El cierre de la Feria del Libro de 2015 tuvo una multitudinaria concurrencia, lo cual dio mayor realce al éxito que tuvo en la demanda de libros. En particular, fue significativo que las compras fueron realizadas mayormente para satisfacer la avidez por la lectura de los niños.
La cifra de visitantes a la feria, que tuvo carácter internacional, en su vigésima versión, superó los 100.000; sin embargo, el informe final se conocerá en la semana, informó a EL DIARIO la gerente de la Cámara Departamental del Libro de La Paz, Patricia Navarro.
La feria del libro se desarrolló durante dos semanas, aproximadamente, del 5 al 16 de agosto, donde miles de visitantes, la mayoría estudiantes de unidades educativas, realizaron un tour por cada uno de los estantes. La actividad concluyó ayer en el campo ferial Chuquiago Marka de Bajo Seguencoma.
“Hemos superado la cifra de los 100.000 visitantes, tuvimos la colegio, niños y jóvenes. Se creó mucha expectativa porque también lanzamos una nueva imagen por los 20 años, aquello se pudo difundir en La Paz y el resto del país. La feria tuvo muy buena acogida”, resaltó Navarro.
En medio de la conglomeración, que se evidenció ayer en horas de la tarde y noche, principalmente, la gerente de la Cámara Departamental del Libro de La Paz destacó no sólo la visita de la gente, sino también, la presencia de los expositores quienes guiaban en la compra de los libros.
La variedad de opciones fueron desde selectos grupos de textos expuestos para los lectores, hasta la gastronomía que los visitantes pudieron aprovechar en la feria del libro.
Claramente, la muestra fue dirigida hacia los niños, puesto que en la mayoría de los estantes se ofrecieron textos infantiles, cuentos en materiales didácticos, juegos y mucho más. Los padres de familia que acompañaban a los más pequeños tenían una gran variedad de material de elección que eran del deleite de los hijos.
La feria significó espacios de interacción, debate y entretenimiento. “No sólo se accede a los libros, sino que mucha gente accede a las presentaciones de los libros, a los talleres, a los debates y escuchar a su autor, realmente como organizadores estamos muy contentos por haber cumplido los objetivos de la feria”, resaltó Navarro.
También participaron más de 60 editoriales bolivianas, también librerías, instituciones del estado, embajadas y más que se encargaron de deleitar desde la vista hasta el conocimiento de los lectores.
“Hay mucha gente que quiere, que apuesta a la gente y que está comprometida con el desarrollo, no solamente literario, sino cultural de nuestro país (…) La cultura es un puente de integración entre todos y aquí la gente hay de todo (…) antes la feria era de puro élite, ahora vienen de todo lado para llevarse un libro, eso está bien, que bien que hayamos podido involucrar a toda la gente y eso es una satisfacción para nosotros”, indicó Nararro al referirse a la visita de gente de todos lados.
En la oportunidad, algunas personas aseguraron que la entrada y el precio de algunos libros son costosos, sumados los dos y que para los siguientes años aquello debe ser modificado, al respecto Navarro dijo que la feria debe subvencionarse porque, a medida que pasan los años, los precios del alquiler y otros aspectos suben por tanto los 10 bolivianos –precio de la entrada– sólo es un costo simbólico y al alcance de todos los bolsillo.
Finalmente resaltó que los organizadores ya están haciendo los preparativos para la siguiente gestión, adelantó que uno de los invitados de honor serán las editoriales de España. Mientras tanto, trabajan en el plan operativo 2016 para las novedades de 2016.
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