La Asociación de Bibliotecarios de Oruro (ABO), a través de su presidente, Fernando Sandalio Viñola, expresó su profunda preocupación por el cierre silencioso de las bibliotecas en Oruro, pues desde la gestión pasada, alrededor de cinco importantes centros de consulta bibliográfica desaparecieron sin que nadie reclame.
Ayer, en un acto de homenaje al Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor, la ABO, hizo conocer este problema, asegurando que mientras en Oruro se van cerrando las bibliotecas, en otros departamentos el trabajo en este sentido es enorme.
"En Oruro es dramática la situación, el rol de las bibliotecas que están de-
sapareciendo, y no así en otros departamentos, en Cochabamba la Alcaldía Municipal tiene una red de más de 120 bibliotecas de barrio, en Santa Cruz tiene un edificio monumental con 50 funcionarios bibliotecarios que están trabajando", dijo Sandalio.
Aseguró que pese a que los afiliados a la ABO, no descuidaron su profesionalización y más al contrario se capacitan con ayuda de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), para graduarse como Técnicos Medios, y luego como Técnicos Superiores en Bibliotecología y Ciencias de la Información, no se reconoce este esfuerzo.
"Con ellos (los de la UMSA) se ha ido viendo que las bibliotecas han sido digitalizadas un más de un 50 por ciento en la universidad y en las otras instituciones, pero en Oruro muy poco se ha avanzado en esto", dijo el bibliotecólogo.
Habló sobre el cierre de las bibliotecas del Colegio Reekie, Pantaleón Dalence, del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA), del Centro de Investigación y Servicio Popular (Cisep), del Proyecto Sebastián Pagador, entre otros, que ya no existen. "Hasta hace poco, estudiantes de Sucre y Potosí venían a la ciudad de Oruro a buscar materiales sobre el Derecho Laboral y particularmente buscaban los documentos que sacaba la Federación de Mineros cada año sobre la coyuntura política, era una declaración de principios y venían a buscar los estudiantes, y sólo encontraban en el Cisep toda la colección de los documentos que tiene la Federación de Mineros en su Archivo Nacional que está en la ciudad de El Alto", expresó Sandalio.
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