José Mari Esparza Zabalegui, vasco, aterrizó por segunda vez en tierras bolivianas para presentar su libro Potosí, andanzas de un navarro en la guerra de las naciones en la reciente feria del libro, de la mano de Plural. Es su segunda visita y aunque ésta fue mucho más festiva (compartió con escritores y lectores por varios días en el stand de Plural en la FIL), no fue menos reafirmante para sus convicciones. Hace más de 30 años, el escritor e investigador vasco encontró en los archivos de su natal Navarra la veta histórica que se convertiría en algo parecido a una obsesión: Potosí, su historia y una curiosa guerra española largamente librada en sus tierras.
¿Cómo surge la idea de llegar a esta historia, a este tema tan próximo para ustedes y también para nosotros?
La historia surge cuando, por casualidad en los archivos de historia de Navarra, en una sección rarísima que se titulaba "Sección de negocios” aparece un legajo donde se hablaba de unas guerras impresionantes entre los vascongados (como se llamaba en esa época a los vascos) y otras naciones en el reino de Perú. Leí aquello y me extrañó que sean unas guerras totalmente desconocidas en la historia del País Vasco y de España en general. Empecé a buscar bibliografía y a investigar sobre el tema; encontré un libro que había sido publicado en 1624 que ya hablaba de esas disputas; posteriormente accedí a una bibliografía editada en Bolivia y en Perú… Entonces decidí venirme a Potosí y hace 20 años me presenté en Bolivia. Primero estuve viendo los archivos de Indias y el archivo de Sucre. Visité las minas y los socavones que me parecieron tan terroríficos como se describían en el siglo XVI. Seguían trabajando en condiciones similares. De ese viaje saqué un libro que es Potosí, andanzas de un navarro en la guerra de las naciones.
¿Por qué se dan estas guerras? Se pusieron unos gorros de vicuña.
Hubo un siglo de enfrentamientos y guerras que se dieron en el seno de los colonizadores, que se libraron en Potosí y en Perú, pero principalmente en Potosí, que era el centro del mundo. Hay que tener en cuenta que en 1521 se conquista el reino de Navarra, que era el último Estado que tenían los vascos independientes. Es decir que simultáneamente a la Colonia en España se daba otra guerra de conquista, de conquista del País Vasco por la Corona; por tanto, había una diferencia entre los que venían desde allá hasta este lado del mundo. De hecho, los catalanes no tenían permiso para venir a Indias, por eso no aparecen en las guerras. Cuando vienen los vascos lo hacen con un sentido mucho más práctico de la colonización, porque tenían proclamada la hidalguía universal entre ellos, el sentido del trabajo. Sin embargo, los castellanos tenían un concepto de hidalguía exclusivamente para la guerra o para la caza, como el personaje que Cervantes ridiculiza muy bien en El Quijote, siempre con sueños de conquista. Llegan todos al Cerro Rico y los vascos en cuanto ven esa riqueza se ponen a explotarla. Ya tenían experiencia de trabajo, como mineros y marineros; por lo tanto, controlaban la flota de galeones. 70 años más tarde se acaba la conquista. Se quedan miles de soldados castellanos parados haciendo servicios de espada que no son necesarios, ya no había conquista. Entonces se dan cuenta de que los vascongados, que hablan una lengua diferente y que se han hecho los dueños de Potosí (claro, quienes pagaban la factura eran siempre los indios), eran tan explotadores como todos. Es así que se produce el enfrentamiento entre ambos, vascongados y vicuñas (que eran los castellanos).
¿Cuál es el fallo de la historiografía boliviana?
En Bolivia yo me encontré desde el principio con una premisa falsa que dice que la guerra entre los vascongados y los vicuñas (los castellanos) supone la primera expresión de criollismo porque de alguna manera los criollos se empiezan a sublevar contra la Corona y que por eso llevaban los sombreros de vicuña, que los caracterizaban como criollos. Esto es absolutamente falso porque todos llegaron aquí al mismo tiempo, posiblemente llegaron incluso antes muchos de los vascongados; si se revisan los apellidos, eran todos venidos en las mismas flotas, incluso algunos de ellos ya nacidos en Potosí. La disputa se daba por poder y por dinero, y por las mismas razones que se daba el enfrentamiento dentro de España. El criollismo era de unos y de otros en el siglo XVIII cuando se dan estas guerras; más bien es el poder vascongado el que permanece y se pone a participar en el proceso de independencia y de eso los acusan también. Puedes analizar el acta de independencia de Bolivia (que la he estado leyendo estos días) y aparece un Olañeta, aparece un Urcullo, aparece un Mendizábal, la mayoría son vascos.
¿Por qué los vascongados deciden apoyar los procesos independentistas?
Porque no tenían un apoyo nacional con España, como no lo tienen ahora. Ahora, las diferencias entre vascos españoles y catalanes españoles siguen siendo enormes por esto.
¿Cuál ha sido tu percepción como escritor, historiador, sobre el otro lado de la historia, cómo se vivió aquí en Potosí y en el territorio sudamericano la colonización?
Lo de Bolivia es una parte terrible del proceso de colonización. Aquí los europeos vinieron locos, tú imagínate aquella Europa con necesidades con gente pobre, con familias numerosas, campesinos y demás; cuando les dicen que hay ovejas del tamaño de los caballos y les llaman a las llamas "ovejas de la tierra”, les llaman pollos y gallinas a los avestruces… todo magnificado. Y luego cuando ven el reflejo del oro y de la plata que había aquí, se vuelven locos. Y hay una maquinaria militar que está preparada, que es el ejército de Castilla, que ha conquistado Navarra y que ha conquistado el reino de Granada, allá ya no tienen tierra que conquistar y esta maquinaria vino aquí y claro inmediatamente se dieron los grados de explotación que conocemos y Potosí es el reflejo. Yo me he emocionado estos días que estuve para presentar el libro pues me he encontrado en La Paz a los mineros de Potosí. Sin entrar en el fondo de la polémica entre el Gobierno y ellos, yo creo que no Bolivia, sino el mundo entero, tiene una deuda pendiente con ellos, con sus descendientes.
Llegaste al final del conflicto...
Sí, al final, cuando se marchaban. Estuve acompañándoles hasta los autobuses y compartí con ellos. A mí me dio mucha pena que todavía, más de 500 años después, tengan que andar así.
José Mari Esparza Zabalegui (1951-)
Inicios Comenzó a escribir y a editar en la prensa obrera y clandestina en los tiempos del franquismo.
Editora Es uno de los fundadores de Altaffaylla Kultur Taldea con el que editó trabajos sobre temas históricos y costumbristas de Navarra.
Feria del Libro De la mano de Plural llegó a Bolivia con una muestra de libros en castellano sobre literatura, ciencias sociales, mucho anti-imperialismo, emancipación de los pueblos, emancipación de la mujer, fondos ecologistas, clásicos en general.
Potosí Presentó también su libro Potosí..., que describe la guerra que vascongados y vicuñas libraron en territorio de la Colonia en el siglo XVII y que antecedió a la lucha por la Independencia.
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