domingo, 17 de abril de 2016

Mauro Bertero Gutiérrez “Escribir poemas de amor es una manera de superar ausencias”

Es demasiado temprano para saber si este año la primavera llegará a tiempo. El título de este nuevo esfuerzo literario no es un simple juego de palabras o de símbolos y vivencias. Ésta es mi apuesta por apoderarme de la verdad poética por vía del claroscuro encanto de imágenes soñadas. Éste es mi regalo de amor para la mujer que me regaló la posibilidad de vivir enamorado de ella”.

Con esas palabras, Mauro Bertero Gutiérrez describe su más reciente poemario Primaveras Impuntuales. La obra se presentará el jueves 21 de abril, a las 19:30, en el salón del hotel Casa Grande (Calle 16 de Calacoto).

Bertero nació en noviembre de 1958, en Santa Cruz de la Sierra. Es poeta, pintor, empresario y diplomático. Es de profesión economista. Presidió la Fundación Mario Mercado Vaca Guzmán y actualmente trabaja con la Fundación José Bertero. Ha publicado seis libros. Entre ellos están Cien pájaros perdidos y un cantar de estrellas (1980), Antes de septiembre (1984), Solicitudes al destino (1996), Esa distancia particular (2002) y Memorias del encanto (2007). Varios de sus poemas han sido seleccionados en antologías nacionales e internacionales.

En la entrevista, Bertero recuerda sus inicios, sus anteriores trabajos y habla sobre el proceso de creación de Primaveras Impuntuales. "El tema central de este libro es la constante duda que acompaña la experiencia amorosa”, asegura el autor.

Desde su primera obra publicada, "Cien pájaros perdidos y un cantar de estrellas” (1980), hasta "Primaveras impuntuales” (2016), ¿cuál es la temática más recurrente en su obra ? ¿Es el amor ?

Sin duda alguna, el amor. No solamente el amor concebido como aspiración, sino el amor vivido en su totalidad. El amor de los extremos. Las grandes alegrías y las grandes tristezas. El amor no idealizado, el amor de todos los días, el amor que sueña, encanta e inspira. El amor que se vive, el amor que ríe y llora, el amor que se resiste a la rutina y se reinventa para seguir adelante. El amor tan grande como las promesas que se cumplen para toda la vida. El amor fiel y el amor que lo entrega todo.

¿Por qué ha elegido el amor como una fuente para su obra?
Me asiste la convicción que la única manera de sobrevivir es apostando al amor. Se ha dicho que escribir poesía de amor no es cosa fácil y es por ello que debemos dedicarle tiempo, trabajo, esfuerzo y esmero. Trascender la mortalidad tiene mucho que ver con entenderla como parte del camino. Escribir es una forma de permanecer vivos. Una especie de eterno retorno. Escribir poemas de amor es una manera de superar ausencias, máxime si

¿Qué eje temático hila "Primaveras Impuntuales”? ¿Viene el título a tono con la obra? ¿Por qué?
El tema central de este libro es la constante duda que acompaña la experiencia amorosa. Suena contradictorio y probablemente lo sea. Amar presupone entrega, certeza. En el salto al vacío de esta entrega no caben dudas; sin embargo, allí están, vigilantes, acechando el alma enamorada, prontas a cualquier descuido.

Un crítico que leyó el texto considera que es su poemario "más sombrío”. ¿Qué opina al respecto ?

Coincido totalmente con aquellos que han notado esta característica. Le aseguro que la misma es deliberada y no accidental. ¿Qué puede ser más triste que una primavera impuntual? La melancolía de estos versos es reflejo de un estado de ánimo relacionado a la distancia entre lo que se espera y lo que se vive. Desde lo íntimo hasta lo universal, la experiencia humana es una sola. La esencia del arte reside en comprender que nuestra responsabilidad es traducir lo individual como elemento de algo más amplio, aportar a una memoria común si se quiere.


¿En qué lugar, si es posible definir, de la poesía se ubica a sí mismo?
En cuestiones de mi poesía, poco hay de la rebeldía y el anticonformismo de fines del siglo XIX. En todo caso, reconozco y admito una búsqueda permanente de la renovación estética del lenguaje, caracterizada desde siempre y cada vez más por mi vínculo afectivo y un claro testimonio de fe.
Lo mío es verso libre, sencillo, íntimo, sufrido, meditado, necesario, comprometido con el amor de ayer, de hoy y de siempre. No tengo secretos ni soy dueño de verdades escondidas. Me hago responsable de cada una de estas confesiones y de cada uno de estos desengaños. Soy lo que escribo, emotivo, frágil y fuerte, tenaz y detallista. Impaciente e incansablemente celoso. Tengo muchos defectos y una que otra virtud. Si tuviera que escoger cómo deseo ser recordado, le diría que me conformo con que me recuerden como el poeta de la rosa de los lunes.

¿Cuándo empieza y cómo nace la motivación para la poesía en Mauro Bertero?

