martes, 20 de septiembre de 2011

Adolfo Mier reúne sus experiencias en un libro

La aventura de conseguir sus primicias periodísticas, cómo vivió la falta de libertad de prensa en la época dictatorial, sus recuerdos de salas de redacción llenas del ensordecedor ruido de las máquinas de escribir y el teletipo o sus coberturas periodísticas más memorables son algunas de las vivencias plasmadas por el periodista y humorista orureño Adolfo Mier Rivas en la obra “¡Qué libro de Mier…!”, que presenta hoy a las 11:00 en el Hotel Cochabamba.

Mier, quien vive en Santa Cruz hace más de 25 años y dirige Chaplin Show, contó que la iniciativa de escribir un recuento de sus experiencias nació por iniciativa de amigos que le instaban a escribir sobre la época en que cubrió la guerrilla del Che, la muerte del presidente René Barrientos o la llegada de Antenor Patiño con los restos de su esposa Albina “y toda la borrasca de la vida en tiempos de la dictadura”.

El autor, quien fue jefe de redacción de este medio, a fines de la década del 60, cuenta que se sintió motivado a relatar al lector cuán difícil era la vida de un periodista entonces. “Tus costillas siempre corrían peligro, no era un solo grupo opresor, eran varios y había una especie de concurso para ver cuál era el más violento”, recuerda con el mismo tinte de humor con el que está escrito su libro.

Mier señala que la parte “seria” del libro incluye la época en la que enviados del gobierno allanaron su casa para llevarse a su padre, en Oruro, en 1944, o los fusilamientos de Chuspipata y Caracollo, durante la presidencia de Gualberto Villarroel.

Entre sus otras vivencias, contadas con mucho humor, incluye anécdotas con amigos y colegas de Cochabamba y Santa Cruz.

“Refleja un poco la vida de un boliviano que tuvo la suerte de nacer en Oruro, vivir en Potosí, formarse en Cochabamba y realizarse en Santa Cruz”, señala orgulloso.

En lo profesional, Mier fue periodista empírico como los colegas de su tiempo, aunque después se profesionalizó en un curso especial en la Universidad Católica Boliviana. Su época como periodista también estuvo matizada con programas como “Habla Juan”, en radio Centro, que marcó una época en el radialismo cochabambino.

El autor no olvida su época como jefe de Redacción de Los Tiempos, cuando el periódico se hacía en una pequeña oficina de la calle Santiváñez. Tampoco la creación del Clarín, un tabloide que fundó junto a Eduardo Canelas y dirigió junto a José Nogales Nogales y que por casi un año y medio le hizo competencia a Los Tiempos.

Para Mier, el salto al teatro fue inevitable y sostiene que fue el periodismo el que le dio las vivencias para escribir teatro. “Creo que casi todas mis obras son una especie de reportaje a la vida”, señala.

Actualmente, está dedicado íntegramente al teatro en Chaplín Show y se muestra complacido porque Santa Cruz ya les dio su propio espacio a él, a su humor y a su infaltable sombrero que es su toque personal.

Apego editorial

El libro de Mier, que es el número 16, fue editado por “Los amigos del libro”, una editorial a la que el autor le tiene un afecto especial porque no olvida que el propietario, Werner Gutentag, lo impulsó a participar en el concurso para encontrar el eslogan de la editorial.

Así, en 1968, surgió: “No leer lo que Bolivia produce es ignorar lo que Bolivia es”, de autoría de Mier y que fue el eslogan ganador que está impreso en más de 500 libros bolivianos.


Pie de foto: El periodista y humorista orureño Adolfo Mier Rivas, ayer.

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