Si pedimos a cualquier cochabambino que mencione alguna novela del siglo XIX, lo más probable es que responda Juan de la Rosa de Nataniel Aguirre, y los textos de literatura recogen hasta 27 obras, pero en la historia decimonónica de la literatura boliviana, existen al menos otros 39 autores y 56 novelas más.
Al menos ése es el resultado de la investigación de Juan Pablo Soto Jiménez, quien en su disertación anoche en el Centro Simón I. Patiño, titulada justamente “Además de Juan de la Rosa”, expuso sus hallazgos a partir de una pesquisa en los diarios, museos, hemerotecas y bibliotecas del país. Según el autor de la investigación, hay que tomar en cuenta que en el período de su investigación, desde 1825 hasta 1900, el 90 por ciento de las novelas se publicaban a través de entregas en los periódicos o folletines. Lo último que aparecía era el libro impreso.
Muchas de estas obras han quedado en el olvido, posiblemente opacadas por el peso histórico, literario y de ficción que supuso la obra de Aguirre. De allí, el nombre de la exposición, según expuso Soto a un auditorio en el que estuvieron presentes escritores y estudiantes.
Además, autores, como Enrique Finot y Augusto Guzmán, en sus estudios sobre la literatura boliviana del siglo XIX, seleccionan no más de media docena de novelas que según ellos llegan a reunir la calidad literaria. En ellas es infaltable la novela del último soldado de la independencia de Bolivia, pero dejan de lado a un cúmulo de obras discriminadas o desconocidas.
La investigación, que pretende ser parte de un compendio de tres tomos, encuentra aspectos curiosos, como una novela del padre de Franz Tamayo, Isaac, y un ensayo de novela histórica, en manuscrito, del presidente José Ballivián. Además, tres de estas novelas no se encuentran completas, sea por decisión del autor o porque los ejemplares de los periódicos desaparecieron.
El 32 por ciento de las obras encontradas fueron publicadas en La Paz, un porcentaje similar en Sucre y el 10 por ciento en Cochabamba. El resto se reparte entre otros departamentos del país e incluso en el exterior.
Entre los cochabambinos, nuevamente encabeza la lista Nataniel Aguirre con su Juan de la Rosa; aunque también aparece otro autor de renombre, Mariano Ricardo Terrazas, con su Misterios del Corazón, Leandro Viniegra, José Benito Guzmán y otros.
Un aspecto que Soto destaca es que sólo Juan de la Rosa parece tener de trasfondo la guerra de la independencia; los demás tratan temas ajenos a la realidad de Cochabamba e incluso el frecuente eje temático es un trío amoroso.
Por ello, el autor deja como interrogante de que si es ésta la razón por la cual la obra estrella opaca a las demás dejándolas incluso en el olvido.
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