En los primeros años del colegio Alemán tuve experiencias muy gratas relacionadas con la declamación de poesías épicas. Recuerdo claramente la noche del 22 de marzo de 1972 y mi primer encuentro con la página en blanco, a pocas horas de un concurso vinculado al Día del Mar y al anhelo más cercano al corazón y al ánimo de los bolivianos. Recuerdo una Santa Cruz de calles de arena, largos veranos, lluvias torrenciales y vientos del sur. No olvido nunca las lecciones de literatura impartidas por don Sigfrido Villarroel y don Renato Díaz Mata, tempranas influencias en el desarrollo de mi interés literario.

¿Cómo evalúa en general la situación de la poesía en habla hispana y en América Latina en específico?

Me declaro incompetente de absolver tamaña pregunta. Dicen que la poesía es cosa antigua, pasada de moda, buena para los que andan soñando. En el frenético ritmo del mundo actual, estoy convencido de que nos haría bien leer más poesía, regalarnos la oportunidad de soñar despiertos. En estas épocas de egoísmos y tanta superficialidad, de apariencias y falta de amor, estoy seguro de que el verso del alma sensible puede ser un bienvenido bálsamo para la sociedad.

Ahora bien, en el ámbito nacional, se percibe un renacer del movimiento poético. Existe una nueva y muy nutrida generación de poetas que han decidido tomar nuestras ciudades y recuperar espacios y territorios. Hace falta que nuestras instituciones públicas y privadas den su apoyo decidido a esta nueva ola de almas sensibles para garantizar un desarrollo acorde con sus expectativas.

¿Qué diferencia hay entre el Mauro Bertero Gutiérrez que concibió, escribió y publica estos poemas, con el que pasó por ese mismo proceso en anteriores libros ? ¿Percibe algún cambio de intereses, búsquedas, necesidades?

La búsqueda sigue siendo la misma. Quizás hoy tengo a mi alcance mejores herramientas. La experiencia y los errores cometidos en el camino ayudan siempre. Estoy agradecido por el regalo de esta vida. Por el amor entregado, por el amor recibido. Siento que estoy en deuda con mi propio destino. Una deuda que estoy gratamente dispuesto a saldar siendo fiel a mí mismo y a las promesas hechas.

Usted es además pintor, empresario, diplomático y economista ¿Cómo combina su pasión por la poesía con estos otros oficios? ¿Cómo, cuándo y a qué edad ha descubierto su amor por la poesía? ¿Cuándo ha sido el primer encuentro?

La poesía llegó temprano. A los 13 o 14 años. Luego vinieron los estudios junto a muchas otras responsabilidades empresariales, servicio público y compromisos de trabajo en el ámbito de la diplomacia humanitaria. A pesar de todo ello, de alguna y mil maneras escribir poesía siempre me permitió seguir conectado a la esencia básica de mi personalidad, a mi vocación primigenia. La pintura, la escultura, la fotografía, el cine, son intereses y disciplinas complementarias. Debido a mis actividades, paso mucho tiempo en aviones y aeropuertos, y estoy siempre atento al llamado creativo, al poema que espera agazapado detrás de la próxima esquina. Le confieso que cuando estoy lejos de casa es cuando más cercano me siento a ella.

El estudioso de la literatura Pedro Shimose se ha referido al conjunto de su obra de la siguiente manera: "Inspiración es lo que le sobra al poeta Bertero Gutiérrez, pero le falta sosiego y meditación para profundizar en la expresión de sus sentimientos siempre nobles y románticos. En sus primeros libros, Mauro escribía versos melancólicos, sacudidos, de vez en cuando, por vendavales de solidaridad. Con el paso del tiempo, Mauro afinó la voz y su canto fue más personal y seguro”. ¿Qué opina sobre este comentario?

Reconozco que el pasar del tiempo me ha dado una mejor perspectiva. Este canto poético -sin ser nuevo - tiene un sabor diferente, me produce una emoción especial, tiene un sentido de novedad y de algo que siempre estuvo presente. Es algo que conozco bien, casi de memoria y es a su vez un desafío. Me siento más seguro, es cierto, pero algo me invita a reconocer que aún falta mucho y es menester seguir estudiando, seguir leyendo, seguir aprendiendo.

En varias entrevistas, usted ha afirmado que "está enamorado de la certeza de que los bolivianos si nos empeñamos podemos ser mejores”. ¿Mantiene esa afirmación o con el transcurso de los años ha cambiado de forma de pensar?

Si mal no recuerdo, esa afirmación data de mediados de la década de los 80. Entonces era joven y lleno de ideales. Hoy tengo unos cuantos años encima y sigo lleno de ideales. Me ratifico en la totalidad de esas expresiones. Suscribo todas y cada una de esas palabras. Estoy enamorado de la certeza de que los bolivianos si nos empeñamos podemos ser mejores.

