La revista "Historias de Oruro" se constituye en un espacio que permite valorar el ser orureño, al mostrar de forma explícita la cultura, el arte, el patrimonio y a personajes sobresalientes que hacen a la historia de esta alta tierra de los urus.
Ayer, en el taller de modas Pinky, el director de la revista, Fabrizio Cazorla Murillo, presentó la edición número 25 de ese material bibliográfico que destaca las historias en las que son protagonistas orureños y orureñas.
"Están las fotografías y documentos y queremos que esta revista con todos sus elementos sea parte de reencuentro, de reflexión para que nos permita valorar que el ser orureños tiene su motivo de orgullo en su cultura, en su historia y arquitectura, ahí está el hospital San Juan de Dios, tenemos la historia de don Enrique Zevallos Antezana", manifestó Cazorla.
Entre las páginas de la revista se encuentra la historia del Hospital General "San Juan de Dios", la percepción de algunas facetas de los años cincuenta y sesenta de la ciudad de Oruro, la semblanza y trayectoria cultural del escritor de los niños, Hugo Molina Viaña, y especialmente en este número se recupera el perfil de uno de los últimos sobrevivientes de los "húngaros" del Club San José de 1955, don Armando Escóbar Carrillo.
"Esa es nuestra historia, esa es la revista, están las fotografías de ayer y hoy, las de antaño, queremos que esta revista se constituya en un instrumento para la comprensión y sobre todo la identificación de nuestros grandes personajes a lo largo del tiempo, que son ahora un gran referente para comprender mejor a nuestra ciudad y tener un mejor porvenir", expresó Cazorla.
En el acto de entrega estuvo también el señor Escóbar, a quien los periodistas no perdieron la oportunidad de preguntarle sobre su criterio acerca del actual equipo de fútbol de San José, respondiendo el exfutbolista, que debe darse mayor oportunidad de los jugadores, que debe haber mayor permanencia de ellos en el equipo para que puedan tener un juego compacto y mejores resultados.
"Los dirigentes tienen que esforzarse y comprender a la gente que actualmente está y dar una opción para que no se vayan, de un momento a otro cambian, y de esa manera nuestro equipo no puede permanecer, de tal manera que quisiera que mantengan (a los jugadores) unos tres años para así tener un buen elemento y que tenga siempre opciones", indicó Escóbar.
Explicó que antiguamente no tenían un contrato, sólo tenían permiso para los entrenamientos, y no contaban con un pago mensual.
"Últimamente ganan buenos billetes, cuánto no hubiera querido contar con esos montos. Estuve en el equipo América en Machacamarca unos tres o cuatro años, luego formé un equipo de jóvenes, antes de irnos al cuartel había buen elemento y posteriormente tuve la oportunidad de colaborar con equipos de La Paz", refirió don Armando.
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