domingo, 10 de abril de 2011

La literatura infantil que se produce en Bolivia goza de una relativa buena salud, a partir de una mayor publicación en años pasados aunque aún le falta mucho por equilibrar su producción si se compara con países vecinos. Anualmente, según la Academia Boliviana de Literatura Infantil, se produce un promedio de 40 libros dedicados a los más pequeños del hogar, cifra que dobla o triplica lo impreso hace cuatro años atrás. “Pienso que como en todo espacio de los libros, la producción de literatura infantil no es la que uno quisiera. Más allá de la calidad y más allá del esfuerzo de las editoriales locales, los textos que llegan de afuera son increíbles; me refiero a que ya existen textos que interactúan con el niño, tocas un botón y reproduce los sonidos que están en el texto. Obviamente son muy caros para producirlos en Bolivia, pues las obras nacionales se venden entre 20 ó 50 bolivianos, mientras esos libros valen entre 100 y 150 bolivianos”, comenta Ariel Mustafá, responsable de la Editorial Gente Común. Los más nuevos títulos de literatura infantil fueron presentados la semana pasada en Santa Cruz, pues el sábado 2 de abril se recordó el Día del Libro Infantil. Se trata del cuento Comiendo estrellas, escrito por Gigia Talarico e ilustrado con un collage de tela, por Daniela Durán. Cuentos del jardín, de Alfredo Rodríguez, está dedicado a adolescentes y Y Colorín Colorado, de la cochabambina Rosalba Guzmán. Lourdes Montero, del Grupo Editorial La Hoguera, afirma que el mercado de la literatura infantil ha crecido y hay una variedad de temas. “La demanda de estos libros es cada vez mayor pues también sirven como apoyo para los profesores en los colegios”, destaca Montero. El sitio web Sitio www.ablij.com es la página en internet de la Academia Boliviana de Literatura Infantil. Autores Alrededor de 60 escritores figuran en su apartado de autores de literatura infantil. Oferta Se puede hallar la vasta oferta editorial especializada en infantes.

Entre los 50 anaqueles instalados en la Feria del Libro de El Alto, que se realiza en el Campo Ferial de esa urbe hasta el 17 de abril, las obras inspiradas en los hechos de Octubre de 2003 son las novedades de esta fiesta literaria.

Jacha’a Ajayu (Alma Gigante), de Omar Guzmán; Octubre, el lado oscuro de la luna, de Rafael Bautista; y Para seguir viviendo, de Mori Rodríguez son algunas de las obras inspiradas en Octubre de 2003 o la denominada “Guerra del Gas”, que culminó con la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y dejó más de 60 muertos.

“En estos últimos años los escritores alteños se han dedicado a rescatar la historia de Octubre de 2003”, dice Juana Tambo, del Centro Cultural Wayna Tambo, que vende en su anaquel una variedad de más de 50 obras.

Tambo también explica que la Guerra del Gas es una temática que inspiró la creación de novelas, poemas, análisis político e investigaciones.

Por su parte, Wilbert Cuadros, director de la Asociación de Representantes de Editoriales-El Alto (AREA), señala que se han publicado varios libros dedicados a Octubre de 2003, pero que también se están produciendo obras de otras temáticas.

Cuadros destaca el aporte de la Universidad Pública de El Alto que tiene en su puesto más de 70 producciones académicas relacionadas a investigaciones y metodologías del aprendizaje de la lengua aymara.

La oferta de libros oscila desde cinco a 100 bolivianos. Incluso, la Editorial Santillana vende cuentos infantiles desde nueve bolivianos.

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