme puede hacerlo a academicomarginal@gmail.com.

Demo

Demo de Jessica Freudenthal desde su propia emergencia pregunta sobre un ‘nosotros’: una comunidad invisible para los que perdieron lo poético de la política y más que obvia para los que trabajamos lo político de la poesía. Desde la conjugación de ese margen de visibilidad se tensiona esa primera persona plural no sólo como un lugar de enunciación, sino también como el ensayo de una patria, junto con la cual se cuestiona su origen y se replica sobre su destino en su cumpleaños trágico número doscientos. Volver a nombrar al país del cual es uno parte, es volver a pronunciar el nombre del padre muerto. Sustantivos propios como América, Pacha, Bolivia que parecieran ya sernos extraños aparecen como un desafío y una provocación. Demo no sólo inquieta por ser la demostración de que el ‘apuntar con el dedo’ aún es posible, sino que también por ser un brillante adelanto de un himno nacional que todavía nadie se había atrevido a escribir.

Héctor Hernández Montecinos

Demo es un libro notable de una poeta notable, de una de las poetas más notables de la nueva poesía hispanoamericana. Jessica Freudenthal ha sido capaz de reinventar la poesía concreta dándole una vitalidad, urgencia y, valga la redundancia, concreción que la ortodoxia del concretismo raramente alcanzó. Este libro hace emerger un territorio, el nombre de un país, Bolivia, y de paso nos muestra que en estos páramos sudamericanos una de las tareas más urgentes del poema es la de reinventarle al porvenir los significados de nuestras ciudades natales, de nuestras patrias tan a menudo saqueadas y traicionadas, pero en las que no obstante –y contra todo- persistimos en levantar algo que pudiese asemejarse a la felicidad.

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