En 1910 Franz Tamayo publica el libro la Creación de la Pedagogía Nacional, donde sienta las bases de su pensamiento y constituye una de sus obras más importantes, para la educación en Bolivia. La Creación de la Pedagogía Nacional es una serie de artículos publicados por Tamayo en el periódico El Diario de La Paz, Bolivia.
Si bien Tamayo resalta en este libro la energía proveniente del indígena, su visión es aún motivo de encendida polémica. Maneja mucho el concepto de “raza” y toma las capacidades de blanco, cholo e indio como facultades naturales desde el nacimiento. Es de todos modos un impulsor del estudio de la cultura indígena, para su inclusión en los planes pedagógicos, aunque poco hable de cultura.
El 2010 se cumplió 100 años de su obra bajo el título genérico de Creación de la Pedagogía Nacional, convertida luego en un libro capital del pensamiento boliviano, dirá el expresidente Carlos Mesa. En su opinión, quizás lo más interesante de la obra sea el uso de determinadas categorías de análisis, que no fueron otras que la explicación de insuficiencias, logros, desafíos y propuestas, a partir de la estratificación racial.
Tamayo desarrolla su teoría pedagógica sobre una búsqueda: la de la voluntad nacional, su fuerza intrínseca, aquello caracteriza a una nación, que construyen su ser y proyectan su futuro.
Para ello, apela a la distinción de tres tipos raciales, el indio, el mestizo y el blanco. Como establece Javier Sanjinés, el resultado de esa búsqueda idealizada de aquello que porta nuestra fuerza, es para Tamayo la certeza de que el hombre boliviano debe educarse en función de sus posibilidades, distintas de acuerdo a cada tipo racial. Cree que el modelo ideal, es el de un cuerpo indígena con una cabeza mestiza. Vale subrayar aquí la descalificación que hace del blanco de origen hispano. En América Latina, el blanco perecerá porque carece de la fortaleza física, la integridad moral y la fuerza creadora que, combinadas, sí podemos encontrar en indios y mestizos, concluye el poeta.
Cien años después de Tamayo, poco o nada se ha avanzado para la construcción de un nuevo paradigma que explique a Bolivia y proponga un pacto social integrador, dice Mesa, luego de analizar las implicaciones sociológicas e históricas del Estado Plurinacional de Bolivia que expresa contradicciones de partida que la convierte en una propuesta esquizofrénica de sociedad.
Por una parte, se adscribe a los textos más garantistas de los derechos individuales y colectivos que se hayan escrito en América Latina y, por la otra, plantea la justificación y la construcción de una nueva sociedad, el “Suma Qamaña” que recoge el art. 8 del texto, se basa en el retorno a una lectura de lo humano desde la raza, y en una categorización jerárquica de los componentes y propuestas culturales de las razas-etnias del país (que lamentablemente aparecen como sinónimo en este caso) en la configuración del Estado boliviano.
Tamayo nació en La Paz en 1879 y murió en esta misma ciudad el 29 de julio de 1956; fue poeta, político y diplomático boliviano. Presidente de la Cámara de Senadores y fundó el Partido Radical. Primogénito de Isaac Tamayo Sanjinez y Felicidad Solares, mujer de sangre indígena. Recibió educación privada de humanidades, piano, alemán, latín y francés, entre otras materias. Habiendo sido su padre nombrado representante diplomático en Brasil y ausentándose del país con su familia a Europa, durante la revolución federalista de 1899, Tamayo estuvo fuera de Bolivia desde muy joven. Regresa al país, en 1904, pero se ausenta nuevamente en 1908 para estudiar en La Sorbona.
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