“Hubo un imperio. Hubo experimentos atómicos, también un desastre nuclear y llegó la devastación. Un siglo después, Iris es de pronto un planeta rico: descubren yacimientos minerales, una enorme corporación con ansias coloniales y aparece la revolución. Llega la guerra. Y ahí está Edmundo Paz Soldán (46): la próxima novela del escritor boliviano es la historia de un desolador mundo convertido en un campo de batalla. Se llama precisamente Iris y aunque es una completa ficción, habla de los terrores de nuestro mundo en el día de hoy.
“Es la cosa más rara que he escrito, de lejos”, dice Paz Soldán. El autor de Norte y columnista de La Tercera, que desde hace más de 10 años es académico en la Universidad de Cornell, EEUU, terminó hace poco Iris y la publicará en febrero al alero de Alfaguara.
Antes de que Iris fuera tomada por la ciencia ficción, iba a cerrar una trilogía de la violencia en EEUU, que empezó con Los vivos y los muertos (2009) y siguió con Norte (2011). Paz Soldán pretendía explorar las “aventuras imperialistas” americanas por ataque a las Torres Gemelas. Un hecho real lo inspiraba: la historia de un grupo de soldados desequilibrados por la guerra que mataban sin razón a civiles en Irak. Pero, apareció la fantasía: “Fui creando una zona indeterminada, una cosa llevó a la otra, y terminé creando una cosmogonía de los irisianos”, dice.
Está nueva novela no es, según Paz Soldán, una visión del futuro: “Me interesa la ciencia ficción como un modo de percibir la realidad de una forma desplazada. No me interesa predecir lo que ocurrirá en 50 años. Al situar una historia en cierto futuro, me interesa trabajar de manera más clara ciertos miedos, sueños y pesadillas del presente. Para mí la ciencia ficción es un género que habla de las ansiedades del presente”, dice.
Iris será la sucesora de Billi Ruth, un libro de cuentos publicado a inicios de 2013 y que le llevó 15 años en ensamblar. Buscaba que los relatos tuvieran un “aire de familia”. Esto encontró: “Son cuentos que tratan de atrapar el momento un segundo antes de que las cosas se tuerzan, sin que los protagonistas necesariamente lo sepan”, dice.
Billi Ruth es su reencuentro con el género de sus primeros libros, y no ha podido dejarlo: sigue escribiendo cuentos como esquirlas de Iris. Ese mundo no lo deja y sospecha que no se irá en años: ya pretende trabajar en una precuela. Su otro proyecto tiene una conexión chilena: prepara un libro con sus crónicas y columnas con la editorial de la Universidad Diego Portales. Paralelamente, Paz Soldán sigue desde Cornell mirando cada movimiento de la literatura hispanoamericana. Le gusta lo que ve: “Estamos atravesando un muy buen momento, pero creo que es tan ecléctico que es muy difícil atraparlo en un par de coordenadas o una etiqueta. Hay una variedad de registros fascinantes”, dice.
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