Barnadas, la historia de una biblioteca

Hay una frase que puede definir el carácter y la trayectoria intelectual de Josep M. Barnadas, la dijo él mismo, en alguna conversación, cuando estaba embarcado en la titánica tarea de sacar adelante los dos volúmenes del Diccionario Histórico de Bolivia. Se refirió a su trabajo de historiador al explicar que era, en primera instancia “inmisericorde con él mismo”.
Es una frase que no tiene refutación, pues la prueba de su impecable labor intelectual, de medio siglo en Bolivia, muestra a este catalán como una de las personalidades más respetables en el campo cultural boliviano.

Este año, Josep M. Barnadas presentó dos libros: Una biblioteca singular... y otros escritos sobre libros y Catalanes en Bolivia. Siglos XVI y XXI. Ensayo. Ambas publicaciones fueron presentadas en Santa Cruz recientemente, en el Museo de Historia de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

Su primer libro es un ameno y muy puntilloso y estricto relato. En él cuenta cómo conformó su biblioteca personal.

"¿Qué podemos sacar de una vida con libros? Me refiero a todo género de ellos y no solamente aquéllos para vivir. Aparte de sus posibles utilidades fragmentarias, ocasionales, pragmáticas, tomándolos como conjunto y en su última razón de ser, me atrevería a decir esto: no son más que piezas de un único rompecabezas. Y éste debería ser el que nos permitiera responder al mandamiento que en Delfos coronaba el frontis del templo de Apolo: Gnozi seauton (cognosce te ipsum: conócete a ti mismo); consigna que no debemos interpretar en su dimensión individual, sicológica, sino en la genérica, combinando la historia con la filosofía”, plantea el autor del libro.

Barnadas relata sus viajes por Europa y América, India y Japón en busca de los libros, relata los encuentros y las situaciones misteriosas que lo llevaron a hallar los títulos que buscaba o que estaban destinados para él.

También habla de las dificultades y las peripecias que los lectores tienen que pasar y de las posibilidades que se abren para los que siguen la pista a títulos perdidos, y de los lugares insólitos donde hallarlos, como una fábrica de papel higiénico o un puesto de mercado en Cochabamba.

“Una vida con libros. Envidiable siempre que con ellos sepamos llegar más allá de ellos. Los libros, una herramienta como también lo pueden ser las amistades debidamente escogidas y mantenidas; la observación atenta y prolongada del escenario humano que nos rodea; la introspección no malsana ni enfermiza; el encandilamiento ante la belleza en cualquiera de sus infinitas expresiones; el sacrificio por el prójimo sin esperar agradecimiento; y tantos otros espacios, caminos y dimensiones que se abren a la existencia humana", escribe.

Una biblioteca singular... y otros escritos sobre libros fue publicado por la Fundación Cultural Zofro, en Oruro, en noviembre de 2011.