viernes, 23 de septiembre de 2011

La Máquina de Leer inicia ciclo de narración oral

Hoy comienza el ciclo de recuento de narraciones orales de La Máquina de Leer, de Gabriel Iriarte Rico. Lo hará con la narración “Dos cuentos de mar y el Almirante”, una narración que inauguró la fase de ensaladas de cuentos con un hilo conductor que comenzó en 2009.

“Dos cuentos de mar”, a ponerse en escena a las 21:00 horas en el cine café 35 mm (C. Tte. Arévalo entre Ballivián y Baptista), es una historia que tiene la fuerza de los cuentos tradicionales orales (como lo es la historia de “Uro Saki”), con los cuentos de autor como Dino Buzzati con su “K”, y la magia del mito marinero de Álvaro Mutis y su “Maqroll, el Gaviero”.

“El corazón es el mar, el mar del marinero, el mar del viajero, el mar que da la vida, el mar que quita la vida. El mar presente en todos los tiempos, el mar soñado para los que sólo tienen ríos. El mar promesa de libertad”, señala Iriarte.

El “K” (Dino Buzzati) es la historia de un hombre que escapa durante toda su vida de un monstruo marino que sólo él puede ver y que tendrá una sorpresa reservada para el final de sus días.

“Uro Saki”, cuento tradicional japonés, relata la historia de un niño que descubre el fondo del océano y la ausencia del tiempo, gracias a una tortuga gigante.

Y cuando sale de su maravilla debe afrontarse al paso del tiempo, a la desaparición de su familia, amigos, hogar y la suya propia. Todo siempre perece.

La narración, explica Iriarte, es un entrelazamiento de historias que se superponen. En un primer nivel está la historia de base es el encuentro entre el narrador y Don Checo.

En un segundo nivel está la conversación literaria entre el narrador y Don Checo sobre “La nieve del Almirante” y los recuerdos apócrifos de la aventura de Maqroll el Gaviero. Y en un tercer nivel los cuentos sobre “El K” y “Uro Saki”.

La narración juega con la imaginación instantánea del oyente, con sus sensaciones. Para eso apela a los colores, a los olores al tacto, a describir las emociones a partir de ellos.

Y se crea esa mezcla que es una especie de resumen del cuento oral y al final se reserva la sorpresa y la mezcla de que el cuento siempre puede mezclarse y confundirse con la realidad. Todo depende de la mente, de la imaginación y de las palabras.

PRIMERA VEZ “Dos cuentos de mar y el Almirante”, recuerda el narrador, fue presentado por primera vez en un café que se llamaba Mosoj Yan, cerca a la Universidad de San Simón. Fue un estreno sin publicidad, tampoco la gente en el café estaba prevenida que les sería contada la historia.

De ahí viajó por distintos espacios como la Alianza Francesa, el Centro Boliviano Americano y el mARTadero, y más tarde a la ciudad de La Paz, e incluso fue traducida al francés para funciones exclusivas contratadas por la Alianza Francesa de la Sede de Gobierno. Y ahora vuelve a un café íntimo y pequeño, al 35mm, curiosamente se llama cine café, y la narración oral se siente cerca del cine que pasa en la cabeza de cada uno, sobre todo del guionista que imagina escenas antes de filmarlas.

Vuelve a la intimidad este viernes 23, y se despedirá el 30 de septiembre en lo que fue alguna vez su casa, la Alianza Francesa, donde se hace una puesta en escena algo distinta.

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