El uso de internet es habitual hoy en día. Es una herramienta rápida para buscar información desde cualquier punto donde se encuentre. Pero no siempre fue así, antes la ciudadanía acudía a otras fuentes, como los libros, ya sea comprándolos o acudiendo a una biblioteca. Hoy en día, la red se ha vuelto la principal competencia de los libros impresos.
Así lo expresan algunos participantes de la VI Feria Internacional de Libro, un evento que ha tenido poca concurrencia. Los expositores estarán en el Coliseo Universitario hasta el domingo 11 de mayo.
Para la representante de la Cámara del Libro, Ana María Vásquez, el internet se ha vuelto un perjuicio para los menores. “Los niños deberían aprender a leer con un libro y no con una consola”. Considera que debido a su mal uso, el internet se ha vuelto un perjuicio, sobre todo para los jóvenes.
“Prácticamente estamos compitiendo con la internet. Los jóvenes ya no quieren saber de libros, porque se encierran en los cafés internet a distraerse y a gastar su plata que puede ser usada en comprar un buen libro”, lamentó.
Otro problema que detectó Vásquez con la red es que los estudiantes adoptaron la costumbre de “copia y pegar” para realizar las tareas que les designan en los colegios.
“Se está creando la cultura del estudio virtual, que es de fácil acceso, y no de la búsqueda del saber recurriendo a los libros. Con esto no quiero decir que la internet es mala, solamente que debemos darle el uso adecuado”.
Herramienta y perjuicio para los escritores.
Algunos escritores locales ven la internet un instrumento de difusión y apoyo. Un medio para propagar biografías, datos de libros publicados y fechas de encuentros literarios. También la ven como un mecanismo para interactuar con otros escritores nacionales e internacionales.
El escritor tarijeño, René Aguilera Fierro explicó que en Bolivia no hay editoriales que faciliten la edición de los escritores nacionales. Por ello, la internet sería un medio para dar a conocer sus obras.
“En mi experiencia puedo decir que fui beneficiado con la internet. Gracias a algunos amigos míos que crearon páginas donde se ofrece toda información sobre mis libros e historia como escritor”.
Pero al mismo tiempo coincide con los miembros de la Cámara del Libro al indicar que el uso de la red, entre los más jóvenes, no es el indicado.
Sin embargo, para la representante de la Editorial “Quipus”, la red ha llegado a perjudicar la venta de libros y por ende a los autores nacionales.
“Se piratean los libros y se los sube a la internet y afecta a las editoriales, y a los mismos escritores porque pierden regalías por cada obra que no venden. Con el Google se ha vuelto mucho más fácil encontrar libros piratas”.
A través de distintas páginas web se puede encontrar una serie de libros, de reconocidos autores y otros nuevos, que pueden ser adquiridos gratis o por algún costo. Con el buscador se pueden hallar obras de Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, entre los más conocidos.
Pero las obras de esos y otros autores no sólo se pueden encontrar en internet. También se pueden hallar en los puestos conocidos como “piratas”, donde se venden libros fotocopiados a bajos costos.
(NOTA DE APOYO)
La lectura de los niños es cada vez más lenta
SIDAR PACA/EL NACIONAL
La representante del Centro de Lectura Veloz (ESEC), Rosa Ramos explicó que es importante que los niños adquieran una lectura de comprensión y retención de información. Considera que eso se logra con la lectura de libros página por página, llevando el control del número de palabras que se lee por hora.
“La persona debe poder leer 100 palabras por minuto, con 100% de comprensión. En un estudio que realizamos en una escuela, pudimos demostrar a los padres que sus hijos están sufriendo carencias de lectura y de retención, debido a que son afectados por la tecnología”, señaló.
Ramos admitió que en Bolivia no existe una cultura de lectura. Una de las razones es porque existe facilidad tecnológica para conseguir información, ya sea por una computadora portátil, una tablet o un teléfono celular.
“Los niños de hoy están acostumbrándose a la luz del ordenador y al movimiento de la pantalla de su teléfono, y no al de las hojas de un libro como debería ser. Eso puede traer dificultades en el colegio o la Universidad”, indicó la representante del ESEC.
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