Sobre la trayectoria de Mauro Bertero

Vida Mauro Bertero nació en noviembre de 1958, en Santa Cruz de la Sierra. Es poeta, pintor, empresario y diplomático. Es de profesión economista. Presidió la Fundación Mario Mercado Vaca Guzmán y actualmente trabaja con la Fundación José Bertero.
Libros Cien pájaros perdidos y un cantar de estrellas (1980), Antes de septiembre (1984), Solicitudes al destino (1996), Esa distancia particular (2002) y Memorias del encanto (2007). Varios de sus poemas han sido seleccionados en antologías.
Obra Mauro Bertero presentará su más reciente poemario, Primaveras Impuntuales, en las ciudades de La Paz y Santa Cruz.

Prólogo de la obra Mauro Bertero, del poeta Pedro Shimose

Si ya es raro que los economistas, empresarios y políticos lean poesía, es más raro aún que esos economistas, empresarios y políticos escriban poesía. Tal es el caso excepcional del economista, empresario, político, diplomático y pintor Mauro Bertero Gutiérrez (Santa Cruz de la Sierra, 26-11-1958) que no sólo lee poesía, también la hace. Por algo "poeta” significa, en su raíz griega, "hacedor”.

En la segunda edición de su antología Poetas cruceños (1983), el escritor Orestes Harnés Ardaya incluyó a Mauro como una joven promesa de la lírica cruceña. El poeta había publicado, a los 22 años, "Cien pájaros perdidos y un cantar de estrellas” (1980), su primer libro. Un año después, el crítico Juan Quirós lo consagró al publicar- en el suplemento Presencia Literaria- un comentario al libro "Antes de septiembre” (1984), en el que resalta la sensibilidad romántica del autor, su autenticidad y su imaginación. Más tarde, el poeta Antonio Rojas le confirma -en su "Antología provisional de jóvenes poetas cruceños” (1986)- como un valor ascendente en las letras bolivianos.

Fue a partir de su tercer libro -"Solicitudes al destino” (1996)- que yo me interesé por este poeta que ha dejado de asombrarme. Abandona su poesía inicial, Mauro sigue fiel su poética de encantamiento amoroso, rica en descripciones de paisajes íntimos. Viaja por el mundo y, en estado de trance, dialoga con la ausencia y recuerda mujeres evanescentes y ciudades misteriosas, propias de la pintura metafísica de Carlos Carrá y Giorgio de Chirico como se pone de manifiesto en "Antes de septiembre” (1984), "Solicitudes al destino” (1996) y "Esa distancia particular” (2002):

Así yaces tú,
cual ciudad triste y sin gentes.
Se repiten escenas crepusculares, mares en calma y ciudades deshabitadas, imágenes que aparecen en "Esa distancia particular” y reaparecen con más nitidez en "Primaveras impuntuales”, su sexto libro:

Nombre escrito en el viento
bailas al compás del trino
de ciudades vacías.
Tuya es la semilla
del silencio
...
En una ciudad que se reinventa
en parajes tranquilos
huérfana sombra de mi sombra.
...
Hoy eres mansa playa gris
de un mar vacío y callado.
...

Otros pintores -el ingenuista Henri Rousseau, El Aduanero y el surrealista Paul Delvaux- coinciden con Mauro y nutren su poesía, enriqueciéndola. Ellos confirman la teoría de los arquetipos del psicólogo Jung, que equipara las invenciones literarias a las invenciones oníricas:

El verso dictado durante el sueño/ por la luna dormida en el desierto
...
Eres el silencio que habita
todos los rincones de la ausencia
...
A veces, tu silencio magnifica tu ausencia.



Obras publicadas

1 Cien pájaros perdidos y un cantar de estrellas (1980- Editorial Nuevo Mundo - Santa Cruz). Según el autor, en este poemario se incluyen versos de un tiempo muy fecundo en emociones. Esta publicación se considera un primer intento de organizar lealtades con mi fuero interno, el terruño y mi compromiso incondicional con los anhelos patrios.
2 Antes de septiembre (1984- Editorial Nuevo Mundo -Santa Cruz de la Sierra). Según el poeta, éstos son versos ligados a lecturas del realismo mágico y marcan el inicio de la búsqueda y consolidación del verso amoroso como hilo conductor para los tiempos venideros.
3 Solicitudes al destino (1996- Editorial Quipus- La Paz). "Luego de un largo silencio de 12 años, estas poesías son esencialmente una declaración de amor y pretenden transmitir una inagotable capacidad de asombro con la vida. Son versos desnudos, cantos inocentes, confesiones y promesas”, explicó el escritor.
4 Esa distancia particular (2002- Fundación José Bertero - Imprenta Weinberg- La Paz). "Este libro es posiblemente el menos cuidado, fruto de un tiempo de tensiones dinámicas entre lo que las cosas son y lo que la gente cree que son las cosas. Éstos son versos escritos de noche, con urgencia, arrancados del sueño”, sostuvo el poeta.
5 Memorias del encanto (2007-Fundación José Bertero - Imprenta Weinberg- La Paz). Según Bertero, este poemario "marca el final de una etapa y el inicio de otra en mi vida”.

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