El VI Congreso Internacional de la Lengua Española, que se llevó a cabo la semana pasada en Ciudad de Panamá, contó con la presencia de dos miembros de la Academia Boliviana de la Lengua Española, el presidente de la institución, Mario Frías Infante, y la escritora Gaby Vallejo.
Ambos resaltaron la experiencia, tras cuatro jornadas, en las que más de 200 académicos y expertos de diversas disciplinas reflexionaron sobre el presente y el futuro del español, el libro y la educación en un entorno cada vez más digital.
En el balance, Frías comentó que uno de los aspectos en los que se puso énfasis en las mesas de diálogo fue en los desafíos que enfrenta el español para protegerse de la ‘contaminación’ de otras lenguas y de las nuevas formas de comunicación digital, así como la ‘revolución digital’ y su efecto en la prensa y la literatura.
Los desafíos para los que escriben un libro, la propiedad intelectual, la cadena de producción del libro, las ediciones digitales, el libro electrónico, los canales de distribución, la apertura de los lectores al idioma, la educación en la sociedad de la información y la formación de profesores de español en Latinoamérica fueron los temas que Frías destacó de los que se abordaron en las mesas.
Entre el papel y la voz, manuscritos y autores de la nueva España y Los manuscritos y los impresos del siglo XVI fueron dos de los paneles en los que Mario Frías participó. En ambos puso de manifiesto su experiencia como lingüista.
Problemas cercanos
El académico paceño aseguró que Bolivia no está ajena a la problemática latinoamericana en cuanto al libro y la lectura, como también que los actores de la industria editorial enfrentan los mismos desafíos que otros países, claro que en condiciones distintas y, en la mayoría de los casos, más adversas.
“El soporte electrónico tiene actualmente una difusión enorme, al punto que no son infundados los temores de que termine desplazando al soporte de papel. Es una revolución la que estamos viviendo en este momento, similar a la que se vivió con la invención de la imprenta, cuando se dejó de publicar en pergaminos. No es un tema cerrado. Es un proceso que todavía no se puede determinar cuándo concluirá”, expresó Frías, que no tiene dudas de que el libro impreso permanecerá por muchos años más.
El experto asegura que en Bolivia todavía se mantiene un nivel de analfabetismo considerable, pese a que las cifras oficiales dicen lo contrario. “La problemática de la lectura en el país es muy grande y los métodos de enseñanza son deficientes. El problema de obligar a leer es que uno no se motiva y la motivación es fundamental para desarrollar el hábito de la lectura”, agregó Frías
GOZAMOS DE LA INCLUSIÓN DE RAZAS E IDIOMAS
GABY VALLEJO - ESCRITORA
Como boliviana académica de la lengua, fui invitada por el Instituto Cervantes como panelista en la mesa Fomento de la lectura y bibliotecas escolares. Nuestro país no tiene bibliotecas escolares ni planes nacionales de lectura, pero las actividades y programas de la biblioteca infantil Thuruchapitas, de Cochabamba, me valieron el viaje para hablar del proyecto con académicos y escritores amigos, como Antonio Skármeta, Sergio Ramírez, Mario Vargas Llosa, Rosa Montero, Jesús Marchamalo y Renée Ferrer.
Gracias al español, a la palabra y a la escritura hemos gozado enormemente de la inclusión de España incorporada en Panamá, de la interacción cultural de razas e idiomas.
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