lunes, 10 de agosto de 2015
Las actividades alternativas de la FIL atraen al público juvenil
En su primer domingo de exhibición, la Feria Internacional del Libro (FIL) ofreció ayer una variada oferta de actividades alternativas para niños y adolescentes con juegos, cómics y stickers que los introducen y/o fortalecen su interés por las letras.
“En esta sección tenemos un emprendimiento pensado en los niños para que lean cuentos infantiles escritos por otros niños y con ilustraciones que atrapen su atención y hagan volar su imaginación”, señaló Marcelo Yaksic, de la editorial Muela del Diablo.
En este mismo stand se vendieron stickers de personajes animados diseñados por Aysha Yaksic, que atrajeron mucho a niños y adolescentes.
Otro espacio que capturó a un público diverso fue el de la Fundación Óscar Alfaro, donde Sandra Alfaro —hija del escritor tarijeño— ofertó una serie de títulos de autoría de Alfaro. “Tenemos sus libros infantiles de cuentos, sus obras más conocidas hasta poesía para adultos”, explicó.
En los cuentacuentos del Espacio Simón I. Patiño, un narrador se dirigió al público infantil con historias variadas que contó con habilidad consiguiendo toda la atención de los niños que no ocultaban sus emociones.
Las embajadas de Estados Unidos y Venezuela también convocaron a los visitantes. Mientras la primera puso a disposición laptops con aplicaciones pedagógicas, la segunda ofreció libros de historia latinoamericana y café.
Los stands con novelas gráficas y cómics nacionales mostraron su poder de convocatoria. Decenas de fanáticos de este tipo de producciones consultaron y compraron publicaciones. “Son temáticas específicas las que abordo, tengo una novela gráfica sobre la Guerra del Chaco, yo escribo la historia y Rafaela Rada es quien produjo las imágenes”, expresó Yerko Escóbar conocido en el ámbito comiquero como Corven Icenail y cuyo stand es el número 42.
Las entidades financieras también dieron a conocer sus servicios y brindaron educación financiera. El banco BISA tiene un espacio denominado Mundo BISA, donde un público de cuatro a 13 años aprendió jugando a familiarizarse con los servicios y productos bancarios.
“Me llevaron a un centro de salud, al banco para pedir un préstamo, al cine a un taller de autos y había cosas que comprar. Se aprende a manejar el dinero jugando”, narró su experiencia Susana Pérez, de diez años de edad.
El Banco Central de Bolivia brindó información sobre las medidas de seguridad en los billetes, así como la historia de éstos. “Además de la información, uno se puede tomar fotos con billetes gigantes y salir como si fuera el personaje impreso”, dijo Clara María Sanjinés, quien, junto a sus amigos, se fotografió en billetes de Bs 20 y 50.
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