martes, 20 de diciembre de 2011

Los libreros venden cada vez menos y demandan una ley

Pagina Siete

A 12 días de culminar 2011, libreros paceños califican a este año como “regular” y con tendencia a la baja en cuanto a ventas, y coinciden en que su actividad se ve afectada por trabas impositivas y administrativas que encarecen en extremo la importación.

Según cálculos de tres fuentes, este año los aranceles subieron hasta en un 14% y si a eso se suma que el encarecimiento del papel originó aumentos de entre seis a ocho dólares por ejemplar, en Bolivia muchos libros tienen precios prohibitivos.

Más allá de una evaluación de cierre de gestión, encargados de tres librerías tienen además un pedido unánime para 2012: la aprobación de la Ley del Libro que, entre otras medidas, permita disminuir o anular los aranceles para la importación y comercialización de publicaciones.

“La venta de libros ha disminuido en comparación con el año pasado, en vez de aumentar, estamos bajando”, comenta Dania Quispe, encargada de la librería Martínez Achinni. Según la funcionaria, en 2010 vendían aproximadamente unos 100 libros al mes, o un equivalente aproximado a 40.000 bolivianos. En cambio en el año que termina el promedio cayó casi a la mitad. “Se venden apenas 50 libros o 20.000 bolivianos por mes”.

Henry Gámez, de la librería Lectura, asegura que este año la venta de libros fue regular porque hubo algunos meses que las ventas se incrementaron en un 5% en comparación al 2010, aunque en otros las cifras fueron a la baja.

“En la Feria del Libro nos fue muy bien, sobre todo con algunos títulos como Aleph, de Paulo Coelho, y El cuaderno de Maya, de Isabel Allende”, sostuvo Gámez, para quien este evento anual es vital para atraer a nuevos lectores y, sobre todo, porque permite a las librerías repuntar en ventas para equilibrar el poco movimiento de otras épocas del año.

Con respecto al reciente cierre de la sucursal de Lectura en Santa Cruz, Gámez afirma que “en La Paz no se corre ese riesgo porque todavía hay un buen número de lectores regulares que le dan valor a las publicaciones originales”.

Carmen Vargas, de la librería El Pasillo, de San Miguel, dice que la evaluación anual de ventas es “relativa”.

“No fue un año del todo bueno. Trajimos bastantes novedades para satisfacer a los lectores, pero los libros están muy caros por los costos de importación”.

En El Pasillo, los libros más buscados fueron Evadas, de Alfredo Rodríguez, y El cuaderno de Maya, de Isabel Allende.

Las trabas

En algo que sí hay unanimidad de criterios es que cada vez es más difícil y menos conveniente importar libros, debido a dos factores centrales: los altos aranceles y el costo de transporte.

“Queremos una Ley del Libro que disponga el arancel cero para importaciones de publicaciones”, dice Henry Gámez, y se remite a normas similares que están vigentes en la mayoría de los países vecinos.

“Si no pagamos impuestos -agrega- gastaremos menos y, por lo tanto, cobraremos menos, facilitando y fomentando el consumo de literatura”.

Vargas también se queja: “Bolivia y Chile son los únicos países de Latinoamérica donde se tributa por los libros”. La encargada de El Pasillo también hace hincapié en los costos de transporte. “Antes, traer unos 500 libros de Argentina costaba máximo 220 dólares, pero desde este año lo mínimo que se paga es 290 dólares”.

Los tres libreros coinciden que la aprobación de una Ley del Libro también debe contemplar una lucha efectiva contra la piratería, que continúa siendo un fuerte dolor de cabeza.

Puntos de vista
“Necesitamos un respaldo jurídico”

Carmen Vargas - Librería El Pasillo.

“La librería ha importado muchas novedades que se han vendido con cierta regularidad, pero no es suficiente para luchar contra la piratería y paliar los altos costos de importar publicaciones. Es necesario contar con una Ley del Libro que ayude a disminuir el arancel y que luche de forma efectiva contra la piratería. Es una pena que no se respeten ni las obras nacionales, que también se comercializan en copias ilegales”.


“Es muy costoso importar un libro”

Mauricio Souza - Plural Editores

“Me parece una barbaridad que uno tenga que pagar impuestos muy altos en la Aduana para traer un libro, no es correcto que crean que los libros son artículos de lujos. Es necesaria una Ley del Libro que contemple un arancel cero y que también facilite sacar libros de Bolivia, pues esta falta de un marco legal que proteja al libro perjudica la exportación de libros y evita que el país promocione la producción nacional”.


“La gente compra más piratas”

Dania Quispe - Librería Martínez Achinni

“A veces los lectores prefieren comprar los libros piratas, porque éstos hacen de todo para sacar imitaciones idénticas a las originales, y es necesario poner un freno a esto. Es una preocupación constante la piratería, sólo esperamos que los lectores valoren un libro original, por su calidad, ya que estos piratas no vienen completos y su impresión no es buena. Además siempre traemos novedades para ganar más gente”.
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