A pesar de la llovizna persistente y el descenso de temperatura en el transcurso del día, se notó la presencia de algunas familias buscando libros en los diferentes estands; es el caso de Vivian Velasco, que asistió con su hija y su esposo para aprovechar la poca aglomeración de gente en el inicio. Ellos asistían por primera vez a la feria cruceña porque antes residían en España.
Yanett Magne, en cambio, asiste todos los años el primer día, porque tiene la posibilidad de encontrar más cosas, comentó. Ella estaba con su sobrino de tres años, al que le compró libros didácticos.
Desde La Paz, Constantino Canaviri viene por tercera vez a ofrecer sus libros a Santa Cruz. Todavía no los había ordenado todos porque llegó ayer. Pero para hoy estará listo y espera que le vaya tan bien como el año pasado, indicó. Su estand es el de la librería Baúl del Libro.
La apertura
La inauguración de la feria fue como todos los años, en el Pabellón Infantil. El encargado de dar las palabras de inauguración fue el ministro de Culturas, Pablo Groux, que resaltó la importancia de las 15 ediciones del evento literario, y dijo que los libros “trascienden nuestro espíritu y nos hacen soñar”.
El lema de este año de la feria es Santa Cruz, un libro abierto, y Jorge Luis Rodríguez, presidente de la Cámara del Libro de Santa Cruz, institución que la organiza, invitó al público a que sea partícipe de ella.
En la testera de autoridades también estaba el embajador de China Li Dong, que destacó el progreso de Santa Cruz en estos 50 años y agradeció la invitación para participar este año con sus autores.
Los que vienen son diez días para pensar en libros
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