lunes, 11 de noviembre de 2013

Tito de la Viña es el “Rey de Copas”

Por: Ghilka Sanabria Pradel

Con más de medio siglo al servicio del periodismo deportivo y bordeando los 82 años de edad, conocedor infalible de las reseñas, resultados y estadísticas atesoradas en su memoria privilegiada, José Vila de la Viña, más conocido como Tito de la Viña, brindó un aporte más a la literatura con un libro denominado De Copa en Copa.

Los predios de la Asociación de Periodistas de La Paz, a los que él los llama “su casa”, la pasada semana se engalanaron con la presentación de esta obra que, a decir de Alberto Zuazo Nathes, es “el avance más aproximado a la verdad del deporte Rey: el fútbol y otros deportes que gozan de la afición de millones de personas en el país y en el mundo entero”.

Tito de la Viña recuerda que desde muy joven comenzó con la pasión de relatar lo que el deporte deja apreciar y a pesar que su profesión es la Bioquímica, casi nadie con más exactitud y certeza puede decir lo que ocurre dentro de un gramado con dos arcos o un espacio con una red en medio o hasta un cuadrilátero donde dos personas miden fuerzas.

De Copa en Copa refleja la vena sincera y franca de quien no en vano es Premio Nacional de Periodismo del 2008. Don Tito, que paseó por todos los Mundiales de Fútbol desde Argentina ‘78 hasta el último disputado en Sudáfrica 2010, alista maletas para Brasil a mediados del año que viene.

“Es que no sólo es importante que el periodista deportivo esté presente en el evento que le toque cubrir. Lo imprescindible es que sepa reflejar con conocimiento de causa y mucha hidalguía lo que está viendo y esa es una de las principales virtudes de Don Tito de la Viña”, apuntaba Antonio Vargas, presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz, en el momento de presentar a consideración de la crítica el tercer trabajo literario de este autor, De Copa en Copa.

Esa noche paceña del 7 de noviembre de 2013, como en cualquier otra de las tertulias en la APLP, hubo un desborde de halagos y consideraciones para Tito de la Viña, empero quien “le dio en el clavo” con sus consideraciones fue su contemporáneo Luis Quezada quien entre broma y admiración señaló de manera emocionada: “Este mi amigo es un cráneo”.

Y seguro que el denominativo le queda a medida puesto que es el único periodista especializado en deportes en Bolivia que logró un Premio Nacional de Periodismo. Relató el fútbol y otros deportes por radio; también lo hizo por TV y escribió crónicas de partidos de fútbol para los periódicos paceños La Nación, Presencia, Última Hora y Hoy (todos desaparecidos en la actualidad), con la grata exquisitez de un estilo de utilización del lenguaje que ahora está en lamentable extinción.

A Tito de la Viña se le puede atribuir un sinfín de virtudes, pero tal vez la más grande de todas es su capacidad de proyección a los hechos. Hace más de medio siglo él recomendaba a los dirigentes del deporte que “pusieran el ojo en las divisiones inferiores para lograr que Bolivia alcance mejores niveles competitivos en el deporte”, ese discurso es repetido de manera recurrente y a pesar de la prédica falta la práctica y nos encontramos con la cruda realidad de derrotas deportivas a nivel internacional.

“Tal vez ese sea el motivo por el cual seguimos, pero la esperanza es lo que jamás debe morir…”, asegura Don Tito, quien además es un convencido que la libertad de expresión y la unión entre periodistas debe prevalecer a pesar de los años y los mandos.

Tito de la Viña aportará aún más al periodismo y al deporte de Bolivia porque demostró que de verdad puede hacerlo y es posible que su próxima obra la titule “Pase de taquito” y esté dedicada a las generaciones de escritores del deporte que lo siguen y esperan que deje plasmados en una obra los secretos para ser un buen periodista.

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