Édgar Darío González, cofundador del grupo, llegó a Bolivia para esta reunión.
La obra es referente del teatro nacional de la década de los 70 por su capacidad de cuestionar a la dictadura.
No se trataba de un acto comercial con el fin de vender libros, se trató de un reencuentro de las raíces del teatro boliviano.
Los ambientes de la Cinemateca acogieron ayer a algunos de los integrantes del icónico Teatro Runa, en la presentación de Vida, pasión muerte del Antoj Antoño. La actividad contó con la participación de Édgar Darío González, dramaturgo argentino y cofundador de este grupo. Junto a él, entre otros, se dieron cita Juan Espinoza del Villar, Federico Rocha y Deysi Espinoza, quienes compartieron algunos de los momentos nostálgicos que vivió el grupo en los 70. Vida, pasión y muerte de Antoj Antoño es una pieza que recoge el conocimiento popular, utilizando la lucha de una astuto zorro contra el poderoso tigre para reflejar la coyuntura política y social que atravesaba el país en las épocas de la dictadura. La obra fue representada en más de 300 oportunidades por el elenco, en pueblos, centros mineros y ciudades de todo el país, llevando a los públicos el cuestionamiento hacia la dictadura a través de una obra de aparente corte infantil, cuando en realidad se trataba de una reflexión a la sociedad.
Tras casi 40 años de su estreno, la obra regresa en forma de libro, editado por la Fundación Simón I. Patiño, como el primer paso de un proyecto editorial impulsado por Darío González y que pretende integrar una colección de teatro latinoamericano contemporáneo.
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